30 Jul

Introducción a la Presidencia de Estados Unidos

La presidencia tradicional, tal como se concibió desde la Constitución de 1789, otorgaba menor importancia al presidente en comparación con el Congreso. Sin embargo, esta concepción ocasionó problemas durante la Confederación, lo que impulsó la creación de un ejecutivo más robusto, tal como lo conocemos hoy.

Los Padres Fundadores y la Presidencia Temprana

Los primeros presidentes de Estados Unidos fueron George Washington, John Adams, Thomas Jefferson, James Madison y Andrew Jackson. Esta época es conocida como la de los Padres Fundadores, quienes elaboraron los primeros gobiernos tras la independencia de Estados Unidos.

A pesar de sus diferencias, sus mandatos permitieron la creación de un ejército permanente, afianzaron la independencia de Estados Unidos, ampliaron su territorio con la compra de Luisiana a Napoleón e iniciaron la expansión desde las 13 colonias originales para adquirir más territorio. También expulsaron a las poblaciones indígenas.

Alexander Hamilton y Thomas Jefferson tenían visiones opuestas sobre la construcción del Estado. Hamilton abogaba por un Estado central fuerte que favoreciera la industria y la economía, mientras que Jefferson deseaba otorgar mayor poder a los estados miembros. Sus visiones tendrían una gran trascendencia en el desarrollo político del país.

Abraham Lincoln y la Consolidación del Poder

En 1860, Abraham Lincoln reivindicó en su discurso en Gettysburg la noción de que Estados Unidos se construyó bajo el principio de que todos los hombres eran iguales. Sus dotes como político le atribuyen haber logrado poner fin a la esclavitud, lo cual contradecía los principios democráticos de los textos fundacionales del país. Aparte de estos presidentes, durante gran parte de la historia temprana, el Congreso solía tener la preeminencia en el poder.

Evolución del Sistema Político Presidencial

Desde un cargo inicialmente concebido como jefe de los ejércitos, la presidencia ha visto un aumento significativo de su poder a lo largo del tiempo. El número de estados ha crecido, desde los 13 originales hasta los 50 actuales. Eventos como la Guerra Civil Americana (1861-1865) marcaron hitos importantes.

Franklin D. Roosevelt, en un período de profunda crisis, transformó la conciencia ciudadana y creó en 1939 la Oficina Ejecutiva del Presidente. El creciente poder presidencial ha evolucionado en paralelo con los procesos históricos que han marcado a Estados Unidos, como los ya mencionados, la Guerra Fría y los eventos del 11 de septiembre. Otros teóricos también atribuyen importancia a las decisiones del Congreso en este proceso.

La Constitución concibe la presidencia como una parte más de un sistema de checks and balances (controles y equilibrios), otorgando al presidente mayores poderes en momentos de necesidad y urgencia. Las reformas impulsadas por Franklin D. Roosevelt generaron controversia en relación con estos supuestos. Este sistema de checks and balances ha existido y funcionado muy bien, y su buen funcionamiento se atribuye, en parte, a la ausencia de partidos de masas en sus inicios.

Desde la década de 1940, se han producido grandes cambios en la geopolítica con la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. Su resolución ha posicionado a Estados Unidos como la potencia hegemónica mundial. Internamente, han cambiado las comunicaciones, la forma de tratar a las minorías, las regulaciones electorales y las estrategias para llegar al electorado. Existe una vasta literatura sobre las disfunciones del sistema político; autores como Francis Fukuyama y Norman J. Ornstein, entre otros, señalan la falta de cooperación entre partidos o la excesiva judicialización de la administración.

Requisitos para Optar a la Presidencia

Para ser elegible para el cargo de presidente de Estados Unidos, se deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Haber nacido en Estados Unidos.
  • Tener al menos 35 años de edad.
  • Haber residido en Estados Unidos durante al menos 14 años.

El presidente puede ser reelegido una única vez. Su compensación por el cargo no puede variar durante su mandato, ni puede recibir otro sueldo de los Estados Unidos o de cualquier estado de la Unión.

Prerrogativas y Recursos del Presidente

La fortaleza de la presidencia depende tanto de la persona que la ocupa como del contexto que la rodea, incluyendo el apoyo popular y económico, así como el escenario internacional. El poder de un presidente no depende únicamente de los mecanismos formales y oficiales atribuidos por la Constitución.

El presidente acepta el cargo y las condiciones que este conlleva, a pesar de las complejidades inherentes, como la posibilidad de que su propio partido no lo apoye siempre en el Congreso o la incertidumbre sobre el cumplimiento adecuado de estas condiciones.

También son relevantes las relaciones e influencias que el presidente establezca en torno a su persona en la Casa Blanca. Las amistades, influencias y su equipo son parte esencial del poder del presidente.

El Colegio Electoral y el Proceso de Elección

En 1972 se produjeron cambios en las reglas de la competición electoral, y el camino hacia la presidencia implica superar numerosos obstáculos formales. El candidato debe superar las pre-primarias, primarias y caucus en cada uno de los estados. Una vez que un partido nomina a un candidato que ha superado estas etapas, este se enfrenta al candidato del partido rival en la elección por mayoría absoluta del Colegio Electoral.

Un candidato comienza la carrera presidencial un año y medio antes de las elecciones, sondeando posibilidades de financiación y apoyo popular y partidista. Tras los caucus en Iowa y las primarias en New Hampshire, el candidato debe recaudar aproximadamente 100 millones de dólares, una cifra en constante aumento, para afrontar la campaña. Debe interactuar con la prensa, los donantes y realizar diversos actos para promocionarse y prepararse para la competición electoral.

En los mecanismos de elección, el presidente se elige de forma indirecta, siguiendo la tradición republicana de intentar evitar una eventual «tiranía de la mayoría». El Colegio Electoral otorga a los estados la decisión de elegir al presidente por mayoría absoluta. Aunque se han introducido reformas en la línea de la tradición democrática.

El Colegio Electoral está compuesto por 538 electores: 100 (dos por cada estado), más 435 que se distribuyen proporcionalmente según la población de cada estado. Desde 1961, el Distrito de Columbia tiene 3 electores propios por ser sede de la capital. En caso de empate, la Cámara de Representantes elige al presidente con un voto por estado y el Senado al vicepresidente con el mismo sistema.

Este sistema ha tenido propuestas de reforma, como eliminar a los «grandes electores» y evitar que expresen sus preferencias de voto. Se ha hablado de un sistema proporcional como el que se usa en Nebraska y Maine. La participación ronda el 50-60% de los adultos en edad de votar; un presidente minoritario ha sido elegido con menos del 50% del voto popular.

La Destitución del Presidente (Impeachment)

El proceso de destitución presidencial no es equiparable a una moción de censura. Las cámaras pueden destituir a un presidente que haya sido probado de haber cometido delitos como traición, cohecho u otros delitos graves. Intervienen los siguientes actores:

  • Un Comité Judicial, que evalúa la suficiencia de las pruebas.
  • La Cámara de Representantes, que acusa formalmente.
  • El Senado, que juzga el caso, presidido por el Presidente del Tribunal Supremo.

El Presidente se defiende por medio de sus propios abogados.

Jefe del Ejecutivo y Roles Presidenciales

El Presidente de Estados Unidos ostenta múltiples roles clave:

  • Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Jefe de la Administración.
  • Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
  • Jefe de la Diplomacia y, en cierta medida, del poder legislativo.

Otras voces le suman el ser cabeza de su partido, del pueblo y «gestor de la prosperidad», según la conceptualización de Clinton Rossiter.

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