18 Feb

Los préstamos bancarios:
son la fuente que más usan las empresas para obtener financiación ajena. A través de los préstamos las entidades financieras pueden conceder a las empresas una cantidad determinada de dinero durante un plazo de tiempo determinado, con unos intereses por ello. Dependiendo del plazo de evolución hablamos de préstamos a largo plazo y a corto plazo. El prestatario debe realizar dos pagos: la devolución del capital prestado o amortización del préstamos (cuota de capital) y el pago de intereses en función del tipo de interés fijado en el contrato (cuota de interés).

Sistemas de amortización de un préstamo:

La amortización financiera del préstamo es muy diferente a la amortización económica, que es una fuente de financiación interna. Existen diversas alternativas para el pago de intereses y devolución del capital: puede que el capital se devuelva de una sola vez al final del préstamo y los intereses se abonen al final, que el pago de intereses sea semestral, trimestral… Normalmente se devuelve cada año una parte de todo el capital. Cuando la cuota de capital es constante se llama sistema de amortización lineal. En el sistema francés de amortización de préstamos, la modalidad más utilizada, se mantiene una cuota total constante durante toda la vida del préstamo. En ese caso, los primeros pagos incluyen una cuota de interés superior que se va reduciendo durante la cuota de interés, al ser menor la deuda, y aumenta la de capital. El tipo de interés de un préstamo a corto plazo es más ventajoso que el de un préstamo a largo plazo y se suelen usar normalmente para resolver problemas puntuales de tesorería. Si el préstamo se vincula a una determinada garantía (normalmente un inmueble), el interés es más bajo, ya que el prestamista se cubre ante un riesgo de impago. Se usan mucho los préstamos hipotecarios. Si el prestatario no paga las cuotas correspondientes, el banco se queda con la propiedad del inmueble para poder cobrar la deuda mediante su venta. Se dice que el inmueble está hipotecado. Los créditos bancarios:
Tras la obtención de un crédito, las empresas van haciendo uso de la cantidad que necesiten en cada momento y sólo pagan intereses por la cantidad dispuesta. También se paga una comisión por la cantidad no dispuesta; la comisión por saldo medio no dispuesto, normalmente trimestral. El banco abre una línea de crédito a favor de la empresa, que se recoge en una póliza de crédito. A través de una cuenta corriente asociada a la línea de crédito, la empresa va haciendo uso del dinero que necesite hasta un máximo pactado. Cuando un banco abre una póliza de crédito a favor de una empresa, esta puede ir  haciendo uso de los fondos de dicha póliza hasta el límite marcado, pagando los correspondientes intereses por los fondos más una comisión por el saldo no dispuesto. Descubiertos en cuenta (números rojos): Son una modalidad muy especial de este tipo de financiación. Se dice que existe un descubierto en una cuenta corriente abierta por una empresa cuando la cuenta se queda sin fondos. La empresa pasa de posición acreedora a posición deudora. Suponen una financiación involuntaria en la mayoría de los casos. El coste de esta fuente de financiación es muy elevado. Por lo tanto, a la empresa le interesa que desaparezcan los números rojos lo antes posible y buscar otro tipo de financiación. A pesar de su alto coste, gracias a los descubiertos en cuenta las compañías pueden hacer frente a situaciones temporales de falta de liquidez y saldar cuentas que no admiten retraso en el pago. Otra modalidad de pago es mediante el uso de tarjetas.

Financiación interna o autofinanciación:


recursos generados gracias a la actividad para financiarse. Estos recursos pueden tener cinco destinos:

1.Pago de impuestos:

parte de los beneficios deben ingresarse en las arcas del Sector Público a través de diversos tipos de impuestos. Esto no supone una financiación.
2.Reparto entre los socios (dividendos): los fondos salen de la empresa hacia otro destino. Tampoco es financiación. 3

.Constitución de reservas:

los beneficios no distribuidos pasan a formar parte del patrimonio neto de la compañía, una fuente de financiación a largo plazo. Estos recursos se devolverían en el caso de una liquidación de la sociedad, como sucede con el capital social, también es posible obtenerlos sin liquidar.

4.Creación de fondos de amortización:

se destina los recursos generados a la reposición del capital empleado en su generación, la sociedad no pierde capacidad productiva.

5.Provisiones:

para hacer frente a obligaciones de pago que surgirán en el futuro, incluso desconociendo el momento en el que habrá que hacer frente a esos pagos y su cuantía.

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