26 Jun

LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1975 A NUESTROS DÍAS


La novela producida en España en las últimas décadas es difícil de clasificar debido a la falta de perspectiva histórica. El fuerte desarrollo del género novelístico, la enorme variedad de la producción de este período o la negativa generalizada por la mayor parte de los escritores a ser clasificados como grupo. Es importante destacar que era en este periodo la convivencia entre las obras en las que perviven las vanguardias y las novelas que desean recuperar el placer de la narración. A continuación se presenta una clasificación basada en criterios temáticos.

CarácterÍSTICAS DE LA NOVELA A PARTIR DE 1975


Se destacan las siguientes carácterísticas:
* El cansancio de los excesos de la experimentación origina que una gran parte de los autores vuelvan a la narración tradicional.
* La excesiva inclinación a plasmar lo personal, lo privado en la novela. El narrador suele ser el protagonista.
* La influencia de los medios de comunicación impulsan el gusto por géneros como la novela-reportaje siguiendo el esquema del periodismo de investigación. El término inglés best seller acaba siendo sinónimo de calidad y triunfo.
* La atención a lo formal: son obras bien escritas. El estilo es realista y tradicional y se utiliza la frase corta.
* Los espacios oscilan entre lo conocido (la ciudad de provincias, el barrio, etc.) y lo cosmopolita y exótico. En suma, dos son los aspectos más significativos de la novela española en los últimos treinta años:
a)

El carácter aglutinador

Acoge prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas, experiencias y preocupaciones personales.
b)

La individualidad

Cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.
No resulta fácil discernir en la nueva narrativa unas corrientes o escuelas definidas, aunque sea es posible identificar ciertas tendencias temáticas. Las más relevantes son estas:

a)
En el Lírismo es más importante la vida interna de los personajes que la trama centra su interior en un mundo más sugerente que concreto y tendencia al lenguaje poético. Es la carácterística esencial de Francisco Umbral en «Mortal y rosa» o de la narrativa de Julio Llamazares, con «La lluvia amarilla». Carmen Martín Gaițe (entre visillos) descubre aspectos de la intimidad humana más profunda, especialmente de la mujer. También destaca su ensayo:
Usos amorosos de la posguerra española.
b)
La novela histórica exige que el autor se documente minuciosamente. Novelas ambientadas en el pasado, lejano como el del «El maestro de esgrima», de Arturo Pérez Reverté o próximo como el de Octubre, ambientada en la Guerra Civil. Uno de los temas más repetidos es la Guerra Civil y la posguerra. Almudena Grandes destaca con «Inés y la alegría». En ocasiones, en esta novela predomina el género de aventuras, como en la serie Cienfuegos de Alberto Vázquez Figueroa. En los últimos años son frecuentes las novelas históricas contextualizadas en épocas cercanas, especialmente en la Guerra Civil, como «Soldados de Salamina», de Javier Cercas; «La voz dormida», de Dulce Chacón.
c)

Enfoque realista

Tras el furor del experimentalismo, algunos autores han vuelto a recuperar para la novela el arte de narrar. Eso es, desde una perspectiva mucho más amplia y abierta, que abarca también el mundo onírico, irracional o absurdo En esta línea cabría mencionar el Realismo carnavalesco de Luis Mateo Díez o el Realismo imaginario de Luis Landero en los Juegos de la edad tardía.
d) Novela de la memoria y del testimonio.
La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero, con «Te trataré como a una reina», defensa de la condición femenina, y Luis Mateo Díez, con «La fuente de la edad», crítica lírica y humorística de la vida provinciana.
e)

Novela culturalista

En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada en sus obras «Las máscaras del héroe» o con «La tempestad».
f)
La literatura fantástica, antes poco habitual en España, conoce un cierto auge. Ana María Matute escribe «Olvidado rey Gudú». Por otra parte, el éxito de la novela infantil y juvenil da pie a que el género fantástico se desarrolle aún más. En esta línea tenemos a Laura Gallego con su trilogía Memorias de Idhun.
g)
Otras tendencias en la novela es que en los años 90 aparecíó un grupo de autores jóvenes que fueron etiquetados como Generación X.
José Ángel Mañas en Historias del Kronen muestra una juventud de clases medias y altas, sin ningún problema material, pero faltan valores.

OTROS NOVELISTAS DESTACADOS


Entre los novelistas de este periodo sobresalen, por la coherencia de su trayectoria y el reconocimiento crítico, tres autores: Eduardo Mendoza, Javier Marías y Antonio Muñoz Molina.
EDUARDO MENDOZA publica en 1975, «La verdad sobre el caso Savolta», título que, en buena medida, puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. Sin renunciar al empleo de técnicas experimentales, el autor ofrece en esta novela de corte policíaco un argumento que atrapa la atención del lector. Ha mostrado su excepcional capacidad paródica: «Sin noticias de Gurb» , «El laberinto de las aceitunas» y «El misterio de la cripta embrujada» actualizan y transforman de manera cómica los tópicos de tres géneros consagrados: la novela de misterio, la novela negra o policíaca y la novela de ciencia ficción. «La ciudad de los prodigios» es la más ambiciosa de sus obras y probablemente la más lograda.
La obra de Javier MARÍAS constituye una de las apuestas más originales de las últimas décadas. Las novelas y cuentos de este autor se distinguen por la presencia de una serie de temas obsesivos: el misterio de la identidad personal y la reflexión sobre el tiempo: Entre sus obras destacan «Todas las almas» , «Corazón tan blanco» y «Mañana en la batalla piensa en mí». El tiempo y la identidad personal son temas que aparecen con fuerza en la trilogía «Tu rostro mañana».
En la narrativa de Antonio MUÑOZ MOLINA se conjugan de forma armónica el rigor en la construcción del relato y la preocupación por elaborar un argumento atractivo para el lector. Destaca asimismo la calidad de la prosa, intensa, que se desarrolla en periodos amplios, de ritmo muy cuidado. Sobresalen entre sus obras «El invierno en Lisboa», una novela de intriga; «El jinete polaco», evocación autobiográfica que juega hábilmente con los tiempos del relato; y «Plenilunio», de género policíaco. Con «Sefarad» huye del argumento tradicional y desarrolla en clave de literatura personajes y situaciones históricas.

El cuento se abre paso con dificultad, José María Merino (Historias de Otro lugar) funde los elementos fantásticos con la realidad cotidiana para crear un universo donde todo es posible y siempre nos aguarda la sorpresa. Este género alcanza su mayor auge en las dos últimas décadas gracias al apoyo de las editoriales, que sacan a la luz nuevas colecciones, y de la prensa y revistas especializadas en este género.

El ensayo, siempre ha sido un género en alza, siempre se ha necesitado verter reflexiones sobre aspectos sociales, filosóficos, literarios, artísticos educativos etc. Existe una amplia nómina, muchos publican libros y artículos de opinión en los periódicos más importantes como el caso de Andrés Trapiello novelista y ensayista (Los nietos del Cid), José Jiménez Lozano (Guía espiritual de Castilla) y Soledad Puértolas (La vida Oculta), y jóvenes ensayistas como Irene Vallejo (El infinito en un junco). No podemos olvidar al también poeta Jon Juaristi (El bucle melancólico).

En resumen, podemos decir que lo que caracteriza a la novela de las últimas décadas del Siglo XX es ese eclecticismo, ya que acoge prácticamente todas las modalidades, temas y discursos, así como la individualidad, pues cada novelista elige una orientación para expresar su mundo personal y su visión de la realidad.

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