18 Jun

3Explica cuáles son las reglas de la coherencia y justifica la necesidad de que se cumplan. La primera es la regla de la repetición. Es necesario que los enunciados se encadenen siguiendo un tema o temas comunes que se van retomando a lo largo del texto. La segunda es la regla de la progresión. El texto debe desarrollarse con una aportación constante de nueva información. La tercera es la regla de no contradicción. Los enunciados no deben contradecir los contenidos establecidos anteriormente. Y por último, la regla de la relación. Es necesario que los temas o hechos a los que se refiere el texto tengan relación con el mundo real o imaginario que en él se plantea. La selección coherente entre el conjunto de conocimientos nos permitirá acertar en lo que es relevante y lo que no lo es; saber el grado de precisión o de detalle que exige el texto, qué información hay que incluir para evitar lagunas, qué ejemplos son necesarios para hacerlo claro y comprensible, etc. Nos permitirá, en resumen, redactar textos coherentes. 8. Explica y caracteriza las distintas funciones del lenguaje.Existen seis funciones del lenguaje diferentes. En la función emotiva el interés de la comunicación se centra en el emisor. Domina lo subjetivo: el emisor exterioriza sus estados de ánimo, emociones y sentimientos. Suele predominar en la conversación, en la poesía lírica, en cartas y diarios personales, en el periodismo de opinión y a veces en determinados tipos de ensayo. Las formas lingüísticas más características de esta función son las oraciones exclamativas e interrogativas, los adjetivos valorativos, el léxico connotativo, la primera persona, los diminutivos afectivos y el modo subjuntivo. La función conativa se orienta hacia el receptor. El emisor busca modificar su comportamiento: trata de que cambie de opinión o de que haga o deje de hacer algo. Son conativos los ruegos, las órdenes, los mandatos, etc que abundan en la conversación y en los diálogos literarios, así como el lenguaje de la publicidad. Las formas que más se utilizan en los textos con esta función son los vocativos e imperativos, la segunda persona y las oraciones exclamativas e imperativas. En la función referencial el interés de la comunicación se centra en la situación. Se transmite una información objetiva de la realidad extralingüística: Hoy hace sol. Esta función es propia de los textos científicos y técnicos, de los informes y el periodismo de información. Sus rasgos lingüísticos son la entonación enunciativa, el modo indicativo, la tercera personal y el léxico de significado denotativo.En la función poética el interés de la comunicación se centra en la forma del mensaje. Interesa no sólo lo que se dice, sino, sobre todo, cómo se dice. .



La función poética es la función dominante en la literatura, pero también aparece en la publicidad y en la conversación. Las formas lingüísticas más características son la adjetivación, muy abundante; el léxico connotativo, y los recursos retóricos. En la función fática el interés recae en el canal. Es muy frecuente cuando iniciamos una comunicación, comprobamos si el canal funciona o la cerramos. Son textos poco informativos, fórmulas de cortesía, muletillas, etc. Abunda en la conversación y en la publicidad. Sus rasgos lingüísticos habituales son frases cortas estereotipadas, fórmulas de cortesía y entonación exclamativa e interrogativa. En la función metalingüística, el interés se centra en el código. Se habla del lenguaje, que se explica a través del propio lenguaje. Es una función exclusiva de la lengua; sólo este código puede referirse a sí mismo. Los textos metalingüísticos suelen presentar mensajes ordenados y precisos, y tecnicismos lingüísticos. Además de aparecer en textos sobre el lenguaje, esta función suele utilizarse en la conversación para precisar el sentido de lo que se está diciendo. 9Explica con el máximo de detalle las características del signo lingüístico. Arbitrariedad. El signo lingüístico es arbitrario, es decir, la relación que une al significado con el significante es convencional, producto de un pacto o acuerdo tácito. La prueba evidente de que el signo es arbitrario es la existencia de las distintas lenguas naturales. Carácter lineal. El signo lingüístico, por ser acústico, se desarrolla en el tiempo, y por ello los elementos que lo forman aparecen necesariamente ordenador uno después del otro y no de forma simultánea. En la escritura, el orden en el tiempo se sustituye por el orden en el espacio: los elementos que forman el signo van apareciendo uno tras otro. Inmutabilidad y mutabilidad. El signo lingüístico es inmutable en el sentido de que el hablante no lo puede cambiar a voluntad porque pertenece a la comunidad. Son mutables a largo plazo. Los cambios pueden afectar al significado o al significante. Doble articulación. La doble articulación supone la posibilidad de descomponer el signo en unidades con significado, que a su vez están compuestas por unidades sin significado. En la primera articulación encontramos unidades más pequeñas de la lengua con significado: en la palabra gatas encontramos tres unidades (gat-a-s). A estos signos lingüísticos menores que las palabras las llamamos monemas. En la segunda articulación encontramos las unidades que no poseen significado, los fonemas (g-a-t-o) que combinados forman los monemas. Los fonemas por sí mismos no significan nada, pero si sustituimos un fonema por otro cambia el significado de la palabra.

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