09 Oct

Comentario de los espacios agrarios de la Península Ibérica.Estamos ante un mapa que representa los cinco espacios agrarios en los que se divide la Península Ibérica: España húmeda y montaña húmeda, interior peninsular continentalizado, España mediterránea cálida y Canarias.

La España húmeda (al igual que la montaña húmeda) ocupa el norte y noroeste peninsular. En esta zona se distingue un relieve accidentado, con pocas superficies llanas y un clima oceánico. Debido a estas características la superficie cultivable es poco extensa. Ya que en el clima oceánico se dan abundantes precipitaciones, se produce una agricultura de secano.

Antiguamente, la población era muy numerosa, y se dedicaba al policultivo de autoabastecimiento. Se cultivaban productos hortofrutícolas, maíz, patata y pequeños huertos. Pero el campo no proporcionaba suficientes ingresos, por lo que la población quedó sometida a una fuerte emigración.Actualmente, la población se encuentra envejecida, y ha ido desapareciendo el policultivo, para dar paso a una agricultura más especializada, el monocultivo.la ganadería es la actividad más importante. Debido a sus condiciones meteorológicas, existen abundantes pastos por las precipitaciones, y ya que los suelos no son aptos para cultivar, se utilizan como alimento para el ganado. La ganadería se ha visto favorecida por la demanda urbana (leche y carne) y por el éxodo rural, que ha dejado muchos terrenos libres para los pastos. Además, es importante debido a que supone un plus a las familias del campo.En cuanto a la industria forestal, tiene fuertes ingresos debido al clima.

El interior peninsular comprende las dos mesetas y la depresión del Ebro. Su medio físico se caracteriza por un relieve elevado, por lo que se encuentran páramos, valles…Se trata de un clima mediterráneo continentalizado.Se ha producido una fuerte emigración en las últimas décadas, lo que ha provocado una explotación y abandono de tierras en varias zonas. El poblamiento en las mesetas se ha caracterizado, sobre todo, por ser concentrado. En cuanto al sistema de propiedad, es muy variado. Predomina el minifundio en la zona más al norte de la meseta, aunque se ha producido minifundio también en la depresión del Ebro. Mientras, el latifundio se encuentra en provincias como Burgos, Castilla La-Mancha…Los usos del suelo son bastante variados. En ellos se intercala la agricultura y la ganadería.La agricultura ocupa el 44% de la superficie y se diferencian dos áreas, los páramos y las vegas. Los páramos son cultivos extensivos de secano (cereales en campos abiertos, que rotan con leguminosas y utilización del barbecho). Las zonas de secano se asocian a la ganadería ovina, que es la que aprovecha los rastrajos. Como resultado se obtiene una escasa rentabilidad, causa de la gran emigración. Las vegas son zonas cercanas a los ríos. Es una tierra más fértil donde abundan más los cultivos y la agricultura es más intensiva. Tradicionalmente eran pequeñas huertas alrededor de los ríos, pero ahora son más utilizadas. Permiten diversificar la producción.En relación con la ganadería, se concentra sobre todo en el Sistema Ibérico, Pirineo aragonés y Sistema Central. Con orientación cárnica, también hay vacuno estabulado cerca de los núcleos urbanos, en Castilla y León principalmente. La ganadería ovina destaca en la Sierra de la Demanda y Extremadura.En Extremadura, Zamora y Salamanca predominan las dehesas, grandes explotaciones ganaderas. El tipo de ganado que se encuentra en las dehesas es el porcino y bovino, que se aprovechan también para la caza.

La España mediterránea cálida recorre toda la costa mediterránea, las islas Baleares y la depresión del Guadalquivir. Se trata de una franja estrecha por los accidentes geográficos, que son importantes. Es, además, una zona llana cerca de la costa.La población es numerosa, y tradicionalmente dispersa, aunque debido a la alta ocupación del mediterráneo, la población rural ha ido reduciéndose y concentrándose en núcleos de población. La propiedad de la tierra está muy dividida, sobre todo en zonas de regadío. En las zonas de secano las propiedades son mayores. Mientras en Valencia y Murcia son más pequeñas, en Cataluña y en zonas de Andalucía son más grandes.En la agricultura, el agua es la que marca la diferencia. En las zonas donde se dispone de agua se encuentran las zonas de regadío. Se trata de una agricultura intensiva que recoge varias cosechas al año. Los cultivos de regadío más abundantes son de arroz, frutales, hortalizas y flores. Generalmente, las producciones se encuentran orientadas al mercado urbano y a la exportación. Aunque, en los últimos años, se ha detectado una fuerte competencia de otros países (Marruecos e Israel), sobre todo en los cítricos.Las zonas de secano se encuentran en el prelitoral, las zonas más cercanas a las montañosas. Se encuentran cereales, la vid, el olivo, el almendro.La ganadería es bobina y porcina en las zonas de secano y abundan las reses bravas en torno al Guadalquivir.Finalmente, el paisaje canario.

Es un paisaje volcánico, accidentado y poco liso, con precipitaciones escasas y temperaturas cálidas, además de suelos poco apropiados a la agricultura.A lo largo del siglo XX la población rural ha descendido por el turismo y el sector terciario. La estructura agraria se caracteriza por tener fuertes contrastes y pequeñas propiedades en las zonas medias y altas de las islas, y explotaciones con cierto nivel de regadío en la costa.La agricultura supone el uso mayoritario del suelo canario. La superficie cultivada es reducida, y se distinguen dos áreas, las litorales y las medias y altas. En las áreas litorales predomina la explotación destinada a la exportación (el plátano de Canarias, las patatas y cultivos bajo plástico, además de plantaciones tropicales, como el aguacate, la papaya y la piña). En las zonas medias y altas, pertenecientes al interior, la agricultura de secano está dedicada al autoconsumo. Predominan la vid y la patata.


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