10 Mar

EL Modernismo

En el último tercio del Siglo XIX, la vida económica alcanzó el capitalismo. El mundo occidental estaba inmerso en un sistema donde imperaban los valores pragmáticos y utilitarios de la sociedad burguesa.

Comenzaron a notarse síntomas de hastío y desintegración que conducirías a la llamada «crisis universal de las letras y del espíritu» se desarrolló entre 1885 y 1914 (empieza la Primera Guerra Mundial). Su base está en la pérdida de confianza en el positivismo, base racionalista que no es capaz de afrontar el avance técnico, y la ciencia no ofrecía verdades absolutas.

El escepticismo reinante conduce a algunos pensadores a nuevos modos de acceso al conocimiento basados en el irracionalismo y la intuición.
La existencia humana se concibe como dolor (Schopenhauer), angustia (Kierkegaard) en un mundo sin Dios (Nietzsche).

Las propuestas de Bergson, reivindica la intuición;
Las de Freud, sentó los cimientos del psicoanálisis, con el empleo del lenguaje como medio terapéutico para hacer emerger el inconsciente.

El Modernismo fue la manifestación filosófica, religiosa, política y artística de la crisis provocada por el desarrollo de la sociedad burguesa hacia finales del Siglo XIX . Recoge elementos de otras corrientes literarias:

  1. El Parnasianismo. 1860, la escuela parnasiana en contra de los excesos de subjetividad y sentimentalismo. Los nuevos poetas propugnaron el «arte por el arte»:
    Una poesía objetiva cerrada a sentimientos e ideologías. El esteticismo y el deseo de evasión o escapismo serán las notas distintivas del Parnasianismo.
  2. El Simbolismo. (nacido en Francia como reacción al Naturalismo, en España, un precursor es Bécquer y Rosalía de Castro). Defiende que la realidad, tras sus apariencias, esconde significaciones profundas que el poeta tiene que descubrir y comunicar al lector.
    Se sirven de los símbolos.
    La poesía se convierte en un instrumento del conocimiento , que sólo se puede expresar mediante la alusión y la sugerencia.
  3. El Decadentismo. Sus seguidores reivindican el encanto de lo malsano, los prohibido, lo escandaloso, lo ruinoso…
    atracción por lo raro, lo singular. Su actitud es bohemia y anarquista que no se ajusta a las convecciones sociales, defensa de los «paraísos artificiales», pero también es aristocrática por su búsqueda de la belleza y su repulsa hacia lo vulgar.


CarácterÍSTICAS DEL Modernismo

El rasgo general del movimiento es la insistencia en la experimentación.
La constante tentativa de renovación del lenguaje literario hace que el Modernismo se defina como la estética del cambio.

  • Evasión y exotismo

Conllevó una fuga del espacio y del tiempo en que vivían, en busca de una actualidad universal que consideran la única verdadera.

Los modernistas crearon su propio mundo ideal que les permitiría afrontar la vida rutinaria.

  • Cosmopolitismo

Una faceta más de la necesidad de evasión, del anhelo de perseguir lo aristocrático.

  • Renovación del lenguaje poético y de la versificación

Enriquecieron el idioma con vocablos extranjeros, abusaron de arcaísmos y neologismos, emplearon el estilo conversacional y americanismos.

Búsqueda de efectos impresionistas, a base de la creación de sensaciones, que logran mediante el uso de la sinestesia, del empleo se un cromatismo de infinitos matices y la musicalidad.

  • Recuperación de viejas formas, el hexámetro clásico o antiguos metros castellanos.

  • Agilización de los metros conocidos, ruptura de la división rígida del alejandrino, gracias al encabalgamiento.

  • Creación de nuevos metros e intento de libertad métrica con versos largos y asimétricos.


Rubén DARÍO

  • Primera etapa


    Azul (1888)

Composiciones en verso, cuentos breves en prosa. El léxico, poblado de objetos exóticos, la exquisitez aristocrática, el culto parnasiano del «arte por el arte», implican un rechazo de la realidad burguesa, en la que no quiere integrarse.

Nueva estética:

el exotismo, la elegancia, el sentimentalismo, el erotismo y la preocupación por el ritmo y la musicalidad. La exaltación de los mitos autóctonos.

Obra llena de imágenes sorprendentes y adjetivos inesperados; la prosa, más atrevida que el verso, ritmos insólitos, tono insolente y la sensualidad.

  • El color azul, en palabras de Darío «el color del ensueño, el color del arte».
  • El cisne, elemento pagano y sensual  que sugiere el encanto de lo caballeresco legendario. Símbolo de la pureza, del ideal. La curva de su cuello es signo misterioso de la interrogación.
  • Segunda etapa


    Prosas profanas (1896)

Obra que deslumbró tanto por sus innovaciones métricas como verbales.
El título implicaba una confusión deliberada con el uso litúrgico del vocablo prosas . Signo de la alternativa fascinación y repulsa de la poesía moderna hacia la religión tradicional.

Evasión aristocrática de la realidad, retoma la preocupación social de la primera época


Cuestiona qué es el arte, el placer, el amor, el paso del tiempo, la vida, la muerte, la religión, la creación poética…

Aparecen temas españoles. El tema por excelencia es el placer erótico, no excluye el sacrificio y la pena

  • Tercera etapa:


    Cantos de vida y esperanza (1905)

Suma nuevos temas. Manifiesta una expresión más sobria.
Respeto por la aristocracia de pensamiento y por la nobleza del Arte, y por todo lo que implica la mediocridad. Se reconoce iniciador del Modernismo, Su nueva misión será tratar asuntos políticos.

Aborda dos líneas temáticas:

  • Los problemas del mundo hispánico


    Intenta revalidar la cultura hispánica. También aborda temas de civilizaciones precolombinas y del presente americano y EEUU se niega a admitir que su civilización sea superior a la hispana.

  • La reflexión existencial

    Algunos poemas expresan la situación de cansancio y amargura del poeta ante la vida transcurrida.


DELMIRA AGUSTINI

Su poesía ha sido valorada con frecuencia en relación con su peripecia vital y con su trágico final, lo que ha oscurecido su valor literario. Su poesía se inscribe en la última fase del Modernismo y recoge todos los elementos propios de dicha etapa, pero su escritura refleja una realidad diferente: la femenina; y se relaciona con los placeres del cuerpo y el sentimiento. Aporta una perspectiva jamás expresada: la perspectiva del deseo femenino.

Obra sólida compuesta por diversas producciones poéticas con alto dominio formal y un osado uso de la temática y los conceptos.

En su primer poema, «¡Poesía!«, en 1902, realiza una apasionada declaración de intenciones cifrada en el verso «¡Poesía inmortal, cantarte anhelo!«, un intento de filiación con el Modernismo que buscaba la autodefinición de la autora. Su segundo poema, «Crepúsculo«. Estos primeros poemas muestran un estilo muy próximo al del Rubén Darío de Azul… Y Prosas Profanas, por la presencia del exotismo, el cosmopolitismo y la prevalencia de la rima musical.

Imita imágenes como el viaje del poeta en busca de inspiración;
La presencia de musas, hadas y astrólogos que indican el camino; la inteligencia como el valor supremo;
Las aves luminosas;
Y la estatua como metáfora del yo inquieto por el destino futuro de la creación. También aparecen el exotismo, eclecticismo y el evasionismo propios del Modernismo.

En la primera parte se indaga acerca de los mecanismos de escritura y la idealización del don artístico, la segunda reivindica el erotismo, la libertad sexual y nuevos valores como el placer en todos los órdenes, el sentimiento y la alegría de vivir.

Los cantos de la mañana (1910). Segundo volumen de poemas, momento de ahondamiento y personalización más profundo, mucho más arriesgado, trágico y decadente también. En los poemas sigue imperando la técnica y la estética modernista, se presiente una mayor depuración de los elementos y un mayor atrevimiento formal y simbólico.
Nos enfrentamos a la mutación de símbolos.

Febrero de 1913, Los cálices vacíos, comienza con un pórtico o prólogo de Rubén Darío en el que el poeta nicaragüense alaba la poesía de Agustini. Darío y Agustini mantuvieron una relación epistolar, en la que se reflejaba una admiración recíproca.


EL ROMANCERO GITANO

  • TEMAS

En conjunto, los 18 romances muestran un mundo gitano legendario, abocado a la frustración, un destino trágico, al dolor, la pena y la muerte que se constituye en el tema central del libro.

  1. El mundo andaluz


    García Lorca recrea la realidad andaluza: tipos, costumbres y actitudes de los gitanos en su paisaje andaluz. Se inspira en su infancia, en sus experiencias y en leyendas de la tierra. El elemento gitano es el común denominador de todo el libro y representa la libertad, la aventura, la fantasía, la ensoñación y lo que está al margen de la ley. Aparece el gitano idealizado, convertido en mito, prototipo de hombre libre que intenta afirmar su individualidad frente al mundo y que sucumbe ante un destino trágico del que no logra escapar. El paisaje andaluz sirve de fondo para todas las figuras humanas y actitudes que aparecen en los romances.

  2. Amor frustrado

    Tema básico, asociado siempre a la pasión erótica, amor que no puede ser, deseo insatisfecho o amor truncado por la muerte. A excepción del romance «La casada infiel» (en el que el deseo es exclusivamente superficial y físico) todas las demás son presencias del erotismo en el libro son inquietantes.

  3. Violencia y muerte:

    puede apreciarse, por ejemplo, en el primer y último romance: la luna inaugura el desfile de muerte y lo cierra con la muerte del gitano violador. En medio toda una variedad de violencias innatas al gitano: peleas, reyertas; suicidio; muerte enamorada; muerte violenta; asesinato colectivo y desenfrenado, etc. Ese es el fin de los gitanos de Lorca, todo cuanto ha creado resulta destruido por las fuerzas de  represión.

  4. El dolor y la frustración

    El conflicto entre las instituciones opresivas y el deseo de libertad del individuo. La lucha contra la hegemonía cultural está marcada por el sufrimiento y la frustración. El dolor de los personajes del Romancero manifiesta la opresión y la soledad del individuo. Presenta un mundo donde los personajes van perdiendo su identidad y son despojados de lo material y también se pierden o buscan sin encontrar sentimientos.

  5. El destino trágico

    Este tema aparece bien definido en el libro y centrado en el personaje de la Pena. Se trata de las fuerzas ocultas y el destino trágico del hombre. La muerte aparece como desenlace de una situación marcada por el fatalismo. Todos los personajes son seres al margen del mundo convencional y hostil y, por ello, marcados por la frustración y la muerte.

  6. Denuncia social

    Aunque no es un libro social, este tema está muy presente a través de la figura del gitano y de la Guarda Civil, figuras opuestas que establecen dos extremos del mundo lorquiano. Los romances del Camborio y el de la Guardia Civil son la expresión más clara de esta denuncia social. El romance de La monja gitana manifiesta otro tipo de denuncia: la represión religiosa de los instintos. En San Miguel aparece una crítica a la sociedad de Granada. En Muerto de amor se pone de manifiesto la desigualdad social. En San Rafael aparece la marginalidad  que produce la homosexualidad.


  • ESTRUCTURA INTERNA Y EXTERNA

ESTRUCTURA INTERNA

El libro consta de 18 romances de extensión variable organizados en dos bloques.

  1. Romances de temática gitana (Del 1 al 15) dispuestos en 5 núcleos temáticos con las siguiente estructura simétrica (1-5-3-5-1)
  1. Romance prólogo (N.º 1). «Romance de la luna, luna». La luna sesga la incipiente vida de un niño gitano. Simboliza el destino trágico de los gitanos que culminará en la tragedia del último romance del grupo.
  2. Cinco romances de protagonista femenino. Representan el sufrimiento, la frustración y la pena existencial.
  • N.º 2. «Preciosa y el aire»
  • N.º 4. «Romance sonámbulo»
  • N.º 5. «La monja gitana»
  • N.º 6 «La casada infiel»
  • N.º 7. «Romance de la pena negra» (Soledad Montoya)

         c. Tres romances sobre ciudades andaluzas. (Trilogía de los arcángeles)

  • N.º 8. «San Miguel» (Granada)
  • N.º 9. «San Rafael» (Córdoba)
  • N.º 10. » San Gabriel» (Sevilla)

         d. Cinco romances de protagonista masculino, marcados por un destino trágico.

  • N.º 3. «Reyerta»
  • N.º 11. «Prendimiento de Antoñito el Camborio»
  • N.º 12. «Muerte de Antoñito el Camborio»
  • N.º 13. «Muerto de amor»
  • N.º 14. «Romance del emplazado». Muerte del Amargo.

          e. Romance epílogo. N.º 15. «Romance de la Guardia Civil española». Culmina este bloque la masacre de un poblado gitano perpetrado por la Guardia Civil.

2.Tres Romances históricos

  • N.º 16. «Martirio de Santa Olalla»
  • N.º 17. «Burla de don Pedro a caballo«
  • N.º 18. «Thamar y Amnón»

ESTRUCTURA EXTERNA. La métrica

Los romances siguen el esquema tradicional (serie indefinida de versos octosílabos con rima asonante en los pares)

Se respeta el computo silábico en todos excepto en dos romances:

  • «Burla de don Pedro a caballo». La mayoría de los versos son hexasílabos y heptasílabo, y, el resto, de rima irregular.
  • «La casa infiel». El primer verso es decasílabo.

Respecto a la rima, suele respetar la asonancia en los pares aunque introduce innovaciones.

  • «La casada infiel» y «Romance del emplazado» rima en asonante en los impares.
  • Algunos romances aparecen divididos en secciones y puede aparecer un cambio en la rima de una a otra sección para adecuarse a la división interna como en «Martirio de Santa Olalla» o «San Gabriel»


SÍMBOLOS Y ELEMENTOS MÍTICOS

  1. El gitano, personaje central del libro, es en sí mismo un símbolo que encarna el conflicto entre el instinto y la sociedad, entre la vida sometida a unas normas a las que el gitano, siempre problemático, no se podrá adaptar. Simboliza el conflicto entre primitivismo y civilización, entre instinto y razón y representa los impulsos naturales, lo espontáneo. Por eso, a raíz de esa confrontación, es un personaje abocado a la muerte, cumpliendo así su destino trágico.

  2. La luna es el astro de la muerte; cuan do la luna aparece suele anunciarla (Ej.: Romance de la luna, luna). Pero también puede aludir al erotismo, a la belleza o a la fertilidad.

  3. Los metales, relacionados con  el frío de los cadáveres y la materia de los cuchillos que se usan tantas veces en los asesinatos, sueles se un presagio negativo. También pueden referir a los gitanos, a sus oficios, el color de su piel, etc.

  4. La cal, usada para evitar las pestes, también se relaciona con los enterramientos.
  5. Las aguas estacadas, aljibes, pozos -suelen ser escenarios propicios para la muerte de alguien, mientras que el río que corre libre suele propiciar encuentros amorosos.

  6. El mar

    Puede simbolizar la muerte (Ej.: Romance de la pea negra). También, el ansia de felicidad amorosa (Ej.: El romance sonámbulo)
  7. Determinados colores suelen traer malos augurios (el verde -deseo prohibido que conduce a la frustración y la esterilidad-, el amarillo y el blanco).
  8. Algunas plantas (las malvas tienen en el habla popular, y también en Lorca, un matriz mortuorio, las adelfas  son amargas y del augurio).
  9. Algunos pájaros, como la zumaya, que anuncian sucesos maléficos.
  10. El río que corre libre y los juncos se relacionan con la pasión amorosa y el erotismo.

  11. El olivar, las rosas (ambas plantas se relacionan con la pasión amorosa).
  12. El caballo (suele tener connotaciones eróticas, representa la pasión desenfrenada que conduce hacia la muerte, pues nunca alcanza el destino que añora; también puede representar el mensajero de la muerte que trae malas noticias.
  13. El viento, que suele aparecer personificado, es un símbolo cargado de sensualidad y erotismo, asociado con elementos sexuales, en muchos casos con connotaciones dolorosas, de frustración erótica.


RASGOS FORMALES: ENTRE TRADICIÓN E INNOVACIÓN

LO TRADICIONAL

A pesar de las diferencias entre los distintos romances que componen la obra, en conjunto mantienen numerosos rasgos del Romancero viejo:

  1. Hilo argumental


    Son composiciones lírico-narrativas, mezclan una historia narrativa, una historia que se pueda contar, con la creación de una atmósfera lírica, en la que existe un sentimiento predominante. En palabras de Lorca: «Yo quise fundir el romance narrativo con el lírico sin que perdieran calidad»; en efecto, la fusión de lo narrativo, lírico y dramático en el romancero lorquiano es un hecho de primera magnitud por el perfecto entrelazado de los tres géneros.

  2. Mezcla de narración y diálogo, en ocasiones sin verbo introductor, ni indicación de quién habla. Los diálogos confieren un tono de dramatización al poema.

  3. Fragmentarismo

    Comienzo súbito de la historia narrada y el final, a veces, abierto y misterioso. Se observa en rasgos como: comienzo con la conjunción «y» o «que» (como si fuera el fragmento de una composición previa: «Y que yo me la llevé al río» de «LA CASADA INFIEL»), comienzo abrupto o «in media res» (ej. Muerte de Antoñito el Camborio); final truncado, sin que sepamos qué fue lo que pasó (por ejemplo, en «Thamar y Amnón»).

  4. Métrica

    El verso utilizado es el octosílabo, con pequeñas variaciones en contadas ocasiones.

  5. Utilización de figuras de repetición

    Paralelismos, anáforas, epanadiplosis («verde que te quiero verde»), paranomasias, reduplicaciones, etc.
  6. Uso de fórmulas narrativas tradicionales o de preguntas dirigidas a un supuesto auditorio («Pero, ¿quién vendrá? ¿Y por dónde…?)

  7. Uso de preguntas eco

  8. La combinación en un mismo romance de verbos en diferentes tiempos;
    Son llamativos los cambios de tiempos del presente al pretérito o viceversa: «la luna vino a la fragua», «mueve los brazos».

LA INNOVACIÓN

El carácter vanguardista del «Romancero» se muestra en la abundancia y en la novedad de las imágenes:
Desplazamientos calificativos («yunques ahumados sus pechos, /gimen canciones redondas»); comparaciones («La iglesia gruñe a lo lejos / como un oso panza arriba); metáforas («Las piquetas de los gallos / cavan buscando la aurora»; «Lloras zumo de limón», «trescientas rosas morenas / lleva tu pechera blanca»; «su luna de pergamino / Preciosa tocando viene».

Algunas son muy atrevidas, en las que se pone en relación un término real y uno irreal muy alejados «La luz juega al ajedrez / alto de la celosía» en la que se identifica el enrejado de la ventana del convento con un tablero de ajedrez, a lo que se une la personificación de la luz. Otras tienen forma de aposición: «bronce y sueño, los gitanos». Símbolos («El toro de la reyerta / se sube por las paredes»; hipérboles, personificaciones («en las tejas de pizarra / el viento furioso muerde»)

Sinestesias («rumores calientes»; «viento verde»; «el agrio verde»).

Algunas metáforas recuerdan las «greguerías» de Gómez de la Serna (la media luna soñaba / un éxtasis de cigüeña), otras el barroquismo de Góngora (Los densos bueyes del agua / embisten a los muchachos / que se bañan en las lunas / de sus cuernos ondulados)

En otras destaca su carácter surrealista y su dificultad para «explicarlas» (como en los versos del «Romance sonámbulo»: ¡dejadme subir! Dejadme / hasta las verdes barandas. / Barandales de la luna / por donde retumba el agua). Otro trago vanguardista es el hermetismo de muchas imágenes.

La influencia de Góngora explicaría este hermetismo y la densidad metafórica que aparece en muchos poemas. Quizás los poemas más herméticos sean el Romance sonámbulo (que ha dado lugar a múltiples interpretaciones) y los tres romances dedicados a los arcángeles. El amontonamientos de recursos tradicionales y nuevos hace el Romancero gitano uno de los libros más brillantes de nuestras letras. Incluso, al parecer de algunos, excesivamente:

La imagen por a imagen, el ingenio por el ingenio, el arte por el arte

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