25 Ene

– Organización de la ideas:  Este texto de Antonio Machado se puede dividir en dos partes, ya que sigue una estructura de contraste:

En la primera parte (desde el verso
1 hasta el 34) el autor  nos expone la descripción crítica del pasado y el futuro inmediato de España. Esta parte podría dividirse a su vez en dos partes: La España del pasado (los 6 primeros versos) con origen vano, hueco. El autor critica las tradiciones y la religión; y la España del futuro efímero (desde el verso 7 hasta el 34) en la que diferencia muchos rasgos negativos «calaveras, vacío…» y sólo un rasgo positivo el hecho de que sea pasajero.

En la segunda parte (hasta el final) el autor describe a España de la esperanza. Una nueva España con muchos rasgos positivos como trabajadora, joven, fuerte…
     – Tema:   Las dos Españas, la antigua frustrante y la nueva ilusionante
     – Resumen:  Este poema de Machado habla de las dos Españas, una la antigua que resulta frustrante y, otra, la ilusionada y esperada nueva España.

     – Comentario crítico:  Este poema de Antonio Machado, pinta una España actual con una situación lamentable y contradictoria (mezcla de religión y devoción religiosa). Para ello utiliza numerosas imágenes referidas a la España amante de fiestas: “charanga y pandereta”, “Frascuelo”, “zaragatera”… Y otras hacen alusión a la religión: “cerrado y sacristía”, “María”, “esa España inferior que ora”… Esa España contradictoria y vacía será la causa de un futuro inmediato que seguirá siendo igual que el presente. Para referirse a esta idea también se vale de imágenes en las que el ayer es el padre y el mañana es el hijo que tendrá las mismas características que su progenitor. Por último, se aprecia un tono esperanzador, ya que el autor afirma que volverá a nacer una España trabajadora, al igual que lo era en el pasado.

        El poema es una silva, mezcla de versos heptasílabos y endecasílabos combinados a gusto del autor. Tienen rima consonante, aunque esta no sigue una estructura fija.

        Esta situación descrita por Machado, aunque pueda parecer exagerado, se llega a vivir en aldeas recónditas del interior, donde la gente viven “encerradas” en épocas anteriores, donde la iglesia, el maestro y los señoritos siguen teniendo papeles claves para la organización social de estos lugares. Aunque en nuestra época, en pueblos así y ya en un estado de derecho, libertad e igualdad, se sigue viviendo de forma feudal, ya que aunque hayamos avanzado mucho lo que vale en el mundo de hoy es el poder económico (aunque nos pese).


 “El mañana efímero” DE ANTONIO MACHADO Respecto a su contextualización, “El mañana efímero” es un poema de Antonio Machado que pertenece al libro Campos de Castilla Antonio Machado es el representante por excelencia de la lírica del 98. Nació en Sevilla en 1875. Finalmente, huyendo de la guerra, emprende con su madre su último viaje a Francia, donde ya enfermo, muere en 1939.  Este poema fue dedicado a su fallecida esposa. El mañana efímero de Antonio MachadoCarácter literario del poema, hemos de decir que pertenece al género lírico porque el poeta expresa sus sentimientos, emociones y visión de España, a veces con bastante vehemencia, tal y como rezan sus versos finales (España que alborea/con un hacha en la mano vengadora, / España de la rabia y de la idea) o con expresiones exclamativas del tipo “por ventura”. El poema es una silva que conjuga versos heptasílabos y endecasílabos (la mayoría) con algunos de distinta medida, de rima consonántica. Esta composición estrófica (libre, no coaccionada por una estructura fija) ayuda al poeta a ese carácter de exhortación (advertencia) rabiosa, de sermón intenso, que quiere comunicar contra la postración (atraso) del país. La función del lenguaje predominante es la poética, dada la preocupación formal para trasmitir un determinado contenido, esto se pone de manifiesto con el empleo de distintas figuras literarias que comentaremos a continuación. Asimismo, hemos de destacar la función expresiva del lenguaje ya justificada en el carácter lírico del poema. Finalmente, no hemos de olvidar la función representativa puesto que el poeta plasma rasgos también objetivos que presenta la sociedad de su época (“devota de Frascuelo y María”).
El uso de léxico muy culto o anticuado (“huero”, “ahíto”, “zaragatera”) con otros más populares (“lechuzo”, “charanga”, “pandereta”), u otros con clara vocación de combate (“maza”, “hacha”, “rabia”, “idea”) consiguen el efecto caótico, pero crítico, de pasado pomposo, paralizado y chabacano frente al futuro de una juventud en acción. Respecto a la sintaxis abundan las oraciones compuestas, lo que le permite al poeta profundizar en el 3 análisis que está haciendo de esa España presente y futura. Hallamos un gran número de adjetivos que como los colores de una paleta quieren matizar con detalle (“y otras calvas con otras calaveras / brillarán, venerables y católicas”) o con brochazos gruesos (“vieja y tahúr, zaragatera y triste”). Muchos son especificativos (“espíritu burlón”, “alma inquieta” “una España implacable y redentora”), lo que ayuda al poeta a distinguir con mayor objetividad el concepto de España que ataca y el que defiende. Atendiendo a las

figuras literarias advertimos la presencia de numerosas metáforas que le sirven para describir la España que reniega (“España de charanga y pandereta/ cerrado y sacristía”) o reforzar la imagen de aquella que desea (“España del cincel y de la masa”, “con un hacha en la mano vengadora”, /”España de la rabia y de la idea”). También se emplea una metáfora del atardecer y el amanecer para representar la muerte de esa España atrasada y obsoleta frente a le nueva España vigorosa y renovadora que nacerá: “un rojo sol corona de heces turbias las cumbres de granito… en la tarde”/ Más otra España nace… España que alborea… España de la rabia y de la idea”). Emplea algunas metonimias para referirse a ciertas características de esa España, así “María” o la “sacristía” simbolizan el amplio mundo de la iglesia católica; “Frascuelo”, al mundo taurino y las “sagradas formas y maneras” representan todo lo que de vetusto y caduco hay en la España de su tiempo; finalmente las “calvas” sobre las “calaveras” dan idea de lo muerto que están sus poseedores. El empleo de antítesis le permiten al poeta la contraposición de esas dos Españas, la España anquilosada frente a la España innovadora que nacerá en un futuro, aunque no cercano: “España de charanga y pandereta” frente a “España del cincel y de la maza”; “España de cerrado y sacristía” frente a “España de la rabia y de la idea”. Por último, existe una antítesis entre esa España que muere (“en la tarde”) y esa España que “nace”, “España que alborea”,… Relacionado con estos versos, resulta tremendamente visual, muy plástica la comparación entre la muerte de esa España caduca y el vómito de un borracho: “Como la náusea de un borracho ahíto/ de vino malo, un rojo sol corono de heces turbias las cumbres de granito… en la tarde pragmática y dulzona” No podemos terminar este apartado sin mencionar los abundantes esquemas paralelísticos (paralelismos) que, aparte de otorgar ritmo al poema, desde el punto de vista del contenido, refuerzan las antítesis o las descripciones realizadas: “Esa España inferior que ora y bosteza”, “Esa España inferior que ora y embiste”; “El vano ayer engendrará un mañana/ vacío y por ventura pasajero” (se repite dos veces); “La España de charanga y pandereta” , “la España del cincel y de la maza”. Por último, en relación al tema, Machado, dentro de las tendencias de los intelectuales de su momento, expone una crisis entre “las dos Españas”: una, cobarde, anémica, más preocupada por las viejas glorias de su pasado, resignada a su decadencia y refugiada en la religión y la soberbia ignorancia. Otra, por venir, vinculada a ese pasado (“pasado macizo de la raza”), pero no inmovilista, sino activa que redimirá a la otra sin concesiones (“implacable y redentora”).

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