19 Nov

2. TEMAS POÉTICOS DE Miguel HERNÁNDEZ


En la obra poética de Hernández podemos distinguir tres grandes temas: la naturaleza, el amor y la muerte. LA NATURALEZA: En su primera etapa la naturaleza es la protagonista de sus poemas. Abarca el paisaje y los elementos cotidianos de su existencia. La naturaleza posee dos rasgos importantes: está relacionada con Dios y con la invención del lenguaje y la retórica.

La naturaleza relacionada con Dios

En la Concepción de la naturaleza de Hernández hemos de tener en cuenta los siguientes elementos: 1. Hernández se considera parte de la naturaleza, y ensalza desde el elemento más humilde hasta lo más maravilloso y sublime. (Lagarto, mosca, grillo, reptil, sapo asqueroso, seres, para mi alma sois hermosos). 2. La fusión de Hernández con la naturaleza se debe a que concibe todo lo natural como obra De Dios. En sus primeros poemas la naturaleza es símbolo de pureza y divinidad (¡Que olor a Dios echa el trigo!) 3. Está descrita de una forma realista (Un ciprés: a el, junto, leo) 4. El pescado, lo maléfico y artificial se sitúa en la ciudad, la virtud, lo bueno y natural de la aldea. Estás dos ideas aparecen en “Silbo de afirmación en la aldea” (Yo me vi bajo y blando en las aceras de una ciudad espléndida de arañas) 5. El poeta aparece en diálogo con ella y está se llena de sensualidad pagana, y alusiones mitológicas.

Naturaleza relacionada con la invención del lenguaje

Hernández marcha a Madrid. La naturaleza se presenta y se entiende de manera diferente. Se pueden observar los siguientes aspectos: 1. Escribe su primer libro, perito en lunas, que imita en su estilo a Góngora. Este libro es uno de los exponentes de la poesía pura, basada en lo neogongorino. El elemento común que da unidad al libro es la metáfora lunar. 2. Durante sus dos primeras etapas literarias se pueden observar la convivencia del creacionismo católico con el vitalismo. Se produce una rehumanizacion de su lírica. El poeta llega a identificarse con “el ser universal”, llega a hacer del hombre y la naturaleza una sola unidad.  3. En su segunda etapa la tierra como metonimia de la naturaleza, sirve para ubicar su reivindicación social, siempre al lado de los trabajadores asalariados y más necesitados. 4. En las últimas etapas, la naturaleza simboliza la libertad, lo justo, lo espontáneo. Cuando desaparece la bondad natural, desaparece el paisaje. En la “Canción primera” de su libro El hombre acecha, dice el poeta: “Se ha retirado el campo al ver abalanzarse crispadamente al hombre”. 5. En su poesía intimista, la de Cabcionero y romancero de ausencias, reaparece la naturaleza como locus amoenus, donde se entrelazan los enamorados, representados por el y su esposa, que no son vencidos por nada: “Huracanes quisieron con rencor separarlos” EL AMOR: Los años previos a la Guerra Civil constituyen el primer momento crítico de Hernández, ya que vive por primera vez la llama del amor a la mujer y la consolidación de la amistad. La poesía hernandiana en general se puede calificar de amorosa. El sentimiento pasional es el eje bajo el cual se vértebra toda su poesía, aunque ese amor adopte formas distintas. Si no ceñimos a la Concepción del amor hacia los seres humanos podemos distinguir los siguientes enfoques:

El despertar secual y la pugna religiosa

La castidad de la naturaleza reina en los primeros versos de Hernández (desnudos, si, vestidos de inocencia) pero el sentido natural del amor relaciona al amor con el sexo y aparece en “Oda a la higuera” El amor lamento y el amor-ilusión de tradición literaria:
El amor hacia una mujer, probablemente real, es expresado en primer lugar siguiendo la tradición literaria. Sus fuentes son el amor cortes del Siglo XV y poemas de raíz petrarquista del XVI (Es tú boca, mujer, todo eso… Más, si cae dulcemente en un beso a la mía, se torna el puñal)

El amor-dolor que va de la tradición a la realidad

Hernández se enamora. Ante esta situación, reelabora ls poesía religiosa del Cántico espiritual de San Juan De la Cruz dándole un tono erótico y además se deja influir por Garcilaso y del desgarro afectivo de Quevedo.

El amor-alegría; el amor-fraternidad

Hernández y su novia se casan. Reciben pronto la noticia del primer embarazo de su esposa y escribe Canción del esposo soldado. El vientre femenino tiene la función de amparar e identificar a los hombres, a la naturaleza y al cosmos: “He poblado tu vientre de amor y sementera”.

El amor-odio

En el tramo final de la guerra Hernández escribe poemas en los que expresa temor incluso de sí mismo. El hombre es una amenaza para el hombre. Es tal el pánico de los hombres, que la naturaleza desaparece y solo permanece el terror de la guerra. El amor-esperanza: Cuando estalla la Guerra Civil, Hernández se encuentra con una realidad amenazante. Para poder combatirla debe empequeñecerla. El poeta anhela, desea vivir ante tanta muerte y miseria. Así en su última etapa hay una reafirmación de su mundo personal e íntimo mientras el contexto en el que le toca vivir se destruye. La última producción del autor tiene como temática principal el amor pero concebido como esperanza. Este tema está protagonizado por su mujer y por sus hijos: 1. A la esposa ausente: El poeta que se siente acosado por la sensación de la muerte, confecciona toda una serie de claves para no perder la esperanza y seguir subsistiendo en la cárcel. 2. El tema del hijo: A la muerte inesperada de su primer hijo, el autor compone un conjunto de poemas en los que muestra su amor y su dolor ante su pérdida. 3. Testamento poético. 

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