05 Ago

La Constitución de 1978 y el Consenso Democrático

El 15 de junio de 1977 tuvieron lugar las elecciones previstas en la Ley para la Reforma Política. Estas dieron la victoria a la UCD, la coalición centrista liderada por Adolfo Suárez, con el PSOE de Felipe González en segundo lugar. A considerable distancia quedaron el PCE (Santiago Carrillo), AP (Manuel Fraga), PSP (Enrique Tierno) y los nacionalistas catalanes y vascos. La falta de mayoría absoluta y el equilibrio izquierda-derecha contribuyeron al consenso del que nacería la Constitución.

La redacción del proyecto constitucional fue encomendada a una ponencia formada por siete diputados (tres de UCD, uno del PSOE, uno del PCE-PSUC, uno de AP y un nacionalista catalán). Tras ser debatida y votada por las Cortes, la Constitución fue sometida a referéndum popular el 6 de diciembre de 1978.

La Constitución de 1978 establece una monarquía parlamentaria basada en:

  • La Soberanía Popular: Un amplio reconocimiento de derechos y libertades individuales. Además de los tradicionales derechos cívicos y políticos de un sistema liberal, incluye una amplia relación de derechos sociales y culturales, configurando un Estado Social y Democrático de Derecho.
  • Una División de Poderes:
    • El Poder Legislativo, que reside en unas Cortes bicamerales (Congreso y Senado), representantes de la Soberanía Popular.
    • El Poder Ejecutivo, que corresponde al Gobierno. Su Presidente es elegido por el Congreso y está sometido al control de las Cortes.
    • El Poder Judicial reside en los tribunales de justicia.
  • Dos Instituciones Moderadoras:
    • La Corona, con un papel meramente representativo al frente del Estado.
    • El Tribunal Constitucional, que vela por los principios constitucionales y arbitra en los conflictos entre los diferentes poderes y administraciones del Estado.
  • Una Organización Territorial: el Estado de las Autonomías. La Constitución define los procedimientos para la conformación de las Comunidades Autónomas y un reparto de competencias entre estas y la Administración Central no uniforme, ya que diferencia entre regiones y nacionalidades históricas (País Vasco, Cataluña y Galicia).

El debate constitucional fue acompañado de otras medidas, acordadas también por consenso, tendentes a consolidar el nuevo marco político democrático:

  • Los Pactos de la Moncloa (1977): Los partidos políticos negociaron un amplio acuerdo para hacer frente a la crisis económica, que sería suscrito por las centrales sindicales (CCOO, UGT) y la patronal (CEOE).
  • La Reforma Fiscal (1977): Impulsada por el ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, modernizó el sistema tributario español.
  • La Puesta en Marcha del Régimen Preautonómico: En Cataluña, Galicia y el País Vasco.

La Crisis de UCD y el Intento de Golpe de Estado (23-F)

La situación política se fue deteriorando rápidamente ante la multiplicación de los problemas:

  • El impacto de la segunda crisis petrolífera (1979-1980), traducido en más recesión, paro y conflictividad social.
  • La virulenta ofensiva terrorista de ETA, que llegaría a su punto culminante en los años 1979-1981.
  • Los sucesivos fracasos de la UCD en las elecciones autonómicas y municipales.
  • El liderazgo de Suárez comenzaba a ser cuestionado mientras se agravaba la crisis interna de la UCD.
  • La oposición parlamentaria del PSOE se intensificó, reforzando notablemente la imagen pública del líder socialista.
  • La presión de los sectores reaccionarios del Ejército aumentaba, manifestándose en protestas, actos de insubordinación y conspiraciones.

Acosado por todos, Suárez dimitió finalmente en enero de 1981. Durante la votación de su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo, tuvo lugar el intento de golpe de Estado del 23-F, protagonizado por el teniente coronel Antonio Tejero, el general Alfonso Armada y el capitán general de Valencia, Jaime Miláns del Bosch. La improvisación, la indecisión y la oposición clara del Rey y de los altos mandos militares hicieron fracasar la tentativa. La vuelta a la normalidad fue seguida de masivas manifestaciones populares de apoyo a la democracia.

Finalmente, Calvo-Sotelo fue investido Presidente. Su corto mandato (1981-1982) tuvo una notable actividad:

  • El juicio contra los implicados en el 23-F.
  • Con apoyo de los socialistas salieron adelante la Ley del Divorcio y la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico), rechazada por los nacionalistas y declarada parcialmente inconstitucional.
  • Las Cortes aprobaron la entrada de España en la OTAN.

La Etapa Socialista: Consolidación Democrática (1982-1996)

Ante el agravamiento de los problemas internos de la UCD, Calvo-Sotelo convocó elecciones anticipadas para el 28 de octubre de 1982. El PSOE, bajo el liderazgo carismático de Felipe González, obtuvo un amplísimo apoyo electoral y la mayoría absoluta de los escaños en el Congreso y en el Senado. La coalición AP-PDP, liderada por Manuel Fraga, quedó en segundo lugar.

La obra de los gobiernos socialistas encabezados por Felipe González contribuyó poderosamente a la consolidación del sistema democrático:

  • Una inteligente política militar que permitiría apartar definitivamente la amenaza golpista.
  • Una política exterior dirigida a la plena integración de España en el mundo occidental: CEE, OTAN.
  • Una política económica de ajuste y un amplio saneamiento financiero.
  • Una política social dirigida a la expansión del Estado de Bienestar.

El final de los grandes fastos de 1992 (V Centenario, Juegos Olímpicos de Barcelona, Exposición Universal de Sevilla) coincidió con el comienzo del cambio de tendencia en el ciclo socialista. El deterioro de la imagen pública del PSOE y sus gobiernos fue imparable por:

  • La soberbia en el ejercicio del Poder Ejecutivo tras tres victorias electorales con mayoría absoluta (1982, 1986, 1989).
  • La reiteración de los casos de corrupción y la guerra sucia contra ETA (caso GAL), aireados por una prensa cada vez más militante y utilizados eficazmente por la oposición de centro-derecha, representada por el PP y su nuevo líder José María Aznar.
  • Los problemas internos de la familia socialista: el divorcio entre PSOE y UGT; el distanciamiento entre sus dos dirigentes más destacados, Felipe González y Alfonso Guerra.

En 1993, el PSOE obtuvo una corta victoria electoral. Sin mayoría absoluta y con escasos apoyos, fue inevitable la convocatoria anticipada de elecciones. En 1995, el PP obtuvo una corta victoria y Aznar accedió a la Presidencia del Gobierno. La buena marcha de la economía y la crisis socialista favorecerían una nueva victoria del PP en 2000, esta vez por mayoría absoluta.

El Papel de la Mujer en España a lo largo del Siglo XX

El papel de la mujer en España ha ido cambiando significativamente a lo largo del siglo XX, dependiendo de las distintas etapas históricas que ha vivido este país. Los inicios del feminismo español (la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres) fueron más tardíos que en otros países europeos.

A principios de siglo, las españolas estaban sometidas a una sociedad profundamente patriarcal, relegadas al ámbito doméstico y con una limitada participación en la vida pública.

Avances durante la Segunda República (1931-1936)

La proclamación de la Segunda República en 1931 significó la apertura de un nuevo período histórico democrático, reformador y progresista. Tanto la Constitución de 1931 como la legislación republicana del primer bienio reconocieron numerosos derechos para las mujeres, buscando la igualdad:

  • Políticamente: Se consiguió el voto femenino por primera vez en España para las mayores de 23 años (destacando el papel de Clara Campoamor en defensa del derecho al voto femenino) y su participación en partidos y sindicatos.
  • Socialmente: La equiparación de derechos de ambos sexos, el matrimonio civil, el divorcio, la escolarización que permitió a las mujeres una educación más amplia y variada, la despenalización del adulterio, la participación en jurados populares.
  • Laboralmente: La regulación del trabajo femenino impedía despedirlas si se casaban o se quedaban embarazadas, el seguro de maternidad, la ampliación del acceso a la función pública.
  • Culturalmente: Las mujeres incrementaron su presencia, aunque sus obras, en muchas ocasiones, quedaron infravaloradas frente a las de sus compañeros varones. Destacaron escritoras e intelectuales como Rosa Chacel, Carmen Conde, María Zambrano o artistas profesionales como Maruja Mallo o Remedios Varo.

Como podemos comprobar, en los cinco años que duró la Segunda República, el avance legislativo a favor de la igualdad fue enorme, pero no fue necesariamente acompañado de una transformación radical de la sociedad española.

El Rol de la Mujer durante la Guerra Civil Española (1936-1939)

La Guerra Civil Española mantuvo la movilización femenina. En la zona republicana, destacaron las milicianas (sobre todo anarquistas y comunistas) que fueron espontáneamente a combatir, y las trabajadoras en la retaguardia, tras la marcha de los hombres al frente, realizando todo tipo de tareas productivas y asistenciales. Tuvimos también a la primera ministra, Federica Montseny, de la CNT, en Sanidad. En el bando franquista, la Sección Femenina de la Falange y las Margaritas Carlistas desarrollaron un importante papel recaudando fondos para la guerra, ayudando en hospitales, comedores, almacenes de alimentos y servicios sociales. Pero también defendieron la maternidad y el hogar como destinos naturales de las mujeres.

El Retroceso durante el Franquismo (1939-1975)

La victoria de Franco en la Guerra Civil consolidó una dictadura militar muy conservadora y católica que se mantuvo hasta su muerte, en 1975. Esto supuso un cambio radical en la situación de la mujer, quedando, una vez más, subordinada a los hombres.

La familia tradicional y católica se convirtió en la base fundamental de la sociedad. En ella, la mujer estaba dedicada a las labores de la casa y el cuidado de los hijos. En este sentido, jugó un papel fundamental la Sección Femenina, creada por la Falange en 1934, presidida por Pilar Primo de Rivera. Potenció el papel de la mujer con nula participación pública y política, destinada a ser ama de casa. La Sección Femenina organizaba el Servicio Social, obligatorio para las mujeres, encargado de adoctrinarlas en los valores franquistas: tenían que ser católicas, sumisas y obedientes, esposas y madres. Ya en 1938, el Fuero del Trabajo eliminaba a la mujer casada del ámbito laboral.

El franquismo eliminó todos los avances que consiguieron las mujeres durante la Segunda República:

  • El matrimonio civil y el divorcio.
  • Se incrementó la mayoría de edad a los 25 años.
  • La posibilidad de actuar en la vida pública o política.
  • La patria potestad pasaba al marido (incluso podía dar a los hijos en adopción sin el consentimiento de la madre).

La desigualdad ante la ley quedó consagrada en el Código Civil y en el Código Penal, que castigaban duramente el adulterio. El marido era el representante legal y la mujer tenía que contar con su permiso para todo (Permiso Marital), como abrir una cuenta bancaria, vender y comprar bienes o solicitar un pasaporte.

En educación se suprimieron las escuelas mixtas. La formación de las mujeres tenía menos contenidos científicos y humanistas. Se centraba en la preparación para administrar la vida doméstica y su comportamiento social en público. Eran pocas las que terminaban el bachillerato y accedían a la universidad. Los libros de texto y asignaturas como Hogar y Economía Doméstica también contribuyeron a diferenciar hombres y mujeres.

Recuperación de Derechos y Consolidación de la Igualdad

A partir de la década de 1960, los cambios experimentados por la sociedad española como consecuencia del “desarrollismo” introdujeron algunas modificaciones como la incorporación a la educación universitaria, el trabajo remunerado o la reducción de la mayoría de edad a los 21 años. Desde entonces, la emigración a países europeos más avanzados y la llegada masiva de turistas produjeron una paulatina apertura en la mentalidad de la época: la minifalda, el bikini…

Con la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer y la muerte de Franco, llegaron a España nuevos aires. Durante la Transición se vivió un proceso gradual en la recuperación de los derechos que las mujeres habían perdido durante el franquismo:

  • La abolición del Permiso Marital (1975).
  • La Ley de Relaciones Laborales proclamó la igualdad de hombres y mujeres en el trabajo (1976).
  • La eliminación de las leyes contra el adulterio (1978).
  • El divorcio fue legalizado en 1981.

Pero fue la Constitución de 1978 la más importante aportación para eliminar la desigualdad. En su artículo 14 rechaza la discriminación por cuestión de sexo, establece el matrimonio en plena igualdad jurídica, en la educación, en el acceso a las funciones y cargos públicos. Fue el marco legal idóneo para que en la consolidación de la democracia se siguiera avanzando con medidas como:

  • La creación del Instituto de la Mujer (1983) para fomentar la igualdad social de ambos sexos y la participación de las mujeres en la vida política, cultural, económica y social.
  • La despenalización del aborto (1985) en los tres casos que marca la ley: malformación del feto, peligro para la madre, embarazo fruto de una violación.
  • El sistema de cuotas para la visibilidad política de las mujeres: el PSOE aprobó la democracia paritaria en la que la representación política del partido se fijase en un mínimo de un 40% y un máximo de un 60% por cualquier sexo. Con los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, la plena igualdad, es decir la paridad, llegó al propio Gobierno.
  • La Ley Integral contra la Violencia de Género (2004).
  • La Ley para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres (2007): paridad en las listas electorales, la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, permisos para conciliar la vida personal y laboral.

La conquista de los derechos de las mujeres en nuestra Historia ha sido un proceso con avances y retrocesos que todavía no ha concluido. Es necesario acompañar la igualdad legal de la igualdad real.

España en el Contexto Internacional: Integración y Política Exterior

El Proceso de Integración en la CEE

España ingresó en la Europa comunitaria en 1986, casi 30 años después de su constitución. La razón principal fue el carácter antidemocrático de la dictadura franquista, que provocó el rechazo de anteriores peticiones españolas de adhesión.

Factores de Integración:

  • Políticos: La democratización iniciada tras la muerte de Franco (1975) permitió iniciar el proceso para ingresar en la Europa comunitaria (julio de 1977).
  • Económicos: La incorporación a la CEE ofrecía la posibilidad de paliar los efectos de la crisis económica de la década de 1970 y acercarse al nivel económico europeo. Así, en 1977, España inició un programa de reformas económicas (Pactos de la Moncloa) que permitió presentar su integración con posibilidades de éxito.

Las negociaciones fueron difíciles. Europa exigía la adhesión a la OTAN y, económicamente, España ofertaba productos agrícolas y pesqueros que competían con otros países comunitarios, como Francia, que ejerció una dura oposición. Finalmente culminaron con el Tratado de Adhesión que entró en vigor el 1 de enero de 1986.

Consecuencias de la Integración:

  • Políticas: España reforzó su sistema democrático, acabó con su tradicional marginación en Europa y aumentó su visibilidad internacional.
  • Económicas: Supuso el fin de décadas de aislamiento, de una evolución económica divergente y nos permitió acceder a un amplio mercado. Pero también hubo que hacer un gran esfuerzo para adaptar nuestra economía a las políticas comunitarias, modernizarla y hacerla más competitiva. Para ello, recibimos importantes ayudas económicas europeas.
  • Sociales: La incorporación a Europa favoreció la modernización de la sociedad española y la creación de un Estado de Bienestar similar al de los demás Estados miembros.
  • Culturales: Favoreció los intercambios científicos, universitarios y la movilidad de las personas.

La Adhesión a la OTAN

Se produjo en la primavera de 1982, durante el gobierno de Calvo-Sotelo, quien pretendía con ello modernizar las Fuerzas Armadas y evitar nuevas intenciones golpistas de los militares. La medida generó una fuerte oposición popular, dirigida por el PSOE y el PCE. En la campaña electoral de 1982, el PSOE prometió la salida de la OTAN si ganaba las elecciones. Una vez en el poder, la postura de los socialistas fue cambiando hasta pedir, en un polémico referéndum en 1986, el voto afirmativo a favor de la permanencia en esta alianza militar. Triunfó el sí, lo que confirmaba a España como Estado miembro, pero no se integraba en su estructura de mandos militares ni permitía el establecimiento de armas nucleares en territorio español. Además, debía reducirse progresivamente la presencia de fuerzas norteamericanas en nuestro país.

La Reapertura de Gibraltar

Después de la Segunda Guerra Mundial, la ONU declaró a Gibraltar como un territorio pendiente de descolonización, lo que llevó a Franco a reclamarlo. Como respuesta, los británicos celebraron allí un referéndum, en 1967, no reconocido por la ONU y que mostró la decisión masiva de los gibraltareños de seguir siendo británicos. Esto provocó la reacción de Franco dos años después, que cerró permanentemente la verja de paso a la Línea de la Concepción (territorio español) y exigió el fin del Tratado de Utrecht (1713). Con el triunfo del PSOE de Felipe González en las elecciones generales de 1982, se inauguró una nueva era en la política exterior española. Mejoraron las relaciones con los países europeos y se suavizaron las tensiones con Reino Unido. El primer paso fue la reapertura de la verja, permitiendo el paso de peatones.

La Guerra de Irak y sus Consecuencias

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 provocados por terroristas vinculados a Al Qaeda, el gobierno de los Estados Unidos, presidido por George W. Bush, respondió con una agresiva ofensiva militar contra los países considerados promotores de este tipo de terrorismo. Así, en 2003, inició la invasión de Irak, acusado falsamente de poseer armas de destrucción masiva. Los gobiernos de Aznar y del británico Tony Blair fueron de los pocos europeos que apoyaron esta decisión (Cumbre de las Azores). Fue una decisión muy criticada por la mayoría de los españoles que se manifestaron, en numerosas ocasiones, contra la guerra. Marcó el inicio de la caída del PP. El 11 de marzo de 2004, en plena campaña electoral de las elecciones generales, varios trenes con destino a la estación de Atocha sufrieron el mayor atentado terrorista de un país europeo (193 muertos, más de 2000 heridos). Las explicaciones del gobierno de Aznar culpando a ETA provocaron el rechazo de la sociedad española, al tiempo que se confirmaba la autoría del terrorismo yihadista. Tres días más tarde, el PP perdió las elecciones y ganó el PSOE.

La Política Iberoamericana de España

Iberoamérica ha sido siempre una prioridad para la política exterior española por los lazos humanos, históricos, lingüísticos, culturales y económicos que compartimos. El papel de España en Latinoamérica se intensificó desde la llegada al poder del PSOE de Felipe González en 1982:

  • Contribuyó a los procesos de democratización de América del Sur (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay).
  • Intervino en la pacificación de Centroamérica (Nicaragua, El Salvador).
  • Desempeña un papel protagonista en el diseño de la política de la Unión Europea hacia América Latina y el Caribe.
  • España es uno de sus principales inversores, con una presencia destacada en sectores clave del proceso de desarrollo y modernización social: banca, energía, comunicaciones, infraestructuras.
  • Fomentó la creación de las Cumbres Iberoamericanas (que funcionan desde 1991, coincidiendo con la preparación de la celebración del V Centenario), foros de debate político y cooperación.

Misiones Humanitarias y de Paz de España

Las Fuerzas Armadas contribuyen a la paz y la seguridad mundiales participando en numerosas misiones patrocinadas por los organismos internacionales en los que nuestro país está integrado (ONU, UE, OTAN). Son misiones humanitarias en las que no participan en enfrentamientos armados.

Sus principales tareas:

  1. Vigilar y apoyar el cumplimiento de los acuerdos de alto el fuego: Centroamérica-Nicaragua, Irak, Etiopía, Sudán.
  2. Proteger y ayudar a la población civil: Indonesia (el tsunami de 2004), Haití (terremoto de 2010), Turquía y Siria (terremoto de 2023).

Recientemente, nuestras Fuerzas Armadas se han incorporado a la Operación Atalanta, con la que se pretende controlar la piratería en aguas de Somalia.

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