01 Abr

Introducción:La


II República fue el primer ensayo de democracia de masas de la historia de España, pero se desarrolló en un contexto internacional inapropiado.A un primer bienio de reformas económicas, sociales y culturales, siguió otro período en el que los gobiernos intentaron rectificar el régimen apoyados en el Ejército,la Iglesia, los terratenientes y la patronal, además de un sector de las clases medias atemorizado ante lo que consideraba medidas socializantes y anticlericales.El rechazo de las reformas necesarias para que la democracia se estableciese en nuestro país y la falta de un programa alternativo, impulsó a gran parte de la derecha y del Ejército por el camino de la conspiración militar, dando lugar a una cruenta Guerra Civil que plasmará la división de las “dos Españas” de las que hablaba Machado.

1.- La instauración de la II República

Tras muchas vacilaciones, el nuevo gobierno del almirante Aznar convocó elecciones municipales para el 12 de Abril. Serían el primer paso para la normalización política del país e irían seguidas después por unas elecciones provinciales y finalmente unas generales. Los republicanos, en coalición con los socialistas,decidieron convertir esa consulta en un auténtico plebiscito contra la monarquía, donde los republicanos lograron vencer en 41 de las 50 capitales de provincia.Al caer la noche del 14 de Abril, una vez finalizado el recuento de votos, las manifestaciones a favor de la República en las calles de las principales ciudades españolas se hicieron cada vez más numerosas. Prácticamente sin apoyos, el rey Alfonso XIII salía para el exilio reconociendo a España “como única señora de sus destinos”. Casi al mismo tiempo, un autodenominado Gobierno Provisional de la República, presidido por Niceto Alcalá Zamora, proclamaba oficialmente el nuevo régimen desde la madrileña Puerta del Sol en un ambiente festivo.Las primeras medidas adoptadas por el Gobierno Provisional, fueron tendentes a mejorar la situación laboral del campesinado; a la planificación de la nueva política educativa; y a reformar el ejército (la llamada Ley Azaña) para asegurar su lealtad a la República y racionalizar su estructura organizativa, haciéndola más eficaz.Las reformas del ministro de Trabajo, el socialista Largo Caballero,establecieron importantes reformas en el campo:- La obligatoriedad para los patronos a contratar preferentemente a jornaleros locales antes que a los forasteros, y de tener cultivadas las tierras.- Se generalizó el seguro de accidentes de trabajo y se reguló la jornada de ocho horas. En educación, el objetivo principal del gobierno fue promover una educación mixta, laica, obligatoria y gratuita. Se hizo un gran esfuerzo, sobre todo en la construcción de escuelas de primaria, y en la puesta en marcha de las Misiones pedagógicas (celebraban proyecciones de películas, representaciones teatrales, etc…), y la creación de bibliotecas ambulantes. En cuanto a las reformas militares se buscaba racionalizar el número de oficiales, claramente desproporcionado para el tamaño del Ejército, y asegurar el sometimiento del estamento militar (históricamente muy vinculado a la monarquía), al poder civil. Por la Ley de Retiro de la oficialidad –popularmente conocida como Ley Azaña-, se concedía el pase a la reserva con el sueldo íntegro a todos aquellos oficiales que se negasen a jurar el acatamiento al nuevo régimen.

2.- La Constitución de 1931


El 28 de Junio de 1931, se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes,donde la conjunción republicano-socialista obtuvo una indiscutible victoria. Con este gobierno que saldría de las elecciones y que venía a consolidar las medidas y al gobierno provisional, se procedería a la redacción de la Constitución de 1931, que configuraba un régimen democrático, parlamentario, laico, descentralizado y en el que se recogía la función social de la propiedad (esta era susceptible de expropiación forzosa por motivo de utilidad social, aunque siempre a cambio de una indemnización),acceso a la seguridad social, protección del trabajo infantil y de las mujeres, limitación de la jornada laboral, salario mínimo… El poder legislativo sería unicameral, representado por el Congreso de los Diputados. Sometido a este se encontraban el poder ejecutivo (el jefe del Gobierno y el presidente de la República) y el Tribunal Supremo, cúspide del poder judicial. Mediante el sufragio universal masculino se elegía a los diputados a Cortes, aunque, no obstante, una reforma electoral posterior permitíó votar a las mujeres. El debate estrella de las Cortes Constituyente, fueron los artículos relativos a la cuestión religiosa. Los artículos en cuestión establecen la disolución de las congregaciones religiosas, la expropiación de los bienes del clero; la desaparición del presupuesto de culto y clero; la prohibición a las congregaciones religiosas del ejercicio de la enseñanza, de la industria y el comercio, y se proclamaba la libertad de conciencia y culto y establecía la jurisdicción civil sobre los cementerios. La dicotomía entre estado federal y centralista se resolvíó con la posibilidad de establecer autonomías con estatutos.En cuanto a la valoración que cabe hacer de la Constitución de 1931 tenemos que decir que fue, sin duda, la más progresista y avanzada de la historia del constitucionalismo español, incluida la actual que ha tomado bastantes elementos de ella.

3.- El gobierno del bienio reformista (1931-33):


La principal consecuencia de las medidas tomadas durante el gobierno provisional fue de orden político, ya que la defensa de la religión se convirtió en el aglutinante que permitíó la reorganización de las fuerzas conservadoras. Creándose la CEDA, Confederación Española de Derechas Autónomas, dirigida por José Mª Gil Robles suscitando la desconfianza de las izquierdas, que comenzaron a pensar que su objetivo era en realidad el establecimiento de un régimen autoritario o incluso fascista. En materia regionalista, se aprobó el Estatuto Catalán, con competencias en materia económica, social, educativa cultural y se reconocía la cooficialidad del catalán. La reforma agraria fue la más importante de las acometidas por la República, teniendo en cuenta el papel predominante que la agricultura tenía en la economía española. Se trataba de solucionar el viejo problema agrario buscando dos objetivos: acabar con la miseria de la mayor parte del campesinado español y modernizar el sector. La Ley de Bases de la Reforma Agraria permitía la expropiación sin indemnización de las tierras de una parte de la nobleza (los Grandes de España), mientras las cultivadas deficientemente, las arrendadas sistemáticamente o las que pudiendo ser regadas no lo eran, se podían expropiar indemnizando a sus propietarios. Los grandes propietarios se opusieron abiertamente a la reforma y la mayoría de ellos se aliaron a los enemigos de la República consolidando un frente de fuerzas conservadoras dispuestas a acabar con ella. Por otro lado, la crisis internacional de 1929 agravó los ya tradicionales problemas internos de la economía española: paro agrícola, reparto desigual de la tierra, escasa competitividad, etc… Donde la lentitud de las reformas emprendidas, provocó el desencanto y la impaciencia de los trabajadores, orientándose hacia posturas más revolucionarias y de enfrentamiento con las fuerzas del orden (ocupación de tierras, incendio de cortijos, reyertas con la Guardia Civil…). En 1932, los anarquistas propiciaron una sublevación de mineros en Cataluña y en 1933 de campesinos en Andalucía. La posterior represión solía ser muy cruenta y en algunas ocasiones provocaba la muerte de campesinos, como en el caso de Casas Viejas(Cádiz).Estos hechos produjeron un enorme desgaste del gobierno, que se vio desacreditado como consecuencia de las duras medidas adoptadas para restablecer el orden público, uníéndose el clima de crispación promovido por los partidos de la ultraderecha (Renovación Española de Calvo Sotelo, Comunión Tradicionalista (carlistas) y muy especialmente los grupos fascistas de las JONS y Falange), contra lo que ellos consideraban el avance del marxismo y el peligro de una revolución bolchevique.

Conclusión


La II República se desarrolló en un contexto internacional marcado por el auge de los totalitarismos, tanto de izquierda (comunismo) como de derecha (fascismo y nacionalsocialismo) y la crisis económica, aunque las causas del final de la República fueron fundamentalmente de orden interno.En primer lugar, habría que destacar la falta de cultura política democrática tanto  de los partidarios de la izquierda como de la derecha. Eso se tradujo en la incapacidad de ambos para aceptar los resultados electorales adversos. En un segundo término, debe señalarse la existencia de una estructura social muy polarizada, donde la reforma agraria, insuficiente para unos y excesiva para otros, convulsiónó de forma tremenda el campo español, sumándose grupos que como losmonárquicos (carlistas o alfonsinos), por definición no aceptaban el régimen, u otros  como Falange no admitían la democracia, sumándose el ejército, creándose un sentimiento de desafección hacia el régimen que tras lo ocurrido en 1934, convencíó a un sector importante de que la vía de las armas era la única salida para evitar una revolución bolchevique. La Guerra Civil estaba servida. 

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