28 May
Teorías Implícitas sobre los Procesos de Escritura
Antecedentes Teóricos
Las teorías implícitas y sus efectos son objetos de estudio relevante en diversas áreas, especialmente en la educación, influyendo en las prácticas pedagógicas y epistemológicas. Hacen referencia tanto a las teorías implícitas adquiridas por los docentes como por los estudiantes, describiendo cómo estas influyen en sus prácticas y procesos de aprendizaje. Las propuestas de Makuc (2008) apuntan a describir cómo afectan la comprensión lectora de los docentes, sus procesos escriturales y la forma en que estos docentes pueden influir en sus estudiantes.
2.1 Teorías Implícitas sobre la Escritura
Ha comenzado a surgir la necesidad de explorar las formas en que las personas conciben el proceso de escritura y la influencia de dichas teorías en la conducta de los individuos. La concepción que se tenga del proceso incidiría, de alguna forma, en los resultados escriturales y en los niveles de motivación y autoeficacia en la tarea. Mateos, Martín, Villalón y Luna (2008) plantean que la interpretación de la tarea de escribir, por parte del escritor, podría estar determinada por las creencias que este posee sobre la escritura. Hernández (2012) y Pozo et al. (2006) proponen que dichas concepciones influyen en las estrategias generadas por los escritores al enfrentarse a la tarea de escribir. White y Bruning (2005) postulan que las teorías implícitas dirigen los procesos implicados en la escritura de un texto. No existe una única forma de clasificarlas, pero sí tienen criterios similares para su clasificación. White y Bruning (2005) proponen dos modelos:
- Primer modelo: las teorías implícitas transmisionales conciben la escritura como un proceso de reproducción de datos e información, con bajos niveles de compromiso tanto afectivo como cognitivo.
- Segundo modelo: el transaccional, que visualiza la escritura como una forma de construir personal y críticamente un texto, integrando la propia visión y experiencia. Se compromete a nivel cognitivo y afectivo durante el proceso de escritura, lo que resulta en textos mejor organizados y con un mayor nivel de integración de información y reflexión.
Hernández (2012) clasifica las teorías implícitas sobre la escritura en tres:
- Primero: la teoría receptiva-reproductiva, en la cual el escritor plasma sus conocimientos sin tomar en cuenta aspectos retóricos ni al destinatario, y sin involucrar su propia perspectiva dentro de la composición.
- En segundo lugar: la teoría pre-constructiva, en la cual se evidencia la intención, por parte del escritor, de realizar una escritura transformadora; no obstante, no logra transformar el conocimiento.
- Tercero: la teoría constructiva. Quienes la poseen consideran las distintas variables que se involucran en la composición de un texto: los aspectos de carácter retórico, la consideración del destinatario, la utilización de léxico adecuado al destinatario, la integración consistente de la información y la realización de correcciones, tanto de forma como de fondo. Es posible reconocer en este grupo la elaboración de un trabajo más exhaustivo.
2.2 Escritura
Carlino (2005) sostiene que la escritura constituye un proceso que estimula el análisis crítico con respecto al propio saber. Otorga la posibilidad de mantener la concentración en ciertas ideas, a diferencia de lo efímero del pensamiento y de la oralidad. No es una consecuencia intrínseca de la escritura, sino el resultado de enfrentarse a la escritura desde una perspectiva compleja. Frente a esto, podríamos afirmar que la escritura tiene el poder de estructurar las ideas y, podríamos decir, devolverlas modificadas. La escritura resulta ser una de las actividades más complejas, implicando habilidades cognitivas situadas en un contexto sociocultural y sus prácticas.
2.2.1 Desempeño en la Escritura
Leer y escribir se encuentran entre las herramientas más poderosas de las que disponemos para aprender y pensar, pues implican un proceso cognitivo con mayor esfuerzo y compromiso. Álvarez y Ramírez (2006) proponen que el proceso de escritura es un mecanismo lingüístico que implica un alto nivel de elaboración, rigor y precisión en el uso de los términos que requiere, así como la necesidad de explicar al máximo el contexto mental del escritor. Es una habilidad que se desarrolla y actualiza constantemente. Carlino (2013) lo describe como un proceso paulatino que se va perfeccionando con la práctica constante.
Bereiter y Scardamalia (1992) ofrecen dos modelos:
- El primer modelo (decir el conocimiento) no implica un proceso reflexivo, sino un proceso en el que el escritor declara lo que sabe acerca de un tema particular. Los textos carecen de coherencia tópica; la escritura no se adecúa al receptor al que se dirige y los escritores tardan en comenzar a escribir, puesto que no hacen un proceso de planificación previo a la escritura, ni establecen objetivos, ni realizan un proceso de revisión del texto.
- El segundo modelo (transformar el conocimiento) implica establecer un diálogo entre el texto leído y la experiencia del lector, lo que permite generar nuevas ideas. Estos escritores logran establecer asociaciones coherentes entre los distintos tópicos y son capaces de establecer una línea argumentativa sólida, además de adecuar el discurso a las necesidades del lector. Les toma tiempo comenzar a escribir, debido a que establecen objetivos para la escritura y la desarrollan a partir de un proceso de planificación, además de revisar constantemente su trabajo, lo que da cuenta de un proceso de construcción y reflexión.
Álvarez (2010) revela que la dificultad para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje de la escritura en la escuela tiene su raíz en el entramado en que se fusionan, constantemente, los distintos factores que articulan el proceso de escritura: el destinatario, las intenciones, el género, las normas de textualidad, los aspectos lingüísticos, la consideración del proceso y el uso de la escritura a partir de las motivaciones propias de los alumnos, principalmente.
Efectuamos tareas que integran la lectura, la escritura, la comprensión y la producción (Miras et al., 2013).
2.2.2 Función Epistemológica de la Escritura
El lenguaje es una de las herramientas más sofisticadas que ha desarrollado el hombre. Álvarez (2010) afirma que, conforme a los postulados de Vygotsky, Halliday y Bruner, el lenguaje es una herramienta que utiliza el hombre para dar sentido al mundo que le rodea; y, en consecuencia, el dominio de la lengua es parte importante en la construcción de los saberes. Villalón y Mateos (2009) proponen que la escritura no es solo un instrumento que nos permite comunicarnos o desenvolvernos en la sociedad actual, sino que es capaz de modificar y transformar el conocimiento. La elaboración de textos es un proceso personal movilizado por el contexto escolar a través de la interacción con otros, proceso que permitiría aportar ideas, datos, teorías y modos posibles de ver el mundo. Es decir, esta forma de ver los aportes que otorga el proceso de escritura considera una mirada integradora.
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