02 Jul

2.- DESARROLLO

Descartes como ya es sabido, ve necesario demostrar la existencia de Dios, para poder así garantizar el criterio de verdad, y continuar elaborando su método. Para ello, Descartes elabora una serie de argumentos con los que puede demostrar que Dios existe, que son tres : el primero es el argumento de la causalidad de la idea de Ser Infinito, que se basa en dos apoyos, uno es la teoría de la realidad objetiva de las ideas, es decir, de su contenido representativo o la imagen que representa, que consiste en identificar la idea de Ser Infinito con la idea de Dios, por tanto si la idea de Ser Infinito es una idea innata, la idea de Dios también lo es. Éste punto es crucial en la deducción de Descartes, debido a que partiendo de la Idea de Dios, todo el proceso deductivo posterior hasta la demostración de la existencia del mundo y la aceptación de la veracidad de los sentidos , queda abierto. Por tanto, si se consigue demostrar la existencia de Dios a partir de la propia idea de Dios, se podrá demostrar la existencia del mundo. El otro apoyo es la aceptación de la proposición “de la nada, nada viene” , es decir, la creencia de que todo tiene una causa y su consecuencia, lo que indica que toda idea como realidad objetiva ha de tener una causa real que sea proporcional a la idea, de esta forma, la idea de un ser infinito no puede haber sido creada por un hombre, que es un ser finito, sino que tiene que haber sido creada por un ser que en la realidad extramental sea infinito, y ese ser es Dios. El segundo argumento es el de Dios como causa de mi ser, que es una continuación del anterior y que viene a decir que: en Descartes hay una idea de perfección, de la cual él mismo no es la causa, ya que de acuerdo con el argumento anterior, la causa debe de ser proporcional a la idea, y en este caso no lo es, ya que Descartes no es un ser perfecto. De esta manera, si Descartes posee esa idea de perfección , es porque un ser perfecto la ha puesto allí, por lo que él no es la causa ni de la idea , ni de su propio ser, porque eso ha sido obra de Dios, que sí que es un ser perfecto. El tercer argumento, es el ontológico, que es el más importante y controvertido. Toma como referencia a Anselmo de Canterbury ( lo formuló en el Siglo XI). Lo nuevo de este argumento, es que pretende demostrar  la existencia de Dios a partir de la propia Idea de Dios. Afirma que Dios existe en el pensamiento de las personas, que lo piensan como un ser superior y que no es posible entender un ser mayor que él. Ahora bien, un ser tan perfecto debe de existir, ya que si no podría haber otro ser que tuviera la perfección de la existencia, y por tanto ser superior a Dios.

Demostrada ya la idea de Dios, es posible abrir la intimidad pensante del sujeto y demostrar la existencia de las cosas corpóreas, es decir, del mundo que se percibe por medio de los sentidos. Por consiguiente, si Dios existe, no puede dejar que uno mismo esté sometido a un constante engaño, por lo que no puede ser engañado cuando piensa que el mundo existe, entonces el mundo sí que existe. Llega a la conclusión de que la causa de las ideas sensibles son las cosas corpóreas , así que éstas existen. Descartes ha descubierto y demostrado ya tres ámbitos de realidad , para denominar estos tres ámbitos, Descartes utiliza el concepto de “sustancia”, de las cuales hay tres tipos: sustancia infinita  ( Dios), sustancia pensante (el yo) y la sustancia extensa (cosas corpóreas). Para él, una sustancia es una cosa que no necesita más que de si misma para existir. Aunque ésta definición solo se podría aplicar a Dios, por analogía Descartes lo extiende a aquellas cosas que percibimos de forma clara y distinta, y que tan solo son el yo pensante y las cosas materiales, que son independientes y no se necesitan el uno al otro para existir. Nosotros percibimos las sustancias no directamente, sino por medio de atributos, que constituyen las esencias de cada sustancia, por lo que si conocemos el atributo, conoceremos la sustancia. El atributo del yo o alma, será el pensamiento, en el caso de las cosas materiales es la extensión.

Ahora bien, Descartes se pregunta si todas las cualidades que percibimos en las cosas (res extensa)  tienen realidad objetiva, lo que le lleva a diferencia dos tipos de cualidades, primarias y secundarias. Llega a la conclusión de que el único que tiene realidad objetiva en los cuerpos, es aquello que percibimos con claridad y distinción, por tanto, solo tienen realidad objetiva las cualidades matemáticas que se expresan matemáticamente, es decir, las cualidades primarias que nos son proporcionadas exclusivamente por la razón (extensión, volumen, figura..) en cambio las cualidades subjetivas no existen objetivamente independientemente en las cosas ya que son apreciaciones objetivas, es decir, las cualidades secundarias, que nos son proporcionadas por los sentidos (olor, calor, sonido..). A partir de los atributos esenciales de la materia extensión, movimiento o figura, Descartes da una visión mecanicista del mundo: concibe la naturaleza como una máquina, un todo cuyos movimientos  se transmiten de cuerpo a cuerpo recíprocamente. Para Descartes Dios ha creado el universo de materia inerte y la ha dotado de movimiento, que permanecerán constantes ya que Dios no volverá a intervenir.


3.- CONCEPTO DE SUSTANCIA EN Descartes Y SUS TIPOS. ARGUMENTOS DEMOSTRATIVOS DE LA EXISTENCIA DE Dios Y DEL MUNDO

1.- INTRODUCCIÓN

Para Descartes , el objetivo principal  es identificar aquellas cosas que sean verdad, es decir, claras y distintas que no dan lugar a la duda. Para ello Descartes necesita algo, que le sirva como base para poder ir edificando todo lo demás. Ese algo tiene que ser por supuesto una realidad verdadera, para que todo lo posterior esté basado en unos cimientos claros y verdaderos que no den lugar a duda. Para ello, Descrates identifica como base la idea de Dios, una idea innata, que puede servir como medio para poder explicar la existencia de la realidad objetiva, es decir, extramental, ya que el propio Descartes está seguro de que las ideas son totalmente verdaderas, cosa que afirma mediante la primera verdad: las personas somos un yo pensante, individual. Pero para ello, tiene que demostrar primero la existencia de Dios, y así la propia existencia de Dios anulará la hipótesis del Genio Maligno, ya que Dios, un ser bondadoso, no permitiría un constante engaño por parte del genio maligno.

3.- CONCLUSIÓN

Descartes demuestra la existencia de Dios, a partir de tres argumentos. Lo que le sirve para explicar la existencia extramental de las cosas corpóreas. Divide tres ámbitos de realidad, Dios, el yo, y la materia corpórea. A cada uno de éstos ámbitos lo identifica con un tipo de sustancia con atributos determinados: sustancia infinita, sustancia pensante cuyo atributo es el pensamiento y sustancia extensa  cuyo atributo es la extensión. Dentro de la sustancia extensa hay dos tipos, las cualidades primarias que son las que tienen realidad objetiva independientemente de los objetos  y las cualidades secundarias que son las que no tienen realidad objetiva independientemente del sujeto al que se refiere (olor, sonido..)


4.- DUALISMO ANTROPOLÓGICO. MECANICISMO Y LIBERTAD


1.- INTRODUCCIÓN


Descartes elabora una teoría antropológica dualista, esto es, una concepción del ser humano como un compuesto de las dos sustancias: el pensamiento y la materia extensa, como sustancias independientes e irreductibles entre sí. Afirma rotundamente que el alma y el cuerpo están estrechamente unidos. Además, insiste en afirmar el alma como un ser pensante, una sustancia completamente diferente e independiente del cuerpo, materia extensa, y que, pese a su estrecha uníón, puede existir sin él, y es aquí en el momento en el que se ve afectada la libertad.

2.- DESARROLLO

En la insistencia de Descartes en afirmar que el ser humano está formado por alma y por cuerpo y que ambas partes están  relacionadas, está en juego la libertad. Si insiste en afirmar la distinta naturaleza del cuerpo y del alma, y su total independencia, es para sustraer al alma del cumplimiento de las leyes necesarias del universo mecanicista. Al dejar a salvo la libertad, Descartes quiere, además salvar el resto de valores espirituales en los que cree y a los que defiende, como la inmortalidad del alma.

Nuestro cuerpo, como una cosa material más, está sujeto por tanto, a las mismas leyes de la materia, por lo que carece de libertad. Si queremos salvar la libertad humana, entonces debe residir en algo que por naturaleza esté al margen de las leyes necesarias, y ese algo sólo puede ser el alma, la res cogitans, el yo como pensamiento.
La relación entre ambas sustancias es un problema. Primero, porque la separación que establece es radical al concebirlas como dos sustancias diferentes que poseen atributos distintos: el pensamiento y la extensión. En segundo lugar, porque es plenamente consciente de la poca relación entre ambas. Descartes nos dice que el alma y el cuerpo están más unidos que el piloto y el barco; están tan unidos que es como si formaran una misma cosa. El entendimiento concibe inicialmente mi cuerpo como un cuerpo más; son los sentimientos de dolor, de sed, de hambre, etc. Los que posibilitan que yo comprenda que este cuerpo es mi cuerpo. ¿Cómo explicar esta estrecha relación? Descartes nos explica que en el centro, en la parte más baja del cerebro se encuentra una glándula, llamada pineal, que es donde tendría lugar la interacción cuerpo-alma. Esta explicación es claramente insatisfactoria.

            Las pasiones son percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y que afectan al alma, pero cuyo origen es el cuerpo y son causadas por las tendencias del cuerpo. Las pasiones se caracterizan por ser: involuntarias, pues no dependen del alma racional, sino que se le imponen a ella, e irracionales, pues no son acorde con los dictados de la razón, obligando a la voluntad a establecer una lucha para someterlas a su control. La fuerza del alma consistirá en tratar de controlar y dirigir las pasiones. Para Descartes las pasiones no son siempre malas, pero exige que sean satisfechas de forma inmediata. En realidad, las pasiones no son en sí ni buenas ni malas, lo bueno o malo es el uso que se haga de ellas, por lo que se ha de aprender a gobernarlas. La razón es la encargada de proporcionar el conocimiento y los juicios para que la voluntad pueda conducir adecuadamente las acciones de la vida. En esto Descartes sigue las enseñanzas de los estoicos, según los cuales había que estar por encima de la violencia de las pasiones para alcanzar el equilibrio interior y la paz del espíritu. En esta lucha por controlar y encauzar las pasiones es donde interviene la libertad.

La libertad es la capacidad de elegir entre diversas opciones que se nos presentan. Ahora bien, la libertad no consiste en la indiferencia. La indiferencia se debe a la ignorancia del entendimiento. Sólo cuando el entendimiento tiene ideas claras y distintas sobre lo bueno, lo verdadero y lo falso, la voluntad puede elegir con plena libertad. Porque la libertad consiste precisamente en que la voluntad elija aquello que el entendimiento le presenta con claridad y distinción como lo bueno y lo verdadero.
Para Descartes la libertad sólo puede residir en el alma, porque al no ser sustancia extensa no está sometida al dictado de las leyes necesarias de la mecánica.
El alma tiene dos funciones: el entendimiento y la voluntad. El entendimiento es la facultad de pensar, de tener intuiciones de las verdades claras y distintas. La voluntad es la facultad de afirmar o negar, y Descartes la identifica con la libertad. La voluntad, al ser la facultad de afirmar o negar, a veces afirma con precipitación la realidad y verdad de alguna idea del entendimiento cuando ésta es confusa, mientras que otras veces, por prevención, niega una idea clara y distinta.  El tema central respecto a la voluntad es la libertad.Descartes sostiene que la existencia de la libertad es algo evidente, y es además la máxima perfección del hombre. La libertad es, pues, la carácterística esencial de la voluntad y es ella la que nos puede llevar a la verdad o al error, al bien o al mal, según cómo la utilicemos.

3.- CONCLUSIÓN

Según Descartes, el hombre está formado por cuerpo, y alma , que está sujeto a . Ambos son independientes pero tiene una relación muy estrecha. Descartes afirma que la relación cuerpo-alma se produce en la glándula pineal. Como el cuerpo es materia, se ve afectado por las pasiones, que no son ni buenas ni malas, eso depende del uso que se haga de ellas. Siguiendo el ejemplo de los estoicos, Descartes afirma que hay que controlar las pasiones, y de eso se encarga el alma. Es aquí donde interviene la libertad, ya que libertad reside en el alma y no en el cuerpo. La libertad, a su vez, se basa en que se le presenten a la voluntad de forma diferenciada y clara las realidades, es decir, la libertad  depende del entendimiento de la voluntad. A veces ocurre, que la voluntad acepta una idea de forma apresurada, (precipitación) o niega  una idea que es clara y distinta (prevención).

5.- MORAL PROVISIONAL

1.- INTRODUCCIÓN

La moral provisional para Descartes en un instrumento metódico  para alcanzar su objetivo, que es la intuición de una idea clara y distinta, sobre la que no quepa posibilidad de duda. Cuando se somete a la duda, la mayor preocupación de Descartes, es saber que principios morales van a poder guiarle en su vida diaria, hasta que encuentre principios que sean absolutamente ciertos, por que como se sabe, se pueden suspender los propios juicios, creer o no creer; pero es imposible suspender los propios actos, ya que uno no puede dejar de actuar diariamente y de tomar decisiones en la vida cuotidiana. Por lo que cabe preguntarse ¿ cómo actuar pues, cuando nada es seguro, cuando no se tiene certeza de nada, cuando todo vale y, por tanto, nada vale? Descartes resuelve ésta duda, mediante la moral provisional.

2.- DESARROLLO

Mediante la moral provisional, Descartes trata de rellenar la ausencia momentánea de certeza, mientras está elaborando su método, es decir, mientras está  conociendo poco a poco que es real y lo que no, para así tener un punto de partida a partir del cual se pueda edificar el edificio del conocimiento. Es decir, que la duda no pretende borrar el pasado, ni rechazar todos los conocimientos adquiridos sino averiguar cuáles son los principios que la duda no pueda disolver, y por tanto puedan considerarse verdaderos. La moral provisional tiene el objetivo de proporcionar unas normas que permitan actuar correctamente, durante el proceso dicho anteriormente. Tiene tres reglas o máximas : la primera máxima  consiste en guiarse por los hombres más sabios del país en el que se vive,  ya que éstos son los más prudentes, lo que nos exige observación, discernimiento y juicio. Descartes aconseja con esto, que es mejor dejarse llevar por actos  más prudentes y moderados, que por actos radicales o por la falta de la razón. La segunda máxima  consiste en que una vez se ha tomado una decisión, ser firme en ella, ya que es preferible cometer un error que la indecisión, incluso cuando no se esté seguro del todo de la decisión que se hay tomado. Descartes ejemplifica ésta máxima con el ejemplo de unos viajeros perdidos en un bosque, si éstos toman un camino y lo siguen los más rectamente posible, aún cuando no sepan a donde se dirigen, llegarán a algún lugar en el que seguramente se encontrarás mejor que en el bosque. La tercera máxima  es claramente estoica, consiste en que es más fácil modificar aquello que somos capaces de controlar ( nuestro propio juicio) que  aquello que no está en nuestras manos, (el orden del mundo, sociedad, el azar…) de esta forma, si se consigue ser dueño y controlar los propios pensamientos, uno llegará a la felicidad.  Las máximas están influidas notablemente por autores precedentes como son: Montaigne, que indica que debido a la diversidad de  costumbres, cada uno ha  de seguir las leyes, costumbres  y religión del propio país; Aristóteles que afirma que hay que seguir las opiniones más moderas y alejadas de todo exceso; los estoicos, especialmente Séneca que influye en el consejo de ser firme y constante, o en el vencerse antes uno a sí mismo antes que a la fortuna, no desear lo que no está en nuestro poder etc  y Sócrates y Platón en el intelectualismo moral al afirmar que ha decidido emplear la vida en cultivar la razón pues “ basta con juzgar bien para obrar bien”.Finalmente, Descartes da un conclusión , en la que nos recomienda seguir la mejor ocupación de los hombres, que es la filosofía, el cultivar la razón, y llegar al conocimiento de la verdad, ya que si se tienen unos buenos principios, éstos no pueden llevarnos a cometer errores.

3.- CONCLUSIÓN

La moral provisional, es tan solo una moral de moderación, para no caer en el amoralismo, es decir, la falta de moral, en un momento de la vida en la que no se tiene ningún tipo de certeza sobre nada, pero en el que es imposible suspender los actos propios, ya que durante toda la vida se hacen elecciones y se toman decisiones constantemente. De ésta forma, a la hora de tomar decisiones  se pueden seguir una serie de reglas o máximas en las que está basada ésta moral provisional, para que así resulte menos complicado, la primera es seguir el ejemplo de los más sensatos del país en el que se viva, la segunda ser firme con las decisiones que se toman y seguirlas, y la tercera, que es más fácil modificar algo de lo que eres dueño y que depende de ti mismo, como tus juicios. Descartes obtiene éstas máximas de influencias de autores precedentes. Como conclusión, indica que es mejor que cada hombre se dedique a la mejor ocupación (estudio, filosofía…) ya que lo conducirá hacia la felicidad.  

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