20 Jun
El Contractualismo: Orígenes y Evolución
El Contractualismo Clásico
Durante los siglos XVII y XVIII, los filósofos reflexionaron sobre la necesidad de obedecer la autoridad y la existencia del Estado. La respuesta a estas cuestiones es el Contrato Social, un acuerdo entre ciudadanos que da lugar al Estado. En este contexto, se distinguen dos conceptos fundamentales:
- Estado de Naturaleza: Situación pre-política del ser humano, anterior a la formación de cualquier sociedad organizada.
- Estado Social: La condición que surge cuando la situación natural se vuelve insostenible, llevando a la formación del Estado mediante un pacto o contrato.
Thomas Hobbes
Estado de Naturaleza
En un mundo sin Estado ni ley, los hombres luchan por el poder, en una guerra de todos contra todos (homo homini lupus, «el hombre es un lobo para el hombre»). Dominados por sus pasiones, buscan seguridad y desean salir de este estado caótico.
Estado
Requiere un poder coercitivo absoluto. Hobbes defiende un Estado absoluto, cuya función principal es garantizar el orden y la paz social.
Contrato Social
Los individuos renuncian a su libertad en favor de un Soberano. La coacción y la autoridad de este soberano son consideradas legítimas, ya que son el precio de la seguridad.
John Locke
Estado de Naturaleza
Los hombres poseen derechos básicos (vida, libertad, propiedad) que son previos al Estado y nadie puede quitárselos.
Estado
Surge para garantizar y proteger esos derechos naturales. El poder se divide (legislativo y ejecutivo) para evitar abusos y asegurar un gobierno limitado.
Contrato Social
El poder político se justifica si protege los derechos individuales. Los ciudadanos tienen el derecho y el deber de vigilar y, si es necesario, sustituir a los gobernantes que abusan de su poder.
Jean-Jacques Rousseau
Estado de Naturaleza
El hombre es un «buen salvaje«, que vive en armonía con la naturaleza y con los demás, en un estado de inocencia y libertad.
Estado
Se basa en la voluntad general, que busca el bien común y garantiza la libertad e igualdad política y económica de todos los ciudadanos.
Contrato Social
Surge con la aparición de la propiedad privada, que introduce la desigualdad y los conflictos en la sociedad. De este conflicto, y para superarlo, nace el Estado.
Teorías Neocontractualistas
John Rawls
Rawls reformula la idea del Contrato Social para defender el Estado de Bienestar. Concibe la sociedad como un sistema de cooperación diseñado para lograr el mayor beneficio para todos sus miembros. Para establecer principios de justicia imparciales, plantea el experimento mental del «velo de la ignorancia«, en el que los individuos eligen los principios de justicia sin conocer su posición social, talentos o circunstancias particulares.
Los tres principios que, según Rawls, deben regir una sociedad justa son:
- Garantizar la libertad de todos: Cada persona debe tener un derecho igual al sistema más extenso de libertades básicas iguales, compatible con un sistema similar de libertades para todos.
- Garantizar la igualdad de oportunidades: Las desigualdades sociales y económicas deben estar vinculadas a cargos y posiciones accesibles a todos bajo condiciones de justa igualdad de oportunidades.
- Aplicar el Principio de la Diferencia: Las desigualdades sociales y económicas deben beneficiar a los miembros menos aventajados de la sociedad. Esto implica una redistribución de bienes básicos a favor de los más desfavorecidos.
Rawls defiende un Estado intervencionista que asegure estos principios.
Robert Nozick
Nozick sostiene que los derechos a la vida, libertad y propiedad son fundamentales e inviolables. Argumenta que cualquier intento del Estado por redistribuir la riqueza viola estos derechos individuales.
Defiende un Estado mínimo (o «Estado gendarme»), de corte liberal, cuya única función legítima sea proteger los derechos individuales de sus ciudadanos (contra la fuerza, el robo y el fraude). Nozick cree que un Estado con más poder tiende a la corrupción y a la violación de las libertades individuales.
El Ciudadano y la Ciudadanía
Concepto de Ciudadano y Ciudadanía
Por ciudadano entendemos al habitante de un Estado que posee derechos políticos y puede ejercerlos. Este estatus legal lo diferencia de quienes no lo son. La ciudadanía, por su parte, hace referencia a la condición de ciudadano, abarcando el conjunto de derechos de los que disfruta y los deberes que le incumben.
El primer deber del ciudadano es obedecer la ley, y su primer derecho es participar en la elaboración de la ley y contribuir a su formulación. Poseer la ciudadanía supone:
- Formar parte de una comunidad de iguales en lo que respecta a derechos y deberes.
- Participar en la toma de decisiones que afectan a todos los miembros de la comunidad.
- Participar en un proyecto común de convivencia, conforme a un ideal de conducta cívica, donde las relaciones con los demás están determinadas por el diálogo y la colaboración.
- Potenciar lo que es común entre los seres humanos, desarrollando la conciencia de vivir en un mundo compartido.
La vida ciudadana se articula alrededor de la Constitución, que es la norma fundamental del Estado. Esta establece las relaciones entre las instituciones, define la organización política del país y señala los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos.
Existen diferentes formas de organización social que se oponen a la idea de ciudadanía:
- Formas primitivas: Basadas en vínculos familiares y el dominio por la fuerza física.
- Sociedad feudal: Caracterizada por una relación jerárquica donde el señor proporciona seguridad a los vasallos a cambio de su servicio y fidelidad.
- Monarquía absolutista y tiranía: Una única persona se encuentra por encima del resto y exige un apoyo activo de todos los habitantes del Estado, sin reconocimiento de derechos ciudadanos.
El concepto de ciudadanía busca establecer los lazos políticos que existen en el conjunto de la comunidad. Por otro lado, el concepto de sociedad civil se refiere a la formación de grupos y asociaciones políticas independientes del Estado.
Tipos de Ciudadanía
A lo largo de la historia, se han configurado distintos tipos de ciudadanía:
- Ciudadanía civil: Relacionada con las libertades individuales (como la expresión y la religión) y los derechos de justicia (como la propiedad y el juicio justo).
- Ciudadanía política: Implica el derecho a elegir y ser elegido, así como a participar en el poder político.
- Ciudadanía social: Reivindica derechos económicos y sociales fundamentales, como el acceso a la educación, la sanidad y un nivel económico mínimo.
- Ciudadanía global: Con la eliminación de fronteras y los avances tecnológicos, surgen nuevos derechos (como el movimiento transnacional, el acceso a internet y la intimidad digital), configurando ciudadanos no ligados exclusivamente a un Estado, sino al mundo en su conjunto. El ciudadano cosmopolita considera a todos los seres humanos iguales y con los mismos derechos y deberes, basando su idea en obligaciones que van más allá de la familia o la nación, respetando la vida humana y la diversidad. Esta visión se opone al nacionalismo, pero no al compromiso con el Estado. Los estoicos ya hablaban de una comunidad ideal basada en un orden moral natural y en la capacidad humana de razonar.
La Política
La política se define como la actividad mediante la cual grupos, organizaciones o sociedades toman decisiones colectivamente. Existen dos tradiciones filosóficas que interpretan la actividad política de forma muy distinta:
Aristóteles
Define al ser humano como un «animal social o comunitario» (zoon politikon), que no puede sobrevivir aisladamente. Su naturaleza solo se realiza plenamente en una comunidad, integrado en una familia y otras formas políticas de asociación. La naturaleza racional del ser humano le permite comunicarse, organizarse y reflexionar sobre lo justo, lo injusto y lo beneficioso para todos por medio del diálogo. Por ello, la ética y la política están estrechamente unidas en su pensamiento.
Maquiavelo
Para Maquiavelo, la política está radicalmente separada de la ética. El político debe alcanzar y mantenerse en el poder, y los principios morales no deben interferir en este objetivo. La ética pertenece al ámbito individual, mientras que la política se inscribe en lo público, por lo que no deben confundirse. Para Maquiavelo, «el fin justifica los medios». El político ideal actúa con cálculo y ambición, y sus virtudes son la astucia (como el zorro) y la fuerza (como el león), guiadas por la razón instrumental, no por la razón moral. Un gobernante puede ser un buen político aunque actúe contra la moral, ya que se le juzga por lograr sus objetivos de estabilidad y poder.
El Poder
El Poder se define como la capacidad para imponer la propia voluntad a otros. Según Max Weber, existen tres formas de poder:
- Poder Económico: Consiste en la capacidad de conceder o quitar riquezas.
- Poder Ideológico: Consiste en la capacidad de otorgar o quitar prestigio, influenciando creencias y valores.
- Poder Político: Es el poder que se atribuye al uso de la violencia legítima, monopolizada por el Estado.
El Poder Político
El poder político se caracteriza por ser una relación entre personas que mandan y otras que obedecen. El poderoso puede exigir obediencia mediante la violencia y bajo amenaza, aunque no se excluye el uso del diálogo. Es un poder que usa la violencia e impone su autoridad de forma legítima, es decir, con el acuerdo tácito y el reconocimiento de la mayoría de la población. En cualquier grupo humano se dan relaciones de poder, por lo que los conceptos de política y poder están estrechamente emparentados.
Formas de Legitimación del Poder Político según Max Weber
Según Weber, a lo largo de la historia han existido distintas formas de legitimación del poder político:
- Tradicional: El poder se mantiene por rutina y herencia, basado en la creencia en la santidad de las tradiciones y la legitimidad de quienes siempre han ejercido la autoridad (ej. monarquías hereditarias). Es propio de regímenes autoritarios.
- Carismático: El fundamento del poder y su legitimación se basa en las dotes excepcionales del líder para seducir y movilizar a los ciudadanos, en su capacidad de liderazgo personal. No se transmite por herencia.
- Legal-racional: La ley, surgida de la voluntad popular, es el único criterio de legitimación. La autoridad reside en la ley y en las instituciones, no en una persona. Es propio de las democracias. Para que se cumpla la ley, el Estado cuenta con un cuerpo de funcionarios y procedimientos mediante los cuales los ciudadanos presentan sus requerimientos. Este conjunto se denomina burocracia.
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