13 Jul

Introducción a Miguel Hernández: Poeta del Amor y el Compromiso

Miguel Hernández (1910-1942) fue un poeta alicantino que perteneció a la Generación del 36. Destacó como poeta del amor y como poeta comprometido con su país, al verse involucrado en la Guerra Civil Española a través de su poesía. Nacido en el seno de una familia humilde de Orihuela, está considerado como uno de los poetas más relevantes del siglo XX.

Temas Centrales en la Poesía de Miguel Hernández

La obra de Miguel Hernández se caracteriza por la profunda exploración de temas universales que evolucionan a lo largo de su trayectoria vital y poética. Entre ellos, destacan la vida, la muerte, el amor y la naturaleza, a menudo entrelazados y reflejando su experiencia personal y el contexto histórico.

La Vida y la Muerte: Un Discurrir Dramático

El tema de la vida y la muerte marca profundamente la poesía de Miguel Hernández. En su obra se observa un discurrir dramático que comienza con una vida más básica, casi festiva e inconsciente, y que poco a poco, con el paso y la trayectoria vital del poeta, termina por deslizarse hacia la tragedia.

  • Primeros poemarios: La mayor parte de sus primeros poemarios, como Perito en Lunas, contienen cierta despreocupación e incluso optimismo natural, donde se rinde homenaje a la naturaleza. En estos poemas, la muerte se representa con los atardeceres como reflejo de melancolía.
  • El rayo que no cesa: Las «heridas hernandinas» comienzan a sentirse en esta obra. Aquí, el sentimiento trágico del autor y la idea de que la vida es muerte por amor se hacen patentes. El toro, en esta etapa, representa el destino trágico, y la vida se presenta amenazada por fuerzas incontrolables, como el «carnívoro cuchillo». El autor emplea imágenes sangrientas, y las heridas se representan con instrumentos comunes (rayo, cuchillo). También aparece la herida de la amistad en la Elegía a Ramón Sijé, donde se muestra la rabia y el malestar del autor ante la pérdida.
  • La Guerra Civil: Con la guerra, la voz poética adquiere un tono combativo en Viento del pueblo. La muerte se convierte en la lucha por la victoria, como ocurre en Canción del esposo soldado. Sin embargo, la solidaridad y el optimismo derivan en dolor y desilusión ante la crudeza de la guerra y la pérdida de la esperanza de victoria en El hombre acecha. Los muertos son víctimas, y la muerte es un espectáculo de horror, simbolizado en El tren de las heridas.
  • Cancionero y romancero de ausencias: Es en esta obra donde los poemas se oscurecen con el desengaño y la ausencia de todo. La muerte de su primer hijo, la pérdida de sus seres queridos, la condena a muerte, la enfermedad y la soledad crean este poemario de desolación. En él, el ciclo de la vida y la muerte se cierra con la vuelta al amor, que se erige por encima de todo, junto a la libertad (como en «Menos tu vientre, hijo…»). Para Miguel Hernández, vida y muerte están unidas; el poeta tiene que hacerles frente en varias ocasiones, pues para él, si se ha nacido, es para morir.

El Amor: Pasión, Dolor y Consuelo

El amor es, sin duda, uno de los temas más destacados y, generalmente, la poesía de Miguel Hernández se denomina amorosa. Este tema adquiere diferentes connotaciones a lo largo de su obra:

  • El rayo que no cesa: Con esta primera publicación, el amor se observa como una herida interior, encarnada en el rayo y el cuchillo amenazante. Es decir, el amor aparece como una pasión atormentada por la insatisfacción. El poeta adquiere un lenguaje neogongorista, rico en metáforas. En conclusión, es una queja dolorida, y el amor se presenta como una pena que no cesa y causa frustración, una pena que nace de la frustración y contención del deseo erótico.
  • Última etapa: En la última etapa de la guerra, MH propone el amor como un sentimiento que convive con el odio (hacia el hombre) y el dolor por la muerte de su hijo. Sin embargo, el nacimiento de otro hijo le brinda consuelo y esperanza, superando el dolor inicial.

La Naturaleza: Del Homenaje al Compromiso

Miguel Hernández siempre estuvo en contacto con la naturaleza, por lo que es un tema presente en toda su producción:

  • Versos de adolescencia: Plasma la naturaleza con belleza como motivo central de sus poemas y utiliza símbolos como el toro o la palmera.
  • El rayo que no cesa: La naturaleza empieza a dejarse un poco de lado como tema central y se integra en la temática amorosa.
  • Viento del pueblo y El hombre acecha: La naturaleza se convierte en un motivo poético con compromiso social.
  • Cancionero y romancero de ausencias: La naturaleza vuelve a ser un paisaje, a menudo desolado, que acompaña la ausencia y el dolor.

Lenguaje Poético de Miguel Hernández: Símbolos y Figuras Retóricas

La poesía de Miguel Hernández está repleta de imágenes y símbolos de gran trascendencia, que varían según la etapa evolutiva del poeta. Además, emplea diversas figuras retóricas que enriquecen su estilo.

Símbolos Destacados

Podemos clasificar los símbolos hernandinos en varios bloques:

  • Símbolos amorosos y sexuales:
    • En Perito en Lunas, aparecen algunos que hacen referencia al sexo femenino, como el vientre o el nácar, y también al deseo sexual, como la serpiente o el fuego.
    • En El rayo que no cesa, el rayo representa el deseo amoroso con una metáfora que es un cuchillo que le atraviesa cada vez que le dicen que no. Además, el concepto de HERIDA (rayo, cuchillo, espada) son símbolos de un autor que tendrá un destino trágico, representado por el toro.
    • En Viento del pueblo, la amada es representada con el vientre.
    • En Cancionero y romancero de ausencias, su hijo aparece representado en alas y aves, que a su vez representan libertad.
  • Símbolos de vida y muerte:
    • Aparecen ya en sus primeros poemas, donde la vida se refleja en los elementos naturales y la muerte, en los atardeceres.
    • En El rayo que no cesa, el toro es símbolo de fuerza amenazada por la destrucción y, por lo tanto, la sangre representa la muerte, propiciada por elementos hirientes como el cuchillo, la espada, los cuernos o los puñales.
    • Estos términos, sin embargo, cobran su dimensión real en Viento del pueblo, donde la vida y la muerte son los héroes; y en El hombre acecha, donde la muerte se manifiesta en sus víctimas.
  • Símbolos de lucha social y guerra:
    • Sobre todo en Viento del pueblo, el viento es la voz del pueblo, que también se representa en el ruiseñor.
    • El buey es la sumisión de un pueblo cobarde frente a leones, águilas y toros, símbolos de orgullo y lucha.
    • Los oprimidos son, además, troncos y árboles, frutos de la misma tierra, la madre común.
    • En El hombre acecha, el poeta muestra a los hombres como fieras (tigres, lobos, con atributos como colmillos y garras), destinados a la muerte, que es un tren que no tiene final, mientras que la tierra-madre es el símbolo de España.
  • Símbolos de la naturaleza:
    • Son apreciables en todas las etapas de la obra de MH. Son frecuentes en sus poemas de la adolescencia, donde habla de cabras o lagartos para definir su mundo.
    • En Perito en Lunas aparecen también el gallo o la palmera, pero el símbolo más significativo es la higuera, símbolo masculino y varonil.
    • Entre los animales, destaca el toro, identificado con bravura, nobleza y destino trágico.
    • Los fenómenos atmosféricos como el viento, la lluvia o los truenos y la tierra-madre son componentes que aparecen, sobre todo, en su etapa de compromiso social. Aquí también aparece el campo como símbolo de la opresión de los campesinos.

Figuras Retóricas y Métrica

Además de los símbolos, otras figuras retóricas son características en toda la poesía de Miguel Hernández:

  • Comparación: Apreciable en versos como «como el toro he nacido para el luto».
  • Metáfora: Presente en toda su producción y en especial en la primera etapa, como vemos en «lagarto» para referirse a la chaquetilla del torero; o el contraste del poema «El amado de las damas».
  • Antítesis: Como en «Nadie los ha visto. A nadie, ciegas de ver, hemos visto».
  • Hipérboles e interrogaciones retóricas.

En cuanto a la métrica utilizada en sus poemas, destaca el uso del soneto y de la octava real, que vemos en poemas como «Te me mueres de casta y de sencilla» y «Toro».

Conclusión

El oriholano alcanza así la madurez poética con unas composiciones que beben de la sencillez de la lírica popular y abordan los temas más obsesionantes de su mundo lírico: amor, vida y muerte, sus «tres heridas».

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