21 Ago

  • Forma y sustancia

Decía Saussure que la lengua es una forma, no una sustancia. La sustancia o materia es el medio que sustenta la forma. Toda forma necesita ser diferente para constituir su propia entidad y cumplir una misión específica, es decir, una función. Esta función va siempre unida a la forma, ambas son interdependientes: toda función ha de sustentarse en una forma y toda forma debe servir a una función. En el lenguaje también podemos señalar estos tres aspectos: materia o sustancia, forma y función. Los conceptos de forma y sustancia se deben al lingüista danés Hjelmslev, fundador de la escuela lingüística conocida como glosemática, que plantea que tanto la sustancia del contenido como la sustancia de la expresión .  El lenguaje es la capacidad que poseen los seres humanos de comunicarse entre sí a través de un sistema de signos producidos por el aparato fonador y captados por el oído, que sirve de mediador entre el exterior y el cerebro, sede de todo el proceso lingüístico. El lenguaje es un mecanismo complejo, uno de cuyos componentes es la lengua. La lengua es el sistema de signos, íntimamente relacionado con los demás elementos que toman parte en el proceso comunicativo, pero diferenciado de todos ellos. El sistema de signos consiste en una red de relaciones que unen dos sustancias diversas: el mundo de los conceptos, los sentimientos, las sensaciones… y el mundo de los sonidos. Todo signo une en sí ambos mundos, dado que posee dos caras: la cara del contenido o significado y la cara de la expresión o significante. 

Veamos unos ejs:


Hoy hace mucho frío–

El cava se toma frío

Si buscamos en el diccionario la palabra “frío”, encontramos “frío,-a. Se aplica a las cosas que tienen poca temperatura” y, más adelante, dice “temperatura muy baja”. Indica, además, que en el primer caso es un adjetivo y en el segundo, un sustantivo. Como el objetivo del diccionario es presentar el significado de las palabras, considera que es una misma palabra aquella que coincide en tener aproximadamente el mismo significado. En cambio, cuando tienen significados totalmente distintos, separan en dos artículos las entradas, por ej. La palabra “banda” que sería: “1.  Trozo estrecho y largo de un material flexible. 2. Conjunto de seres unidos con algún propósito”. El mundo de la significación constituye la sustancia o materia del contenido y los diccionarios pretenden darnos el máximo de información sobre ella. La gramática, por el contrario, atiende a la forma y a la función de las palabras. La forma no aparece a simple vista. La identidad fonológica y semántica del elemento “frío” del ej. Nos induce a considerarlas la misma palabra, pero la gramática tendrá que separarlas por su distinta forma gramatical; para ello, cuenta con la llamada prueba de la conmutación: Se puede decir “Hoy hace mucho frío”, “Hoy hace mucho calor” “Hoy hace mucho bochorno”, etc. Una frase es una secuencia de unidades que tienen un contenido y que lo exteriorizan a través de una expresión. La secuencia supone unos lugares ordenados donde van apareciendo las distintas unidades y esos lugares están determinados por relaciones sintagmáticas, es decir, de orden, régimen, concordancia, etc. Los lugares no son intercambiables, lo que significa que un lugar sólo puede estar ocupado por una unidad que pertenece a un conjunto que tiene las mismas propiedades formales y funcionales y cuando aparece una de estas unidades, excluye cualquier otra unidad de ese mismo conjunto. Así, la presencia de la palabra “frío” excluye las palabras “calor” y “bochorno”, pero todas ellas tienen un conjunto que tiene unas carácterísticas: combinan con la unidad mucho, pues la obligan a tener terminación de masculino y singular, pueden ser sustituidas por el pronombre lo: “Hoy lo hace”, que sustituye a “frio” y a la palabra que combina con ella: “mucho”, lo que demuestra que conforman un bloque o sintagma; la sustitución por lo demuestra que cumple en la oración la función de objeto directo y también se puede decir que “frío” hace referencia a fenómenos ambientales que admiten cuantificación: frío, calor, sol, bochorno, viento…, Estas palabras forman un paradigma, al que no pertenecen otras palabras; no podremos decir, por ej. “Hoy hace mucho sueño”, pues sueño no pertenece a ese paradigma. En la frase “El cava se toma muy frío”, podemos observar que las palabras que pueden conmutar con “frío” son ”caliente, tibio, fresco, helado…” Si cambiamos “cava” por “leche”, deberemos cambiar “frío” por “fría”, es decir, que “frío” manifiesta una relación muy estrecha con un sustantivo de la misma oración, “cava”, y si cambiamos este sustantivo, que es masculino, a uno femenino como “leche”, también debemos cambiar “frío” por “fría”. De hecho, en tanto que “fría” se opone a “frío” por femenino a masculino, podemos concluir que la palabra está compuesta de dos unidades menores: 1. frí o/a: conmutación masculino/femenino y 2. frí/tibi o:conmutación menor/mayor temperatura. Esas unidades se llaman morfemas: si expresan sólo relaciones gramaticales como el género –o/-a que caracteriza a “frí –o”  frenre a “frí –a”, son denominadas morfemas gramaticales; en el caso de “frí” frente a “tib”, se llamarán morfemas léxicos o lexemas. Las palabras “frio” de la primera y la segunda oración tienen diferente forma y función, aunque coincidan en la misma sustancia. Tienen aproximadamente la misma sustancia de contenido, pues una y otra expresan “baja temperatura”, pero hemos demostrado que son dos palabras diferentes, porque la lengua no está compuesta de sustancia, sino de forma, como dice Saussure: lo que determina una palabra no es su sustancia, sino su forma y función. En el primer caso, “frío” no es divisible en segmentos menores que posean significado; si sabemos que es masculino, es por la concordancia. Las relaciones gramaticales se pueden establecer a través de las formas que integran los paradigmas y que mantienen relaciones de oposición o pueden establecerse mediante relaciones sintagmáticas como la concordancia: en el caso del sustantivo “frío” se manifiesta el género a través de la relación sintagmática de la concordancia: “mucho frío”; en el caso del adjetivo “frío”, se descubre el género por medio de la relación paradigmática, pues “frí-o” se opone a “frí-a”, donde “o” es representante del masculino y “a” del femenino”. Se ve que son formas diferentes, porque sus antónimos calor/caliente tienen formas fonológicas distintas. También sus funciones serán diferentes: En el primer caso “frío” es objeto directo y, en el segundo, complemento predicativo.

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