13 May

Explicación de Durkheim sobre los Tipos de Suicidio y la Integración Social

Durkheim clasifica el suicidio en tres categorías. Primero, el suicidio egoísta. Este tipo de suicidio se da por falta de integración del individuo en la sociedad, por la ausencia de interacción con otras personas, cuando el individuo tiene muy poca relación con la sociedad, lo que implica una falta de cohesión social. Todo esto lleva a que el individuo se sienta aislado, solo y abandonado. Estas personas tienden a quitarse la vida cuando piensan mayormente en sí mismos y no están integrados en un grupo social, por ejemplo. En el suicidio egoísta predomina el individualismo, es decir, la persona piensa y actúa independientemente, no depende de otras personas ni piensa en ellas, y se opone a las intervenciones externas sobre sus ideas u opiniones personales.

En segundo lugar, está el suicidio altruista, en donde el individuo tiene una integración social tan grande que está dispuesto a dar su vida, a sacrificarse por la sociedad. Esto puede ser por muchos motivos (por ejemplo, religiosos y filosóficos). Esta persona es solidaria, generosa, quiere el bien para los demás y no espera nada a cambio como recompensa.

En tercer lugar, se encuentra el suicidio anómico. Este tipo de suicidio supone un cambio de normas como consecuencia de una crisis. El individuo no logra adaptarse a dicho cambio, experimenta inquietudes y decepciones, y entonces recurre al suicidio. El problema aquí radica en que el individuo no es capaz de aceptar las normas de la sociedad en la que se encuentra.

Existe una relación entre la integración social y el suicidio. El suicidio varía en sentido inverso al grado de integración de los grupos sociales de los que forma parte una persona. Las causas del suicidio radican en los factores sociales que afectan la vida del individuo y que, frente a determinadas circunstancias, lo preservan o lo impulsan a quitarse la vida, según su grado de integración.


Max Weber y la Acción Social

Significado de la Acción Social y su Sentido según Weber

El objeto de estudio de la sociología, según Weber, es la acción social. Esta se refiere a una conducta con motivos, en la que el individuo que la produce le atribuye un sentido subjetivo, y además, está orientada o afecta la conducta de otros. Esto quiere decir que su conducta está dirigida a actuar en función de los demás. En este aspecto, es importante mencionar que no todas las acciones realizadas por los individuos pueden ser catalogadas como acciones sociales. Weber utiliza una metodología para clasificar los tipos de acción, que se basa en los factores culturales que la afectan. Identifica cuatro formas de acción social como modelos ideales que surgen de modo progresivo. Estas son:

  • La Acción tradicional, vinculada a las costumbres.
  • La Acción afectiva, vinculada a las emociones.
  • La Acción racional de acuerdo a valores.
  • La Acción racional de acuerdo a fines.

Cada tipo de acción o conducta emitida por el individuo parte de los valores, las metas que se proponga y los medios de los que disponga. No todas las conductas son acciones sociales, pero las que lo son tienen un aporte fundamental al desarrollo de la sociología como campo de conocimiento científico.


Ejemplos de Acción Racional de Acuerdo a Fines y su Explicación

A continuación, se analizará la acción racional de acuerdo a fines.

La acción racional de acuerdo a fines es la forma más racional de acción. Esta acción involucra todo un proceso de deliberación y de razonamiento por parte del individuo. En este proceso, la persona, según sus valores, elige sus fines y los medios más adecuados para alcanzarlos. Antes de realizar la acción, evalúa las consecuencias que pueden tener los fines una vez alcanzados, de acuerdo con los distintos medios implementados. Si el individuo prevé que las consecuencias serán negativas, puede cambiar el sentido de la acción a través de un proceso racional.

  1. En este tipo de acción, todos los elementos que Weber identifica dentro de la acción social están presentes. El individuo se guía por los distintos valores que posee; estos valores son elementos por los que se orienta, son juicios morales que determinan qué cosas son buenas y cuáles no. También están presentes los medios y los fines. Los fines son las metas a las que el individuo aspira, y los medios son los métodos para lograr dichos fines. Finalmente, están presentes las consecuencias y su evaluación; es decir, el individuo tiene presente que, según sean los medios y los fines por los que se opte, y considerando los valores de dicho individuo, tal acción social tendrá una determinada consecuencia.

  2. Un ejemplo de una acción racional de acuerdo a fines es cuando un individuo decide ser docente. Este se compromete desde el momento en que elige ser docente, ya que tendrá la responsabilidad de la enseñanza en sus manos para transmitirla a otras personas. Al momento de hacer esto, el individuo asume la responsabilidad de que todos estos objetivos se cumplan. El individuo se rige por ciertos valores morales y éticos, como, por ejemplo, hacerlo por mérito propio y esforzarse al máximo para enseñar correctamente. El individuo, a su vez, reconoce que su fin es enseñar a los demás y que sus medios son el conocimiento y la perseverancia en su trabajo. Finalmente, el individuo reconoce las consecuencias que sus fines y medios tendrán en relación con los valores que mantiene; por ejemplo, que tal vez deba empezar a comportarse de una manera formal con sus alumnos y los padres de estos, porque sabe que esto le puede proporcionar una ayuda económica y le permitirá brindar una mejor educación a los demás.

  3. Otro ejemplo de acción racional de acuerdo a fines es cuando una pareja desea tener hijos y decide recurrir a la inseminación artificial. La pareja se rige por determinados valores, como, por ejemplo, hacerlo de manera legal y ética. A su vez, reconocen que el fin es tener hijos y los medios son los tratamientos médicos y la dedicación al proceso. Reconocen que, debido a los medios y fines que han elegido en relación con los valores que mantienen, pueden surgir distintas consecuencias, como cambios hormonales y emocionales, pero que, al fin y al cabo, si logran concebir un hijo o hija, esto les proporcionará mayor felicidad y, tal vez, un propósito de vida.

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