20 Oct

REVOLUCIÓN RUSA

Rusia a mitad del siglo XIX tiene una población escasa para su territorio, con unos 125 millones de personas para 20,5 millones de kilómetros. Es un país gigante desde el punto de vista económico, ya que se incorpora a la revolución industrial, pero poco a poco se va quedando atrás con respecto a Europa. El 80% de la población es agrícola y sufre de escasez de producción, lo que lleva a la hambruna. Desde el punto de vista político, en Rusia gobernaba el zar, un gobierno autocrático, autoritario y despótico. Frente a este sistema aparecen grupos políticos opositores, destacando los Bolcheviques, que buscaban una revolución llevada a cabo por obreros y campesinos, liderados por Lenin. Por otro lado, estaban los Mencheviques, que buscaban una revolución liberal burguesa liderada por los burgueses, y por último los Kadetes, que querían una República parlamentaria.

Revolución 1905

En Rusia, a principios del siglo XX, el malestar era general debido a la falta de trabajo, escasez de alimentos y la frustración por la derrota contra Japón, entre otros problemas. Todo este malestar sirvió como detonante para la revolución de 1905. El Poppe Gapan reunió las demandas de unas 200.000 personas que se manifestaron pacíficamente en San Petersburgo, con la intención de exigir una serie de derechos, como jornadas de trabajo más cortas, aumento de salarios y más libertades. Esta manifestación fue pacífica y no cuestionaba al zar, sin embargo, el zar se asustó y huyó, y las tropas del palacio de invierno dispararon contra los manifestantes, matando a más de 1000 personas. Esta represión generó que los acontecimientos a partir de ahora fueran revolucionarios, y la revolución se extendió a otras partes de Rusia, como el acorazado Potemki y diferentes fábricas en huelga. Ante todo esto, el zar Nicolás II firmó el manifiesto de octubre, prometiendo a los rusos una constitución y convirtiendo a Rusia en una monarquía constitucional.

Después de la derrota de la Primera Guerra Mundial

La falta de comida provocó continuas revueltas que se agravaron entre el 23 y el 25 de febrero de 1917. La represión del 26 dio paso a una cada vez más evidente vinculación del ejército con los sublevados. La revolución de febrero derribó en solo cinco días a la dinastía Romanov, que había reinado durante trescientos años. El zar abdicó el 2 de marzo y se formó un gobierno provisional de mayoría K.D. Este gobierno prometió libertades y la convocatoria de una asamblea constituyente. El nuevo gobierno se vio amenazado por el surgimiento del cada vez más poderoso soviético de Petrogrado, que extendió por todo el país un imparable proceso revolucionario organizado por los bolcheviques a través de los soviéticos, en las fábricas, las ciudades y las guarniciones militares. La debilidad del gobierno provisional era cada vez más evidente, especialmente cuando declaró que se mantendría en la guerra y defendería las mismas líneas de la política exterior zarista. En abril, Lenin y un grupo de bolcheviques exiliados en Suiza regresaron a Rusia. Lenin se mostró contrario a la colaboración con el gobierno provisional y enunció sus famosas «tesis de abril», en las que defendía la transferencia de todo el poder a los consejos obreros y campesinos y la expropiación de las grandes propiedades. En julio, el gobierno envió nuevas tropas al frente, lo que provocó airadas protestas que algunos trataron de convertir en revueltas más peligrosas. El fracaso de las revueltas llevó al gobierno a declarar fuera de la ley a los bolcheviques. Lenin tuvo que huir a Finlandia y Trotsky fue detenido, mientras se prohibía la publicación del Pravda, periódico oficial de los bolcheviques. Kerensky estuvo al frente en contra de la ofensiva de los bolcheviques, donde tuvo lugar el golpe contrarrevolucionario del general Kornilov. Kornilov pertenecía a los sectores militares y políticos más conservadores y lanzó un ultimátum a Kerensky para que acabara con el soviético de Petrogrado o promulgaría la ley marcial y formaría un nuevo gobierno. Kerensky se dirigió a los soviéticos en busca de ayuda y se constituyó la guardia Roja Obrera para apoyar al gobierno. El golpe fracasó estrepitosamente y el enfrentamiento entre Kerensky y el soviético de Petrogrado aumentó. La situación social se presentaba como propicia para impulsar el proceso revolucionario a los ojos de Lenin. La fuerza de los bolcheviques, que habían llegado a alcanzar una gran influencia en los soviéticos de Petrogrado y Moscú, les garantizaba un éxito seguro. El 10 de octubre, los bolcheviques decidieron preparar la insurrección armada.

El 24 de octubre

Kerensky declaró el estado de sitio y mandó ocupar lugares estratégicos. El 25 de octubre, los bolcheviques consiguieron el control de los medios de comunicación, correos, telégrafos, fábricas y centrales eléctricas, y asaltaron el palacio de invierno, tomando el control de Petrogrado. Los bolcheviques habían dado un golpe de estado y la revolución bolchevique había triunfado. El nuevo gobierno fue presidido por Lenin, con Trotsky y Stalin ocupando otros cargos importantes. El gobierno bolchevique tomó su primera decisión el 26 de octubre, aprobando tres decretos: ofrecer una paz inmediata para salir de la Primera Guerra Mundial (lo que llevó a Rusia a perder una gran parte de su población, territorio y producción agrícola), la expropiación de las grandes propiedades y la formación del gobierno. El gobierno bolchevique convocó elecciones, pero solo obtuvo el 25% de los votos, y el 5 de enero de 1918 Lenin disolvió la asamblea. En 1918 se creó una nueva constitución en la que se instituyó el congreso de los soviéticos, excluyendo del voto a los terratenientes, comerciantes y sacerdotes. Durante el periodo de Lenin, ocurrieron distintos acontecimientos, como el fin de la Primera Guerra Mundial, la firma del tratado de Brest-Litovsk con Alemania en marzo de 1918, y la guerra civil rusa que duró de 1918 a 1921, con la creación de dos frentes: el ejército blanco y el ejército rojo, impulsado por Trotsky. En julio de 1918, un grupo de bolcheviques asesinó a toda la familia real, los zares y sus cinco hijos. Se creó la Tcheca, la policía política, y se estableció el comunismo. La nueva política económica, N.E.P., se centró en aumentar la producción y recuperar la economía, incorporando al campesinado al socialismo. En 1922, tuvo lugar la llamada «crisis de las tijeras», una inflación de los precios industriales frente a los precios agrarios. En 1924, se aprobó una constitución por la cual Rusia pasaba a denominarse Unión de Repúblicas Soviéticas o URSS. Lenin murió el 21 de enero de 1924 y Stalin consiguió en 1930 que el Partido Comunista le otorgara la jefatura del Estado. Bajo el gobierno de Stalin se estableció un sistema político y económico caracterizado por la planificación económica, la sustitución de la N.E.P. por los planes quinquenales y el totalitarismo. En 1936, se promulgó una nueva constitución en la que Stalin gobernaba de forma dictatorial. Se crearon los gulag y se llevó a cabo una política exterior más activa, rompiendo el aislamiento y enfrentándose a los nazis. En 1941, la URSS fue invadida por las tropas de Hitler, dando inicio a la Operación Barbarroja.

PERIODO ENTRE GUERRAS

La Primera Guerra Mundial provocó una profunda crisis en Europa. La mayoría de los países adoptaron políticas proteccionistas y contrajeron una enorme deuda con Estados Unidos, lo que generó una dependencia económica hacia este país. Francia fue el país más beneficiado con el tratado de Versalles, y en 1923 ocupó la cuenca del Ruhr para obligar a Alemania a pagar la deuda. Alemania, la gran derrotada de la Primera Guerra Mundial, se enfrentó a una crisis generada por la guerra y a la indemnización que tenía que pagar. En Alemania, se estableció una República, la República de Weimar, que aunque tenía una de las constituciones más democráticas de la época, estaba condicionada por el tratado de Versalles. En este contexto, surgió el partido nacional socialista alemán liderado por Hitler. En 1923, los franceses ocuparon la cuenca del Ruhr, generando una hiperinflación en Alemania. Después de esta crisis, hubo un acercamiento entre Francia y Alemania, pero se vio truncado por el crack del 29. Durante los felices años 20, Estados Unidos se convirtió en la primera potencia mundial y prestó dinero a distintos países europeos, generando una dependencia económica. En la industria, se aplicaron las cadenas de montaje y nacieron nuevas industrias. En el campo, la agricultura atravesó una crisis debido al exceso de producción y los altos precios. Surgieron espectáculos de masas, como el cine y el teatro, y hubo un interés por la alta costura y los nuevos corrientes musicales. En Estados Unidos, surgió el sueño americano y se vivió la época de la ley seca, la aviación y la popularización de nuevos electrodomésticos. El crack del 29 fue una crisis de superproducción que afectó a la bolsa, los bancos y las empresas, dejando a millones de personas desempleadas. Además, afectó a otros países del mundo, especialmente Alemania. El New Deal se puso en marcha en Estados Unidos tras el crack del 29, favoreciendo las exportaciones, protegiendo a los bancos y creando infraestructuras para reducir el desempleo. También se estableció el estado de bienestar para proteger a los sectores sociales más vulnerables. En Gran Bretaña, se llevaron a cabo políticas económicas proteccionistas y se crearon infraestructuras para disminuir el desempleo. En Francia, se creó un frente popular para evitar la expansión del fascismo. El fascismo italiano creció en torno a la figura de Benito Mussolini, quien intervino en la economía para fortalecer la lira y llevó a cabo obras públicas para reducir el desempleo. En Alemania, Hitler se hizo con el control del partido nazi y estableció un régimen totalitario, limitando las libertades y derechos. En el ámbito social, se promovió el crecimiento demográfico y se desarrolló una política exterior agresiva y expansionista. En cuanto al nazismo alemán, Hitler llegó al poder en 1933 y estableció un régimen totalitario, limitando las libertades y derechos. En el ámbito económico, se llevó a cabo un programa de autarquía y se crearon obras públicas para reducir el desempleo. En el ámbito político, se estableció una dictadura y se persiguió a los judíos. El nazismo tuvo dos etapas: una de esplendor hasta mediados de los años 30, y otra en la que Alemania se sometió a la voluntad alemana de los nazis, lo que la llevó a la Segunda Guerra Mundial. En el periodo de entreguerras, Alemania perdió la Primera Guerra Mundial y pasó de ser un imperio a una República. Hitler se hizo con el control del partido nazi y estableció un régimen totalitario. En 1929, Alemania se vio afectada por el crack del 29, lo que llevó a un aumento del apoyo al partido nazi. En 1933, Hitler llegó al poder y estableció una dictadura. En el ámbito económico, se llevó a cabo una política de autarquía y se crearon obras públicas para reducir el desempleo. En el ámbito político, se limitaron las libertades y derechos, y se persiguió a los judíos. En 1939, Alemania invadió Polonia, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial.

Deja un comentario