06 Nov

2. LA GENERACIÓN DEL 98 A finales del siglo XIX, España vive una grave crisis general: corrupción política, desfases y conflictos sociales, crisis económica… El Desastre del 98, que supone la pérdida de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), viene a acrecentar la sensación de pesimismo. Surge, así, un grupo de escritores preocupados por los problemas del país (el llamado tema de España). Son los miembros de la Generación del 98: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruíz, Azorín, Antonio Machado y Ramón Mª del Valle-Inclán. Estos autores, aunque modernistas, preferirán usar un estilo más sencillo en sus obras y se caracterizan por:

A. TEMAS:

  • Tema de España. Se trata de uno de sus temas preferidos puesto que su preocupación por España les llevó a viajar por sus tierras y analizar el pasado y el presente de nuestro país con la intención de analizar las causas de nuestros problemas y, a través de su reflexión crítica, proponer soluciones. En su visión de España se mezclan sentimientos contradictorios; dolor por el atraso y la pobreza frente al amor por los paisajes y sus gentes. Sobre todo se centran en el paisaje de Castilla que simboliza para ellos la esencia del alma española.
  • Temas históricos. Se interesan por la historia de España para buscar en el pasado las razones de los problemas del presente. Más que la historia de los grandes personajes, les interesa, lo que llamaron, la intrahistoria, es decir, la vida de los millones de seres sin historia (en palabras de Unamuno) con cuyo trabajo se construye la auténtica realidad histórica de un país.
  • Temas religiosos y existenciales: se plantean continuamente cuestiones como el sentido de la vida, qué hay más allá de la muerte, el paso del tiempo… Tienen una visión pesimista de la existencia.

B. ESTILO:

No resulta fácil encontrar un estilo común a todos ellos, aunque comparten algunos puntos comunes:

  • Admiración por nuestros grandes escritores: Larra, Quevedo, Cervantes…
  • Sobriedad: prefieren un estilo más sencillo, menos recargado que el de los modernistas.
  • Subjetivismo: en todos sus escritos, especialmente en la descripción del paisaje.
  • Innovaciones en los géneros literarios: la nivola de Unamuno o el esperpento de Valle-Inclán, son ejemplos de ello.

2.1 MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936)

Nació en Bilbao, catedrático de Griego y rector de la Universidad de Salamanca, tuvo una vida intensa que le llevó al destierro durante la dictadura de Primo de Rivera y a un arresto domiciliario al estallar la Guerra Civil, por oponerse a la represión de las fuerzas sublevadas, durante el cual murió. Se trata de uno de los escritores más interesantes por la profundidad filosófica de sus escritos, por su hondura religiosa y su originalidad literaria. Su producción abarca todos los géneros literarios y en todos se dejan ver sus preocupaciones existenciales y su inquietud por España. En sus primeras obras, Unamuno criticó la situación española y propuso tomar Europa como modelo para salir del atraso social, político y científico. Posteriormente se orientó hacia preocupaciones íntimas, como el sentido de la existencia, la fe religiosa y la pervivencia tras la muerte… Destacó principalmente por:

  • Ensayos: en ellos expresó sus ideas sobre España y volcó sus reflexiones filosóficas: el conflicto entre fe y razón, la existencia, la inmortalidad… Entre otros, destacan: Del sentimiento trágico de la vida, Por tierras de Portugal y España, etc.
  • Novelas: sus protagonistas representan las obsesiones personales del autor. En estas obras la acción es escasa y predominan los monólogos y diálogos que dan a conocer los pensamientos y sentimientos íntimos de los personajes. Por esto la crítica dijo que sus novelas no podían considerarse como tales y, ante ello, el autor las llamó nivolas. Entre otras, destacan: Niebla, San Manuel Bueno, mártir, etc.

2.2. PÍO BAROJA (1872-1956)

Nació en San Sebastián en el seno de una familia acomodada y culta. Estudió Medicina en Madrid, donde pasó la mayor parte de su vida, no como médico, sino dedicado al periodismo y a la literatura. En 1935 ingresó en la RAE (Real Academia Española). Tras un breve exilio en Francia durante la Guerra Civil, Baroja retomó su tranquila vida madrileña hasta la muerte. Fue un hombre de carácter solitario, sincero, pesimista y huraño. Pío Baroja fue, ante todo, un gran novelista: un verdadero maestro de la conversación y la descripción. Sus narraciones están cargadas de la fuerza de personajes que parecen verdaderos, que se mueven en ambientes reales y viven historias posibles.

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