21 Nov
Tipos de Maltrato Infantil
Identificar las diferentes formas de maltrato es el primer paso para poder intervenir y proteger a los menores en situación de vulnerabilidad.
Maltrato físico
Acción con consecuencias físicas, voluntaria y no accidental, que provoca lesiones o daño al menor (por ejemplo, quemaduras de cigarrillos, heridas con objetos cortantes, hematomas por golpes, etc.).
Negligencia y abandono
La negligencia se produce cuando no se atienden las necesidades básicas del menor, ni la guarda, protección o cuidados que este requiere. El máximo nivel de negligencia es el abandono.
Maltrato psicológico o emocional
Consiste en actuaciones que provocan en el menor sentimientos negativos hacia su propia persona y que pueden ocasionarle daños psicológicos. Se manifiesta a través de:
- Actitudes o conductas activas: rechazo, desprecio, burlas, etc.
- Hostilidad verbal: amenazas o insultos.
- Privación u omisión: retirada de afecto, apatía, etc.
Abuso sexual
Se produce cuando una persona adulta utiliza a un menor para estimularse u obtener satisfacción sexual. Puede darse en tres niveles:
- Ausencia de contacto: pornografía, promoción de la prostitución infantil, etc.
- Contacto sin penetración: masturbación, sexo oral, etc.
- Penetración: oral, anal, vaginal, con los dedos o con objetos.
Explotación laboral
Consiste en utilizar a niños o niñas para obtener beneficios económicos de su trabajo (por ejemplo, en la venta ambulante).
Maltrato prenatal
El maltrato también puede ocurrir antes del nacimiento de dos formas principales:
- El que la persona gestante infringe al feto a través de una alimentación deficiente, consumo de drogas, etc.
- El ocasionado al feto por la persona que maltrata a la madre durante el proceso de gestación (por ejemplo, agresiones físicas a la persona gestante).
Sometimiento químico-farmacéutico
Se produce cuando se somete al menor a cualquier tipo de fármaco o droga sin prescripción médica, con el fin de incapacitarlo. Un caso específico es el Síndrome de Münchausen por poderes, en el que los progenitores simulan enfermedades o síntomas ficticios en el menor, proporcionando información falsa a los servicios médicos sobre su salud.
Ciberacoso
Acoso virtual realizado a través de las redes de comunicación con el fin de provocar daño. Incluye formas como:
- Sexting: difusión o publicación de contenidos de tipo sexual sin consentimiento.
- Grooming pedófilo: acoso sexual en línea en el que personas adultas engañan al menor para ganarse su confianza con el fin de aprovecharse sexualmente de él o ella.
Protocolo de Actuación ante el Maltrato Infantil
La intervención en situaciones de maltrato se estructura en diferentes fases, desde la prevención hasta la implementación de un plan de acción concreto.
Fase Previa: Prevención
La prevención es clave y se articula en varios niveles:
- Prevención primaria: Se realiza a nivel general y está dirigida a toda la población. La educación afectiva, sexual y social es el eje de este nivel.
- Prevención secundaria: Se dirige específicamente a niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo o gran vulnerabilidad, con altas posibilidades de sufrir maltrato o abuso.
- Prevención terciaria: Actuaciones que se adoptan cuando el maltrato o abuso ya ha tenido lugar.
Orientaciones para la familia
- Aspectos educativos: Proporcionar recursos a las familias para que aprendan a hablar e informar a sus hijos e hijas sobre qué son los abusos sexuales, cómo identificarlos y cómo pedir ayuda.
- Detección de situaciones: Orientar a las familias para que aprendan a identificar indicios de que su hijo o hija podría estar sufriendo situaciones de maltrato o abuso.
Fase 1: Detección del maltrato
La detección se basa en la observación de diferentes indicadores:
- Físicos: Señales físicas repetitivas como quemaduras, falta de higiene, ropa interior sucia o rasgada, etc.
- Conductuales: Cansancio permanente, conductas agresivas, regresiones conductuales, alteraciones de las rutinas, etc.
- Emocionales: Cambios en el estado de ánimo, tristeza, poco interés en tareas escolares, miedo a quedarse solo con un familiar, problemas de concentración, etc.
- Familiares: Desprecio hacia el hijo/a en público, trato diferencial entre hermanos, disciplina inadecuada para la edad del niño/a, etc.
Fase 2: Notificación del maltrato
La notificación es la comunicación formal del supuesto caso de riesgo o maltrato infantil a las entidades pertinentes. En un entorno como una escuela infantil, siempre se comunica la sospecha a la dirección del centro, que analizará la situación y los indicadores para valorar:
- Si se trata de incidentes aislados que pueden trabajarse con la familia sin necesidad de intervención de equipos externos.
- Si hay indicios suficientes para derivar el caso a los servicios de atención externos.
La notificación suele seguir estas vías:
- Casos no graves y no urgentes: Servicios Sociales básicos.
- Situaciones graves y urgentes: Servicios Sociales especializados en atención a la infancia.
- En situaciones evidentes y para una actuación más rápida, se puede avisar directamente a la policía.
Fase 3: Valoración y diagnóstico
En esta fase se realizan las siguientes valoraciones:
- Veracidad de la notificación.
- Determinación de la existencia de riesgo y su gravedad.
- Identificación de las causas o factores de riesgo.
- Grado en que están cubiertas las necesidades básicas y los recursos familiares y sociales disponibles.
Se establecen varios niveles de riesgo en función del daño potencial:
- Riesgo leve: Las pautas educativas y de cuidado no son las más adecuadas, pero no suponen un riesgo grave, aunque es preferible corregirlas.
- Riesgo moderado: Existe una desprotección que puede causar daños significativos, aunque no se prevén riesgos inminentes para la integridad física o trastornos graves.
- Riesgo grave: Desprotección generalizada con una elevada probabilidad de daños físicos, psicosociales o emocionales. Si la familia no muestra capacidad o disponibilidad para colaborar, se pasa al siguiente nivel.
- Desamparo: Imposibilidad temporal o definitiva de la familia para garantizar la protección del menor y atender sus necesidades básicas.
La determinación de la gravedad se realiza a partir de un análisis profundo de:
- La historia de la víctima, con su relato e información de personas cercanas.
- El examen médico (lesiones, pruebas médicas, etc.).
- El examen psicológico (impacto en la personalidad).
- La valoración de la red social de apoyo.
Fase 4: El plan de intervención
El plan de intervención es el documento que recoge las actuaciones que se pondrán en marcha para atender adecuadamente las necesidades del menor. Se sustenta en los siguientes principios:
- Interés prioritario del menor.
- Consideración integral del menor, interviniendo sobre su entorno completo.
- Intervención coordinada por un equipo de profesionales con formación específica.
El plan está orientado a:
- Controlar y disminuir los factores de riesgo (proteger).
- Favorecer y reforzar los factores de protección (pedir ayuda).
- Reparar o atenuar los daños sufridos (socorrer).
Actuaciones con mantenimiento del menor en su núcleo familiar
Su finalidad es fortalecer los factores de protección a través de:
- Programas de prevención: Apoyo a familias monoparentales, programas de prevención de drogadicción, de conciliación familiar, etc.
- Programas de capacitación en habilidades parentales: Proporcionan herramientas para que la propia familia pueda atender adecuadamente las necesidades del menor.
- Terapia familiar: Atiende problemas relacionados con procesos de conflictividad o crisis.
- Mediación familiar: Ayuda a resolver conflictos entre los miembros de la familia.
Actuaciones con separación del menor de su núcleo familiar
Si el nivel de riesgo es más alto, puede decidirse la separación. Existen dos grandes medios de ayuda y protección:
- Acogimiento familiar: Ofrece la posibilidad de que el menor viva en un entorno familiar fuera de su núcleo de origen.
- Acogimiento residencial: Los menores son derivados a centros de protección de menores.
Un último paso puede ser la adopción, que implica la desvinculación total con la familia biológica. También existen otras opciones, como los pisos tutelados para menores que cumplan determinadas características.

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