16 Jul

La Academia y el Arte bajo Luis XIV

La academia de arte, fundada por Luis XIV, dominaba toda la vida artística de París durante un período de tiranía e intransigencia política. En esta institución se formaba a los artistas, quienes luego eran enviados a Roma para su perfeccionamiento. Eran los pintores del rey y, en las únicas exposiciones anuales, el artista se contactaba con un público restringido. Dicho arte no era accesible a las clases populares.

La Revolución y la Figura de Jacques-Louis David

Surgió así en el arte de Francia una figura enorme, dura, fría e iconoclasta: la Revolución. El artista Jacques-Louis David se propuso erradicar el arte frívolo y se transformó en el pintor de la Revolución Francesa. Adoptó una posición política, pronunció sentencias de muerte al rey y reclamó la supresión de la academia. De este modo, la Academia fue reemplazada por el imperio de los ‘davinianos’. La mitología fue reemplazada por la historia grecorromana. Desaparecieron gradualmente los estilos nacionales y se los reemplazó por una “estética colectiva internacional”.

El Régimen Democrático y la Popularización de las Artes

El primer paso fue la creación del primer Museo Central de París: el Louvre, en el año 1791. Se producía así la difusión de la cultura y la democratización del arte. Se buscaba educar al pueblo, mejorarlo y enriquecerlo con belleza.

El segundo paso se vinculó con las exposiciones de arte, concebidas con un espíritu más liberal.

La Época del Directorio y las Exposiciones Individuales

David introdujo la innovación de realizar una exposición individual en una sala del Louvre, en la que mostraba su más reciente producción: la obra El Rapto de las Sabinas. De este modo, se inaugura la era de las exposiciones individuales, creadas al margen de las organizaciones oficiales, de las galerías de exposiciones particulares y de la nueva industria del merchandising, que reemplazó el antiguo lugar del mecenas.

Como resultado de la Revolución Francesa, aparecieron tres nuevas formas de comunicación del artista con el gran público:

  • El museo sería propiedad colectiva.
  • El salón oficial se abría a las vastas multitudes.
  • Las exposiciones particulares ampliaban la circulación de arte.

Internacionalización de las Tendencias Artísticas

A principios del siglo XIX, Francia ocupaba un papel principal en la producción artística, heredado del período anterior. Roma, antes centro del arte, se encontraba en decadencia.

París, el nuevo centro del arte, reunía la mayor cantidad de producciones artísticas sustraídas a distintas culturas. Durante el Imperio Napoleónico, surge un arte único para todo Occidente. La capital francesa se transformó en la nueva meca del arte, y a ella acudirían de todas partes para estudiar. Francia, al no poder conquistar ciertos países, absorbió lo mejor del arte de Goya, lo que luego repercutiría en el arte apasionado de los pintores románticos.

El arte del siglo XIX resume las siguientes tendencias y artistas:

  • Neoclasicismo: David
  • Romanticismo: Delacroix
  • Realismo: Courbet
  • Impresionismo: Monet
  • Neoimpresionismo: Seurat

La Revolución Francesa proclamó los derechos del individuo y su libertad de pensamiento y de expresión; los artistas fueron los primeros en hacer uso de ello. Después del siglo XIX, el público desconocido se agrupaba en torno al artista; la clientela buscaba a su creador preferido, ya no sería el artista quien buscaba a su clientela.

Ampliación de Temas y Desarrollo de la Técnica

El tema está sujeto a la elección del artista, lo que enriqueció el arte. A cada temperamento original le correspondía un lenguaje propio de formas y colores. El artista, en su taller, libre de presiones externas, dio forma a su visión individual. Surgieron obras independientes de estilos diferenciados. Los temas se ampliaron a la representación de paisajes, trabajadores, puertos, selvas, calles urbanas, etc. Toda la sociedad representó los rostros desiguales que caracterizaron a la fecunda sociedad contemporánea con sus nuevas conquistas: la liberación del individuo, la supresión de privilegios, la nivelación de clases y una mejor forma de gobierno.

La Pintura Neoclásica y la Génesis del Romanticismo

La acción contra el arte rococó de corte determinado, el nacimiento de un clasicismo “académico” y “arqueológico” hacia mediados del siglo XVIII, inicia el camino a lo neoclásico. El puro clasicismo pictórico, inspirado en la vuelta a los modelos de la Antigüedad grecorromana, se logró solo tras un largo período de experiencias y depuración de elementos barrocos.

El primer artista que buscó sus modelos en la antigüedad fue Joseph-Marie Vien, becado por la Academia de Francia en Roma. A su regreso a París, se orientó hacia un estilo inspirado en la antigüedad griega (1750). Este artista se transformó en el maestro de Jacques-Louis David, quien se formaba en la Academia. David viajó a Roma con su beca de estudios (1775), acompañado por su maestro Vien. En Roma, se interesó por la Antigüedad Clásica.

El movimiento neoclásico que David encabezó constituyó una reacción contra las aspiraciones estéticas del antiguo régimen, que coincidió con la revolución política que puso fin al absolutismo. La fuerza renovadora del arte surgió cuando se tomó como modelo a la Antigüedad Clásica, y David fue ese agente de renovación.

Su estilo «Noble»: en los aspectos formales se inspiraba en la escultura clásica, y en los aspectos de fondo (tema) se interesaba por la historia de Grecia y Roma, sus héroes civiles y militares de las antiguas repúblicas. La pintura constituía el reflejo plástico de las ideas políticas y sociales de los reformistas de la época.

David, simpatizante por estas fechas de las ideas revolucionarias, marcha nuevamente a Roma en 1784 para llevar a cabo el encargo real de pintar un gran cuadro de la historia antigua. Allí concebirá su cuadro El Juramento de los Horacios, auténtico manifiesto del neoclasicismo. Después de Los Horacios, se sucedió toda una serie de cuadros alusivos a los hechos determinados por los momentos revolucionarios. David se convirtió en el historiador de su época. A otra vertiente de la pintura de David (1788) corresponde el cuadro denominado El Rapto de las Sabinas que, dentro del estilo neoclásico, expresa la delicadeza, el amor y la sensualidad.

El arte neoclásico de David se concibió como un arte de propaganda destinado a proclamar las virtudes heroicas de los ilustres varones latinos y helénicos y a poner en descubierto las lacras de la sociedad francesa en un régimen que se disolvía. David influyó, además, en la moda parisina de la época: se abandonaron los pelucones empolvados y se reemplazaron por el pelo corto a la romana; las mujeres imitaron vestidos y peinados; desapareció el corsé, los vestidos anchos y los zapatos altos, y se incorporó el uso de sandalia y coturno.

La actuación revolucionaria de David y su encendido bonapartismo, tras la abdicación de Napoleón al poder y la restitución de la monarquía de los Borbones, en el período denominado Restauración, David, a sus 67 años, fue desterrado de Francia. Vivió 8 años en Bruselas y allí murió.

Estaba convencido de que su arte contenía la verdad estética eterna y extrajo del mundo antiguo actitudes, trajes, figuras, grupos de personajes idealizados con los cuales armaba sabiamente sus composiciones. Al inspirarse en la escuela del mundo antiguo, eludió el color que le atribuía un carácter de sensualidad. Cultivó el dibujo, la línea y realizó una pintura cerebral y rígida. Realizó dos aportes importantes que había perdido el Rococó: un fondo trascendental y una plasticidad pura con la inspiración vigorosa de la historia, una perfección formal y una estructura no caprichosa como la usada en la pintura Rococó.

Junto con el Neoclasicismo, comenzó a gestarse el movimiento romántico en Francia, y fue en el mismo taller de David donde se formó. Las búsquedas plásticas se asociaron directamente a la vivencia de los artistas ante un contexto convulsionado de revolución, confrontación, enfrentamientos y tragedia.

Tanto en el Neoclasicismo como en la génesis del Romanticismo, los artistas buscaban evadirse de la realidad en sus representaciones, buscando sus fuentes de inspiración en el pasado: un pasado con ideal de la forma perfecta, denominado clásico (Grecia y Roma), en el caso del Neoclasicismo, y un pasado entre clásico y «arcaico» que indaga en las obras del Renacimiento. En este período en el que surgió la génesis del romanticismo, comenzaron a aparecer la mayoría de las búsquedas románticas que, con diferentes intereses artísticos, se manifestaron en las obras de Gros e Ingres. Los dos artistas nombrados, luego de sus búsquedas alternativas al estilo dominante en la época, retornaron a la senda del clasicismo en sus distintas variantes y fuentes de inspiración.

El Romanticismo

Se dio en Inglaterra, donde «romant» se extendió con el significado de emocionante, amoroso. Fue Schlegel el que acuñó, en Alemania, el sustantivo «romanticismo», que sirvió para denominar el movimiento artístico y literario que se impuso en los distintos países europeos a comienzos del siglo XIX.

El Romanticismo hay que verlo como un movimiento con posiciones distintas y contradictorias: religiosidad-ateísmo, cosmopolitismo-nacionalismo o regionalismo, etc.

Transformaciones Históricas del Siglo XIX

  • Economía: Con la Revolución Industrial (iniciada en el siglo XVIII) surgen las grandes industrias, crece el proletariado y se consolida el capitalismo industrial.
  • Sociedad: Se sustituye la vieja sociedad estamental por una sociedad de clases. La posición que el hombre ocupa en la sociedad ya no depende de su nacimiento o tradición, sino de su situación económica o riqueza. A mayor poder económico, mayor poder político. La nobleza es desplazada por la burguesía, que se convierte en la clase dominante.
  • Política: Manifiesta el reflejo de las tensiones sociales. Napoleón pretende consolidar las adquisiciones francesas durante la revolución. Surgen los movimientos revolucionarios por toda Europa a partir de la Revolución Francesa. Se destaca el desarrollo de los nacionalismos. En ello también tuvieron que ver las ocupaciones napoleónicas, que llevaron a los pueblos a desarrollar un sentimiento nacional.

El Romanticismo: Crisis Ideológica y Estética

Es un amplio movimiento que abarcó todos los sectores de la cultura y de la vida europea. Su desarrollo no se limita al ámbito de las artes plásticas; incluye a la literatura, la filosofía, la música, etc.

  • Crisis Política: El surgimiento del Romanticismo se vincula con una profunda crisis en los aspectos sociales y políticos. Protesta contra el poder alcanzado por la burguesía. Los románticos manifiestan una profunda insatisfacción en relación a los valores capitalistas impuestos por la burguesía. Muestran disconformidad con los graves problemas políticos, sociales e ideológicos que se viven en las primeras décadas del siglo XIX. El romántico se encuentra perdido y angustiado en una sociedad que no lo satisface.
  • Crisis Ideológica: Aparece por una crisis del Racionalismo del siglo anterior. Reaccionan contra el imperio de la razón porque creen que el poder creador lo tiene el espíritu, no la razón. Reclaman el derecho a la imaginación, al sentimiento, a la pasión.
  • Crisis Estética: El creador romántico rechaza las reglas que se impusieron en el racionalismo de la Ilustración. Piensan que nada puede limitar, contener o reprimir el espíritu. No buscan el orden y el equilibrio; más bien se interesan por la fuerza sentimental y la intensidad expresiva, dando entrada a lo irracional y misterioso. Por encima de todo está el “yo” del creador y su libertad de creación.

Corrientes de Pensamiento en el Siglo XIX Europeo

  • Idealismo: Corriente filosófica típicamente romántica, en contraposición con el racionalismo del siglo XVIII. Todo se centra en el espíritu, que es la fuerza creadora. Se produce la exaltación del «yo», donde el hombre lucha con sus limitaciones, persiguiendo siempre el ansia de infinito y la lucha por su liberación.
  • Positivismo y Materialismo: Solo reconocen la existencia de lo observable científicamente. Es contrario al Idealismo, puesto que niegan la presencia del Espíritu y prefieren un estrecho contacto con el desarrollo de las ciencias.

Temas Románticos

  • El sentimiento desgraciado: Rasgo central del romántico. Siente angustia ante lo incompleto de la vida y la angustia humana. Para ellos, la vida manifiesta un problema: es fugaz e inconsistente. La representación de las ruinas es símbolo de caducidad. Los románticos poseen una obsesión por la muerte, ya que la consideran una solución a su angustia vital. Si el artista es religioso, encontrará en la mística un consuelo. Si es austero, la angustia vital será desesperante.
  • El desacuerdo con el mundo: Eterno descontento de ideales (libertad, felicidad). El mundo no le ofrece los ideales que busca. Este desengaño se manifiesta en forma de rebeldía. Algunos artistas luchan contra la política y la sociedad de su tiempo, mientras que otros se evaden en el tiempo (evocaciones de la Edad Media y retornos al pasado) o en el espacio (gusto por lejanas y exóticas tierras). Una forma extrema de evasión es el suicidio, pero también habrá gusto por lo ascético como forma de evasión de un artista creyente.
  • La exaltación del yo: El artista se siente un genio, es decir, un ser superior al mundo que le rodea. Por ello prefiere aislarse. Busca la soledad antes que perder su yo en la sociedad del momento. Individualismo y subjetivismo excesivos. La intimidad y la soledad son características muy significativas del romántico, que desborda en sentimientos y pasiones.
  • La libertad: Se rechazan las barreras sociales, políticas y artísticas. El artista está por encima de las normas de comportamiento. Se rechazan las reglas impuestas por los neoclásicos. La libertad lo lleva también a angustiarse por el destino.
  • La naturaleza: Adquiere un rol fundamental, ya que la representación del paisaje manifiesta el estado de ánimo del creador: naturaleza melancólica, tétrica, turbulenta. Angustia y obsesión por la muerte, y gusto por la noche y los paisajes sepulcrales. Gusto por la soledad y los paisajes recónditos.
  • La Historia: El interés por la historia y el desarrollo del nacionalismo serán grandes preocupaciones y temas de los artistas románticos. A través de la historia buscan una nueva forma de evasión, viajando con su imaginación hacia el pasado. Buscan en la historia lo que en el momento presente no tienen. Encuentran en el pasado las peculiaridades nacionales a través de las cuales defienden el nacionalismo que desean. Aparece el gusto por lo popular, las tradiciones, las costumbres y por todos aquellos rasgos culturales que puedan apoyar su nacionalismo.

Categorías de lo Pintoresco y lo Sublime en el Romanticismo

  • Pintoresco: Es un término que surge en Inglaterra a raíz del conocimiento empírico (por la experiencia) de la naturaleza. Aparece en el siglo XVIII y se vincula íntimamente con el Romanticismo. Proviene del vocablo italiano «pittoresco» que significa similar a la pintura, a la manera del pintor. Se busca expresar una particularidad de los objetos, paisajes o de cualquier otro elemento del mundo de los sentidos que, por sus características, cualidades, belleza o singularidad, es digno de ser pintado. Lo pintoresco es aquel estímulo visual que aporta una sensación tan particular que sentimos debe ser trasladado a un cuadro.
  • Sublime: Implica el «gusto por lo que desasosiega». Sentimiento que se produce cuando el hombre se encuentra frente a la naturaleza y observa que se producen una serie de sucesos imposibles de controlar por su mano (tormentas, erupciones, etc.). Estos fenómenos, contemplados con una distancia de seguridad, causan un sentimiento estético. Se trata de una categoría estética que consiste en la experimentación de un sentimiento de belleza extrema capaz de llevar al espectador a un éxtasis más allá de su racionalidad e incluso de provocar dolor o desconcierto por ser imposible de asimilar.

La Pintura Romántica

El primer período del romanticismo (1770-1820) se desarrolla en paralelo con el neoclasicismo (1760-1800) en oposición a esta corriente. En efecto, allí donde el Neoclasicismo propone una belleza ideal, el racionalismo, la virtud, la línea, el culto a la Antigüedad clásica y al Mediterráneo; el romanticismo se opone y promueve el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la pincelada y el culto a la Edad Media y a las mitologías de la Europa del Norte. Es una pintura que se caracteriza por un torbellino sensual de colores y de luz. En cuanto a la expresión, utilizan con frecuencia fuertes contrastes de luz y sombra (claroscuro). El colorido es característico del romanticismo, pues prevalece sobre el dibujo, que asume un papel secundario. La pincelada se hizo visible, impetuosa. El empaste es, en general, grumoso y espeso, de manera que la pintura adquirió una naturaleza táctil que reforzaba su carácter de creación impulsiva y espontánea. A veces, el acabado del cuadro tenía un aspecto de esbozo.

  • Utiliza diferentes técnicas: el óleo, la acuarela, grabados y litografías.
  • La textura comienza a ser valorada en sí misma y aparecen las superficies rugosas junto con las formas más sutiles. La pincelada es libre y vive, llena de expresividad.
  • Desaparece la línea frente al color. Se recupera la potencia sugestiva del color, liberándose las formas y los límites excesivamente definidos.
  • La luz es importante y se cuidan sus gradaciones, dando un carácter efectista y teatral.
  • Las composiciones tienden a ser dinámicas, marcadas por las líneas curvas, las diagonales y los gestos dramáticos. Algunos artistas como Caspar Friedrich prefieren esquemas geométricos más reposados.

Pintores Románticos Destacados

  • Ingleses: John Constable, William Turner.
  • Alemanes: C. Friedrich.
  • Franceses: Théodore Géricault, Eugene Delacroix.

Síntesis del Texto de «Realismo»

El realismo como movimiento pictórico y literario alcanzó coherencia y solidez en Francia, con ecos posteriores en Inglaterra, en Estados Unidos y en otras partes de Europa. Precedido por el Romanticismo y seguido por las tendencias del Impresionismo y del Simbolismo, el Realismo se desarrolló entre los años 1840 a 1870-80.

Su propósito era brindar una representación verídica, objetiva e imparcial del mundo real, basada en una observación meticulosa de la vida del momento.

Los realistas pensaban sus representaciones artísticas como un reflejo de la realidad cotidiana, como un derivado de la percepción pura, sin estar condicionada por el tiempo y el lugar. La noción de transparencia implica que el artista puede observar la realidad tal y cual es, de manera objetiva, es decir, como si la realidad representada se correspondiera exactamente con lo que el artista observa. Otro aspecto que cuestiona la noción de transparencia tiene que ver con la cuestión de que, por más innovadora que sea la visión del artista, la realidad observada debe transformarse para ser adaptada a la superficie plana del cuadro. De este modo, la realidad tridimensional se distorsiona para ser representada en un cuadro.

Los escritores y los artistas realistas eran exploradores en el dominio del hecho y de la experiencia, y se aventuraban en zonas hasta entonces no tratadas por el arte. Se interesaron por la investigación objetiva del mundo externo. De allí surge la creación del realismo.

El Realismo: Historia y Tiempo

En un escenario hasta entonces reservado a la representación de reyes, nobles y héroes, comenzó a ser representada la gente corriente en sus labores cotidianas. Observar a los hombres en sus talleres, campos, etc. Esta vinculación entre la historia y el hecho experimentado es característica del punto de vista realista. Los realistas ponen el énfasis en el fragmento temporal como unidad básica de la experiencia percibida, como la equiparación entre hecho concreto y realidad misma, mientras se produce la eliminación o reducción de los valores morales, metafísicos y psicológicos tradicionales.

La Nueva Variedad de Temas

Los realistas valoran la representación de lo bajo y lo humilde de los sectores sociales marginados. Buscaron inspiración en el obrero, la prostituta, la clase media. Courbet afirmó que la meta del realista consistía en traspasar las costumbres, las ideas, la apariencia de su propia época a su arte para captar la dimensión social.

«Decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.» Esta exigencia se convirtió en imperativo.

El Realismo y la Ciencia

Los artistas se ajustaron a una representación más o menos rigurosa sobre la base de una observación objetiva pertinente. Al hacer de la verdad la meta del arte, la verdad respecto a los hechos, a la realidad percibida y experimentada, se aproximaron a la actitud científica; compartían el respeto del científico por los hechos en tanto fundamento de la verdad. Realistas e impresionistas usaron fotografías, pero solo a modo de ayuda en sus tentativas de capturar la apariencia de la realidad.

El Realismo y la Cuestión Social

Todo arte es parte integral de la estructura social. Los cuadros de Courbet eran socialmente incendiarios, no por lo que decían, sino por lo que no decían. Sus representaciones fueron desidealizadas, insólitamente directas y prosaicas de temas relacionados con las clases humildes de la época, totalmente carentes del encanto de la pequeña escala y del pintoresquismo. El compromiso social del realismo no implicaba ninguna proclamación abierta de metas ni una franca protesta contra las condiciones políticas intolerables. Pero la sola intención de «reflejar las apariencias, las costumbres» de la época implicaba ya un compromiso significativo con la situación social del momento y podía constituir, de este modo, para los valores existentes y las estructuras de poder, una amenaza.

Deja un comentario