31 Dic

Diferencia entre Contabilidad de Costes y Contabilidad Financiera

La contabilidad, en términos generales, se asocia a la Contabilidad Financiera (CF) debido a su carácter obligatorio, su función de valoración del patrimonio empresarial y su rol en el cumplimiento de diversos contratos. Sin embargo, la Contabilidad Financiera resulta insuficiente para la adopción de decisiones internas sobre la gestión empresarial. Es por ello que surge la Contabilidad de Costes (CC).

La Contabilidad de Costes nace para cubrir las insuficiencias de la financiera en la toma de decisiones. Es un sistema voluntario y no normalizado, lo que significa que cada empresa lo diseña según sus necesidades específicas de gestión, sin estar sujeta a reglas externas.

Comparativa clave entre CF y CC

  • Alcance: La CF trata a la empresa en su conjunto. En cambio, la CC desglosa la información por departamentos, centros de actividad, áreas geográficas o líneas de productos.
  • Dimensión Temporal: La CF ofrece información actual y pasada, priorizando la exactitud sobre la rapidez. La CC tiene una dimensión actual y futura, ya que su objetivo es la planificación y el control, primando la rapidez y la relevancia de los datos sobre la exactitud absoluta para poder reaccionar a tiempo ante ineficiencias.
  • Periodicidad: La CF estudia la información de manera anual. La CC lo hace en función de las necesidades de gestión que tenga la dirección.
  • Tipo de Información: La CF proporciona información general y medidas financieras de manera objetiva y verificable. La CC ofrece medidas financieras, operativas y físicas sobre procesos, tecnología, proveedores, clientes y competidores, siendo relevante y oportuna para la gestión.

Fases del Cálculo de Costes: Clasificación, Localización e Imputación

El método de cálculo en la contabilidad de costes se divide en tres fases fundamentales que permiten transformar los costes de los factores en el coste final de los productos o servicios. Estas fases responden a las preguntas sobre qué se ha consumido, dónde se ha consumido y qué producto lo ha consumido.

Fase de Clasificación

En esta etapa inicial se busca identificar qué factores se han consumido durante el proceso productivo. Los costes se clasifican según su naturaleza (materiales, personal, amortizaciones, etc.). Se diferencia entre:

  • Costes Directos: Aquellos que se asignan directamente al producto mediante un criterio objetivo.
  • Costes Indirectos: Aquellos que requieren un proceso de reparto posterior.

Esta fase es la base para las etapas posteriores, asegurando que todos los recursos sacrificados para la producción queden registrados monetariamente.

Fase de Localización

Esta fase es propia de los modelos orgánicos de costes y consiste en ubicar los costes en el centro de actividad que los ha ocasionado. Para ello, la empresa se divide en centros de costes, que son divisiones con objetivos comunes y actividad medible de forma homogénea. El proceso incluye dos tipos de reparto:

Reparto Primario

Los costes indirectos se distribuyen entre los centros principales (directamente relacionados con el ciclo productivo, como transformación) y los centros auxiliares (que prestan servicios a otros centros, como mantenimiento).

Reparto Secundario (o Subreparto)

Los costes acumulados en los centros auxiliares se redistribuyen entre los centros principales que se han beneficiado de sus servicios. Al finalizar esta etapa, los centros auxiliares quedan con coste cero.

Fase de Imputación

Es la última etapa del proceso y consiste en asignar los costes localizados en los centros principales a los portadores finales (productos o servicios). Para realizar esta imputación se utiliza una unidad de medida de la actividad del centro llamada «unidad de obra». El coste total del producto se obtiene sumando los costes directos más la parte proporcional de los indirectos de cada centro implicado, en función de la unidad de obra.

Valoración de la Producción Equivalente: CMP vs. FIFO

La producción equivalente es crucial para valorar correctamente los productos en curso. Existen dos métodos principales para su cálculo:

Coste Medio Ponderado (CMP)

El CMP es un método de valoración que no exige conocer el grado de avance de las existencias iniciales (Ei PC) de los productos en curso, ya que los costes de las Ei PC se incorporan a los costes de producción del periodo. Los costes totales se imputarán de igual modo entre los productos terminados (PT) y los productos empezados y no acabados en el periodo (Ef PC).

De esta manera, la Producción Equivalente (PE) se calcula como:

PE = Producción terminada + Ef PC x grado de avance t

M1wQyNPrr4AAAAASUVORK5CYII=

Este método de valoración es el más utilizado por las empresas, ya que es más sencillo y práctico, aunque sea técnicamente menos preciso que FIFO.

FIFO (First In, First Out)

FIFO es un método de valoración de la producción equivalente que sí exige conocer el grado de avance de las existencias iniciales de los productos en curso. Los costes incurridos en el periodo se destinarán a:

  1. Concluir las Ei PC (producción iniciada en t-1).
  2. Los productos empezados y terminados en el periodo t.
  3. Los productos empezados y no terminados en el periodo t (Existencias finales de PC).

De esta manera, la Producción Equivalente (PE) se calcula como:

PE = Ei PC x grado de avance pendiente + Producción empezada y terminada + Ef PC x grado de avance

1RZ+WAAAAAZJREFUAwD+n2v8FJb5bAAAAABJRU5ErkJggg==

Este método es más complicado, pero más correcto, ya que contabiliza los costes reales a cada producto, independientemente del periodo en que se iniciaron.

Producción Real vs. Producción Equivalente

La Producción Real se refiere al recuento físico de todas las unidades que han estado presentes en el proceso productivo durante un periodo determinado. Incluye tanto las unidades que se terminaron completamente como aquellas que quedaron a medias al cierre del ejercicio.

La Producción Equivalente expresa las unidades que están en curso de fabricación en términos de unidades totalmente terminadas, basándose en su grado de avance. Permite homogeneizar unidades con distintos niveles de acabado para poder repartir los costes de manera justa.

Modelos de Costes para la Toma de Decisiones Estratégicas

Un modelo de costes es un marco conceptual que permite interpretar, clasificar y utilizar los costes de una empresa para orientar la toma de decisiones estratégicas. A diferencia de un sistema de costes (que organiza el registro), el modelo se centra en la interpretación y uso de la información. Hay tres tipos principales de modelos de costes:

Modelos de Costes Completos (Full Costing)

Estos modelos imputan al producto tanto los costes variables como los costes fijos.

Modelo de Costes Completos en Sentido Literal (Full Costing Total)

Se imputan al producto todos los costes con independencia de la función a la que correspondan (producción, comercialización, administración, etc.).

  • Utilidad: Refleja la rentabilidad integral y es útil para la planificación estratégica o la fijación de precios a largo plazo, asegurando que el precio cubra toda la estructura empresarial.
  • Limitación: Puede dar señales engañosas para decisiones de corto plazo, ya que activa costes que no pertenecen directamente a los bienes producidos (como los de comercialización).

Modelo de Coste Completo Industrial

Se imputan al producto únicamente los costes de la función de producción (tanto variables como fijos).

  • Utilidad: Ofrece mayor precisión valorativa frente al modelo literal. Es conveniente para la valoración de inventarios y el cumplimiento de la normativa contable. Permite medir la eficiencia productiva, aislando los costes estrictamente ligados a la fabricación.
  • Limitación: No tiene en cuenta que algunos costes son fijos y otros varían con la producción, lo que puede llevar a decisiones incorrectas o a «maquillar» los resultados si el volumen de producción cambia drásticamente.

Modelo de Imputación Racional

Se imputan los costes de la función de producción variables y la parte de los costes fijos que corresponden en función de la actividad real desarrollada por la empresa (evitando imputar la parte de los costes fijos correspondientes a la capacidad ociosa).

  • Utilidad: Favorece la toma de decisiones más eficientes al mostrar el impacto de la capacidad ociosa. Es útil para la identificación clara de las pérdidas por ineficiencia en los resultados.

Modelos de Direct Costing (Coste Variable)

Se imputan al producto solo los costes variables correspondientes a la función de producción. Los costes fijos se consideran costes del periodo.

  • Utilidad: Es clave para la adopción de decisiones de explotación (volumen de producción, precios de venta, mercados, etc.). Muestra un margen de contribución claro, indicando cuánto aporta cada unidad para cubrir costes fijos y generar beneficio. Ofrece flexibilidad en las decisiones operativas.
  • Limitaciones: La valoración de los productos no es válida para su presentación en las cuentas anuales. Puede haber dificultades para separar de manera precisa los costes fijos de los variables.

Métricas de Rentabilidad y Apalancamiento Operativo

Estas fórmulas son esenciales para la gestión basada en el Direct Costing:

Umbral de Rentabilidad (Punto Muerto)

Q = CF / (p – CV) = CF / m

Esfuerzo de Venta (Volumen para alcanzar un Beneficio M)

Q = (M + CF) / m

Margen de Seguridad

Margen de seguridad = Volumen de ventas actual – Volumen de ventas correspondiente al punto muerto

Índice de Apalancamiento Operativo (w)

w = incremento % Bº / incremento % Q

w = (m x Q0) / Bº0

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