20 May

1. De los inicios a la primavera de 1937 (18 de julio de 1936 a marzo de 1937)

La guerra de columnas (18 de julio de 1936 al 7 de noviembre de 1936)

Podría hablarse primero de una fase de guerra de columnas, la cual se desarrolló del 18 de julio de 1936 al 7 de noviembre de 1936. Es el momento en que las milicias reclutadas entre las organizaciones políticas de izquierdas y sindicales, sobre la base de las milicias, daban los primeros pasos para la creación de un ejército popular. En los primeros meses, la guerra es desfavorable para la República.

El objetivo de los militares sublevados era la conquista de Madrid. Las primeras operaciones las dirigió Emilio Mola, formándose tres columnas que partieron de Valladolid, Burgos y Pamplona. Al fracasar Mola, el protagonismo recayó en el Ejército de África al mando de Franco. Se estableció un puente aéreo para transportar el ejército de Marruecos a la península, iniciado el 5 de agosto. Siguiendo el plan, columnas mandadas por Yagüe avanzaron hacia el norte. El 11 de agosto ocuparon Mérida, el 14 Badajoz. El 3 de septiembre ocuparon Talavera, pero entonces Franco decidió desviar el avance y acudió en socorro de los sitiados en el Alcázar de Toledo. El 1 de octubre, Franco se convirtió en jefe del Gobierno del Estado español y Generalísimo de los Ejércitos. Paralelamente, en otros frentes, desde Navarra se efectuó el ataque a Guipúzcoa, donde cayó Irún el 5 de septiembre y San Sebastián el día 13.

La batalla de Madrid (7 de noviembre de 1936 a marzo de 1937)

La batalla de Madrid (del 7 de noviembre de 1936 a marzo de 1937) fue un conjunto de acciones durante cinco meses de combate. La ayuda extranjera jugaba ya su papel, y la República mostró una capacidad de resistencia insospechada poco antes. El Gobierno de la República marchó hacia Valencia, creándose la Junta de Defensa de Madrid, presidida por el General Miaja. La batalla comenzó el 7 de noviembre, al día siguiente de la partida del Gobierno. La primera batalla tuvo lugar cuando los atacantes lograron cruzar el Manzanares y ocuparon parte de la Ciudad Universitaria; ahí fueron detenidos. Franco usó maniobras envolventes para el aislamiento de la capital: por el Jarama, para cortar la carretera de Valencia, a partir del 6 de febrero. Valencia fue la capital de España desde noviembre de 1936 hasta octubre de 1937. Fracasado este objetivo, se desmontó la operación desde la zona de Guadalajara, desde donde partió la ofensiva el 8 de marzo con un fulminante avance del Cuerpo Expedicionario Italiano. El 8 de febrero se había perdido Málaga.

2. Etapa central y decisiva

Tras la batalla de Guadalajara, el objetivo estratégico de Franco cambió por completo. El objetivo ahora era conquistar el norte, lo que supuso la caída de la franja cantábrica y el primer gran revés republicano, con la conquista por Franco de gran parte del norte. Al mando del General Mola, a final de marzo empezó el ataque a Vizcaya con un ejército en el que jugaron un gran papel los requetés carlistas, la artillería, la aviación alemana y las tropas italianas. El 26 de abril sucedió el célebre hecho de la destrucción de Gernika. El 19 de junio fue tomada Bilbao. Santander fue ocupada en agosto, y Asturias también. En este sentido, se llevaron a cabo operaciones sobre Brunete, al oeste de Madrid, en julio de 1937, y en Aragón, en agosto, donde los republicanos desencadenaron un fuerte ataque a la altura de Belchite. Perdido el norte para la República, la guerra se reanudó en diciembre de 1937.

En la primera mitad de 1938, Franco preparó una nueva ofensiva sobre Madrid. La operación no se llevó a cabo ante el ataque republicano sobre Teruel, iniciado en diciembre de 1937. La batalla de Teruel comenzó el 15 de diciembre con iniciales éxitos republicanos que tomaron la ciudad el 7 de enero de 1938. Tras esa toma, el plan de Franco consistió en penetrar por el valle del Ebro con el objetivo de alcanzar las costas del Mediterráneo y dividir en dos el territorio republicano. Así, el 3 de abril se conquistó Lérida y el 14 de abril se llegó al Mediterráneo por Vinaròs. El territorio republicano quedó de nuevo partido, dejando a Cataluña aislada. El 14 de junio fue ocupada Castellón. De ahí se siguió hacia Valencia, pero la República respondió con una gran ofensiva. La batalla del Ebro, desarrollada entre julio y noviembre de 1938, comenzó el 25 de julio con el paso del río Ebro por Mequinenza. Las batallas más duras se produjeron en septiembre, y la definitiva contraofensiva franquista comenzó el 28 de octubre, el mismo día en que las Brigadas Internacionales se despedían de España en Barcelona. El día 15 de noviembre, las últimas fuerzas republicanas repasaron el Ebro.

3. La última etapa

El 23 de diciembre de 1938, Franco inició su ofensiva final en Cataluña. Ya ocupada Lérida, Tarragona cayó el 15 de enero y Barcelona el 26. Así, febrero fue un mes dramático, por la sorda lucha entre los partidarios de continuar la guerra a todo trance. Ahora bien, Franco ya había promulgado la Ley de Responsabilidades Políticas a comienzos de febrero de 1939, lo que no daba pie a la esperanza precisamente. En la región centro, el coronel Casado, jefe del Ejército del Centro, creó el 5 de marzo un Consejo de Defensa contra el Gobierno de Negrín, al que acusaban de estar al servicio de los comunistas, siendo estos perseguidos en Madrid. Negrín y su Gobierno abandonaron España el 6 de marzo. Estos hombres cometieron la ingenuidad de pensar que Franco podía pactar con ellos. Al no suceder así, las tropas de Franco entraron en Madrid el 28 de marzo. El 1 de abril de 1939, Franco comunicó a todo el país la finalización de la guerra.

Evolución política

La sublevación había provocado la dimisión del Gobierno. El fracaso de este en sus gestiones con el mismo Mola para paralizar el movimiento insurgente le llevó a dimitir. El 19 de julio, Azaña encargó a José Giral la formación de un nuevo Gobierno.

Gobierno de Largo Caballero

El Gobierno de Largo Caballero se formó en 1936 con socialistas, comunistas y anarquistas. Había tensiones entre comunistas (que priorizaban ganar la guerra) y anarquistas (que querían la revolución social). En mayo de 1937 hubo enfrentamientos entre estos grupos en Barcelona. La crisis provocó la caída de Largo Caballero y la llegada de Juan Negrín al Gobierno.

El Gobierno de Juan Negrín

Apoyado por comunistas, trasladó el Gobierno de Valencia a Barcelona en 1937. Propuso los Trece Puntos con una oferta de paz, pero Franco los rechazó porque no quería negociar. El coronel Casado se sublevó en 1939 contra Negrín, con la esperanza de negociar el fin de la guerra.

Evolución política de la España Sublevada

En el bando sublevado, tras la muerte de Sanjurjo, los militares entendieron que necesitaban un mando único. Franco fue elegido jefe del Gobierno y Generalísimo en 1936. En 1937, con el Decreto de Unificación, Franco se convirtió en jefe nacional del partido único, uniendo a falangistas y carlistas bajo su mando.

Consecuencias de la Guerra Civil

Hubo una gran pérdida de población, estancamiento económico y fin de la democracia, con represión y exilio. Más de 400.000 personas huyeron a Francia, y unas 300.000 a América. Hubo también unos 250.000 presos y 140.000 víctimas de depuración. Se paralizó el avance cultural y educativo; la guerra truncó la experiencia modernizadora y democrática de la Segunda República. España entró en una dictadura que duró décadas y cuyas consecuencias se arrastraron hasta la democracia actual.

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