15 May
1. La Interpretación Escénica
La interpretación escénica es el proceso artístico por el cual se capta y comprende el contenido de una obra. Este proceso es una traducción al lenguaje escénico y siempre implica:
- Comprensión: Entender la obra.
- Expresión: Transmitir significado.
- Transformación: Tomar una historia y cambiarla para la escena.
- Creación: Originar algo nuevo a partir de la obra.
- Ejecución: Representar la obra ante un público.
- Objetividad y Subjetividad: Combinar el análisis objetivo con la visión personal.
- Realidad y Ficción: Jugar con los límites entre lo real y lo representado.
2. Los Intérpretes
Los intérpretes son todos aquellos artistas que ejecutan una obra ante un público: actores, músicos, bailarines. En todos los casos, la compleja relación intérprete-interacción dependerá de la especialidad artística y del tipo de obra representada.
2.1. El Oficio del Actor
El oficio actoral es aquel que se ejerce de manera habitual y con dedicación profesional. Antiguamente se iba pasando de generación en generación, pero desde el siglo XIX hasta hoy, han ido floreciendo escuelas. En el mundo de las artes escénicas existen distintas maneras de entender en qué consiste el “oficio del actor”, entendiendo unos que es una herramienta para transmitir su versión de la obra, o como un creador que construye su propio mensaje.
El oficio del actor tiene algunas características especiales respecto a otros artistas:
- El actor es instrumento e instrumentalista a la vez.
- Trabaja en un espacio y tiempo dramático.
- Sabe todo lo que le pasa al personaje (aunque el personaje no lo sepa).
2.2. La Relación entre el Actor y el Personaje
El actor siempre tiene que ponerse al servicio del personaje. Presta su cuerpo y voz para encarnarlo, pone su imaginación y concentración al servicio de este, y aporta su experiencia vital al personaje. El actor y el personaje son dos seres diferentes, y el actor tendrá un carácter diferente al del personaje. Sean muchas o pocas coincidencias entre los dos, el actor debe aceptar al personaje.
2.3. Las Cualidades del Actor (Aptitud y Actitud)
Como todo, esto es cuestión de práctica y aprendizaje. Se entiende el talento interpretativo como una capacidad para comprender y expresar emociones, ideas y sentimientos, y para que esa aptitud se desarrolle y se convierta en maestría, el actor tiene que cultivar en mayor medida determinados aspectos de su persona:
- Trabajar y modelar sus herramientas: cuerpo, voz y mente.
- Desarrollar destrezas fundamentales para utilizar dichas herramientas.
Otras cualidades necesarias son:
- Voluntad: El deseo es el motor de esta profesión.
- Esfuerzo: Necesita de su energía para interpretar.
- Valentía: Arriesgar con actitud de búsqueda.
- Responsabilidad y Compromiso: Es tarea en equipo, por lo que se deben aceptar responsabilidades y compromiso.
- Respeto: La colaboración favorece la creación.
- Paciencia: Nada se construye en un momento, se necesita tiempo.
3. La Técnica Interpretativa
Ortega y Gasset explican: “mientras el animal se las arregla con lo que encuentra, el hombre crea lo que necesita. Su ser técnico, adapta la naturaleza a sus necesidades; así la técnica es la adaptación del medio al sujeto y de la naturaleza a su voluntad”.
El intérprete se vale de técnicas interpretativas que integran un amplio conjunto de procedimientos del arte dramático. La técnica no tiene que obedecer a un método concreto; basta con que el actor utilice una serie de herramientas que le permitan la expresión.
3.1. Para qué Sirve la Técnica
- Permite que el actor pueda actuar sin lastimarse. La técnica protege sus huesos, músculos, voz.
- Proporciona control y dominio sobre lo que hace.
- Aporta flexibilidad: capacidad para poder afrontar distintos procesos creativos.
3.2. Dos Grandes Tendencias
- Tendencias Cotidianas: Utilizan el cuerpo y la voz de manera similar a como se usaría en la cotidianidad.
- Tendencias Extracotidianas: Hacen uso especial del cuerpo, amplificando la presencia escénica.
4. Las Teorías de la Interpretación
A lo largo de los siglos han aparecido muchas teorías interpretativas, cada una fundamentada en principios muy distintos. Algunas de las preguntas clave que abordan son:
¿Sentir o Pensar?
Diderot fue el primero en plantear este problema. Él exponía que hay dos clases de actores: los que actúan con toda su alma y los que actúan con reflexión. Así, algunas teorías han apostado por la intuición y visceralidad del actor, defendiendo que debe interpretar desde el corazón.
¿Vivir en el Personaje o Mostrarlo?
Vivir en él implica ser esa otra persona, pero por el contrario, otras teorías dicen que el actor debe mostrar el personaje, representarlo.
¿Identificarse con el Personaje o Distanciarse?
Las teorías que optan por la identificación se apoyan en la idea de que el actor se debe fusionar con él para entenderlo, y las de distanciamiento prefieren que se mantenga alejado del personaje.
¿Meterse en el Personaje o Introducirlo en Uno Mismo?
Meterse hace referencia a que el actor debe introducirse en el universo del personaje, en su manera de pensar y sentir, y meter al personaje en uno mismo es el actor el que se apropia del personaje y lo incorpora a sí mismo.
¿De Dentro Afuera, o de Afuera Adentro?
Teorías plantean que el actor debe ir desde lo interno a lo externo; así siente y luego hace. Pero otras, al revés, la acción dará lugar a las emociones.
¿Autobiografía o Imaginación?
Teorías de utilizar biografías del actor para buscar la emoción del personaje. Otras dicen que el actor no debe recurrir a lo propio sino solo a su imaginación.
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