10 Ago
Estilos de la Pintura Mural Romana
1. Primer Estilo: Estilos de Incrustación
Este estilo de pintura romana se desarrolló desde mediados del siglo II a.C. hasta principios del siglo I a.C., todavía en época republicana. Es así llamado porque imita la decoración de mármoles que se aplicaban en época helenística. Se caracteriza por ser muy colorista y de aspecto suntuoso.
El muro suele estar dividido en tres secciones:
- Un zócalo pintado imitando granito.
- Una zona media imitando mármol.
- Un remate a modo de cornisa realizada en estuco.
2. Segundo Estilo: Estilo Arquitectónico
Se desarrolló durante el siglo I a.C., en la época de César. Es llamado estilo arquitectónico porque imita no solo revestimientos, sino también arquitecturas. También es conocido como «Estilo de perspectiva arquitectónica» debido a su búsqueda de profundidad y perspectiva, lo que hacía que las estancias parecieran más grandes. Frecuentemente se representaban ventanas, tras las cuales se podían ver edificios, resultando en un efecto más teatral; además, aparece el paisaje. En definitiva, se trata de una pintura romana que tiende a la disolución del muro. Es un estilo ya de plena creación romana.
3. Tercer Estilo: Estilo Mixto u Ornamental
Se dio entre el 27 a.C. y la mitad del siglo I d.C., es decir, durante la época de Augusto y sus sucesores. Es un estilo mixto porque, en cierta manera, es una mezcla de los dos anteriores. Es menos realista y más fantástico. Se caracteriza por la representación de elementos ornamentales muy ligeros, apareciendo también:
- Edificios fantásticos.
- Frisos con niños.
- Elementos vegetales muy estilizados.
- Figuritas de animales.
- Figuritas de humanos, más pequeñas y delicadas.
- Pequeñas escenas mitológicas.
Los colores son muy intensos. Se manifestó más en Roma que en Pompeya, destacando las pinturas de la Domus Aurea de Nerón.
4. Cuarto Estilo: Estilo Ilusionista o Escenográfico
Se trata de la pintura que se manifestó desde la época de Nerón, en la primera mitad del siglo I d.C., hasta el final de este siglo. Toma elementos del segundo y tercer estilo. Es el estilo más complejo y recargado. En él aparecen también:
- Escenas mitológicas e históricas.
- Un gran recargamiento decorativo.
- Cortinajes y telones.
- Un gran desarrollo del paisaje.
También se encuentra en la Domus Aurea de Nerón y en la Casa de los Vettii en Pompeya.
Estilo Megalográfico
También existen frescos llamados por Vitruvio «Megalográficos«, que se dieron en el siglo I a.C. y parte del siglo I d.C. Representan personajes de tamaño natural que componen escenas. Pueden aparecer arquitecturas para dar un mayor realismo. No son muy numerosos, pero sí de una gran calidad. Destaca «La Villa de los Misterios» en Pompeya, de época de Augusto.
Después del siglo I d.C., la pintura se limitó a grandes masas pictóricas sin delimitar, con búsqueda de efectos de claroscuro y un gran detallismo en las representaciones, aunque posteriormente se dio una reiteración de los estilos pompeyanos. En el siglo II d.C., encontramos muchos mosaicos y revestimientos de mármol sin compartimentación. En época de Adriano, se realizaron muchos estucados con pinturas geométricas y vegetales, y pinturas con un sentido muy pictórico, con colores más claros y sfumato.
El Mosaico Romano: Arte y Técnica
El arte pictórico de la civilización romana también destacó en el procedimiento del mosaico, no limitado, como hasta entonces, a simples decoraciones de pavimentos, sino extendido a cuadros pensiles, según lo revelan algunos ejemplares que se conservan en los museos y que, en uno y otro caso, abarcaban asuntos y composiciones históricas.
Cuando los romanos fueron conquistando, a lo largo del siglo II a.C., las regiones de Grecia y de Asia Menor, la obra de mosaico ya era común en todo el mundo de habla griega. El arte del mosaico pasó con facilidad al orbe romano, comenzando así un género artístico-industrial del que hicieron una verdadera especialidad. Se extendió de tal forma que puede decirse que no hubo casa o villa romana donde no hubiera mosaicos.
Los romanos construían los mosaicos con pequeñas piezas llamadas teselas, de ahí que se refirieran a ellos también como opus tessellatum. Las teselas son piezas de forma cúbica, hechas de rocas calcáreas o material de vidrio o cerámica, muy cuidadas y elaboradas, y de distintos tamaños. El artista las disponía sobre la superficie, como un puzle, distribuyendo el color y la forma y aglomerándolas con una masa de cemento. Los mosaicos eran para los romanos un elemento decorativo fundamental para los espacios arquitectónicos.
El Mosaico de Issos
Se sabe que este mosaico fue una copia de otro original de fines del siglo III a.C. Es una verdadera obra de arte, con un tamaño excepcional de 5 por 2,70 metros, sin contar los adornos del borde. El tamaño de las teselas es de 2 a 3 cm cada una y el número total asciende a 1.500.000. La obra ha llegado hasta el siglo XXI en un estado bastante satisfactorio. Las pérdidas que se pueden apreciar son debidas a los desastres que ocasionó el volcán Vesubio en el año 79 d.C. y los anteriores terremotos del año 63 d.C. Parece ser que, después de estos infortunios, se hicieron en aquel entonces ciertas restauraciones con teselas de mayor tamaño, sin ser demasiado fieles al trabajo primitivo.
El mosaico se considera una copia fiel de una de las pinturas más célebres de la Antigüedad, titulada La batalla de Alejandro con Darío, obra del pintor Filóxeno de Eretria, quien la llevó a cabo entre los años 319 y 297 a.C. Se tiene documentación gracias a los escritos de Plinio el Viejo. Se trata de la batalla de Issos (o Isos) en Cilicia (Asia Menor), ocurrida en el año 333 a.C. Fue una batalla muy importante en la que Alejandro Magno derrotó a Darío III de Persia.
En la escena se ve a Alejandro con la cabeza descubierta y lanza en ristre contra los soldados persas, entre los cuales cunde la alarma. Se les ve despavoridos, con gesticulaciones violentas, nerviosos y con gran desorden en sus filas. En el suelo están las armas rotas, los caballos derribados y algunos soldados heridos o muertos. Los colores de este mosaico son: blanco, amarillo, rojo y negro, todos ellos en varios matices.
Deja un comentario