17 Oct
Género literario
La verdad sobre el caso Savolta es la historia de una corrupción en la que se narra el auge y destrucción de una empresa de fabricación y venta de armas en la Barcelona de la segunda década del siglo XX. Para contar esta historia, Eduardo Mendoza —abogado de profesión— se inspiró en un caso real que él mismo investigó profesionalmente, el de la compañía Barcelona Traction, una empresa de electricidad con capital extranjero instalada en Barcelona a principios del siglo XX. Así, la novela se construye como un relato policial que acaba convertido en indagación social y política.
A pesar de la gran presencia de lo político y social en la obra, el propio autor ha declarado que su principal objetivo era narrar una ficción. Por ello, más que ningún otro adjetivo le conviene la etiqueta de novela total, en la que se dan cita con maestría elementos muy dispares y complementarios: acción, intriga, aventura, reflexiones ideológicas, documentación histórica… Y todo ello a través de una estructura perfectamente encajada en un montaje organizado en secuencias.
Estructura
Javier Miranda, protagonista y narrador-testigo, revive una Barcelona turbulenta en los albores del fabrilismo, con todo un intrincado mundo de trabajadores, huelgas, pistoleros y bancarrotas. El relato de Miranda surge, como excusa literaria, de sus declaraciones ante un juez norteamericano en 1927, por razones que el lector conocerá al final de la novela. Es, por tanto, una recreación de la memoria del protagonista y eso, conforme a las técnicas contemporáneas, justifica su estructura y su caos temporal.
La novela está dividida en dos partes bien diferentes en estructura y complejidad. La primera se compone de cinco capítulos organizados en ciento once secuencias; la segunda parte presenta diez capítulos y setenta y tres secuencias, es menos compleja que la primera y, desde el capítulo sexto al décimo, la narración es absolutamente lineal.
Espacio
Es una novela urbana centrada casi totalmente en Barcelona. Solo en cuatro momentos se sale fuera de la ciudad:
- Sala del tribunal del estado de Nueva York en la que presta declaración Javier Miranda.
- Valladolid, ciudad natal de Javier Miranda, a la que regresa durante un breve período para reponerse anímicamente.
- Hotel donde pasan su viaje de novios Javier Miranda y María Coral.
- Persecución de Miranda tras los pasos de Max y María Coral por la provincia de Lérida.
Tiempo
La historia se desarrolla entre 1917 y 1919, pero en tres ocasiones la novela se sale de ese marco temporal:
- El narrador Miranda recuerda los hechos durante sus declaraciones ante el juez Davidson en 1927, casi diez años después de los acontecimientos.
- Declaración jurada del comisario Vázquez, cuando ya no es comisario —abandona el cuerpo en 1920—, ante el cónsul de Estados Unidos en Barcelona en 1926.
- Referencia poco relevante a la muerte de la Doloretas en el verano de 1920, cuando Miranda ya está en Estados Unidos.
Técnicas narrativas
- Desorden temporal: Al ser un relato fundamentado en la memoria de su narrador testigo, en la novela se juega con constantes saltos temporales de atrás adelante y viceversa, lo que produce una marcada impresión de caos temporal.
- Contrapunto: Mendoza presenta relatos que se van intercalando entre sí, de manera que se superponen peripecias desarrolladas en distintos espacios y tiempos: las declaraciones de Miranda ante el juez, la fiesta de Nochevieja en casa de Savolta, la narración sobre Pajarito de Soto y Teresa, la historia de Nemesio Cabra, etc.
- Perspectivismo: La novela ofrece un punto de vista múltiple, es decir, distintas perspectivas en la forma de observar los hechos y de entender la realidad. El lector recibe varias versiones narrativas de un mismo hecho a través de distintos personajes. Un perspectivismo que favorece la explicación polivalente de la realidad.
- Montaje en secuencias: Aunque la obra consta de capítulos, estos se organizan a base de pequeños fragmentos narrativos —las secuencias— que se yuxtaponen. Es un procedimiento de claro origen cinematográfico en el que las piezas van encajando poco a poco desde un rompecabezas argumental en los primeros capítulos hasta la unidad de acción convergente de la segunda parte.
- Técnica suspensiva: Al lector se le van suministrando fragmentos incompletos de la historia, lo que produce la sensación de que los enigmas quedan constantemente sin resolver. Se va aplazando la explicación y la información sobre algunos aspectos esenciales de la trama para crear expectación y provocar suspense.
- Técnica impresionista: De raíz barojiana, consiste en la narración ágil y la descripción con pinceladas rápidas, que resulta muy apropiada para la captación de ambientes colectivos, donde no es necesario tratar ningún rasgo en profundidad.
- Técnica esperpéntica: Heredera de Valle-Inclán, salpica la novela de una constante ironía, de una tendencia a la caricatura que destaca los rasgos más característicos de algunos personajes mediante la parodia, la deformación, el contraste, la animalización o la cosificación.
- Parodia de géneros: Además de recreación, Mendoza recurre a la parodia —es decir, imitación burlesca— y caricatura de algunas formas literarias. Hay parodia de la novela policial, de la novela rosa o de la literatura de folletín.
Usos lingüísticos
- Lenguaje formal: La corrección es habitual en Miranda y Lepprince. Este último resulta incluso elegante con bastante frecuencia.
- Lenguaje coloquial cursi: La burguesía adinerada presenta rasgos empapados de una cursilería empalagosa.
- Lenguaje coloquial vulgar: El léxico directo y malsonante, rayando a menudo en la incorrección, es habitual en el lumpenproletariado.
- Lenguaje vulgar incorrecto: Propio de personas con una formación deficiente, muestra incorrecciones incluso en situaciones formales. La Doloretas ofrece varios ejemplos en sus intervenciones.
Por otra parte, en la novela se recrean variedades lingüísticas pertenecientes a distintos ámbitos culturales o de discurso:
- Lenguaje jurídico: La comparecencia de Miranda ante el juez Davidson recoge con propiedad los mecanismos del interrogatorio judicial.
- Lenguaje administrativo: Se registra en los abundantes documentos de carácter oficial o privado que aparecen en la novela. Uno de los casos más claros es la declaración o affidavit del comisario Vázquez, aunque existen otros como la ficha policial de Andrés Nin.
- Lenguaje periodístico: Hay varias muestras, entre las que cabe destacar la secuencia que transcribe un recorte de periódico con la noticia del traslado de Vázquez a Bata como comisario.
- Lenguaje político: Los artículos periodísticos de Domingo Pajarito de Soto recogen con propiedad las características de los discursos políticos encendidos o de los mítines propagandísticos.
Personajes
- Alta burguesía capitalista: La integran Savolta, Pere Parells, Claudedeu, Lepprince y sus familias. Mantienen una implacable estrategia de dominación y explotación y recurren a lo que sea, pistoleros incluidos, para sofocar los conflictos laborales. Las mujeres de esta clase social se comportan acordes con su educación burguesa: sumisas a sus maridos y preocupadas, esencialmente, por el buen tono y el mantenimiento de su nivel socioeconómico.
- Clase media-funcionarios: Sus principales representantes son el abogado Cortabanyes y el comisario Vázquez. Desempeñan un papel poco significativo en la lucha de clases, pero su escondido poder resulta ser pieza fundamental en la historia.
- Asalariados de clase media-baja: Son, fundamentalmente, un conjunto de personajes (Miranda, Serramadriles, la Doloretas…) que observan impasibles o atemorizados la evolución de los acontecimientos en los que a veces —Javier Miranda, por ejemplo— se ven implicados.
- Proletariado: Mendoza nos presenta a sus miembros a través de sus reuniones clandestinas y de sus manifestaciones. Apenas los lectores tienen ocasión de aproximarse a alguno de los personajes de este grupo. El periodista Pajarito de Soto, aunque no pertenezca al proletariado, está ligado a él por su dedicación intelectual.
- Lumpenproletariado: Está integrado por los personajes de los bajos fondos de Barcelona: Nemesio Cabra, María Coral, las prostitutas y clientes del cabaret… Todos forman un mundo desharrapado y picaresco que busca ante todo la propia subsistencia.
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