02 May

Principios de la Escuela de Barbiana

La pedagogía de la Escuela de Barbiana se sustentaba en 3 principios esenciales:

  • Todo el mundo tiene derecho a saber y la escuela debe proporcionar este derecho.
  • El saber sirve para participar.
  • Hay que participar para construir un mundo más justo.

Una de las claves para poner en práctica las ideas de la Escuela de Barbiana se encuentra en el espíritu de colectividad. Es decir, hoy en día en nuestras escuelas predomina el individualismo y no el bien común, y esto no favorece el aprendizaje de los alumnos. Por tanto, sería necesario recuperar el sentimiento de pertenencia a un grupo que busque el desarrollo de sus integrantes para que avancen juntos.

Al implantar la idea de colectividad y cooperación en nuestras escuelas, favorecemos el sentido de la crítica en nuestros alumnos y les enseñamos la importancia de saber estructurar las opiniones propias y comprender las de los demás. Esto implica también a los docentes, que han de escuchar las propuestas e ideas de su alumnado.

Podemos implantar el modelo solidario de la Escuela de Barbiana, donde el más dotado ayudaba al menos dotado. Podríamos, de esta manera, superar la visión de «retraso del grupo» que asocian muchos docentes al estilo de enseñanza actual cuando se atiende a la diversidad.

Paulo Freire y la Pedagogía del Oprimido

Contexto y Fundamentos

El trabajo de Paulo Freire se centra principalmente en América Latina y supone nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje. Comienza a realizar sus aportaciones en un contexto con grandes diferencias sociales, alta natalidad, población joven y una gran proporción de analfabetos. Consideraba que el subdesarrollo no se corregía simplemente adoptando los modelos económicos de países desarrollados, ya que existía una clase dominante y opresora.

Freire argumenta que la educación puede convertirse en un instrumento de opresión. El contexto de su praxis educativa son las poblaciones marginales de América Latina; su pedagogía se construye desde y con los oprimidos, antes que para los no oprimidos. La educación fundamentada en el diálogo es una de las piezas clave de su concepción educativa. La educación se transforma en un instrumento de concienciación en una sociedad dividida entre oprimidos y opresores.

Analfabetismo y Alfabetización Crítica

El analfabetismo era un fenómeno muy extendido entre los más pobres de las sociedades latinoamericanas, a menudo interpretado erróneamente como una manifestación de incapacidad o escasa inteligencia. Freire lo ve como un freno impuesto al hombre por la dominación, por los opresores, quienes se han caracterizado históricamente por un escaso interés en la educación elemental de adultos.

La tarea de alfabetizar, para Freire, no se trata de depositar en los sujetos palabras, sílabas y letras desvinculadas de su vida, ya que la palabra no es independiente de la experiencia del hombre. La alfabetización tiene que conseguir la conciencia crítica, liberándose de la opresión de la cultura impuesta.

Para Freire, alfabetizar es situar al educando en el mundo; es una forma de leer la realidad y también una manera de cambiar el mundo, orientando la acción pedagógica hacia el logro de la democracia y de la justicia social.

El Método de Alfabetización Freiriano

De este modo, Freire propone un método activo, dialogante y participativo, que se realiza «de dentro hacia afuera», situando al analfabeto como protagonista y al educador como colaborador. Aunque Freire no está en contra de los libros, entiende que los materiales deben ser elaborados, en lo posible, por los propios participantes.

Proceso de Alfabetización:

  1. Investigación Temática (Diálogo Inicial): Se realizan encuentros informales y conversaciones con los habitantes de la zona donde se llevará a cabo la tarea educativa. Son conversaciones entre educadores y educandos sobre los problemas reales de los habitantes. A través de este diálogo con el pueblo, se construirán los contenidos del programa de alfabetización. No se parte de un libro de texto predefinido.
  2. Codificación: Se trata de la simbolización de la realidad concreta a través de representaciones (dibujos, fotos, etc.) que muestren situaciones conocidas por el grupo, permitiendo que se reconozcan a sí mismos en ellas. Se busca estimular un diálogo que represente problemas vividos por el grupo.
  3. Decodificación: Consiste en el descubrimiento colectivo de los contenidos implícitos en la situación existencial representada en la fase anterior. Se pasa de la situación simbolizada y abstracta al establecimiento de nexos entre la situación representada y la propia realidad del sujeto. De esta manera, se produce un enfrentamiento crítico con la realidad que conduce a la reflexión sobre cómo superar las dificultades que esa realidad presenta.

El desarrollo de la acción educativa exige una toma de conciencia de las relaciones del hombre con el mundo y del hombre con los demás hombres. Este método planteado por Freire tuvo una gran acogida, se extendió a otras partes del mundo y demostró una gran adaptabilidad.

Educación Bancaria vs. Educación Liberadora

Freire critica la relación pedagógica tradicional entre educador y educando, a la que denomina «Educación Bancaria». En esta concepción, se trata al educando como si fuera un recipiente o «banco» donde se depositan los conocimientos. Es un acto de depositar, transferir valores y conocimientos de forma unidireccional. El educador es quien sabe y el educando es el que ignora.

La concepción bancaria se caracteriza por una relación que Freire denomina «narrativa-discursiva», donde el profesor narra y sus alumnos (considerados objetos pasivos) escuchan y memorizan. Este modelo no permite la acción, la indagación ni la creación; lleva a la domesticación de los educandos, a que se adapten y se ajusten a la realidad sin permitir la posibilidad de planteamientos transformadores. Es una educación que puede modificar la mentalidad de los oprimidos para que acepten su situación, pero no transforma la situación opresora.

En contraposición, la Educación Liberadora busca superar la contradicción entre educador y educandos, tratando de que ambos se transformen dialécticamente en educadores y educandos, eliminando así las consecuencias negativas de la educación bancaria. Con la situación de diálogo, no es el educador el que educa en exclusividad, sino que educa y es educado mediante la conversación con el educando.

Para Freire, «nadie educa a nadie, tampoco nadie se educa a sí mismo, sino que los hombres se educan en comunión, mediatizados por el mundo».

La educación liberadora fomenta el conocimiento a través del diálogo, promoviendo el surgimiento de una conciencia transitiva y crítica que da paso a la capacidad de decisión, el compromiso social, la responsabilidad y la participación política.

Freire ofrece una teoría y una práctica liberadoras que permiten actuar en las situaciones de opresión tan corrientes en el mundo pobre y también presentes, de otras formas, en el mundo rico. Su obra tiene un carácter universal y abre un camino para la transformación de un mundo injusto.

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