10 Feb

Bosque caducifolio:
bosque carácterístico de zonas de clima oceánico, formado por árboles o arbustos que pierden su follaje durante una parte del año y quedan en letargo coincidiendo con la época fría (invierno), con especies como el haya y el roble.
Bosque perennifolio:
bosque formado por especies que nunca pierden el follaje completo a
la vez. Está asociado al Clima Mediterráneo, formado por especies que han desarrollado varios sistemas para adaptarse a la aridez. Por ejemplo, la encina.
Dehesa:
Término que hace alusión a un tipo de bosque esclerófilo abierto, con escasa cobertura forestal con especies como la encina, el alcornoque y el quejigo y extensas áreas arbustivas y pastizales, combinando el uso forestal con un aprovechamiento agrícola y pastoril. Su origen
es resultado de la actividad humana. Por ejemplo, son muy importantes en Extremadura.
Endemismo
:
Especies propias y exclusivas de determinadas localidades o regiones. Por ejemplo, la Violeta del Teide.
Flora
:
Conjunto de especies vegetales naturales de un territorio adaptadas y en equilibrio con las carácterísticas físicas del mismo (clima, relieve, suelos) y que en la mayor parte de las ocasiones ha sido alterada y modificada por la ocupación humana. Así, por ejemplo, podemos hablar de la flora carácterística de la Regíón Eurosiberiana de Clima Atlántico.
Paisaje geográfico
:
Cualquier área de la superficie terrestre donde interactúan elementos naturales y humanos dando lugar a una configuración y apariencia singulares. Por ejemplo, se suele hablar de paisajes humanizados y naturales.


PRACTICA 1
a) Diga el nombre de las provincias donde es importante la presencia del haya. (1 punto)

La presencia del haya es importante en: Lugo, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, La Rioja, Burgos, Huesca, Navarra, Lleida, y Girona.
b) Qué relación existe entre la distribución de cada una de estas cuatro especies y los caracteres naturales de la Península. (2 puntos)
El haya y el roble son carácterísticos de la regíón eurosiberiana, que coincide con el dominio climático oceánico, de temperaturas suaves todo el año y abundantes y regulares precipitaciones, lo que permite que se desarrolle el bosque caducifolio. El haya es un árbol que necesita gran humedad y no tolera la aridez. Se adapta a los suelos silíceos y calizos, entre los 800 y 1.500 m. El roble se desarrolla a menor altitud que el haya y más adaptados a los silíceos.
El alcornoque y la encina pertenecen a la España mediterránea, con precipitaciones escasas e irregulares, y un verano seco y caluroso, condiciones que permite el desarrollo del bosque perennifolio.
Las especies mediterráneas se adaptan a la aridez estival desarrollan mecanismos de adaptación como las raíces profundas, hojas pequeñas, raíces profundas…) La encina tiene capacidad para adaptarse a suelos y climas diversos, por lo que es la más extendida en la Península. Resiste las frías temperaturas invernales, por lo que puede alcanzar los 2000m en Sierra Nevada. El alcornoque es un árbol silicícola más exigente en humedad que la encina, y que no soporta tanto el frío invernal, por lo que se extiende por el oeste de la Península fundamentalmente.

c) Explique qué actividades económicas están relacionadas con el alcornoque y cuáles con la encina. Razónelo brevemente. (1 punto)
ENCINA. Su madera, muy dura y resistente, se usa para usos tradicionales como carpintería exterior y utensilios de trabajo; también para la producción de leña y carbón vegetal, de gran rendimiento. ALCORNOQUE. También se usa su madera para el carbón vegetal, aunque ofrece peores resultados que la encina, y su dureza permite fabricar toneles y barcos. Pero la principal actividad económica procede de su corteza, el corcho, cuyas propiedades de resistencia al fuego y aislante , permite gran cantidad de usos: sellado de botellas, revestimiento de suelos y paredes, plantillas de calzado, aislante acústico y térmico en la construcción y artesanía (objetos de decoración, maquetas…) España cuenta con el 30% de la producción mundial de corcho. Los frutos de la encina y del alcornoque, las bellotas, no son comúnmente utilizadas como comestibles, pero se utilizan para cebar animales, sobre todo a los cerdos ibéricos en las dehesas.



a) Comunidades Autónomas donde se localiza el alcornoque son: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Comunidad Valenciana y Cataluña.
Las provincias en las que no hay encinas son: A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa (ambas con matizaciones), Álava, León, Palencia, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas.
b) El alcornoque se extiende sobre suelos silíceos y se muestra intolerable con las calizas y las arcillas, por eso existe una clara relación entre la distribución del alcornoque y el área de las rocas silíceas. Así, la especie
  
 se encuentran al oeste de la Península, zona preferentemente silícea. Otros sitios con alcornocal coinciden con áreas silíceas aisladas, como la Sierra de Grazalema, el Sistema Central, o la mitad norte de la Cordillera Costero-Catalana.
c) La encina es una especie de gran amplitud ecológica que puede aparecer en situaciones climáticas y edáficas muy diversas. Aunque prefieren los suelos silíceos, la podemos encontrar en los calizos y arcillosos. Son capaces de colonizar suelos pobres y la podemos encontrar desde el nivel del mar hasta cerca de 2000 metros en Sierra Nevada y en climas muy continentalizados.
Le basta con 350-400 mm de precipitación y tolera hasta los 1000 mm siempre que el suelo no retenga el agua, como ocurre con las calizas. No se adapta bien a la aridez del sureste peninsular ni a condiciones de continentalidad extrema o litología marcadamente caliza.
Su adaptación a las condiciones de las distintas variedades de clima mediterráneo es excepcional, sobre todo a la aridez: gruesa corteza, hojas pequeñas, coriáceas y de color verde oscura por el haz, donde apenas tienen estomas para reducir la transpiración. Estos se concentran en el envés, protegidos por pilosidades y con un color verde claro. Los ejemplares jóvenes y las ramas más bajas tienen espinas y, en general, a las hojas se les atribuye un heliotropismo negativo, tratando de eludir la radiación solar vertical.
El tronco tiene una gruesa corteza protectora y su madera es dura. Se ramifica pronto para conseguir copas globulares donde abunden las ramas bajas para conseguir el máximo de sombra en el suelo, con la intención de protegerlo de la radiación solar y conservar al máximo su humedad. Para buscar el máximo grado de la misma desarrollan también amplias y profundas raíces
d) Especies del bosque caducifolio son el haya y el roble, aunque algunos robles son marcescentes, es decir, la hoja cambia de color en otoño (amarilla, rojiza, parda) y muere, pero permanece en el árbol hasta la primavera cuando se desarrolla la hoja nueva.
Especies delbosque perennifolioson el alcornoque y la encina. El principal rasgo del bosque mediterráneo es su carácter perennifolio.
La causa de la mayor presencia de masas forestales en el norte y oeste peninsular es doble. Por un lado de índole natural, sobre todo climática y relacionada con el mayor nivel de precipitaciones y el menor grado de continentalidad (debido a la influencia marítima) y, por el contrario, el mayor índice de aridez y continentalidad en el interior, el sur y el este peninsular, donde se observa, además, una fuerte sequía estival. Así, la fachada atlántica se caracteriza por una vegetación exuberante, propia de un clima de temperaturas suaves y humedad abundante y bien distribuida a lo largo del año.
Por otro lado encontramos que una parte importante de la banda occidental de España pertenece a la Iberia silícea, donde los suelos son poco fértiles y resultan muy pobres para la agricultura. Por eso predomina en estas zonas la actividad ganadera y forestal.
En las penillanuras y relieves poco empinados encontramos el paisaje de la dehesa, un sistema agrario basado en el aprovechamiento mixto forestal y ganadero: encinas y alcornoques (bellota) y ganado porcino, ovino o bovino, de grandes explotaciones que ocupan suelos de mediocre calidad. Las dehesas conforman amplios paisajes en el Occidente peninsular y en Andalucía. En zonas de relieve más abrupto o peor calidad de los suelos, sobre todo en el norte y noroeste peninsular, domina el uso forestal, que está representado por los hayedos y los robledales.
Existe, de hecho, gran coincidencia entre los espacios forestales y las áreas de montaña. Ello es consecuencia de la escasa o nula aptitud agrícola de las montañas y de la repoblación forestal.


2. FACTORES DE LA DIVERSIDAD BIOGEOGRÁFICA
Las formaciones biogeográficas, y especialmente la vegetación, vienen condicionadas por diversos factores:

Clima


Adaptación de las especies a unos determinados umbrales de temperatura y precipitación.

Posición


La situación de España como encrucijada entre Europa y África favorece el encuentro y desarrollo de especies originarias de ambos continentes. Junto con ello hay que tener en cuenta los cambios climáticos, especialmente las glaciaciones, que dieron origen a las especies relictas, es decir, que perviven de situaciones climáticas anteriores. Por último, el aislamiento y la situación subtropical de Canarias favorece la importancia de endemismos.

Relieve


La altitud y las vertientes (barlovento-sotavento y solana-umbría) introducen variaciones en las condiciones climáticas que favorecen el escalonamiento de la vegetación en altura.

Suelos


Hay determinadas especies vegetales que requieren un tipo de suelo específico, dando lugar a especies adaptadas a suelos silíceos (silicícolas) y calizos (calcófilas).

Acción antrópica:


las actividades humanas han provocado la modificación y deterioro de los paisajes, llevando a cabo agresiones como la desforestación.


4.

4.1. Regíón Eurosiberiana


Esta regíón coincide con las zonas de clima oceánico o atlántico, caracterizado por las altas y regulares precipitaciones y las temperaturas templadas. Se extiende, por tanto, por el norte peninsular: Galicia, Cornisa Cantábrica y zonas de los Pirineos.
Las formaciones vegetales carácterísticas son el bosque templado oceánico o bosque caducifolio, el matorral atlántico o landa y el bosque marcescente.
El bosque templado oceánico es un bosque denso, umbrófilo y formado por especies caducifolias como el roble y la haya, aunque el ser humano ha introducido otras como el castaño, el pino y el eucalipto. Dada su densidad, el sotobosque se caracteriza por su pobreza. El matorral atlántico o landa se desarrolla en las zonas en las que la vegetación original ha sido destruida por la acción humana o donde la pobreza de los suelos no permite el desarrollo del bosque. Está formado por arbustos leñosos como el tojo, el brezo, la retama y el piorno. Cuando esta formación es destruida por el ser humano da lugar a la formación de prados.
El bosque marcescente se desarrolla en las zonas de clima oceánico de interior, donde las temperaturas son más extremas y las precipitaciones menores. Esto da lugar a un bosque formado por especies adaptadas a la aridez (xerófilas) y al frío como quejigos y rebollos. El término marcescente procede del carácter caedizo de sus hojas, que pierde parcialmente.

4.2. Regíón Mediterránea


Esta regíón se extiende por las zonas de clima mediterráneo, caracterizado por unas precipitaciones escasas e irregulares, con fuerte sequía estival, y unas temperaturas templado- cálidas. Esta regíón ocupa la mayor parte de la Península, con la excepción de las zonas de clima oceánico y de montaña.
Las formaciones vegetales carácterísticas son el bosque esclerófilo mediterráneo y el matorral mediterráneo.
El bosque esclerófilo mediterráneo se caracteriza por la existencia de especies perennifolias y que presentan adaptaciones xerófilas como la gruesa corteza, las copas globulares y hojas coriáceas (duras y espinosas). Las especies primarias son la encina, el alcornoque, el algarrobo y el acebuche y el ser humano ha introducido los pinares.
El matorral mediterráneo se desarrolla en las zonas desforestadas por el ser humano o donde los suelos pobres y la aridez no permiten el desarrollo del bosque. Está formado por matorrales xerófilos y en función de su densidad y altura podemos distinguir, de mayor a menor, la maquia, la garriga y la estepa.

4.3. Regíón Macaronésica


Esta regíón coincide con las Islas Canarias en las que predomina un clima subtropical con temperaturas cálidas a lo largo del año y con unas bajas precipitaciones, aunque muy variado por las condiciones del relieve (altitud y vertientes). Debido a sus carácterísticas climáticas y su aislamiento son frecuentes los endemismos.
Debido a los condicionantes del relieve la vegetación se organiza en pisos:
Piso Basal: hasta 400 metros de altitud, predominan matorrales xerófilos como el cardón y la tabaiba, habiendo introducido el ser humano chumberas y pitas.
Piso Intermedio o de Transición: hasta 600-800 metros de altitud, presencia de especies endémicas como el drago y la palmera canaria.
Piso Montano Termocanario: hasta 1.200-1.400 metros de altitud, el aumento de precipitaciones permite el desarrollo del bosque laurisilva y del fayal-brezal.
Piso Montano Mesocanario: hasta 2.000 metros de altitud, predomina el pino canario.
Piso de Altas Cumbres: por encima de 2.000 metros de altura, predominio de matorrales de alta montaña y especie herbáceas con numerosos endemismos como la violeta del Teide.

4.4. Vegetación de montaña


Como en la Regíón Macaronésica, la altitud y las vertientes varían las condiciones climáticas, por lo que la vegetación se estructura en pisos. En general, hasta los 800-1.000 metros (Piso Basal) de altitud se mantiene la misma vegetación de las zonas limítrofes; hasta los 2.200 metros de altura (Pisos Montanos) se desarrollan formaciones carácterísticas de la regíón eurosiberiana como los bosques caducifolios de robles y hayas y las landas, teniendo gran extensión los pinares, ya sean originarios o de repoblación; hasta los 3.000 metros de altitud (Piso Alpino) predominan formaciones herbáceas como los prados; y por encima de los 3.000 metros de altura (Piso Nival) predominan especies rupícolas como musgos y líquenes.

4.5. Vegetación de ribera


5.
En las riberas de los ríos existen unas condiciones de humedad constante que favorecen la formación del bosque de ribera, formado por especies caducifolias e hidrófilas como los alisos, sauces, chopos, álamos, fresnos y olmos.

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