19 Jul
Manejo y Propagación de Semillas: Técnicas Clave
Conservación de Semillas
Como regla general, las semillas deben recolectarse en las horas de mayor calor, para que la humedad relativa sea más baja y así evitar su pudrición por hongos o bacterias durante el almacenamiento. Antes de guardarlas, las semillas no deben estar mojadas; deben secarse previamente (mediante exposición solar o estufas).
Después de la recolección, las semillas deben separarse del fruto, lavándolas (si son frutos carnosos), tamizándolas o cribándolas y ventilándolas, según el tipo de fruto y semilla. Posteriormente, se secan y se almacenan en sobres de papel, tela o cajas de madera o cartón, pero nunca en recipientes herméticamente cerrados (vidrio, metal).
La temperatura ideal para la conservación oscila entre 0 y 10ºC, con una humedad relativa del aire del 50%.
Estratificación de Semillas
La estratificación favorece la germinación de semillas con tegumentos duros o más o menos impermeables. Consiste en colocar las semillas en estratos (capas) de 2 a 6 cm de espesor, alternándolas con capas de 10 a 12 cm de arena, tierra o turba, manteniendo todo el conjunto húmedo.
Los recipientes deben tener un drenaje perfecto para evitar el encharcamiento y la putrefacción. Se conservan en lugares frescos, con poca luz y a bajas temperaturas.
La época de estratificación se inicia con los huesos de frutales (agosto-septiembre), poco después de su recolección. Continúa con los frutos secos en noviembre, otros frutales de pepita en diciembre y las almendras en enero. Se siembran en la primavera siguiente. Las rosas no germinan hasta el verano, y otras semillas duras (como acebo, cornejo, tilo) requieren una estratificación de hasta 16 meses.
Frigorización (Vernalización)
Es un proceso de conservación de semillas mediante el frío, con el fin de abreviar su ciclo vegetativo (también conocido como vernalización).
Escarificación de Semillas
Consiste en un proceso que ablanda o desgasta las cubiertas de las semillas para facilitar la germinación. La escarificación puede ser:
- Remojo: Consiste en sumergir las semillas en agua durante 12 a 24 horas (generalmente). Es más eficaz en agua tibia o caliente (alrededor de 80ºC para semillas duras), dejándola enfriar progresivamente tras la inmersión de la semilla.
- Mecánica: Consiste en romper los tegumentos con un instrumento apropiado, limándolas manualmente, o utilizando un aparato escarificador. Este último puede ser un bote donde se introduce gravilla y se hace girar, o un recipiente recubierto interiormente de papel de lija.
- Química: Las semillas se sumergen en una disolución de ácido sulfúrico al 2% durante 24 horas.
- Mixta: Es la combinación de varios de los procedimientos anteriores. Por ejemplo, pueden combinarse escarificación y estratificación.
Germinación de Semillas
Consiste en que el embrión de la semilla, que se encuentra en estado durmiente (denominado vida latente), reanuda su crecimiento y origina una nueva planta, que en su fase inicial se llama plántula.
La radícula se hunde en la tierra; el hipocótilo se alarga, a la vez que la plúmula desarrolla sus hojas. Para que esto ocurra, deben darse condiciones adecuadas de humedad, calor y aireación.
Cada tipo de semilla tiene una temperatura óptima que favorece la germinación de la mayor parte de ellas. A veces, la madurez fisiológica no coincide con la morfológica.
Técnicas de Siembra
La siembra que se realiza directamente en el terreno donde la planta completará todas las fases de su desarrollo se denomina siembra directa.
En otros casos, se utiliza el semillero, cuya ventaja es permitir un gran número de plantas en un espacio reducido. El semillero puede realizarse al aire libre, en cajoneras o en invernaderos.
Cuando la semilla es muy pequeña, se suelen utilizar bandejas de plástico (de polietileno o poliestireno expandido), ya que retienen bien el calor. Las semillas de tamaño grande se siembran en tiestos pequeños de barro o plástico.
Las bandejas de plástico existen con y sin alvéolo. Las que tienen alvéolo permiten realizar un trasplante posterior cuando las raíces ocupan todo el espacio, ya sea a otra bandeja de mayor tamaño, a macetas o directamente al terreno definitivo.
La semilla deberá cubrirse solamente con una capa de tierra igual al diámetro de la semilla empleada. Incluso algunas semillas extremadamente pequeñas se dejan sin cubrir, apretándolas contra la tierra por medio de una tabla (ej. petunia, begonia, prímula).
Tipos de Siembra
- A voleo: Consiste en distribuir las semillas de la manera más uniforme posible en toda la superficie a sembrar. Este método se utiliza para céspedes (donde a menudo se distribuyen mecánicamente), para algunas hortalizas y para la mayor parte de los semilleros. Cuando las semillas son muy pequeñas, se pueden mezclar con 3 o 4 veces su volumen de materias inertes (como arena fina, ceniza o tierra) para mejorar la regularidad de la distribución.
- En líneas: Se distribuye la semilla únicamente en líneas rectas abiertas con una herramienta apropiada (rayador, binador, rastrillo). Se pasa una herramienta de madera que abra un surco de 1 o varios centímetros de profundidad, a lo largo de un cordel convenientemente tendido. Para semillas pequeñas y suelos ligeros, los surcos también pueden hacerse apoyando sobre el suelo la arista de una tabla. De esta manera, los surcos no son muy profundos y su fondo queda ligeramente compactado, condiciones propicias para una buena germinación de la semilla. Se recubre la semilla tirando de uno o ambos lados del surco, o distribuyendo un poco de sustrato. En general, las siembras en líneas tienen la ventaja de facilitar y agilizar las operaciones culturales.
- A golpes: Consiste en sembrar una o varias semillas por punto, formando siembras en línea donde las semillas están espaciadas y a veces agrupadas por ‘golpes’. En lugar de trazar un surco, generalmente se hacen los ‘golpes’ más o menos espaciados y profundos con la ayuda de una herramienta adecuada.
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