03 Ago

  • La escultura española barroca constituye uno de los ejemplos más Auténticos y personales de nuestro arte, porque su concepción y su forma de Expresión surgieron del pueblo. Con la decadencia del Estado, fueron los Monasterios, las parroquias y las cofradías las que impulsaron su desarrollo, Siendo costeadas las obras en ocasiones mediante suscripción popular.

  • Surge la costumbre de sacar en procesión a los santos patrones, Apareciendo el tipo de imagen procesional, sola o formando un grupo de carácter Narrativo, denominado “paso”. Como consecuencia, se generaliza la independencia estatuaria del Marco arquitectónico y la figura aislada se convierte en la tipología Predominante.

  • Se Mantiene el interés por el retablo, desapareciendo la escultura funeraria, a la Que el Renacimiento había conferido un carácter profano, de Glorificación personal del difunto.

  • La Escultura va a plasmar los ideales imperantes en estos ambientes religiosos. La Doctrina contrarreformista exigía al arte un lenguaje realista para que el fiel Comprendiera y se identificara con lo representado, y una expresión dotada de Intenso contenido emocional para incrementar el fervor del pueblo. El Barroco Irá intensificando el movimiento, la variedad de los gestos, la utilización de Recursos lumínicos y la representación de estados anímicos y sentimientos.

  • La Temática empleada es preferentemente la religiosa, sobre todo vidas de santos y Temas de la pasión, que el escultor interpreta con marcado Realismo, buscando Conmover y emocionar. También posee un marcado carácter didáctico.

  • Son Frecuentes las ”imágenes de vestir”, en las que sólo se esculpen las Partes visibles del cuerpo, siendo el resto un maniquí. Se emplean, además, Elementos postizos, como cabellos, ojos, pestañas y uñas, lágrimas, coronas que Se pueden quitar, espadas en la virgen…, para intensificar el Realismo.

  • El Material casi exclusivo es la madera. El motivo es que hay escasos medios Económicos; además es ligera para poder ser transportada a hombros y comporta Cierta facilidad de manejo para conseguir mayor precisión y Realismo. Se aplica Frecuentemente la técnica del estofado.

  • Aunque Las figuras se agrupan a veces formando escenas, el movimiento es más bien Calmado, no llegándose a la agitación berninesca.

  • Conviven Dos Escuelas : Castilla y Andalucía.

    A. ESCUELA CASTELLANA


    En La primera mitad de siglo presenta ya un hondo Realismo y un gusto evidente por Lo dramático, heredado, sin duda, del patetismo de Juñí.
    Su interés por Producir conmoción en el espectador lleva a los escultores a representaciones Desgarradas, en las que no se rechaza la fealdad, creándose obras profundamente Emocionales.

Su Máximo representante es Gregorio Fernández (1576-1636)

  • De Origen gallego, realizó sus principales obras en Valladolid, convirtiendo a Esta ciudad en el principal foco de esta escuela.
    Nadie mejor que él representa La exaltación religiosa de la época, que interpreta de forma sincera, buscando Acercar su obra a la sensibilidad del pueblo.

 Su Estilo, realista y de vigoroso modelado, alcanza su punto culminante en los Rostros, muy expresivos.

Los Ropajes, angulosos y quebrados, ofrecen cierto convencionalismo, inspirados en La pintura flamenca del Siglo XV. Ello no le impidió dotar a aquellas Representacionesque así lo requerían de Un profundo sentido místico. También Destaca el estudio de la anatomía o las actitudes elegantes. Protagonismo Especial da a las manos y cabezas, tallando con precisión cada detalle. Fue Evolucionando en su obra hacia un arte más movido y dramático

  • Artista Culto, cuidadoso por su trabajo, vigiló siempre la actividad del taller para Salvaguardar la calidad del acabado. Concedíó gran importancia a la policromía, Que él nunca realizó personalmente. Sus obras son retablos, imágenes sueltas y Pasos procesionales.

    OBRA:


  • Sus Retablos, de sobria arquitectura, presentas escenas sencillas con pocas figuras De gran tamaño y escasos efectos de perspectivas. Realizó El bautismo de Cristo para un Pequeño retablo de las Carmelitas Descalzas de Valladolid, donde se Observan los pliegues quebrados y una valoración del volumen, que acentúa la Anatomía de los cuerpos.

     Representó Diversas escenas de la Pasión:

    Cristo De la flagelación

    Ecce Homo;
    En el Crucificado, Cristo aparece muerto, con los pies cruzados.
  •  Igualmente, A él se debe una tipología muy difundida en la época, la de los Cristos Yacentes *
    , que plasma en dolorosa soledad. Pensados para ser Colocados en los bancos de los retablos, algunos se convertían en relicarios o En receptáculos para la sagrada forma.

  •  Entre Las figuras aisladas destacan sus Inmaculadas, De un aspecto infantil y candoroso, de cuerpo cilíndrico, manos juntas y manto Trapezoidal, con aureola de rayos y corona, con las que crea un modelo que Perdurará en Castilla hasta el Siglo XVIII.

  •  Como novedad iconográfica Destacan los santos españoles canonizados en los primeros años de siglo, los cuales Trata con extraordinario Realismo:

    Santa Teresa de Jesús; San Ignacio de Loyola; San Francisco Javier

  •  Realiza, por último, pasos procesionales.
    Los dedica a Temas de la pasión y están concebidos como escenas narrativas para ser Contemplados en espacios abiertos durante los desfiles. Presentan un marcado Carácter escenográfico, con actitudes, en ocasiones, gesticulantes, para Acentuar su patetismo y así despertar más fácilmente el fervor popular. Son de Tamaño natural. Con él se consagra esta tipología. Algunos ejemplos sonLa Flagelación *; Camino del Calvario; El Descendimiento *; La Piedad *.

B. ESCUELA ANDALUZA

En esta escuela impera una Tendencia más clásica y equilibrada que en Castilla. Sus esculturas sepreocupan, sobre todo, por la belleza y la Corrección de los modelos, donde impera la serenidad sin renunciar por ello al Carácter emocional y realista propio de la época. La policromía es grandiosa. Son comunes los temas infantiles o La virgen con deslumbrantes vestidos Bordados.

Escuela Sevillana: Juan Martínez Montañés (1568-1649)

Juan Martínez Montañés fue El creador de la Escuela sevillana, que dotó de serenidad y nobleza para Expresar los sentimientos de intensa religiosidad imperantes en la época. Sin Olvidar los ideales trentinos y utilizando el lenguaje realista, cambió el Hondo dramatismo y apasionamiento castellano por la mesura y el equilibrio Clásicos.

  •  Jienés, Se formó en Granada. Comenzó trabajando como ensamblador de retablos. Pero la Actividad que le dio fama fue la escultura.

  •  Parte De la tradición clásica anterior, inspirándose en las formas renacentistas, lo Cual se ve en su dominio anatómico del desnudo y el gusto por lo reposado y Sereno.

  •  Su Material preferido fue la madera, dándole un exquisito acabado, con gran protagonismo De la policromía.

  • OBRA

  • Una De las primeras obras es el San Cristóbal de la Iglesia de El Salvador, pensada con sentido Procesional. Destaca el plegado húmedo pegado y los rizos mojados.

  • Su Primera etapa magistral (1605-1620) se abre con El Cristo de la Clemencia

    Está vivo (se le exigíó en el contrato, para que pareciese que Está hablando a quien le rece), con lo que se consigue el deseo Barroco de Comunicación entre la obra y el fiel. Hay belleza clásica y Realismo. Los Cuatro clavos definen la iconografía sevillana.
  • Con Santo Domingo de Guzmán Vemos su capacidad para plasmar el éxtasis contemplativo. Perteneciente a un Retablo, se flagela, mientras las ropas caen, en posición piramidal.

     Después Contrató el retablo del Convento de San Isidoro del Campo de Santiponce.
    La hornacina central la ocupaba el San Jerónimo *.
    Es de bulto Redondo para poder sacarla en procesión. Destacan el rostro y el tratamiento de La anatomía, resaltado por la policromía. Del mismo retablo son La natividad *
    y La Adoración de los pastores.

  •  En Su Inmaculada *
    crea una Dulce imagen, casi infantil, con ropajes de gran amplitud que acentúan el Volumen y la solidez, ladeando manos y cara.

  •  También Realizó imágenes del niño Jesús Desnudo.

  •  Su único paso procesional es Jesús de La Pasión.

  • Escuela Sevillana: Juan de Mesa (1583-1627)

    Pertenece A la primera generación de discípulos de Montañés.
    Su arte, elegante y Realista, supedita la belleza a la intensidad expresiva, empleando un lenguaje Ajeno a su maestro.

     Se Dedicó casi exclusivamente a la producción procesional, lo que le condiciónó Pues tales imágenes exigían la utilización de recursos expresivos para mayor Impacto emocional de los fieles.

    OBRA

A él se debe la serie de crucificados Más importante de la época. Los suele representar con tres clavos, y de un Tamaño mayor que el natural, por la distancia a la que van a ser contemplados. Sus cuerpos presentan una perfecta anatomía y con angustia en los rostros.

  • Destacan El Cristo del amor, que Recuerda a Montañés, aunque aparece muerto. El de más éxito fue el Cristo de la Buena Muerte, ya Muerto, desplomado sobre el madero.

     La Obra cumbre es el Cristo de la Agonía * o de la Expiración (en Vergara, Guipúzcoa), de mirada Angustiosa, con gesto semejante al del Laocoonte.

  •  Destaca También Jesús del Gran Poder *
    , Que deriva del Jesús de la Pasión de Montañés. Es de vestir, siendo el más Popular paso sevillano, pues cumple su misión de conmover a los fieles, con Gran patetismo y garra emocional.

Escuela granadina: Alonso Cano (1601-1667).

  • En El lenguaje escultórico de este gran maestro granadino influye la plástica Sevillana, en la que se formó, además de su propia concepción estética, en la Que prima la búsqueda de un ideal de belleza y de serena expresión, que Proporcionan a su escultura un carácter único.

     La Gracia prevalece sobre la intensidad, la delicadeza sobre la fuerza. Rechaza la Minuciosidad realista.

  • OBRA

  • De su etapa sevillana destacan Algunas obras como la Virgen de la Oliva.

     En 1638 fue llamado a la Corte, donde disfrutó de la protección del Conde-Duque De Olivares, donde estuvo hasta 1652, dedicado fundamentalmente a la Pintura y retablos. En 1652 regresa a Granada.

  • Su Obra más destacada es La Inmaculada*
    Que le fue encargada para el facistol del coro de la catedral de Granada. En Ella sigue la iconografía andaluza al representarla casi como una niña, dulce, Candorosa, apoyada sobre un trono de nubes y ángeles, a la manera pictórica. El Suave giro de la cabeza y la disposición lateral de las manos rompen con la Simetría. El manto, de amplios pliegues, se recoge a la altura de los pies.

     La Admiración que produjo esta obra la condujo a la sacristía, siendo sustituida Por la Virgen con el niño Del retablo de Lebrija, majestuosa y con amplio manto ceñido a los pies Y figura fusiforme (con forma de huso).

  •  En Estas esculturas, Cano alcanzó la plenitud, basado en la idealización y En la delicadeza formal, en figuras de escaso tamaño, en las que huye de Efectos realistas. No obstante pertenece a esta etapa el busto impresionante de San Pablo*
    , que gira la Cabeza con gesto violento, con una penetrante mirada.

  •  Entre Sus discípulos cabe destacar a Pedro de Mena, que se dedica a una Captación sobria y sencilla del natural, que interpreta con hondo misticismo. Sus Figuras carecen de la elegancia de Cano, presentando más expresividad.

     Prefiere Los temas ascéticos y dolientes, como se observa en sus esculturas de la Magdalena Penitente, Dolorosas, Ecce Homo y la Sillería del Coro de Málaga, Ciudad en la que residíó desde 1658, hasta 1668.

C. Murcia



Ya en el Siglo XVIII destaca el Murciano Francisco Salzillo (1707-1783). Vivíó apegado a su Ciudad natal, recibíó encargo de protectores eclesiásticos y tuvo tendencia a Un estilo de pequeño formato y preciosista

  • La singularidad de su obra reside En la respuesta que ésta ofrece a las demandas de una clientela deseosa de Encontrar arquetipos religiosos que satisfagan una piedad sin grandes Complicaciones dogmáticas. Es por ello que la atmósfera familiar de sus inmaculadas Y santos obedece a una gran sencillez, basados en ideales muy aceptados por el Pueblo. De ahí el éxito de sus piezas para retablos, de sus obras para culto Doméstico y del enorme impacto de sus pasos procesionales. Son éstos últimos Las aportaciones más significativas del maestro.

     Continuó la tradición de los Pasos andaluces y castellanos del Siglo XVII, a los que añadió una particular Visión del drama pasionario, bajo la impronta de una cuidada composición. Su Arte pretende ser sensible a la carga de sentimientos que los grupos Procesionales despiertan, sin olvidar las condiciones de los distintos puntos De vista y la incidencia de los focos de luz en los mismos.

  •  Realizó sus trabajos en esta Parcela para la cofradía murciana de Nuestro Padre Jesús. Estuvo influido Salzillo por el ambiente de riqueza y prosperidad imperante en su tierra y por El deseo de sus patrocinadores que buscaban en sus imágenes una forma plasmar La posición social.

  •  OBRA

     Los grupos que en forma de paso realizó Ofrecen una gran riqueza de matices, luces, colores y movimiento en lo que se Ha desterrado todo dramatismo, como se observa en La oración del huerto *, La Cena, El Prendimiento o La Caída.

     Una de las obras que más fama dio a Salzillo Fue el Belén *realizado para la familia Riquelme, de Murcia, muy condicionado por el origen napolitano de la familia Del autor. Destaca la rica policromía, con la idea de despertar sentimientos de Afecto e ingenuidad.

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