07 Jun
… no violaran el acuerdo. Fue peculiar la postura que adoptó EE. UU.: mientras declaraba su neutralidad, permitió que la compañía petrolera Texaco suministrara carburante a los sublevados.
La Ayuda Extranjera en la Guerra Civil Española
El Apoyo a los Sublevados: Italia, Alemania y Portugal
- Italia: Envió cerca de 70.000 hombres.
- Alemania: Vendió armas a los sublevados y envió a España la Legión Cóndor con la finalidad de probar sus armas. Además, envió técnicos y asesores militares.
- Portugal: Colaboró facilitando la llegada de armas a través de sus puertos.
El Apoyo a la República: La URSS y las Brigadas Internacionales
- La URSS: Vendió armamento y facilitó asesores militares. La ayuda de la URSS se pagó con el oro del Banco de España, pero fue dispersa y tuvo serias dificultades para llegar.
- Las Brigadas Internacionales: Formadas por voluntarios antifascistas reclutados en todo el mundo. Empezaron a llegar en octubre de 1936 y se calcula que llegaron alrededor de 40.000 brigadistas. Su ayuda fue importante en la defensa de Madrid y en las batallas de 1937. A finales de 1938, ante las presiones del Comité de No Intervención, se retiraron.
Evolución Política de las Zonas en Conflicto
La Revolución de 1936 en la Zona Republicana
Tras el golpe de julio de 1936, los partidos políticos y sindicatos obreros se hicieron con el control de los transportes, los servicios urbanos, los suministros militares y los centros de producción. Se inmovilizaron las cuentas y depósitos bancarios, y se prohibió la venta de inmuebles. Las propiedades de la Iglesia fueron confiscadas. Por otro lado, en el campo, se produjo la ocupación masiva de las fincas, procediéndose a la socialización de las tierras en las zonas de influencia socialista, y a la colectivización en las zonas anarquistas.
El Gobierno de Unidad y las Tensiones Internas
El 5 de septiembre se formó el Gobierno de Unidad, presidido por Largo Caballero. Días después, el 1 de octubre, las Cortes aprobaron el primer Estatuto Vasco. El nuevo gobierno intentó recuperar el control sobre la economía y el Ejército. Para ello:
- Se nombraron comités directivos en la banca para controlar el movimiento financiero.
- Se intentó regular el proceso de colectivización de la tierra.
- Se gestionaron los primeros envíos de material militar.
- Se crearon las Brigadas Mixtas (unidades de lucha formadas por militares y milicianos).
Pero la dureza del ataque a Madrid obligó al Gobierno a trasladarse a Valencia y dejar la resistencia de Madrid en manos de la Junta de Defensa. La Junta de Defensa consiguió impedir la entrada de los sublevados en Madrid, pero, a su vez, se crearon tensiones con el Gobierno, y este exigió centralizar las decisiones en materia de producción y de las industrias de guerra. A esta tensión se le sumaron las tensiones del Gobierno con los gobiernos autónomos catalán y vasco. En definitiva, todo esto era producto de la existencia de dos modelos revolucionarios antagónicos:
- El defendido por los anarquistas (CNT-FAI) y el POUM, que defendían la colectivización de las tierras y fábricas y la constitución de comunas como células de producción.
- El defendido por la mayoría de los socialistas y republicanos y, sobre todo, por el PCE, que defendía la necesidad de controlar y centralizar las decisiones sobre la producción y adoptar una economía de guerra.
La Crisis de Mayo de 1937 y el Gobierno de Negrín
La tensión entre ambos bloques estalló en forma de insurrección en mayo de 1937 en Barcelona, cuando la Generalitat, siguiendo las instrucciones del Gobierno Central, eliminó los comités de vigilancia anarquistas y centralizó la dirección del orden público. El PCE exigió la disolución del POUM. El Jefe de Gobierno, Largo Caballero, se negó a ello y dimitió. Se formó un nuevo gobierno presidido por Negrín, que declaró ilegal al POUM.
El gobierno de Negrín se prolongó hasta el final de la guerra, mejoró la capacidad militar de la República, formó el Ejército Popular y organizó una auténtica economía de guerra, regulando la producción agrícola e industrial para garantizar el abastecimiento.
El Hundimiento de la República
Las derrotas militares en el campo de batalla fueron minando la moral del Ejército republicano. Desde la llegada de los franquistas al Mediterráneo a principios de 1938, algunos dirigentes republicanos se plantearon la necesidad de negociar con el otro bando, pero Negrín se negó a ello. Su tesis era la resistencia a ultranza bajo la hipótesis de que el ascenso del fascismo iba a provocar una guerra europea que cambiaría el curso de la contienda en favor de la República. Tras la caída de Cataluña, la opinión favorable a la negociación creció. El cansancio de la guerra y el hambre hacían muy difícil la situación. El golpe de Estado de Casado en marzo de 1939 acabó con cualquier posibilidad de resistencia.
La Organización de la Zona Sublevada: La Junta de Defensa Nacional
Los generales golpistas se reunieron en Burgos el 24 de julio de 1936 y crearon la Junta de Defensa Nacional como órgano provisional de gobierno. La Junta de Defensa Nacional:
- Extendió el estado de guerra, declarando la ley marcial.
- Suprimió los derechos civiles.
- Censuró la prensa.
- Disolvió los partidos y sindicatos obreros.
Desde el punto de vista ideológico, presentó la rebelión como un «Alzamiento Nacional» de lucha contra la República «marxista», que era presentada como un Estado detrás del cual estaba Moscú con la finalidad de establecer el comunismo en España. La Iglesia apoyó desde el primer momento la conspiración y la presentó como una «cruzada» para salvar a España del ateísmo.
La Economía de Guerra en la Zona Sublevada
Se estableció una economía de guerra desde el principio. En el ámbito agrario, se cancelaron todas las medidas de reforma agraria de la República.
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