21 Ene

Coplas I-XIII:


• Se hace una consideración general sobre la fugacidad de la vida y el valor universal de la muerte. • El tópico central de esta parte es el menosprecio del mundo, y el tono principal es el del sermón, mediante el que se intenta convencer al lector u oyente de la intrascendencia de los bienes terrenales. • Se tratan temas típicos de la época medieval como el tiempo (siempre fluyendo y que nos lleva a la muerte, como los ríos al mar), la muerte (la vida no es sino empezar a morir) o la fortuna. Se nos recuerda que la belleza y la juventud se acabarán. Nada en esta parte de la obra se aleja de la concepción cristiana del mundo.

Coplas XIV-XXIV:•

Ilustran lo dicho anteriormente. La cita de personajes fallecidos, que el lector de la época conoce, sirve a Manrique para contar casos tristes, llorosos de gentes afamadas de su tiempo.• Se emplea el tópico del ubí sunt? (‘¿dónde están?’), recurso que se basa en la interrogación retórica para inquietar al auditorio.

Coplas XXV-XL

• Aparece el maestre Rodrigo Manrique, padre del poeta, de quien se ensalzan sus virtudes y méritos. • A continuación, se presenta la muerte como coronación de una vida virtuosa y heroica. Esta le llega con serenidad, no de improviso, como a los demás personajes. • Don Rodrigo se entrega ejemplarmente a Dios. Así, además de la vida eterna, logra la fama. El poeta inmortaliza a su padre por medio de estos versos: la elegía ha cumplido su propósito.

Estilo:

La obra destaca por su expresión desnuda y por su elaborada sencillez. El poeta no emplea neologismos ni epítetos; lo fundamental son los sustantivos. Quizá sea esta sobriedad lo que ha merecido la admiración unánime a lo largo de toda nuestra historia literaria. 

Métrica:

La estrofa utilizada es la doble sextilla de pie quebrado, de rima consonante Esta estrofa presenta un ritmo marcado pero, a la vez, fluido, gracias al uso constante de los encabalgamientos y de las anáforas.

El Romancero


El Romancero ha sido considerado tradicionalmente como la principal manifestación de la literatura popular española. Sus orígenes se remontan a la Edad Media y su vigencia llega hasta nuestros días. Se trata de un amplio conjunto de composiciones llamadas romances, poemas épicos, líricos o épico-líricos con un número indeterminado de versos octosílabos con rima asonante en los pares. Presentan formas y temas tradicionales, recogidos por el pueblo y transmitidos oralmente de padres a hijos durante muchas generaciones. El Romancero se divide en dos grupos:
Romancero viejo y Romancero nuevo.
■Romancero viejo:Es de carácter anónimo y abarca desde un origen indeterminado hasta mediados del Siglo XVI. Los romances más antiguos recogidos por escrito en canciones datan del Siglo XV, aunque es posible que existieran antes. Al principio presentan variantes como la alternancia de versos de 8 y 9 sílabas, la rima consonante o el estribillo, pero paulatinamente se generaliza la forma definitiva en octosílabos asonantados.  ■Romancero nuevo Son textos escritos desde mediados del Siglo XVI por autores cultos (Góngora, Lope de Vega, entre otros muchos) a imitación de los romances viejos.

Origen y transmisión:

Sobre el origen de los romances hay diversas teorías:■ La teoría tradicionalista afirma que proceden de los cantares de gesta. Los juglares repetirían las partes favoritas del público aislándolas del cantar; así, el verso romance provendría de la división del verso épico en dos partes.■ La teoría individualista defiende que los romances fueron compuestos por autores anónimos, del mismo modo que cualquier otra obra poética. A favor de esta tesis está el que los romances más antiguos no son de temática épica (por lo tanto, no podrían proceder de cantares de gesta). Hasta que fueron recogidos por escrito, los romances se habrían transmitido oralmente. Las historias se sintetizan hasta condensarse en lo más esencial y con frecuencia desaparecen la exposición y el desenlace; es lo que se denomina truncamiento. El pueblo conoce la historia al completo, pero muestra predilección por ciertas partes que se van contando de forma independiente. Es normal que los romances solo nos relaten el nudo o conflicto de una historia, sin decirnos nada del inicio o del final.

Carácterísticas:

A pesar de la diversidad de asuntos, podemos hablar de un estilo romanceril, común a todas las composiciones. Entre sus carácterísticas destacan las siguientes:■

Molde métrico único

Facilitaba el aprendizaje y su transmisión, lo que garantizó su vitalidad histórica.■ Tendencia a la condensación. A lo largo del tiempo, los romances se despojan de lo superfluo y de lo innecesario. Se trata de un proceso de selección que convierte a los romances en más poéticos cuanto más breves.■ Truncamiento. Con frecuencia desaparecen los planteamientos y los desenlaces de la historia y solo queda el nudo o conflicto. Esta omisión aporta un halo misterioso a las historias romanceriles.■ Frecuente presencia de arcaísmos.■ Uso peculiar de los verbos. Son frecuentes los cambios temporales ■ Repetición, antítesis y enumeración. Recursos habituales, dado el origen oral de estas composiciones. ■ Ausencia de intención moralizante.

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