07 Mar
En la Europa moderna no solo hubo avances económicos y sociales. Desde el Renacimiento hasta la Ilustración, el pensamiento científico, religioso y artístico iba a experimentar una renovación constante basada en la superación del teocentrismo y del oscurantismo medieval. Siglos XV y XVI.
Renacimiento y Reforma
Humanismo
En el Renacimiento se desarrolla una nueva mentalidad, el Humanismo, que abandona el teocentrismo medieval, en el que Dios se consideraba como la única referencia para entender el mundo. El Humanismo recibe su nombre por otorgarle al ser humano —a su capacidad racional y a su valor como individuo— la centralidad cultural y científica que antes nunca había tenido. Los humanistas recuperaron los conocimientos de la antigüedad grecolatina y los difundieron por medio de la imprenta.
Reforma Protestante
El interés de la Iglesia por el lujo y la participación en la política europea la desprestigió ante los fieles, que buscaron nuevos enfoques espirituales en el luteranismo. Esta doctrina, elaborada por el monje agustino alemán Martín Lutero (1483-1546), proponía una reforma de la Iglesia basada en un contacto más directo con Dios y una liturgia más sencilla. El calvinismo y el anglicanismo fueron otras religiones protestantes.
Arte Renacentista
Se inició en Italia en el siglo XV y se extendió por Europa favorecido por el mecenazgo de la Iglesia y la burguesía enriquecida. El Renacimiento rompió con el arte religioso medieval:
- Nueva temática que recupera los modelos grecorromanos.
- Nueva técnica que utiliza por primera vez la perspectiva, que permitía representar el espacio en tres dimensiones.
El resultado fue un arte clásico que buscaba la proporción y la armonía.
Siglo XVII: Revolución Científica y Barroco
Revolución Científica
Con Copérnico como precursor, los científicos y filósofos del siglo XVII, Galileo, Descartes y Newton, elaboraron un método científico basado en la observación, la experimentación y el establecimiento de leyes para explicar los principios que rigen la naturaleza, lo que dio inicio a la ciencia moderna. Los estudios científicos se desarrollaron en astronomía, matemáticas y física.
Arte Barroco
Se extendió por Europa y la América española en un momento de gran exaltación religiosa y de afirmación del poder de la monarquía, lo que quedará reflejado en sus obras artísticas.
Liberalismo e Ilustración
A pesar del avance económico de Europa y de la evolución social que este avance provocó, los pilares del Antiguo Régimen —el absolutismo y la sociedad estamental— obstaculizaban cualquier cambio sociopolítico. Contra este inmovilismo, los intelectuales de la época comenzaron a cuestionar este orden establecido y surgió así una nueva corriente de pensamiento: la Ilustración.
La Ilustración fue un fenómeno europeo, especialmente francés, extendido a América, que abarcó casi todo el siglo XVIII. Reflejaba ideas de pensadores del siglo XVII, como Descartes, y se caracterizó por su racionalismo y su espíritu crítico frente al absolutismo político y a la ortodoxia religiosa. Esta época fue conocida como el Siglo de las Luces, el siglo en el que se cerraba la larga etapa de «oscuridad» que se heredó de la Edad Media. El oscurantismo se había opuesto siempre al progreso y había impuesto límites al desarrollo intelectual y científico, para que el principio de autoridad, en el que se asentaba el orden establecido desde el medievo, no fuera criticado. De este modo se pretendía mantener las creencias tradicionales, el poder incuestionable de los monarcas y los dogmas religiosos.
Sin embargo, las propuestas intelectuales de los pensadores ilustrados rompieron con el pasado y el mundo entró en una nueva época en la que Los ilustrados fueron intelectuales que procedían de diversos entornos sociales y culturales; eran tanto nobles y burgueses laicos como clérigos interesados en que se reorganizara la sociedad con nuevos valores principios de ese nuevo modelo de convivencia eran:
- La razón: La capacidad que permite a cada individuo dudar y ser crítico para evitar que otros le impongan sus criterios políticos o religiosos en contra de su voluntad.
- La felicidad: Las relaciones gratificantes entre el individuo y la colectividad basadas en el conocimiento y en la búsqueda del bien individual sin perjudicar al colectivo social.
- La libertad: La dependencia exclusiva de las leyes colectivas, y no de poderes absolutistas.
- La tolerancia: La convivencia de ideas políticas y religiosas distintas en una misma sociedad, lo que conduce al respeto de los derechos naturales en todos los seres humanos.
- El progreso: El avance hacia mejoras materiales y espirituales.
Los ilustrados pusieron de relieve la importancia de extender el progreso a todos los lugares, y criticaron las acciones de los europeos en los continentes descubiertos. Para los ilustrados, esta nueva sociedad tendría éxito si se transmitían sus valores a través de la educación. Con este objetivo, proponían que la Iglesia no monopolizara la educación, como había sucedido en el pasado. Defendían por ello que el Estado se hiciera cargo de la dirección de las escuelas y que la escolarización fuera obligatoria y gratuita. Los efectos iniciales de estas propuestas no fueron muy significativos, ya que la mayor parte de la población vivía en medios rurales. En las ciudades, en cambio, comenzó a descender el analfabetismo.
Revolución Francesa
A finales del siglo XVIII, bajo el reinado de Luis XVI, Francia continuaba siendo una monarquía absoluta. Pero amplios sectores de la población criticaban la situación y pedían un cambio de régimen. En 1789 coincidieron varias causas que desencadenaron la revolución:
- Las ideas liberales de crítica al absolutismo y a la sociedad estamental y a favor de la división de poderes y de la igualdad ante la ley, que surgieron durante la Ilustración, habían calado en gran parte de la población. Incluso algunos nobles y clérigos apoyaban estas ideas.
- El ejemplo de los Estados Unidos. Algunos franceses, como el marqués de La Fayette, habían participado en la Guerra de Independencia americana a favor de los colonos. Americanos firmantes de la Declaración de Independencia, como Franklin y Jefferson, visitaban asiduamente Francia.
- Desigualdad ante la ley. Los nobles, pese a ser el estamento más rico, estaban exentos del pago de impuestos. Un amplio sector del tercer estado, la burguesía, que sí pagaba impuestos, coincidía con el pueblo en que la nobleza era un grupo social que no reportaba beneficio económico alguno al conjunto de la nación.
- Crisis económica. La Guerra de los Siete Años, en la que Francia perdió definitivamente Canadá, también afectó a la economía y creó una enorme deuda pública. A pesar de ello, la corte de Versalles no disminuyó sus cuantiosos gastos en lujos y bienes superfluos. Por otra parte, la población había crecido mucho a lo largo del siglo XVIII y la producción agraria no podía atender la demanda de alimentos. Una parte importante de la población de París era gente hambrienta y sin recursos.
El ambiente en París y en el resto de Francia era de gran agitación política. Circulaban multitud de folletos y papeles con propaganda contra el Antiguo Régimen. Las figuras del rey y de la reina estaban desprestigiadas y se les criticaba abiertamente. Entre todas las ciudades y pueblos se reunieron más de 25 000 cuadernos de quejas, documentos en los que los ciudadanos y los campesinos exponían sus reivindicaciones, lo que muestra la magnitud del malestar.
Fases de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa fue un largo proceso revolucionario que se inició en 1789 y terminó en 1804, con el Imperio napoleónico. Sus fases fueron:
- Los Estados Generales (1789). Ante los enormes problemas económicos, el rey Luis XVI convocó a los tres estamentos en el palacio de Versalles para plantear que los nobles pagaran impuestos. El tercer estado exigió que esta medida se votara por cabeza, y no por estamentos, como era costumbre, lo que provocó la disolución de los Estados Generales. Entonces, los representantes del tercer estado se constituyeron en Asamblea Nacional (parlamento) y juraron no retirarse hasta que Francia tuviese una Constitución.
- Asamblea Constituyente (1789-1791). El pueblo de París se sublevó y atacó la fortaleza de la Bastilla. Los soldados que debían defenderla abrieron las puertas al pueblo. El rey no pudo disolver la Asamblea y esta tomó importantes decisiones, entre otras, elaboró la Constitución de 1791.
- Asamblea Legislativa (1791). Mientras las potencias absolutistas de Austria y Prusia amenazaban con invadir Francia, en la Asamblea surgieron diferentes grupos políticos: los girondinos —moderados y partidarios de la monarquía parlamentaria— y los jacobinos —liberales radicales y partidarios de la república—.
- La República (1792). La Asamblea proclamó la República y se convirtió en Convención asumiendo el poder legislativo y ejecutivo. El rey fue juzgado por alta traición y ejecutado en la guillotina. Se organizaron comités para atender a los diferentes asuntos, como el Comité de Salud Pública, que dirigido por Robespierre, líder de los jacobinos, se encargó de defender la revolución, y ejecutó y guillotinó a todas las personas sospechosas de ser antirrevolucionarias. Este período se conoce también como del Terror.
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