30 Dic

A lo largo de la historia se produce un proceso de desfamiliarización de la sociedad:
Se van generando instituciones que realizan con mayor eficiencia funciones antes atribuidas al parentesco. Todo el entramado institucional de la sociedad deriva de l antigua familia extensa o red de parentesco. Esta dinámica de desarrollo institucional se acelera a mediados del siglo XIX y es generada por el proceso de modernización de Occidente. Sus causas son:

1. El desarrollo del mercado y del Estado, que privan de funciones a la familia:


– separación entre el trabajo y el hogar
– pérdida de importancia del patrimonio familiar
– ritmo acelerado de cambio social y la urbanización
– la familia actual ha roto con linajes o redes de parentesco y es una unidad mínima de consumo orientada a la crianza de los hijos2

. cambios demográficos:

-Ha aumentado la esperanza de vida y la reproducción es más eficaz por una menor mortalidad infantil. Consecuencias:
oLa sociedad necesita menos de la mitad de familias que hace 100 años
oLa menor necesidad de familia genera nuevas formas de convivencia y nuevos tipos de hogares; se pasa de una sociedad de familias a otra de individuos, -la liberación de la parte femenina de la especie de la fuerte y agotadora tarea de la gestación y de la crianza
-disminución del tamaño de los hogares:
-se retrasa la edad de emancipación del hogar paterno: se alarga la edad de estudio, crisis/paro, nivel de vida que tienen con los padres.

Status-rol de la mujer en la sociedad actual


La parte más sustancial de los últimos cambios de estructura y flexibilización de la familia occidental contemporánea tienen su origen en el proceso de progresiva emancipación de la mujer. La incorporación masiva de la mujer casada al mercado de trabajo es un factor de transformación social básico y constituye un factor productivo de primer orden y un rasgo distintivo de las sociedades occidentales más modernizadas.
El papel laboral de la mujer como ama de casa en dedicación exclusiva está en retroceso. En este contexto se va produciendo una erosión paulatina de la familia patriarcal, que va dejando paso, en algunos ambientes, a un tipo de familia más igualitaria, más democrática, en el que las decisiones se toman por consenso, incluyendo a los hijos a medida que van creciendo.
Los papeles clásicos de padre simbólico (la autoridad, la norma) y madre simbólica (el afecto y el cuidado) no se distribuyen según el sexo de los cónyuges, sino que son ejercidos por ambos progenitores.
El déficit de socialización y normas no debe buscarse en la quiebra de la dominación patriarcal por la desaparición del padre simbólico, sino en la educación excesivamente permisiva, anómica, de los hijos, a quienes no se les exigen las debidas responsabilidades, no se les educa en ellas ni en el respeto de normas comunes.
La ausencia física de padre o madre exige un mayor cuidado, atención y dedicación por parte de el/la cabeza de familia en lo que a socialización primaria y apoyo a la trayectoria académica de los hijos se refiere.
Los cambios en el papel de la mujer conllevan una redefinición del rol del varón.

Funciones de la familia en las sociedades industriales avanzada


Las funciones básicas de la familia siguen activas en las nuevas formas de la institución familiar, pero han sido alteradas o diluidas en el sentido de que no se llevan a cabo del mismo modo y de que hay mayor énfasis que nunca en la buena marcha de la vida sentimental de la pareja como condición indispensable para el mantenimiento del vínculo.
La función de realización afectiva, unida a la relación sexual estable y a la paternidad-maternidad, ocupa un lugar central, y se espera un alto rendimiento de la pareja en el campo afectivo, de modo que si fallan los lazos sentimentales es muy posible su disolución.
Esta centralidad del amor romántico como conditio sine qua non puede parecer natural, pero no ha sido el rasgo dominante de la unión en pareja para formar o mantener una familia hasta muy recientemente. Exagerando la nota puede decirse que eso del matrimonio por amor es un invento occidental reciente No hay ninguna función propia del paquete de la institución familiar que se haya desprendido de la familia en las sociedades industriales; aunque, la función económica ha evolucionado mucho, ha dejado de producir bienes para el autoconsumo (alimentos, vestidos, etc.). Pero ha habido cambios de estructura en el grupo (posiciones, roles, normas, etc.), y de configuración de estas funciones entre sí.
La familia se convierte en un refugio frente a la falta de calor humano de las relaciones mercantiles o burocráticas que envuelven al individuo de la muchedumbre solitaria. Pero las demás funciones siguen vigentes, aunque con mayor individualización y autonomía para los agentes. La familia sigue siendo el agente privilegiado, indispensable, para la reproducción, la socialización primaria, el sostenimiento económico de los menores o su adscripción a una clase social. En cuanto al cambio de estructura más notorio, es el declive del patriarcalismo. En las sociedades más modernas aparecen otras opciones familiares como unión de hecho, parejas del mismo sexo, monoparental por decisión de la mujer soltera, etc.


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