19 Abr
1. Modelo Asociacionista
El aprendizaje es la adquisición de conductas. Las conductas provocadas son acciones concretas. Las acciones proceden del medio ambiente (estímulos). Estímulos y respuestas están inevitablemente relacionados mediante esquemas de asociación.
Desde un punto de vista histórico, este modelo está fundamentado en los postulados positivistas de la primera mitad del siglo XX. Sus antecedentes más antiguos se remontan a Aristóteles, quien decía que todo conocimiento se debe a una percepción sensible. Por el contrario, Platón creía que todo conocimiento se debía a conceptos innatos (mito de la caverna).
Locke (siglo XVII) y Hobbes (siglo XVIII) retomarían los postulados iniciados por Aristóteles, considerando que nada puede llegar a la mente que no haya pasado antes por los sentidos. Así, se identifican tres leyes fundamentales de asociación: semejanza, contigüidad espacio-temporal, y causalidad. Podríamos decir que la experiencia es la acumulación de los errores de nuestra vida. Pero así, la experiencia nos servirá para despertar expectativas de lo que puede que se repita en el futuro. Las acciones pasadas nos ayudan a prever las acciones futuras: la asociación.
Equipotencialidad. Todas las leyes de aprendizaje serían aplicables en todo lugar, en todo momento, y sin importar los sujetos ni las especies.
La corriente conocida como conductismo fue liderada por uno de los psicólogos asociacionistas más conocidos, el norteamericano John B. Watson (perro de Pavlov, el pequeño Alberto). Watson afirmó que el sujeto que aprende es una “tabula rasa” y que, en ella, el educador podría “escribir” lo que quisiera. Pavlov recibió el premio Nobel en 1904 por estos estudios. En ellos constató los mecanismos que establecen los reflejos condicionados que nos ayudan a comprender cómo se produce el denominado condicionamiento clásico. Este tipo de planteamientos tiene bastante éxito en el tratamiento de fobias.
¿Qué puede fallar en los postulados asociacionistas?
Si somos capaces de generalizar estímulos (¡como el miedo a una araña!), es fácil entender cómo podemos transferir los aprendizajes recibidos en una situación a otros contextos. Pero entender la educación como un simple encadenamiento de estímulos condicionados que se aprovechan de nuestros actos reflejos, quizá es obviar la esencia del ser humano.
¿Cuál creéis que es la principal crítica a este modelo pedagógico?
Los asociacionistas no niegan la existencia de procesos mentales, pero sí que dejan de lado su estudio porque no pueden ser observables. De la misma forma, tampoco pueden llegar a explicar los aprendizajes latentes, y es difícil entender cómo se produce ese “saber ser y estar”.
2. Modelo Cognitivista
El aprendizaje es un aprendizaje dinámico donde el alumno interactúa de manera activa con el mundo y para ello pone en marcha sus procesos mentales de cognición. Las conductas son producto de esos procesos cognitivos internos. Al aprender, reflexionamos sobre lo que viene de fuera, relacionándolo con informaciones ya poseídas, creencias y experiencias personales, para luego proyectarse hacia el exterior. El educador ya no es guardián del conocimiento, sino que actúa como mero mediador. La responsabilidad del aprendizaje recae sobre el educando.
Reflexión Metacognitiva: Aprender a Aprender
Este modelo se fundamenta en el idealismo comentado por Platón. También encuentra apoyo en los postulados de la filosofía de Kant, así como en la influencia lógica de Descartes y la fenomenología de Husserl.
Corrientes del Modelo Cognitivista
La Corriente Europea: La Gestalt
Gestalt es una palabra alemana que podemos traducir como ‘forma’. Esta corriente defiende que, respetando que cada uno tiene su propia interpretación del mundo, existen unos principios comunes que nos sirven para reorganizar los estímulos que nos llegan. Por ello, ante un estímulo complejo, percibimos antes la forma más sencilla, completa… Esto se debe a 5 leyes de la Gestalt:
- Similitud: Los estímulos parecidos tienden a agruparse.
- Proximidad: Los estímulos que están cerca tienden a agruparse.
- Continuidad: Los estímulos tienden a agruparse en línea, pues tienden a ser percibidos como unidad.
- Cierre: Se tiende a ver completos algunos estímulos que en realidad no lo están.
- Fondo-forma: Si las figuras tienen contorno, se sacan del contexto (fondo).
Esta corriente debe sus inicios a Max Wertheimer, que estudió el fenómeno phi: el todo es más que la suma de sus partes. También se basa en el aprendizaje repentino (*insight*).
Kurt Lewin creó el concepto de “espacio vital” como el conjunto de elementos tanto físicos como psicológicos que rodean a los sujetos. Los sujetos interactúan con ellos y estos tienen distintos significados para cada sujeto. Este concepto es una parte esencial de su teoría de campo: la importancia de la motivación para un aprendizaje real y eficiente. La Gestalt parte del todo para llegar a lo particular.
La Corriente Norteamericana: Tolman
Tolman fue el nexo de unión entre los postulados conductistas y los cognitivistas. Cognitivo-conductista. Admite que el aprendizaje es una tarea amplia e intencional (como la Gestalt), pero también mantenía la importancia de las influencias del ambiente, rechazando la introspección. Sus ideas:
- La conducta es intencional.
- La conducta global es plástica y flexible.
- Los sujetos procuran lograr sus metas por el camino más fácil.
- El aprendizaje se organiza bajo la forma de mapas cognitivos.
Los Mapas Cognitivos
Los Mapas Cognitivos son mapas mentales que nos permiten interpretar globalmente el problema. Podría considerarse como una expectativa interna. La meta puede ser alcanzada por distintos caminos; tenemos que llegar a traducir las señales (premios y castigos) para poder llegar de manera eficaz. La motivación es un elemento esencial del aprendizaje.
Respecto al tratamiento de la información en el modelo Cognitivista, nos interesamos más por cómo una persona percibe, comprende y utiliza la información. La memorización no sirve para nada, pero si mejoramos nuestra capacidad de almacenamiento, estamos mejorando nuestro aprendizaje.
Miller, con sus experimentos, quiso demostrar cómo el ser humano puede retener una cantidad de paquetes de información que tienen como número mágico el 7 (+2, -2). Es más fácil acordarse del primer objeto (efecto primacía) y del último (efecto recencia).
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