24 Ene

4. La psicología aristotélica. (El alma y el conocimiento)


4. 1. El concepto de alma


Los griegos entendieron por el término “alma” dos cosas:

 Aquello que nos permite alcanzar el conocimiento y la ciencia, y nosdiferencia de todos los seres, incluidos los animales. (En esta definición el alma es el principio de racionalidad, Platón).

Aquello que se encuentra en los seres vivos gracias a la cual dichos seres son capaces de realizar actividades vitales y se diferencian de los seres puramente inertes (el alma como principio de vida, Aristóteles).

Puesto que el alma es principio de vida, (Aristóteles también la define como la forma de los cuerpos, o como el acto de aquellos seres que tienen la vida en potencia), estará obligado a admitir la existencia del alma no sólo en los hombres, sino también en los animales y las plantas. Pero es evidente que no todos losseres vivos tienen el mismo nivel de “vida” o de conocimiento, por ello Aristóteles diferencia tres funciones o facultades del alma:

a)

La función vegetativa o alma vegetativa:

permite las actividades vitales básicas como la nutrición, el crecimiento y la reproducción. Está presente en todos los seres vivientes, empezando por las plantas.

b)

La función sensitiva o alma sensitiva:

que comprende el conocimiento sensible, los deseos y apetitos inferiores y el movimiento local. Es propia de los animales y del hombre.

c)

La función intelectiva o alma racional:

propia del hombre. Gracias a ella el hombre posee voluntad e inteligencia, puede dedicarse tanto al conocimiento teórico como al práctico (es decir el tipo de conocimiento que guía su acción).

Aristóteles mantiene como Platón la idea de que el hombre es un compuesto de cuerpo y alma. Pero al aplicar la teoría hilemórfica al hombre lo presenta como una sustancia individual, y el alma se comporta como la forma y el acto del cuerpo, y éste como el elemento material y potencial. Debido probablemente a este punto de vista, Aristóteles no señaló de manera tan clara como Platón la inmortalidad del alma.

4.2. El conocimiento


Aristóteles se distancia de Platón al señalar que conocer no puede ser recordar sino que nuestro saber parte de los datos que nos proporcionan los sentidos.

Aristóteles distingue varios niveles de conocimiento, alguno de los cuales compartimos con los animales.

A). Conocimiento sensitivo

          Conocemos a través de los cinco sentidos específicos que producen cada uno particulares sensaciones (colores, sonidos, sabores, etc). Hay un sensorio común (sentido común) que hace distinguir las sensaciones proporcionadas por órganos diferentes, por ejemplo, lo blanco de lo dulce, de la misma manera que cada sentido distingue las sensaciones que le atañen. El acto de la sensación consiste en captar forma sensible. Es decir, permite que percibamos los objetos individuales.

Algunos animales poseen este tipo de conocimiento e incluso algunos pueden poseer memoria e imaginación, entendida esta como la facultad de representarnos las imágenes de los objetos sensibles. Esta facultad permite el trabajo de las facultades superiores.

B) Conocimiento Intelectual. El pensamiento

La función de la inteligencia es análoga a la de la sensibilidad. El alma intelectiva recibe las imágenes como los sentidos reciben las sensaciones, su misión es juzgarlas verdaderas o falsas, buenos o malas; y según cómo las juzga, las aprueba o las desecha, las desea o las rechaza. Es, pues la inteligencia la capacidad de juzgar las imágenes que los sentidos proporcionan. «Nadie podría aprender o comprender algo, si los sentidos no le enseñaron nada; y todo lo que se piensa, se piensa forzosamente como imágenes.» (Nada hay en el entendimiento que no haya pasado previamente por los sentidos.)

El alma recibe la forma inteligible como la sensación recibe la forma sensible. De alguno manera lo que hace es abstraer (separar) la forma inteligible de las imágenes. El conocimiento para Aristóteles consiste en la Abstracción, bien de la forma inteligible o bien de la forma sensible. A partir de esta forma inteligible conocemos ‘la esencia de las cosas» es decir podemos elaborar una definición universal de ellas (algo parecido al conocimiento de las ideas platónicas)

Respecto a las relaciones entre la imaginación y el pensamiento, Aristóteles sostiene que el pensamiento no es una imagen, pero no podemos pensar sin ellas. El pensamiento interviene cuando el distinguimos laidentidad de dos o más imágenes etc. En este punto, Aristóteles se opone a Platón, cuando en la teoría del conocimiento éste afirma que mientras el pensamiento científico (dianoia) tiene necesidad de imágenes, el pensamiento filosófico (noesis) se ocupa de formas o ideas puras sin necesidad de aquellas.         

Por otra porte el entendimiento es la facultad que hace posible elaborar razonamientos, y en definitiva la ciencia.

C) El intelecto activo y el intelecto pasivo. –

En la teoría Aristotélica del conocimiento, las mayores dificultades surgen en la manera que tiene Aristóteles de concebir el entendimiento y su modo de operar. En el conocimiento intelectual, Aristóteles distingue dos clases de entendimiento (o intelecto): uno activo, al que llama entendimiento agente, y otro pasivo al que llama entendimiento paciente.

Alaplicar su teoría hilemórfica al problema del conocimiento, identifica el conocimiento agente con la forma, y el paciente con la materia, estableciendo entre ellos las conocidas relaciones de acto y potencia. Sobre el entendimiento paciente dice que es como una tablilla en la que nada hay escrito, pero en la que el entendimiento agente puede escribir los conceptos universales de las cosas, que abstrae a partir de las imágenes.

Este es uno de los aspectos más polémicos de la teoría aristotélica del conocimiento. Ya que algunos siguiendo algunos párrafos de su teoría del conocimiento consideraron que el entendimiento activo era algo separable del alma y por lo tanto inmortal.

Por otra parte la polémica continúa cuando Aristóteles considera que el intelecto activo sobrepasa al individuo y es idéntico para todos. Esta afirmación llevó a muchos intérpretes árabes y escolásticos a identificar al intelecto activo con Dios, como hizo, por ejemplo, Sto. Tomás. 

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