05 Jun
Recepción del Derecho Romano en Francia
En Francia, la **recepción doctrinal** del Derecho romano comenzó cuando algunas universidades, como la de **París**, empezaron a estudiarlo. Sin embargo, desde muy pronto, muchos **monarcas franceses** se opusieron a esta influencia por su vínculo con la **idea imperial** y la figura del **emperador**, que resultaban incómodas para una monarquía que quería consolidar su propia **soberanía**. Algunos reyes, interesados en aspirar al trono imperial, no se opusieron, pero la mayoría rechazó el Derecho romano por asociarlo con el poder del Imperio. Esta actitud llevó incluso a **prohibir su enseñanza** en las universidades.
A pesar de ese rechazo oficial, en la práctica el Derecho romano seguía presente, especialmente en las costumbres locales, sobre todo en el sur de Francia, donde se aplicaba la **Lex Romana Visigothorum** o **Breviario de Alarico**, un compendio de normas romanas adaptado a los **visigodos**. Es decir, aunque los reyes no lo reconocieran, el Derecho romano seguía influyendo en el día a día jurídico del país.
En el siglo XV, el rey **Carlos VII** ordenó la recopilación de las **costumbres locales y territoriales** para intentar unificar el Derecho francés. Una de las más relevantes fue la **costumbre de París**. Sin embargo, esta unificación se realizó a partir de las costumbres, no del Derecho romano enseñado en las universidades, el cual seguía siendo rechazado por su relación con el Imperio.
Aun así, con el paso del tiempo se fue superando el rechazo al Derecho romano. Juristas franceses como **Jean Domat** y **Robert-Joseph Pothier** jugaron un papel muy importante en este cambio. Sus estudios y obras, inspiradas en el Derecho romano, influyeron decisivamente en la elaboración del **Código Civil francés** (Code Napoléon). Gracias a ellos, el Derecho romano logró integrarse poco a poco en el **sistema jurídico francés**.
Cabe destacar que, cuando Carlos VII permitió la recopilación de costumbres, solo aceptó el uso del Derecho romano como **fuente supletoria en cuarto grado**, lo que significa que ocupaba un lugar muy secundario. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, con la redacción del Código Civil, el Derecho romano recuperó su prestigio y se reconoció su valor como **base científica** del nuevo **Derecho codificado**.
Recepción del Derecho Romano en España
En España, la **recepción del Derecho romano** fue amplia y tuvo una notable intensidad. En el Reino de **Castilla**, esta recepción comenzó de manera temprana, ya en los siglos XII y XIII, cuando algunos estudiantes castellanos empezaron a acudir a las universidades italianas, especialmente a **Bolonia**, donde se enseñaba Derecho romano. Esto supuso el inicio de una **recepción doctrinal**, es decir, a través del estudio académico. Posteriormente, se fundaron universidades en la Península, como **Palencia** (la más antigua), **Salamanca** o **Sevilla**, donde también se enseñó el Derecho romano.
A esta recepción doctrinal le siguió una recepción **práctica**, impulsada por el rey **Alfonso X el Sabio**. Esta recepción fue consecuencia de una decisión legislativa, es decir, de un acto de voluntad del monarca. Es relevante señalar que Alfonso X aspiró al trono del **Sacro Imperio Romano Germánico**, lo cual también puede explicar su interés por el Derecho romano.
La obra más representativa de esta recepción es **Las Siete Partidas**, en las que se incorporaron numerosas ideas del Derecho romano. Aunque al principio no tuvieron vigencia directa, con el **Ordenamiento de Alcalá** (1348) y posteriormente con las **Leyes de Toro** (1505), se reconoció la aplicación del Derecho de Las Partidas y, con ello, del Derecho romano, incluyendo las interpretaciones de los **glosadores** y **comentaristas**. El Derecho romano se aplicaba de forma **supletoria en tercer grado**, es decir, cuando no había solución en los fueros ni en las leyes regias.
En la práctica, el Derecho romano tuvo gran importancia, ya que los fueros y leyes locales muchas veces no abordaban todos los problemas jurídicos que surgían en la sociedad de la época, por lo que se recurría frecuentemente al Derecho romano para llenar esos vacíos.
En **Cataluña**, la situación fue similar. El Derecho romano también se aplicaba de forma **supletoria en tercer grado**, después de las **costums** (costumbres) y las **constituciones** (leyes regias). En este caso, fue mediante un acuerdo formal de las **Cortes de Barcelona** que se permitió su aplicación.
En **Navarra** también se produjo una recepción del Derecho romano, aunque algo más limitada. En **Valencia**, aunque no hubo una recepción formal del Derecho romano elaborado por los glosadores y comentaristas, el Derecho romano influyó notablemente en los **furs valencianos**, que adoptaron muchas de sus ideas.
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