04 Abr

¿Qué podemos conocer? (Teoría del conocimiento)

En su libro Crítica de la razón pura, el filósofo alemán Immanuel Kant intentó aclarar cuáles son las posibilidades del conocimiento humano. Kant recogió en su filosofía la influencia de los racionalistas y de los empiristas. Creía que los empiristas acertaban al insistir en la importancia de la experiencia para el conocimiento, pero pensaba que la razón humana también tenía un papel importante, como afirmaban los racionalistas.

Facultades del conocimiento

Kant afirma que el conocimiento empieza con la experiencia, pero no todo el conocimiento proviene de ella. Hay elementos del conocimiento anteriores a la experiencia o, como dice Kant, a priori. Estos elementos son muy importantes porque permiten establecer algunas grandes verdades universales que constituyen el fundamento de las ciencias. Tras un estudio, Kant asegura que el conocimiento hace uso de tres facultades diferentes: sensibilidad, entendimiento y razón.

La sensibilidad y las intuiciones

La sensibilidad es la facultad humana gracias a la cual percibimos el mundo que nos rodea. Kant llama intuiciones al contenido de sensibilidad y lo divide en dos tipos: intuiciones empíricas, dadas por la experiencia, y intuiciones puras, puestas por el sujeto. Según Kant, estas intuiciones puras son el espacio y el tiempo, formas puras de la sensibilidad que hacen posible la percepción.

El entendimiento y las categorías

Una vez captados los datos sensibles, el entendimiento se encarga de elaborarlos para producir conceptos a partir de ellos. Kant creía que en el proceso intervienen dos elementos: el contenido de los conceptos son los datos de la experiencia, y la forma que permite organizar estos datos y darles sentido no proceden de la experiencia, sino que la aporta la propia mente. Según Kant, el entendimiento posee una serie de elementos a priori llamados categorías, que sirven para dar forma a los datos sensibles.

La razón y las ideas reguladoras

La tercera facultad que estudia Kant es la razón. La razón aspira a obtener conocimientos generales partiendo de los conceptos elaborados por el entendimiento. Según Kant, los seres humanos tenemos la tendencia natural a buscar grandes explicaciones para todo lo que sucede. Por eso nuestra razón tiende a sintetizar los conceptos del entendimiento, englobando todo lo que existe en tres ideas reguladoras: el mundo, el alma y Dios.

¿Qué debo hacer? (Ética)

Según Kant, las limitaciones de las éticas materiales impiden que estas teorías puedan ser universales. La aspiración de Kant era crear una ética racional universal, autónoma y a priori. A diferencia del uso teórico de la razón, que se concreta en juicios, la razón práctica produce imperativos. Kant propone varias maneras de formular el imperativo categórico, que exige que las máximas de conducta sean universalizables.

Kant era muy consciente de que los seres humanos no siempre respetamos a los demás. Por eso insistía en la importancia de trabajar conjuntamente para que nuestra sociedad pudiera ir progresivamente acercándose a lo que él denomina el reino de los fines. La obligación que tenemos de ajustar nuestras normas al imperativo categórico justifica la insistencia de la ética kantiana en el deber.

La teoría de Kant es una ética deontológica, porque insiste en la importancia de cumplir con nuestro deber.

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