18 Ago
El Movimiento Obrero: Orígenes y Consolidación
Tras el fracaso de la Revolución de 1848, se produjo un ocaso de los ideales ilustrados y cosmopolitas de fraternidad interclasista. Las ideas de los socialistas utópicos apenas llegaban al pueblo. Sin embargo, surgieron nuevas formulaciones en las que estaba presente la lucha de clases, la abolición de la propiedad privada y la dictadura del proletariado. Los años posteriores a 1848 fueron de represión, pero también de maduración del movimiento obrero, lo que condujo a la creación de la Primera Internacional (AIT) en 1864.
La Primera Internacional (AIT) y su Creación (1864)
Antecedentes y Formación
Los primeros antecedentes se remontan a los años 30 en París, con la formación de la Liga de los Proscritos (1834), que luego se denominó Liga de los Justos (1836). En su mayoría, estaba compuesta por obreros inmigrantes alemanes que, tras uno de los intentos fallidos revolucionarios de Blanqui (1839), se exiliaron en Inglaterra. Allí, algunos participaron en la fundación de los Fraternal Democrats (1845), que sirvieron de modelo para la futura AIT.
Dentro de este movimiento asociacionista, la Liga de los Justos se reconstituyó y pasó a llamarse la Liga de los Comunistas. En noviembre de 1847, la Liga ofreció a Karl Marx la oportunidad de realizar una conferencia para los obreros, donde surgió la idea de redactar el Manifiesto Comunista (1848).
“¡Proletarios de todos los países, uníos!”
Este lema enfatizaba la lucha de clases (no dirigido a todos los seres humanos). Se asentaron las bases del internacionalismo, pero dada la represión del momento, hubo un repliegue del movimiento obrero.
La fundación de la AIT en Londres (1864) estuvo relacionada con un problema obrero que superaba las fronteras nacionales: la práctica de la patronal inglesa de contratar mano de obra europea para romper las huelgas y disponer de mano de obra más barata. Ante ello, los sindicalistas británicos desearon llegar a un acuerdo con los obreros europeos (sobre todo franceses) para frenar dicha práctica, apelando a la solidaridad de clase.
La Influencia de Marx y los Principios de la AIT
Karl Marx tuvo una notable participación en la organización de la AIT, redactando el manifiesto inaugural y los estatutos provisionales. La asociación estuvo influida desde un primer momento por sus ideas. En 1867, con la publicación del primer tomo de El Capital, Marx creía en una crisis inminente del sistema capitalista. Sus principios para la AIT incluían:
- No a la violencia indiscriminada.
- Creación de un partido autónomo que preparara la revolución.
- La emancipación de los obreros debía ser obra de ellos mismos.
- El primer deber de la clase obrera era conquistar el poder político (aunque no explicaba cómo).
Esquema Organizativo y Conflictos Internos
El esquema organizativo de la AIT era el siguiente: los afiliados se organizaban en su país de origen (Sección de la AIT con Consejo Nacional). Representantes de cada país acudían periódicamente a congresos en los que se elegía el Consejo General (organismo supremo de la AIT).
El principal problema de la AIT fue su heterogeneidad, donde predominaron dos tendencias:
- Centralistas: Dirigidos por Marx, llamados autoritarios. Eran partidarios de fortalecer las atribuciones del Consejo General.
- Descentralizados: Con Bakunin al frente, llamados libertarios. Defendían una amplia autonomía de las Secciones nacionales.
Aunque las controversias acabaron a corto plazo, provocaron el hundimiento de la AIT:
- Los primeros enfrentamientos se dieron entre colectivistas y seguidores de Proudhon, partidario de la propiedad privada (este murió en 1865, después de polemizar con Marx). El Congreso de Bruselas supuso la salida de los proudhonianos y la victoria de la visión colectiva de la tierra y de los medios de producción.
- Después de la Comuna de París (1871), en el Congreso de Londres, los ingleses se retiraron dado que vieron que la AIT era de tipo insurreccional.
- En 1872, en el Congreso de La Haya, los blanquistas se retiraron y los bakuninistas fueron expulsados por una mayoría amañada por Marx. No obstante, en el Congreso de Saint-Imier (1872), los bakuninistas fundaron la Internacional Antiautoritaria, una versión ácrata de la AIT que desaparecería en 1877, tras la muerte de Bakunin.
- Para evitar la contaminación de las ideas anarquistas y también para poder tener el control, se decidió trasladar el Consejo General a Nueva York (EE. UU.), donde malvivió hasta desaparecer en 1876.
- Hasta su muerte en 1883, Marx se dedicó a dar a la teoría socialista la máxima solidez posible, publicando dos obras importantes:
- La guerra civil en Francia: reflexión sobre la derrota de la Comuna.
- La crítica del programa de Gotha: cuestionamiento de este programa dado su revisionismo.
El Movimiento Obrero entre la Primera Internacional y la Primera Guerra Mundial
El movimiento obrero experimentó un desarrollo importante, impulsado por el crecimiento demográfico e industrial ligado a la Segunda Revolución Industrial (II RI). Esto llevó a:
- La formación de partidos socialistas nacionales y la aparición de la Segunda Internacional (II AIT), que eran partidos obreros sin dependencia de los radicales.
La Segunda Revolución Industrial se caracterizó por la producción de máquinas, la industria pesada y la necesidad de grandes cantidades de capital y trabajo. Contó con una mayor capacidad proletarizadora que la Primera Revolución Industrial y se produjo en toda Europa, especialmente en Alemania desde 1850.
Consecuencias de la Segunda Revolución Industrial
- Positivas: Aumento de la producción como resultado del dominio del medio ambiente.
- Negativas: Al ser una industria desarrollada en el marco del capitalismo financiero, tuvo repercusiones nacionales e internacionales:
- A nivel internacional: Imperialismo (reparto y explotación del planeta entre las grandes potencias), lo que dio lugar a relaciones muy tensas que desembocaron en la formación de dos bloques antagónicos: la Triple Alianza y la Triple Entente. Entre ambos se dio una carrera armamentística y un auge del militarismo que condujeron a la Primera Guerra Mundial.
- A nivel nacional: Proletarización intensa y aumento de la conflictividad, la llamada “cuestión social”.
Manifestación de la Cuestión Social y la Segunda Internacional
La principal manifestación de esta problemática fue el desarrollo de un movimiento obrero consciente y moderno (maduro), que constituyó un hecho dotado de autonomía. Esto se tradujo en:
- La formación de partidos socialistas, sindicatos y cooperativas de clase.
- El surgimiento de movimientos anarquistas.
- La fundación de la Segunda Internacional (II AIT) en 1889.
En la Segunda Internacional (1889) predominaron los partidos socialistas nacionales y autónomos, marcando los designios de estos partidos hasta la Primera Guerra Mundial. Después del triunfo de la Revolución Rusa (1917), se creó en Moscú (1919) la Internacional Comunista o Tercera Internacional, que aglutinó a los Partidos Comunistas de todo el mundo. En 1923, se fundó la Internacional Socialista en Hamburgo, aglutinadora de todos los partidos socialistas.
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