13 Ago

¿Qué es la Geriatría?

La Geriatría se refiere a una rama de la medicina, es decir, una especialidad médica como podría ser la Cardiología o la Pediatría. Posee particularidades que la hacen hoy en día muy necesaria y atractiva, derivadas de su razón fundamental: el cuidado del anciano. La Geriatría debe atender al anciano tanto en situación de salud como de enfermedad. Debe prestar atención tanto a los aspectos clínicos de sus enfermedades como a su prevención. De manera especial, los aspectos sociales que pueden influir en la salud del anciano, como la soledad, el aislamiento o la dependencia, deben formar parte del trabajo y la actuación del médico geriatra.

Gerontología: La Ciencia del Envejecimiento

La Geriatría se centra en los problemas médicos del anciano, de la forma que hemos descrito. Asimismo, forma parte de un cuerpo científico más extenso y global denominado Gerontología. La Gerontología se define como la ciencia que estudia los procesos de envejecimiento. No se limita al estudio del ser humano, sino que abarca el estudio del envejecimiento en todos los seres vivos. Abarca múltiples disciplinas, desde la investigación básica o experimental que se ocupa de los aspectos biológicos del envejecimiento, hasta aspectos psicológicos, sociológicos y sociales. También, como se mencionó anteriormente, incluye aspectos clínicos. Existen, por tanto, muchas ramas que acompañan al término Gerontología: biogerontología, gerontología social, geriatría, entre otras.

Objetivos de la Geriatría

  • Prevenir la enfermedad: Mediante la vigilancia de la salud del anciano.
  • Evitar la dependencia: Cuando la enfermedad aparece, es crucial evitar su evolución hacia la cronicidad y, en muchos casos, hacia la invalidez. El objetivo es que la dependencia total en ancianos sea estrictamente inevitable.
  • Proporcionar asistencia integral: Debe abordar toda la problemática médica, funcional, mental y social del anciano mediante una valoración geriátrica global, programada y exhaustiva, con la colaboración multidisciplinar de otros profesionales integrados en un equipo junto al médico geriatra.
  • Rehabilitar: Se debe intentar recuperar a los pacientes que han perdido su independencia física o social, procurando mantener al anciano en la comunidad.
  • Proporcionar un cuidado progresivo del anciano: Desde el inicio de su enfermedad hasta la rehabilitación completa y el retorno a su situación basal previa, el anciano puede presentar diferentes necesidades de asistencia según el momento. Es fundamental responder a estas necesidades mediante diversos niveles asistenciales: el hospital, la asistencia domiciliaria, unidades de rehabilitación o convalecencia, unidades de larga estancia o centros residenciales. Para un manejo adecuado del paciente geriátrico, es indispensable la existencia de estos niveles que permitan ubicar a cada paciente en el entorno y momento apropiados.

Estrategias para el Cumplimiento de los Objetivos

La Valoración Geriátrica Integral (VGI): Es la esencia de la Geriatría y el proceso diagnóstico fundamental para establecer un plan de objetivos y cuidados en el anciano. Debe abordar todas las dimensiones que pueden influir en su salud:

  • Problemas médicos: Incluyendo aspectos de nutrición, estado de los órganos de los sentidos, salud bucodental, síndromes geriátricos, etc.
  • Evaluación de las capacidades funcionales.
  • Valoración mental: Atendiendo a los problemas cognitivos y afectivos de los ancianos.
  • Valoración social: Atendiendo a la situación y necesidades sociales del individuo.

Equipo multidisciplinario: Implica la integración de un equipo de diversos profesionales: médico geriatra, enfermera, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, psicólogo y asistente social. Todos deben trabajar de forma coordinada en torno al plan de objetivos y cuidados establecido para cada anciano.

Niveles asistenciales: Adaptados a las diferentes situaciones de enfermedad de los pacientes, como se ha mencionado.

La Relevancia de la Geriatría y Gerontología en la Sociedad Actual

El Envejecimiento Demográfico y sus Implicaciones

La esperanza de vida al nacer en nuestro país, para un hombre, sobrepasa ligeramente los 74 años y los 81 para la mujer. Esto implica un número cada vez mayor de ancianos en los países desarrollados. En España, se traduce en que la población mayor de 65 años supera el 15 %. Un interés especial recae en los individuos de este grupo que superan los 80 años, ya que requieren mayor atención médica y social.

Impacto Socioeconómico de la Población Anciana

El envejecimiento de la población configura un nuevo escenario económico, cultural, social y asistencial. Es cierto que los ancianos consumen cada vez más recursos en visitas médicas, ocupación de camas hospitalarias, gastos farmacéuticos, etc. No obstante, el uso que hacen de muchos de estos recursos parece ser más racional y adecuado que en la población joven. Asimismo, la jubilación implica una disminución de ingresos para los mayores, en un momento en que sus necesidades sociales y sanitarias son mayores. Esta falta de recursos puede contribuir a sus problemas sociofamiliares y sanitarios. Los cambios sociales han transformado los núcleos familiares rurales de estructura patriarcal en familias nucleares urbanas, donde el papel del anciano se ha desplazado. Esto conlleva un riesgo de pérdida de lazos familiares y sociales que pueden conducir al anciano a situaciones de aislamiento, marginación y riesgo social.

El Interés Médico en el Proceso de Envejecimiento y las Enfermedades Geriátricas

Cada vez es más necesario conocer cómo se produce el envejecimiento y cuáles son sus consecuencias clínicas. La vejez se acompaña de un mayor número de padecimientos que, con frecuencia, coexisten. Además, la expresión de las enfermedades en los ancianos es distinta. Asimismo, existe una alta frecuencia de procesos degenerativos como el deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares, cáncer y limitaciones del aparato locomotor. Estos procesos degenerativos, establecidos de forma crónica y perenne, junto con la presencia de caídas, accidentes o alteraciones de los sentidos de la vista y el oído, conducen a un final común en muchos ancianos: la invalidez y la dependencia. Es importante tener en cuenta, sin embargo, que envejecer no es lo mismo que enfermar, y existen buenos ejemplos de sujetos que consiguen «envejecer con éxito».

El Envejecimiento Poblacional: Un Fenómeno Global

El envejecimiento de la población es un fenómeno mundial que tiene importantes implicaciones desde el punto de vista político, económico y social, ya que acarrea múltiples necesidades de salud, previsión, trabajo, vivienda, recreación y educación, entre otras. En América Latina, la dinámica de la fecundidad y la mortalidad experimentada por los países durante los últimos cuarenta o cincuenta años está conduciendo, de manera sistemática e inexorable, al envejecimiento de su población. Las proyecciones actuales indican que para el año 2025, más de la mitad de los países latinoamericanos ya habrán experimentado un envejecimiento significativo de su estructura por edades.

El Envejecimiento Demográfico en Chile

En Chile, el envejecimiento de la población es una característica demográfica que adquiere cada vez mayor importancia. De acuerdo con el censo de 1982, el grupo de personas mayores de 64 años constituía un 5,8% de la población, proyectándose para el año 2000 una cifra del 6,7%. Sin embargo, el proceso de envejecimiento de la población chilena es más rápido de lo proyectado. De acuerdo con las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (Compendio Estadístico 2000 INE, Santiago 2000), la población mayor de 64 años en el año 2000 constituía el 7,2% (1.090.387 personas), y el grupo de 60 años o más alcanzaba el 10,2% del total del país. La esperanza de vida de la población chilena se ha incrementado de 45 años en 1930 a 75 años en 1998, lo que significa que el número de personas que alcanzan la tercera edad es cada vez mayor. Esta situación, un indicador notable de mejoramiento en muchos aspectos, nos lleva necesariamente a preguntarnos qué estamos haciendo para que el aumento en la esperanza de vida sea coherente con un aumento en su calidad.

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