23 Feb

Por modelos clásicos entendemos aquellos que han venido identificándose reiteradamente en la literatura especializada del campo de la Orientación educativa, y que se obtienen fundamentalmente de combinar unos determinados tipos de intervención (responde al concepto de modelo como “guía para la acción”), que la caracterizan, como reactiva-proactiva, directa-indirecta, individual-grupal o externa-interna.   Se definen cuatro tipos: M. Clínico, Servicios, Programas, Consulta

Fernández Sierra, 1999, considera que estos modelos pueden clasificarse en función de dos dimensiones que los caracterizan:   Dimensión organizativa y administrativa: modelo de Servicios, Programas y modelo mixto, es decir, Servicios interviniendo por Programas.    Dimensión pedagógico-didáctica: Modelo Clínico (intervención indirecta) y Consulta (asesoramiento).

Modelo clínico


   También denominado “consejo” o counseling, se define como “… proceso que tiene lugar en una relación persona a persona entre un individuo perturbado por problemas que no puede manejar sólo y un profesional cuya formación y experiencia lo califican para ayudar a otros alcanzar soluciones para diversos tipos de dificultades personales.”   Rasgos:
 Muy ligado a las teorías psicodinámicas de la personalidad y de la salud mental; Intervención directa e individualizada sobre el sujeto; Relación personal diádica (profesional-sujeto); Función remedial; Su eficacia descansa en la calidad de la relación con el sujeto, y sobre todo en las características y conocimientos del profesional (empatía y manejo de la interacción verbal durante las entrevistas).  

Valoración del modelo

Hay dos razones fundamentales para desaconsejar este modelo en nuestro contexto educativo y social:   Porque la intervención exclusivamente individual y centrada en los casos-problema, impediría alcanzar uno de los objetivos principales de la intervención: la prevención mediante la intervención con la comunidad y dirigida a todos los sujetos en riesgo.  Y porque genera entre los demás agentes educativos (profesores, familia y agentes sociales) una actitud pasiva respecto a los problemas de desarrollo o inadaptación, que se reservarían al especialista.

Modelo de Servicios


Rasgos


Suelen tener carácter público y social, y realizar una Intervención directa; Se centran en las necesidades de los menores con dificultades y en situación de riesgo (carácter terapéutico y de resolución de problemas); Actúan sobre el problema y no sobre el contexto que lo genera;  Suelen estar ubicados fuera de los centros educativos.   

Ventajas

Facilitan información a los agentes educativos; Favorecen la distribución y ajuste de los alumnos en función de criterios externos definidos por el sistema educativo; Colaboran con el tutor, los profesores y los padres; Conectan los servicios de la comunidad con los centros educativos y las familias.   

Limitaciones

Poco conocimiento y conexión con la institución escolar; Sus funciones están predefinidas (por lo que se olvidan los objetivos); Su enfoque es básicamente remedial y terapéutico; Disponen de poco tiempo, recursos y vías para asesorar informar al profesorado; Su horario no les permite afrontar en profundidad el trabajo con los padres y la comunidad; Escasez de recursos humanos para afrontar las funciones que se les asignan; La relación entre profesionales está poco coordinada; Las actividades se limitan muchas veces al diagnóstico.

Modelo de Programas


El origen del modelo de Programas está ligado a las limitaciones observadas en los modelos clínico y de servicios y a la necesidad de dar respuesta a las exigencias de la extensión de la orientación y la atención socioeducativa a todos los menores.    

Rasgos:

Intervención directa del orientador / educador social, aunque pueden participar otros agentes; Dirigida a grupos amplios de sujetos (derecho de todos); Intervención programada de manera intencional sistemática y contextualizada, destinada a satisfacer las necesidades generales previamente identificadas; La evaluación acompaña a la intervención desde sus inicios.  

Ventajas:

Las derivadas de cualquier intervención previamente programada: intencionalidad, sistema actividad, mayor eficacia, satisfacción de necesidades reales, optimización de recursos humanos y materiales…; Ayuda a establecer prioridades y a anticipar las necesidades; Posibilidades de evaluar y mejorar la intervención (promueve la reflexión crítica); La intervención alcanza a un mayor número de sujetos; Facilita la prevención y promueve el desarrollo de forma organizada y racional; Estimula la participación y colaboración entre educadores sociales, orientadores, profesores, tutores y padres.

Inconvenientes: Falta de costumbre de muchos profesionales de trabajar por programas integrales; Insuficiente formación y disponibilidad temporal de los profesionales; Aún no hay una conciencia clara de la necesidad de los programas de Orientación y Educación Social integrales entre algunos profesores, familias y Equipos Directivos.    

Modelo de Servicios actuando por Programas


Reúne las ventajas de los modelos Programas y Servicios, pero trata de eliminar los inconvenientes de cada uno por separado, siendo el modelo que puede crear las condiciones para la auténtica integración de la educación social en los procesos educativos formales. 

Rasgos:

Se tiene en cuenta un análisis del contexto y de necesidades; Los objetivos se estructuran a lo largo de un continuo, con un planteamiento preventivo y de desarrollo; Hay distintas unidades de intervención: el grupo-clase, el centro escolar, la localidad; Los profesionales están integrados en un servicio (interno o externo), pero intervienen por programas; Las funciones son de apoyo, formación y dinamización; La intervención puede ser directa, pero sobre todo indirecta; Se trabaja en un contexto de colaboración.   

Ventajas:

Mayor conocimiento de las necesidades de los menores y de las familias; Incorpora todas las ventajas del modelo de Programas (se trabaja por objetivos) y del de Servicios eliminando gran parte de sus inconvenientes (la intervención aislada y remedial); Los educadores disponen de una estructura de apoyo y de formación permanente   Dificultades:
Se impone una reestructuración de los servicios; Los profesionales han de renunciar a ciertos comportamientos del modelo de Servicios; Ha de mejorarse la actitud y la formación de los profesionales para poder trabajar por programas integrales. (no sólo con “recetas” o “listados de actividades”)

Modelo de Consulta o asesoramiento


El concepto de Consulta no es exclusivo de la Orientación y la Educación Social; se refiere a la actividad en la que un profesional proporciona asistencia especializada a otro. Históricamente el concepto surge desde tres campos diferentes: el de la salud mental, el de las organizaciones y el de la educación.

Relación triádica entre “consultor-consultante-cliente,  a diferencia del modelo de consejo o clínico (relación diádica entre “profesional-cliente”)

El éxito del modelo de Consulta implica no sólo una adecuada formación inicial y permanente de los educadores sociales, sino también un cambio de actitudes en los agentes educativos, especialmente familia, tutores, profesores y equipos directivos, que han de comprometerse con su función y comprender en sus justos términos el papel del educador social y de los servicios comunitarios.

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