24 Oct
Aclaración de Términos Clave en la Experiencia Religiosa
Para comprender la psicopedagogía de la experiencia religiosa, es fundamental definir sus conceptos principales:
- Vivencia religiosa: Se refiere a un nivel de fenómenos humanos al que conducen, o bien las experiencias significativas del misterio, lo sagrado y la simbolización, o bien algunas otras experiencias de encuentro más inmediato con lo divino.
- Experiencia religiosa: Hace referencia a un acto o momento dilatado de un encuentro —posiblemente válido y normativo— con un dios personal. Esto abarca desde una simplicidad en el trato hasta altos niveles de comunión. Esta experiencia da pie a la vivencia religiosa.
- Conciencia religiosa: Es creada por la religiosidad de cualquier tipo experimentada por el ser humano, y culmina o no en una actitud o disposición habitual.
- Actitud religiosa: Es una postura que reitera los acontecimientos vividos como experiencias.
- Sentimiento religioso: Parte de la experiencia religiosa, de la que puede ir acompañado. En cualquier caso, llega a crear conciencia del hecho religioso en la memoria: la conciencia permanentemente implícita de que existe Dios y de haber vivido con Él alguna relación, al menos puntual.
- Sentido religioso: Se puede hablar de sentido religioso cuando abrimos nuestra vida y sensibilidad a lo divino y personal. Por lo tanto, manifestamos un sentido religioso en nuestro vivir cotidiano, sea cual fuere su grado de interioridad y de exterioridad.
Naturaleza y Estructura de la Experiencia Religiosa
Partimos de la base de que la experiencia religiosa se da en una situación adulta y madura, y no en circunstancias o condiciones especiales. Se contempla como un acto, un hacer o un acontecimiento actual en la trayectoria histórica de la persona, no como una situación o estado de la misma.
A continuación, describimos la experiencia religiosa como aquel acontecer de encuentro —de algún modo vinculante— entre una persona y una realidad divina, personalizada y trascendente (Dios u otro miembro de la esfera divina), abierto por sí mismo a una experiencia de plenitud (percibirse plenamente realizado) y de totalidad (abarcar el conjunto del ser y de los seres).
Estructura de la Experiencia Religiosa
Cuatro estructuras fundamentales de la persona se integran en ella:
- Cognitiva: El descubrimiento y reconocimiento conceptual de Dios.
- Volitiva: El acto libre de la voluntad que busca el encuentro con lo divino y que permanece en esa relación.
- Contemplativa: El detenimiento gustoso —emotivo— en la relación misma, gratificándose de ella.
- Afectiva: La vinculación abierta y cordial a ese Dios en el seno de la experiencia.
Otra parte de la experiencia religiosa es la demanda interior que esta genera, con preguntas y dudas tales como interrogantes sobre el más allá, la inmortalidad, la búsqueda del sentido de la vida, etc.
Por último, a partir de estas estructuras, la experiencia religiosa se configura como un sentimiento y entra en el plano de la emotividad.
El Dios de la Experiencia Religiosa: Perspectiva Semántica
El Dios determinante en la experiencia religiosa es una deidad o realidad de orden divino, percibida o intuida como cercana y dotada de un carácter personal, con quien el ser humano entra en un movimiento de relación. No es necesario que esta realidad sea objetiva; basta con que sea creída en la intimidad de la persona.
Dentro del problema semántico de la idea e imagen de Dios, cabe destacar que este es uno de los temas más complejos en psicología: la representación mental, emotiva, afectiva y operativa de Dios en el individuo.
A partir de estudios recientes, podemos señalar como un proceso real la perspectiva semántica del término «Dios». Este proceso se refiere al significado que las personas le atribuimos a la palabra «Dios», presente en nuestra vida y vocabulario, aunque no siempre le demos el significado correcto, si es que le damos alguno.
Sin embargo, puede suceder que la palabra «Dios» tenga un significado personal para nosotros al escucharla o al mencionarla interiormente. En este punto, se analiza el proceso de nuestra mente al oír esta palabra y lo que esta despierta en nuestro interior.
Las Imágenes Parentales de Dios
La imagen de Dios se produce en la persona cuando esta coincide con las expectativas y vivencias profundas de la psicología humana. Se relaciona la idea-imagen de Dios con los padres. Existen dos vivencias sobre las cuales se basa esta relación:
- La vivencia de seguridad absoluta ante el mundo y la unión biológica con ellos.
- La independencia personal por la intervención del padre, que implica el desprendimiento de la fusión materna y el afrontamiento individualizado del mundo.

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