25 May

El Arte Postpaleolítico: Del Neolítico a las Edades de los Metales

Las manifestaciones que se han definido como arte esquemático engloban pinturas y grabados sobre diferentes soportes, con una temática compleja y una diversidad tipológica muy amplia y variada que se mueve entre el naturalismo y la abstracción. Para clasificar estilísticamente las figuras, se han establecido cuatro categorías principales:

  • Naturalismo
  • Seminaturalismo
  • Semiesquematismo
  • Esquematismo

Tipologías de Figuras en el Arte Esquemático

Antropomorfos

De tendencia naturalista, se presentan con diversas morfologías: de brazos y piernas en arco, de tipo golondrina, de tipo ancoriforme, de brazos y piernas en ángulo, de tipo doble Y, de brazos y piernas en cruz, de tipo cruciforme, de tipo T, de tipo doble T, de tipo mixto, de brazos en asa, de tipo phi, entre otros. Los antropomorfos pueden mostrar aspectos adicionales como la diferenciación de género (masculinos o femeninos), con partes anatómicas resaltadas (ojos, manos, piernas en zigzag) o sin ellas. También se representan con vestidos o ropajes, adornos, armas o herramientas. Pueden agruparse formando parejas o en escenas de danza, lucha, caza, trabajos agrícolas, ritos funerarios, etc.

Zoomorfos

También clasificados por el grado de naturalismo-esquematismo, así como por las especies representadas:

  • Cuadrúpedos
  • Aves
  • Peces
  • Serpientes
  • Otros

Ídolos

Se identifican diversas tipologías:

  • Oculados
  • Bitriangulares
  • Halteriformes
  • Placas o estelas

Formas de Utensilios

Representaciones de:

  • Armas (hachas, espadas, puñales, arcos, etc.)
  • Herramientas

Motivos Geométricos

Incluyen:

  • Tectiformes
  • Puntos y líneas
  • Ángulos
  • Zigzagueantes
  • Serpentiformes

Manos y Otros Motivos

Representaciones de manos y otras formas indeterminadas.

Técnicas de Ejecución y Características

Pintura

La pintura se realizaba con trazos simples o mediante la técnica de tinta plana (superficie uniforme de color). En ocasiones, las líneas se reforzaban mediante punteado o digitación.

En cuanto a los colores, predominan las tonalidades rojizas, abarcando desde el anaranjado amarillento hasta gamas rojas muy oscuras y castaño carmín. El blanco y el negro son escasos. Se empleaban pigmentos minerales, principalmente óxido de hierro, quizás aplicados con un aglutinante.

Grabado

El grabado se ejecuta mediante técnicas muy variadas, incluyendo grabados lineales superficiales y otros más profundos, en ‘V’ o en ‘U’, raspado, piqueteado o abrasión. El tamaño de las representaciones varía desde menos de un centímetro hasta ochenta o noventa centímetros, aunque la mayoría de las figuras oscilan entre 20 y 30 centímetros, siendo de un tamaño relativamente pequeño.

Distribución Geográfica y Estilos Regionales

La Facies Levantina: El Arte Macroesquemático

Esta región presenta una gran producción de pintura esquemática, con temas que incluyen antropomorfos, zoomorfos, ídolos, esteliformes, puntos, barras, aspas, ángulos, zigzags, serpentiformes, ramiformes, tectiformes, pectiniformes y circuliformes. Todos estos elementos se caracterizan por un alto grado de estilización.

Alicante cuenta con manifestaciones rupestres de gran tamaño, conocidas como arte macroesquemático. Este estilo, por sus características intrínsecas, presenta una unidad temática y estilística, así como una limitada distribución territorial. Las figuras antropomorfas son de gran tamaño, realizadas con trazos densos, de apariencia espesa y pastosa, siempre de color rojo oscuro. Se encuentran en abrigos poco profundos, donde escasos motivos ocupan toda la superficie. Un ejemplo destacado de este estilo son los antropomorfos de Plà de Petrarcos. La decoración de la cerámica cardial, asimilada a este arte, puede verse en la vasija de la Cova de l’Or.

Sierra Morena

En Sierra Morena se encuentra el arte esquemático típico, caracterizado por un alto grado de esquematización o abstracción desde una perspectiva formal. Las pinturas suelen localizarse en escarpes de naturaleza cuarcítica y pizarrosa, en una abrupta topografía donde son frecuentes las grietas, abrigos y oquedades.

Sudeste Peninsular

En esta zona se encuentran figuras seminaturalistas, especialmente en Sierra Morena oriental (cápridos y cérvidos). La historiografía tradicional ha interpretado esta región como un punto clave en el proceso de esquematización, que conduciría del arte naturalista-estilizado o estilizado-esquemático (levantino) al esquemático que se extendería, a partir de aquí, al resto de la península.

Dentro de este contexto de posible transición, destaca la Cueva de los Letreros (Almería). La figura del hechicero de los Letreros ha sido ampliamente documentada y estudiada en la bibliografía especializada.

Suroeste Peninsular

Las sierras subbéticas (Jaén, Granada y Córdoba) presentan abundantes cavidades con pinturas rupestres esquemáticas, con estaciones destacadas como la Cueva de la Graja (Jaén).

En Granada, Córdoba y Málaga, se hallan figuras esquemáticas pintadas en negro en cavidades subterráneas, formaciones características del modelado kárstico de esta zona. También se encuentran algunas en rojo u ocre, aunque menos significativas. En este grupo, sobresalen la Cueva de los Murciélagos (Córdoba) y la de la Pileta (Málaga), que comparten espacio con pinturas paleolíticas.

El repertorio iconográfico de esta área se configura por cuadrúpedos (mayoritariamente cápridos), pectiniformes y ramiformes, combinaciones de trazos y elementos, antropomorfos, ídolos, soliformes, serpentiformes, ángulos y zigzags, formas indeterminadas, manchas y restos. Es probable que gran parte de estas representaciones se realizara a partir de carbón aplicado directamente.

Campo de Gibraltar y Golfo de Cádiz

El repertorio del litoral sudoriental se extiende hacia el Campo de Gibraltar y el golfo de Cádiz, donde este arte, ya plenamente esquemático, reemplaza al arte con rasgos aún naturalistas estudiado previamente en la Cueva de El Tajo de las Figuras.

En esta zona se introducen los temas característicos del arte esquemático, destacando como específicos los ídolos oculados, a menudo con ojos soliformes. En el golfo de Cádiz se encuentra por primera vez un tema excepcional en la Península Ibérica: varias representaciones de embarcaciones (unidad didáctica, p. 298).

Extremadura

Extremadura ofrece varios núcleos con arte rupestre esquemático, destacando Monfragüe y Las Villuercas. En el valle del Zújar, sobresalen Peñalsordo, Cabeza del Buey y Helechal.

El repertorio iconográfico incluye puntos y barras, antropomorfos, idoliformes, ramiformes, pectiniformes, serpentiformes, soliformes o esteliformes, petroglifoides y estructuras escaleriformes. Un rasgo distintivo que diferencia estas manifestaciones dentro de la Península son las representaciones de carros y trineos, pintadas con profusión en los abrigos de Los Buitres. Estas características se prolongan hasta las estelas grabadas, lo que sugiere una perduración de la tradición pictórica hasta el Bronce Final.

La Meseta Castellano-Leonesa y el Norte Peninsular

En la Meseta, la investigación ha recuperado restos escasos y aislados, salvo en zonas concretas como Las Batuecas en Salamanca, el Barranco del Duratón en Segovia y Monte Valonsadero (Soria).

En Las Batuecas, se encuentran abundantes canchales pintados (como el Canchal de las Cabras Pintadas) con zoomorfos de tendencia naturalista y antropomorfos con espectaculares tocados. En estas representaciones se combina el rojo con el blanco. La Comunidad de Madrid, en los últimos años, ha aportado algunas estaciones con representaciones pictóricas en abrigos o pequeñas covachas.

En el norte de la Península, los yacimientos son más numerosos, aunque su investigación ha quedado ensombrecida por la importancia del arte paleolítico local. Destaca el ya estudiado ídolo antropomorfo de Peña Tú (Vidiago-Llanes-Asturias), asociado a un arma (puñal) que lo aproximaría a la Edad del Bronce Antiguo. Este ídolo comparte espacio con pinturas esquemáticas quizás anteriores, entre las que sobresalen un grupo de antropomorfos y numerosas puntuaciones en rojo.

En Portugal, destacan algunas estaciones en el valle del Duero, además de los recientes hallazgos en el valle del Côa.

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