20 Abr
Evidencia empírica
El crecimiento de largo plazo en el modelo neoclásico depende sólo de la productividad. Por otra parte, para acumular factores es necesario ahorrar, es decir, sacrificar consumo, mientras que el crecimiento de la productividad no requiere de dicho esfuerzo. Por ello, hay quienes ironizan planteando que este tipo de descomposiciones revela si el crecimiento ha sido resultado de la “inspiración” (productividad) frente a la “transpiración” (ahorro e inversión).
13.1 Contabilidad del crecimiento: aspectos analíticos
Los países pueden crecer porque aumenta la productividad total de los factores, el stock de capital o la cantidad de trabajadores. La descomposición del crecimiento es otro de los aportes fundamentales de Solow, quien propuso realizar esta descomposición contable estimando A (la productividad total de los factores) como un residuo, al que se le llama productividad total de los factores.
Para poder proseguir y estimar las fuentes del crecimiento, haremos algunos supuestos:
- La función de producción presenta retornos constantes a escala.
- Existe competencia perfecta en los mercados de bienes y factores.
13.2 Los datos
Uno de los aspectos fundamentales para calcular la contabilidad del crecimiento es estimar correctamente el nivel de capital, el nivel de empleo y la productividad.
Empleo (L)
En la mayoría de los países existen organismos que se encargan de medir periódicamente el nivel de empleo. Sin embargo, el problema que surge es que un trabajador hoy no es lo mismo que un trabajador de hace veinte años, pues el trabajador de hoy tiene más capital humano que el trabajador de hace veinte años. Su nivel de conocimiento es mayor, no porque sea más capaz, sino porque la información que tiene acumulada le permite ser más productivo.
Si bien podemos medir bien la gente que está trabajando, no conocemos bien su utilización como trabajadores efectivos. Esto es lo que se conoce como retención del trabajo. Las empresas, cuando no necesitan un trabajador, no lo despiden de inmediato, pues en el futuro pueden necesitarlo. En este caso pueden dedicarlo a tareas poco productivas para luego asignarlo a trabajos más productivos cuando las necesidades de producción son mayores.
Capital (K)
El stock de capital de un país corresponde a la suma de todas las inversiones realizadas durante el pasado, descontando la depreciación. Para calcular el stock de capital de un país es necesario conocer la tasa de depreciación (δ), las inversiones y el stock de capital inicial (K₀).
Utilización del capital
Al igual que en el caso del empleo, no siempre el capital está plenamente utilizado; por lo tanto, la cantidad efectiva de capital que se está usando puede ser menor que la total. Esto es similar al efecto de la retención de empleo. Es clave medir la utilización del capital.
Calidad del capital
El capital de hoy, al igual que el empleo, tiene un nivel de calidad mayor al capital de hace veinte años; por lo tanto, es necesario ajustar el capital por su calidad cuando se quiere medir su contribución al crecimiento. En la medida en que la participación de la maquinaria y el equipo aumente, el capital se hará de mejor calidad.
Participación de los factores (α y 1-α)
Existen, esencialmente, dos formas tradicionales de estimar la participación de los factores:
- La primera consiste en medir directamente, a partir de las cuentas nacionales, la participación en el ingreso total de los ingresos correspondientes a los distintos factores de producción.
- La otra forma tradicional es estimar directamente una función de producción y obtener así los parámetros.
Existe evidencia de que las participaciones de los factores no son iguales en todos los países ni tampoco constantes en el tiempo, lo que sería inconsistente con estimar una función Cobb-Douglas.
13.3 Contabilidad del crecimiento: La evidencia
En general se observa que, hasta antes de la crisis del petróleo en 1974, el crecimiento de la productividad total de los factores fue muy elevado, y se redujo de manera significativa posteriormente, con excepción de Asia Oriental y China. Esto es conocido como el productivity slowdown, que se dio con particular fuerza en los países industriales y EE. UU. en especial. Esto ha motivado una serie de estudios que intentan explicar la desaceleración de la productividad después de un rápido crecimiento experimentado posterior a la segunda guerra mundial. Hay varias explicaciones para este fenómeno, entre las cuales cabe destacar:
Alza del precio del petróleo a principios de los setenta
Las economías eran muy dependientes del petróleo; al aumentar el precio, cayó su productividad. En general, se puede pensar que el mayor costo de los insumos es similar a una caída de la productividad. El problema de esta explicación es que, posteriormente, en los ochenta, el precio del petróleo retrocedió fuertemente, pero no aumentó la productividad total de los factores; por lo tanto, no es una explicación satisfactoria. En todo caso, aun así, se podría argumentar que el mundo se hizo más independiente del petróleo, y ello generó pocos cambios importantes una vez que el precio se normalizó.
Cambio en la composición de la producción
En las décadas de 1950 y 1960, el producto era más intensivo en manufactura y después se tornó más intensivo en servicios. Como los servicios tienen presumiblemente un menor crecimiento de la productividad, la productividad agregada habría crecido más lentamente. Sin embargo, es difícil afirmar con mucha certeza que con las mejoras en las tecnologías de la información la productividad del sector servicios no haya tenido avances significativos.
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