11 Dic
Introducción: Género, Ética y Derecho
¿Por qué tenemos que relacionar el género con la ética? Para que esta relación sea consistente, debemos ofrecer razones filosóficas de peso y argumentos jurídicos importantes sobre por qué incluimos el género en este curso de derecho y ética. Esto nos remite a la importancia de la distinción y conexión entre las ciencias jurídicas y las ciencias sociales.
La Necesidad de un Enfoque Interdisciplinar
Conforme a nuestra visión del derecho, las transformaciones jurídicas van de la mano de las transformaciones de las mentalidades y de los factores socioeconómicos. Por esto, necesitamos un enfoque interdisciplinar. En este sentido, no sería suficiente una perspectiva interna al modo hartiano, sino que es imprescindible investigar también las causas de producción de las normas, es decir, sus orígenes sociológicos, sin olvidar el conocimiento de la realidad social y la eficacia empírica de la legislación, porque el derecho es todo menos puro.
La Filosofía y la Concepción Multidimensional del Conocimiento
Con respecto a la filosofía en general, como lugar donde van a parar todos los saberes, lo que deberíamos buscar, como dice Antonio Manuel España, es la restauración de la concepción multidimensional del conocimiento, pues este tiene elementos cognitivos y elementos afectivos, y hay que tener en cuenta unos y otros frente a una reducción puramente racionalista del conocimiento.
El Sujeto Moral Kantiano y la Exclusión Femenina
Ejemplo: En el concepto de persona que acuña Kant encontramos la posibilidad de trazar el desarrollo de la persona moral íntegra como una tarea de autoperfeccionamiento que se constituye, como dice Victoria Camps, como el primer deber moral. Es decir, la construcción kantiana constituye un paso decisivo en la configuración del nuevo sujeto moral.
El sujeto trascendental kantiano, como sujeto destinado a servir de modelo de los sujetos reales, sin embargo, tenía una incoherencia fundamental a la base de estos sistemas que enarbolaban la bandera de la emancipación, la autonomía y la universalidad para el género humano: la exclusión de las mujeres de la esfera ético-política y jurídica, y la expulsión de las mujeres del elevado mundo del conocimiento.
El mundo de las mujeres era el mundo de las 3 K: Kinder, Küche, Kirche (Hijos, Cocina e Iglesia). Esta influencia se prolongó después en las filosofías tanto del idealismo como del romanticismo y del materialismo a lo largo de toda la modernidad, y es todo esto junto lo que viene arrastrando el caldo de cultivo de la razón patriarcal.
La Doctrina de la Buena Voluntad
Kant decía que no había nada incondicionalmente bueno salvo una buena voluntad, y que el único móvil de la buena voluntad es el cumplimiento del deber por amor al cumplimiento del deber. Lo interesante aquí es que para Kant una buena voluntad puede no llegar a ser buena no solo porque cumple con el deber por móviles egoístas, sino también en algunos casos en que se cumple el deber por móviles altruistas. Si yo estoy inclinado por naturaleza a cumplir con mi deber, ya no tiene tanto valor.
Ejemplo de la Inclinación Natural
- Si estoy inclinado a preocuparme por otras personas, ello no cuenta, pues lo hago por estar inclinado, no por cumplir mi deber.
La Teoría Crítica Feminista
La teoría crítica feminista ha subrayado la exclusión femenina de los planteamientos kantianos porque el autor de las tres críticas de Kant (Crítica de la Razón Pura, Crítica de la Razón Práctica y la Crítica del Juicio) parece que perdió su capacidad crítica al enfrentarse a la cuestión de género, justificando sin cuestionarlo el orden establecido con sus concepciones filosóficas.
La Crítica de Concha Roldán y el Universalismo
Concha Roldán se ha ocupado de este asunto y ha mostrado también las limitaciones del universalismo kantiano al leer su formalismo ético a la luz de sus contenidos antropológicos. Esto no se hace con ánimo de hacer que la ética renuncie a sus pretensiones de universalidad, sino precisamente con la intención de llevar al máximo las potencialidades del formalismo kantiano en su aplicación a todos los seres humanos concretos, lo que aportaría además la verdadera universalidad de la ética.
No vamos a pedir a Kant que al redactar su Metafísica de las Costumbres conociera la Vindicación de los Derechos de la Mujer, publicada en 1797 por Mary Wollstonecraft, pero sí le podemos pedir que conociera el libro que en el mismo Königsberg se había publicado por Theodor von Hippel anónimamente bajo el título Acerca del perfeccionamiento de los derechos civiles de la mujer.
Concha Roldán dice que tuvo que conocerlo, pues en el círculo de sus conocidos se imputó a este la autoría de este libro. Kant tenía en su mano en ese momento todos los elementos para haber podido alterar el status quo, es decir, para haber defendido la emancipación de las mujeres, y no lo hizo. Por ello, a juicio de Roldán, en el volumen total de la obra de Kant hay elementos suficientes para haberle dado una materialidad a su formalismo.
Conclusión
Por lo demás, como dice Adela Cortina, no podemos olvidar la insatisfacción en la que el cientificismo y el positivismo de todos los tiempos han sumido a la razón práctica.

Deja un comentario