16 Ago
Abordaje de Quemaduras
Tipos de Quemaduras
- Primer grado: Quemaduras que afectan a la capa más superficial de la piel, la epidermis. Una prolongada exposición al sol o una exposición instantánea a una fuente de calor suelen provocar una quemadura de primer grado. Los síntomas asociados a estas lesiones son: piel enrojecida (eritema), ampollas intradérmicas microscópicas, dolor intenso tipo ardor, inflamación moderada y alta sensibilidad en el lugar de la lesión.
- Segundo grado: Se puede diferenciar entre quemaduras superficiales y profundas de segundo grado.
- Quemaduras superficiales: Son lesiones que afectan tanto la epidermis como la dermis (segunda capa de la piel). Sus principales síntomas asociados son dolor intenso y presencia de ampollas o flictenas.
- Quemaduras profundas: Implican daños en la capa media de la piel y en las glándulas sudoríparas o productoras de grasa. Los síntomas asociados a estas lesiones son pérdida de la piel y carbonización.
- Tercer grado: Quemaduras que afectan a todas las capas de la piel, incluida la hipodermis, la más profunda de la piel y que también se conoce como capa subcutánea. Estas lesiones destruyen vasos sanguíneos y linfáticos, terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas y folículos pilosebáceos. Los síntomas asociados son la pérdida de las capas de la piel, aspecto acartonado negruzco o blanquecino de la lesión, edema o hinchazón, necrosis y sobreinfección. Hay ausencia de dolor porque las terminaciones nerviosas han sido destruidas.
Atención Inicial del Paciente Quemado
- Realizar una primera valoración siguiendo el esquema ABCD (vía aérea, respiración, circulación y estado neurológico).
- En caso de necesidad de reposición hídrica agresiva, coger dos vías venosas de grueso calibre.
- Administrar el analgésico indicado, preferentemente por vía intravenosa.
- Retirar todos los objetos y ropa próxima a la zona de quemadura, y aquella que esté impregnada del producto causante de la quemadura.
- Realizar monitorización de constantes vitales de forma continua o al menos cada 15 minutos.
- Si el edema está presente, elevar la zona afectada.
- Si el químico implicado está en una forma seca, cepillar la sustancia química de la piel.
- Irrigar la quemadura con solución salina al 0,9% fría (15 °C) durante unos 20-30 minutos. Detener la irrigación de forma inmediata si la temperatura corporal es igual o inferior a 35 °C.
- En quemaduras oculares, realizar irrigación continua, preferiblemente a través de una bolsa/botella de suero intravenoso de cloruro sódico al 0,9% conectada a un sistema de infusión.
- Valorar la colocación de sonda urinaria para mantener la permeabilidad uretral y/o controlar la diuresis.
- En quemaduras mayores, administrar profilaxis de úlcera por estrés según prescripción médica.
- Evaluar la necesidad de profilaxis antitetánica.
- Evaluar el tamaño y la profundidad de la quemadura.
Definición de Quemaduras y Métodos de Valoración
Las quemaduras son un tipo específico de lesión de los tejidos blandos del cuerpo, producidas por agentes químicos, térmicos, eléctricos o radiactivos.
La gravedad de una quemadura depende de la temperatura del agente causante y del tiempo de exposición. También influyen la extensión y la profundidad de la quemadura, la edad y el estado físico de la persona afectada. Además, la ubicación en el cuerpo también influye en la magnitud de las secuelas.
Regla de los 9 de Wallace
Es un método que se utiliza para calcular la extensión cutánea quemada en un paciente. Consiste en dividir la superficie del cuerpo en áreas equivalentes al 9% de la Superficie Corporal Total Quemada (SCTQ) o por múltiplos de 9.
Regla del 1 (Regla de la Palma de la Mano)
Es un instrumento de valoración rápida para calcular el porcentaje de SCTQ. Se toma como referencia la palma de la mano del paciente (dedos juntos y extendidos); la superficie que se puede cubrir de esta manera es el 1% de la SCTQ del paciente. Es útil para superficies pequeñas y como herramienta complementaria de la regla de Wallace.
Patología Renal
Exploración Física en Pacientes con Patología Renal
- Inspección
- Observación de las venas del cuello
- Evaluación de las venas de las manos
- Valoración de la turgencia de la piel
- Identificación de cambios cutáneos producidos por insuficiencia renal
- Valoración del edema periférico
- Auscultación (cardíaca y pulmonar)
- Medición de la presión sanguínea
- Identificación de la hipotensión ortostática
- Palpación para determinar la forma y tamaño del riñón
- Percusión
- Exploración abdominal
- Valoración del equilibrio hídrico
- Monitorización del peso
- Control de ingresos y egresos
- Identificación de desequilibrios electrolíticos
Insuficiencia Renal Aguda (IRA)
La insuficiencia renal aguda (IRA) se define como un deterioro brusco de la función renal que conduce a una retención de las sustancias de desecho nitrogenadas (urea y creatinina) y a un desequilibrio ácido-base, con o sin oliguria.
Clasificación de la IRA
Estas tres categorías principales son:
- IRA Prerrenal o Funcional: Ocurre por una disminución del flujo sanguíneo a los riñones (hipoperfusión), sin daño estructural. Es reversible si se trata rápidamente. La Tasa de Filtración Glomerular (TFG) disminuye, causando oliguria, pero las nefronas no están lesionadas.
- IRA Intrarrenal (Intrínseca, Parenquimatosa): Se debe a daño directo en los glomérulos, túbulos, intersticio o vasos renales, generalmente por infecciones, enfermedades como glomerulonefritis o daños causados por hipertensión o diabetes. Tiene tres fases clínicas: oligúrica, diurética y de recuperación.
- IRA Posrenal u Obstructiva: Provocada por obstrucción en el flujo urinario. Si se detecta y trata a tiempo, la función renal puede recuperarse por completo.
Definiciones Clave en Patología Renal
- Oliguria: Menos de 400 cm³ de orina en 24 horas.
- Anuria: Menos de 50 cm³ de orina en 24 horas.
Diálisis Peritoneal: Ventajas y Contraindicaciones
Ventajas en la Insuficiencia Renal Aguda
- Extracción lenta de solutos sin alteraciones hidroelectrolíticas.
- No es necesario acceso vascular.
- Muy útil en pacientes con riesgo de hemorragia (no requiere anticoagulación).
- Buena tolerancia hemodinámica.
Ventajas en la Insuficiencia Renal Crónica
- Buena opción como tratamiento temporal (espera de acceso vascular).
- Muy útil en pacientes crónicos en los que no es posible la hemodiálisis (mal acceso vascular, diabetes, cardiopatías).
Contraindicaciones
- Situaciones graves en las que es necesaria la eliminación rápida de toxinas.
- En postoperatorios de cirugía abdominal.
- Pacientes con patología intestinal.
Catéteres de Diálisis Peritoneal
Existen diferentes tipos de catéteres, cada uno posee características específicas, lo que permite decidir cuál es el más adecuado para cada paciente.
El catéter para situaciones agudas es semirrígido, con extremo cónico y un número elevado de orificios en el tercio final. Su implantación se realiza en la línea media, entre el ombligo y la sínfisis púbica, una zona poco vascularizada. Por su parte, el catéter de Tenckhoff es más flexible; su extremo es largo, con múltiples perforaciones y posee unos topes de dacron que impiden el paso de gérmenes.
Complicaciones en la Diálisis Peritoneal
Complicaciones Mecánicas
- Relacionadas con el catéter (perforación intestinal o de vejiga urinaria durante la colocación, oclusiones, obstrucción).
- Irritación peritoneal (temperatura excesiva de los líquidos de diálisis).
Complicaciones Infecciosas
- Infección del punto de punción.
- Peritonitis (muy frecuente).
- Vías de entrada de gérmenes (catéter, líquido de diálisis, ascensión desde el tubo de drenaje colector).
Complicaciones Metabólicas
- Hipo/hiperglucemia
- Hipo/hiperpotasemia
- Hipo/hipernatremia
- Alcalosis metabólica
- Hipo/hipervolemia
- Hipoproteinemia
Enfermedades Respiratorias
Enfisema Pulmonar
Un enfisema se define en términos anatomopatológicos por el agrandamiento permanente de los espacios aéreos distales a los bronquiolos respiratorios, con destrucción de la pared alveolar, con o sin fibrosis manifiesta. Es una enfermedad crónica que, junto con la bronquitis crónica, se engloba dentro de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). El nombre proviene del griego emphysema, que significa «soplar el aire» o «insuflar».
Cuidados de Enfermería en Enfisema
- Reconocer señales de alarma como cambios en el esputo (cantidad, color, consistencia), aumento de la disnea, fatiga, insomnio, necesidad de dormir incorporado y signos de retención de líquidos (ej., edema en los tobillos).
- Mantener la calma ante la dificultad respiratoria para evitar una crisis.
- Practicar técnicas respiratorias específicas, como:
- Respiración con labios fruncidos: Inhalar lentamente por la nariz, mantener el aire durante 3 segundos, fruncir los labios y exhalar lentamente durante 6 segundos.
- Respiración diafragmática o abdominal: Acostado cómodamente, con una mano en el pecho y otra en el abdomen, respirar usando el abdomen, controlando el movimiento de ambas manos para guiar la técnica.
Insuficiencia Respiratoria Aguda (IRA)
La insuficiencia respiratoria aguda (IRA) es una situación clínica en la que el aparato respiratorio fracasa en el mantenimiento de un intercambio gaseoso adecuado.
La IRA puede clasificarse en insuficiencia respiratoria hipoxémica normocápnica (tipo I) o insuficiencia respiratoria hipoxémica hipercápnica (tipo II), dependiendo de la gasometría arterial del paciente.
Cuidados de Enfermería en la IRA
Los cuidados de enfermería en la IRA se centran en optimizar la oxigenación y la ventilación, y se basan en las siguientes intervenciones:
- Colocación del paciente: En enfermedad pulmonar unilateral, el pulmón sano debe quedar hacia abajo. En afecciones pulmonares difusas, se recomienda el decúbito prono y cambios frecuentes de posición (cada 2 horas).
- Prevención de desaturaciones: Hiperoxigenar e hiperventilar antes de procedimientos como la aspiración. Permitir descansos entre procedimientos para evitar el agotamiento respiratorio.
- Eliminación de secreciones: Mantener una buena hidratación. Usar oxígeno humidificado. Prevenir la hipoventilación. Realizar aspiración de secreciones y fisioterapia respiratoria (percusión, vibración, drenaje postural).
- Apoyo nutricional: Fundamental para fortalecer la musculatura respiratoria, mejorar el estado general y estimular el sistema inmunológico.
- Educación al paciente y la familia: Explicar qué es la IRA, su tratamiento y prevención. Enseñar a identificar signos de alarma, técnicas de ahorro de energía y la importancia de seguir el tratamiento médico. Prepararlos para el alta hospitalaria.
Neumonía
Varias situaciones predisponen al paciente a sufrir neumonía, como la inhibición del reflejo del vómito y de la tos, una actividad ciliar disminuida, el incremento de secreciones, la disminución del flujo linfático, la atelectasia, la presencia de líquido en los alvéolos, y una fagocitosis y actividad humoral anormales. Las neumonías se clasifican en infecciones adquiridas en la comunidad o en el hospital (nosocomiales). La neumonía adquirida en la comunidad más frecuente es la causada por el neumococo.
Cuidados de Enfermería para la Neumonía
Los cuidados de enfermería en pacientes con neumonía se enfocan en tres áreas principales:
- Optimización de la oxigenación y ventilación: Controlar la postura del paciente. Prevenir la desaturación durante procedimientos. Favorecer la eliminación de secreciones respiratorias. Administrar correctamente la medicación prescrita.
- Prevención de la diseminación de la infección: Aplicar medidas para eliminar patógenos del entorno (uso de material desechable y desinfección del equipo respiratorio). Utilizar técnicas asépticas con equipos invasivos como catéteres y aspiradores. Promover el lavado de manos como la medida más efectiva y accesible para prevenir contagios.
- Educación del paciente y su familia: Informar sobre la enfermedad, su tratamiento y prevención. Enseñar técnicas respiratorias, ahorro de energía y la importancia de cumplir con la medicación. Preparar al paciente para el alta y el cuidado en el hogar.
Cáncer de Pulmón
El cáncer de pulmón es un conjunto de enfermedades resultantes del crecimiento maligno de células del tracto respiratorio, en particular del tejido pulmonar, y es uno de los tipos de cáncer más frecuentes a nivel mundial. El cáncer de pulmón suele originarse a partir de células epiteliales y puede derivar en metástasis e infiltración a otros tejidos del cuerpo.
Cuidados de Enfermería en Pacientes con Cáncer de Pulmón (Radioterapia y Cirugía)
Los cuidados de enfermería en pacientes con cáncer de pulmón abarcan diversas áreas clave:
- Limpieza de la vía aérea: La radioterapia espesa las secreciones, dificultando su eliminación. Se recomienda mantener una buena hidratación, enseñar la técnica de tos en cascada y utilizar fisioterapia respiratoria (drenaje postural, percusión, vibración) si el paciente lo tolera.
- Disnea: Se maneja con técnicas similares a las del EPOC: posturas adecuadas, respiración con labios fruncidos, control ambiental y relajación. En fases avanzadas, puede requerirse tratamiento tumoral (radioterapia o quimioterapia) para aliviar la dificultad respiratoria.
- Dolor: Afecta la respiración y la calidad de vida. Se trata con medicamentos, cambios de posición y, si es necesario, terapias para reducir el tumor. El uso excesivo de narcóticos puede deprimir la respiración; suspenderlos mejora el patrón respiratorio, pero puede aumentar el sufrimiento.
- Cuidados preoperatorios: Enfocados en mejorar el intercambio gaseoso y eliminar secreciones antes de la cirugía mediante: tos y respiración profunda regulares, drenaje postural, broncodilatadores y antibióticos si hay infección. Es crucial educar sobre la importancia de estas técnicas para el postoperatorio.
- Cuidados postoperatorios: Incluyen vigilancia de tubos torácicos, control del dolor y prevención de complicaciones.
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