26 Sep

1. La Segunda Revolución Industrial (Fines del Siglo XIX)

Crecimiento de la Población

Las causas fueron la mejora de la dieta, las mejoras médico-sanitarias y los descubrimientos en medicina. Entre todo esto, destacan Pasteur y Koch, que frenaron epidemias, lo que llevó al descenso de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida. También hubo una emigración significativa, ya que ese crecimiento no coincidió con un crecimiento de la renta, lo que provocó fuertes migraciones de la población. En el siglo XIX, emigraron 60 millones de europeos, sobre todo a América. Los motivos fueron la superpoblación, el paro, los bajos salarios y el deseo de prosperar en otros países.

Nuevos Sectores de Producción

Frente a la industria textil y la siderurgia, impulsores de la Primera Industrialización, surgen nuevos sectores entre 1870 y 1914:

  • La industria química: colorantes, explosivos, abonos, medicamentos, fibras artificiales.
  • La nueva siderurgia: de ella se obtiene níquel, aluminio… El hierro se somete a procesos de refinado a través del convertidor de Bessemer o el de Siemens-Martin.
  • Industria alimentaria: latas de conserva esterilizadas, frigoríficos industriales (1878).

Nuevas Fuentes de Energía

Dos fuentes de energía sustituyeron al carbón: el petróleo y la electricidad. Sus aplicaciones fueron:

  • Petróleo: iluminación, calefacción industrial y doméstica, lubricante para el transporte y como combustible de barcos, automóviles, aviones.
  • Electricidad: comunicaciones (teléfono, fonógrafo, cinematógrafo), metro, iluminación (bombilla).

Nuevos Modelos Empresariales

El crecimiento de la industria y la aplicación de los nuevos inventos provocaron el desarrollo de nuevos modelos empresariales. La concentración empresarial: las innovaciones no podían financiarse con pequeñas empresas; solo las grandes eran capaces de hacer frente a la competencia, a la guerra de precios y a la renovación constante que permitía conquistar nuevos mercados. Así, mediante fusiones, aparecen gigantes empresariales que controlan el mercado e imponen los precios. La concentración tiene dos formas: la concentración vertical y la concentración horizontal.

Nuevas Formas de Organización del Trabajo

La complejidad de las nuevas empresas y de los procesos de producción impusieron en esta segunda fase de la Revolución Industrial nuevos sistemas de organización del trabajo, destacando el taylorismo, que busca la organización de procesos productivos mediante la especialización y la cadena de montaje a fin de reducir costes de producción y aumentar la productividad, eliminando los movimientos inútiles del obrero y optimizando el tiempo empleado. El trabajo en cadena, o fordismo, aplicado con éxito en las fábricas de automóviles de Henry Ford, significó la máxima especialización, la optimización del trabajo y los rendimientos, abaratando mercancías a los consumidores. Se fabricaron gran número de automóviles a bajo precio.

Nuevas Formas de Capital

Si en la Primera Revolución Industrial se habían financiado en gran medida con capital familiar, las nuevas necesidades impulsaron la búsqueda de nuevas fuentes de financiación:

  • La banca: los empresarios acuden a ella en busca de créditos con los que hacer frente a los crecientes desembolsos de inversión.
  • Las sociedades anónimas: constituidas por socios propietarios de participaciones de la empresa. La compra y venta de acciones tiene como escenario la bolsa.

Simultáneamente, se produce una concentración empresarial que forma grandes corporaciones en forma de cártel, trust o holding.

Una Economía Mundializada

La globalización de la economía se produce como consecuencia de la necesidad de obtener materias primas y controlar nuevos mercados donde vender los excedentes de la producción industrial. Las principales potencias se embarcan en la conquista y control de amplios territorios de África y Asia. La Segunda Revolución Industrial dividió el mundo en dos polos: los países industrializados y los no industrializados, que pasaron a depender de Europa. Este rasgo obedece al fenómeno del imperialismo, que constituiría una de las causas del estallido de la Primera Guerra Mundial.

2. El Imperialismo

Concepto

Hace referencia a la actitud o acción de dominio de un estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, controlando su economía, política y cultura. Durante el último tercio del siglo XIX, las potencias europeas y algunas extraeuropeas desarrollaron una política de dominio y expansión colonial. Fue una nueva fase del colonialismo iniciado por Europa en los siglos XVI, XVII y XVIII, que recibe el nombre de imperialismo. Tendió a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la Primera Guerra Mundial.

Situación de Europa y el Imperialismo

Entre los años 1870-1890, Europa sufre una crisis de superproducción en todos los sectores. De esta crisis se salió adelante aplicando toda la tecnología y renovación empresarial, y estableciendo políticas proteccionistas, lo que hizo necesario buscar nuevos mercados y fuentes de recursos fuera del continente.

Causas del Imperialismo

  • Causas Económicas

    Europa busca nuevos espacios con los siguientes objetivos económicos: un lugar donde invertir el exceso de capitales acumulados, dando créditos a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli, pero fundamentales en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería; un lugar donde establecer un mercado para la colocación de los productos industriales con régimen de monopolio; un lugar donde utilizar una mano de obra no cualificada pero dócil que redujo los costes de extracción de materias primas.

  • Causas Demográficas

    Entre 1850 y 1900, la población europea pasó de 300 a 450 millones. Los avances médicos permitieron combatir con éxito enfermedades como el cólera o el tifus. Esto, junto a las pésimas condiciones de vida de la clase trabajadora en los países industrializados, animó a muchos a ir en busca de prosperidad.

  • Causas Políticas

    Además, las potencias europeas deseaban aumentar su poder político y prestigio a nivel internacional mediante la hegemonía colonial, controlando comercial y militarmente las rutas marítimas y terrestres, al tiempo que obstaculizaban por todos los medios la expansión de sus rivales. Personalidades como Bismarck o Leopoldo II de Bélgica propugnaron, desde una postura chovinista, la formación y consolidación de extensos dominios coloniales.

  • Causas Científicas y Técnicas

    Se extendió el interés científico por explorar zonas del mundo entonces desconocidas. Surgieron sociedades científicas que organizaban expediciones geográficas, especialmente en África y Asia. Autores como Julio Verne y Jack London, con sus obras, influyeron en el afán de aventura y misterio. Las tesis darwinistas sobre la evolución de las especies fueron extrapoladas al campo social con el fin de justificar el predominio de los más aptos sobre los menos. La superioridad técnica se hizo abrumadora en el campo militar, procurando una ventaja a los conquistadores que palió con creces su inferioridad numérica.

  • Causas Ideológicas

    Desde posiciones nacionalistas y chovinistas se desarrollaron teorías que justificaban e impulsaban la expansión territorial: la superioridad de la raza blanca y el deber de difundir la cultura y la religión europea por el resto del mundo. En esa labor destaca la Iglesia, que pretendía evangelizar los pueblos primitivos.

3. Los Grandes Imperios Coloniales

El Imperio Británico

Es el más extenso de todos. Comenzó a formarse en el siglo XVIII y alcanzó la madurez durante el largo reinado de la Reina Victoria y la acción de sus ministros. Hasta entonces, había controlado territorios costeros o islas con claras aspiraciones comerciales o estratégicas.

Asia

Entre sus posesiones en Asia tenemos la India, que fue considerada el dominio más importante. Se trataba de una colonia de explotación, administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales, que poseía los puertos de Madrás, Calcuta y Bombay. Se convirtió en la principal suministradora de materias primas (algodón). La construcción del Canal de Suez agilizó las relaciones con la metrópoli. Para mantenerla protegida de los territorios coloniales de otras potencias, Gran Bretaña creó en torno a ella una serie de estados tapón como Persia y Afganistán. En 1857, a raíz de la sublevación de los cipayos, la Corona tomó directamente el gobierno de la India, que había estado dirigida por la citada Compañía de las Indias Orientales, y estableció un virrey. Otras áreas de dominio británico en Asia fueron Malasia, Singapur y Birmania. En China conservó la independencia, pero tras perder en la Guerra del Opio, China se vio obligada a ceder Hong Kong y la apertura de doce puertos al comercio internacional. Explotaron minas, ferrocarriles y controlaron el comercio.

África

Gran Bretaña avanzó desde el sur (El Cabo) intentando enlazar con el norte y dominar la fachada oriental de África y controlar el Océano Índico. Obtuvo los mejores territorios, ricos en minerales y de valor estratégico. Cecil Rhodes conexionó los territorios que llevan su nombre (Rodesia).

Oceanía

Nueva Zelanda y Australia fueron convertidos en dominios británicos. Estos dominios se completaron con algunos archipiélagos del Pacífico.

América

Canadá fue convertida en dominio en 1867, siéndole otorgado un amplio grado de autonomía. Honduras, Jamaica o Guayana constituyeron asimismo posesiones británicas.

Otros Imperios Europeos

Rusia

La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió en tres direcciones: incorporación de las tierras al sur del Cáucaso, zona costera del Pacífico (Turquestán). En el intento de dominar Manchuria, Rusia sería derrotada por Japón en 1905.

Alemania e Italia

Ambos países, ocupados en su proceso de unidad nacional, se incorporaron tardíamente a la empresa imperialista. Alemania logró anexionarse, tras la Conferencia de Berlín, algunas posesiones africanas (Togo, Camerún, etc.) y en Oceanía (Nueva Guinea, Marianas, etc.).

Italia

Ocupó territorios africanos (Etiopía, Somalia), pero fue derrotada en Adua. Más tarde arrebató Trípoli y Cirenaica.

Bélgica

Se aseguró el dominio de la cuenca del Congo tras la Conferencia de Berlín en 1885. Fue incorporado a la soberanía del rey Leopoldo II.

Portugal

Su presencia en Angola y Mozambique. Su proyecto era el de unir ambos territorios, pero fracasó.

España

Tras una guerra con EE. UU., perdió en 1898 sus colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Sin embargo, consiguió en África Occidental Ifni, Río de Oro y Fernando Poo.

Imperios No Europeos

Estados Unidos

Su expansión colonial en el siglo XIX comenzó con la compra de Alaska a Rusia y la guerra con España que le confiscó el dominio de Puerto Rico y Cuba. En Asia arrebató Filipinas a España. Sin embargo, gran parte de la acción imperialista de EE. UU. se concentró en la conquista de los enormes territorios situados al oeste de las primeras 13 colonias, concluyendo con la derrota de la resistencia aborigen. No obstante, el imperialismo norteamericano se fundamentó tanto en la ocupación de territorios fuera de su ámbito geográfico como en el control económico que ejerció, sobre todo, en el continente americano.

Japón

Tras la Revolución Meiji y su rápida industrialización, se anexionó diversos territorios asiáticos (Formosa y Corea) a costa de China. Más tarde lo haría con Manchuria.

4. Resistencia al Imperialismo

China: La Rebelión de los Bóxers (1900)

Fue la expresión del descontento chino frente a las influencias económicas y políticas de las potencias europeas, evidenciadas a través de las Guerras del Opio contra Gran Bretaña y contra Japón. Los Bóxers constituían una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China. En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que inicialmente se dirigió contra misiones cristianas. En 1900 estalló la rebelión en Pekín contra los extranjeros. La revuelta fue atajada por la acción militar combinada de diversas potencias (británicas, francesas, etc.). La derrota puso en entredicho el papel ejercido por la dinastía Manchú y precipitó su caída en 1911, siendo proclamada la República China.

India: La Revuelta de los Cipayos (1857)

Los cipayos eran soldados indígenas encuadrados dentro del ejército británico de la India. En 1857 se rebelaron contra la metrópoli. El detonante de la revuelta estuvo ligado a razones de índole religiosa: el uso de grasa de cerdo en la munición de un nuevo modelo de fusil utilizado por el ejército. Sin embargo, tras estas causas, había otros motivos de mayor calado como los abusos cometidos por la Compañía Comercial de las Indias Orientales. La revuelta fue sofocada, pero como consecuencia de ella, la Compañía de las Indias Orientales fue disuelta y el territorio pasó a ser administrado por la Corona británica (Reina Victoria I).

Etiopía (Abisinia)

En este territorio, los pueblos autóctonos, guiados por el emperador Menelik II, derrotaron al ejército invasor italiano en Adua (1896). Etiopía consiguió de ese modo mantener su independencia.

Norteamérica: Los Indios Americanos

A lo largo del siglo XIX se produjeron numerosas disputas entre los aborígenes indios y los colonos que avanzaban desde el este en busca de tierras para la agricultura, pastos para el ganado o yacimientos de metales preciosos. Estos conflictos se agudizaron durante la década de 1840 en formas de guerras violentas, fruto de las cuales los indígenas norteamericanos perdieron sus tierras (la Caravana de las Lágrimas). El resultado de este proceso fue su reclusión en reservas, localizadas la mayoría de las veces en lugares alejados a los que no se sentían vinculados ni geográfica ni culturalmente. El primero de los grandes enfrentamientos aconteció en 1876 y fue protagonizado por Toro Sentado, quien aniquiló al famoso 7º Regimiento de Caballería capitaneado por el teniente coronel George Custer. El segundo tuvo lugar en Wounded Knee, cuando el ejército americano masacró a unos 200 miembros de la tribu Sioux, totalmente desarmados, entre ellos mujeres y niños.

En las Metrópolis

Se alzaron voces en contra de la política expansionista de sus gobiernos. Esta oposición arrancó a finales del siglo XIX para hacerse más fuerte ya en el siglo XX. Generalmente fueron las formaciones políticas y los intelectuales de izquierda las que denunciaron los excesos cometidos sobre los pueblos sometidos y su posterior explotación. Significativa fue la labor de la II Internacional que, en el Congreso de Stuttgart (1907), denunció la política imperialista. Lenin, en su obra El Imperialismo, fase superior del capitalismo, apoyaba la alianza entre los movimientos de independencia de las colonias y la clase trabajadora de las metrópolis a fin de realizar las revoluciones. Otras conciencias críticas con esa política fueron las de algunos misioneros, testigos presenciales de la actuación imperialista.

5. Organización de los Imperios Coloniales

  • Colonias

    Territorios que por el derecho de conquista habían caído en la órbita de la metrópoli. Esta imponía sus instituciones, organizando la administración. Fueron las más extendidas.

  • Protectorados

    Territorios donde se respetaba el gobierno responsable de la actividad interior del área, mientras la política exterior y militar era gestionada por la metrópoli (por ejemplo, Egipto, Marruecos).

  • Dominios

    Territorios con mayoría de colonos respecto a la población indígena que consiguieron un amplio autogobierno, limitado por un gobernador metropolitano. Fueron los casos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda respecto a Gran Bretaña.

  • Concesiones

    Territorios cedidos y alquilados por estados independientes a la metrópoli. Fue el caso de China, que tras la Guerra del Opio hubo de ceder algunos de sus puertos al Reino Unido, como Hong Kong.

6. Consecuencias del Imperialismo

Para las Colonias

  • Demográficas

    Se introducen nuevas vacunas, medidas higiénicas y se construyen hospitales, por lo que aumenta la población y se reduce la mortalidad.

  • Económicas

    Salvo algún grupo privilegiado que colabora con los colonizadores, la situación empeoró. Se expropiaron sus tierras, se abandonaron los cultivos tradicionales que aseguraban la subsistencia y se sustituyeron por plantaciones cuyos productos van a la metrópoli. También se construyeron puertos, ferrocarriles y carreteras para dar salida a sus materias primas.

  • Sociales

    Su estructura social desaparece: tribus que fueron divididas o unidas artificialmente, se rompieron etnias y se forzó a convivir a grupos enfrentados.

  • Culturales

    Sus costumbres, tradiciones y creencias sucumbieron al impacto de la cultura occidental, difundiéndose la lengua, creencias y modos de vida europeos. Sin embargo, en el mundo musulmán y Asia, la experiencia evangelizadora fue escasa comparada con la de África negra, debido al arraigo de antiguas y complejas religiones como el budismo y el hinduismo.

Para las Metrópolis

  • Económicas

    Se consiguió el principal objetivo, que fue la obtención de materias primas abundantes y baratas, y la colocación de los productos manufacturados por sus industrias en la colonia.

  • Internacionales

    Desde el punto de vista internacional, constituyó una inagotable fuente de tensiones y conflictos que culminaron en el estallido de la Primera Guerra Mundial.

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