25 May
1. El Régimen Demográfico Antiguo (Principios del Siglo XX)
En España, el régimen demográfico antiguo se mantuvo hasta principios del siglo XX. Se caracterizaba por:
A) Natalidad elevada
La natalidad presentaba valores elevados debido a estas causas:
- 1. Economía y sociedad agrarias: Predominaba una economía y una sociedad agrarias, donde los hijos ayudaban desde muy pronto en las labores del campo; eran baratos de mantener y aseguraban el porvenir de sus progenitores ante enfermedades o jubilaciones.
- 2. Falta de control de natalidad: No existían sistemas eficaces para controlar la natalidad.
La elevada mortalidad infantil obligaba a tener muchos hijos para poder conservar unos pocos.
B) Mortalidad alta y oscilante
La mortalidad general era alta y oscilante. Sus causas eran el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas y sanitarias:
- 1. Dieta deficiente: La dieta alimenticia era escasa y desequilibrada.
- 2. Enfermedades y falta de higiene: Las enfermedades infecciosas transmitidas a través del aire (como la tuberculosis o la gripe) o del agua y los alimentos; el atraso de la medicina y la falta de higiene privada y pública.
A la elevada mortalidad general se sumaban momentos de mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras y malas cosechas.
La mortalidad infantil también era alta. La esperanza de vida era baja, debido sobre todo a la elevada mortalidad infantil y materna en el parto o en las complicaciones posteriores.
C) Crecimiento natural bajo
Como consecuencia de las altas tasas de natalidad y de mortalidad, el crecimiento natural era bajo y presentaba oscilaciones debidas a las crisis de sobremortalidad.
2. La Transición Demográfica (1900-1975)
La transición entre el régimen demográfico antiguo y el actual tuvo lugar entre 1900 y 1975. Se caracterizó por una disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y, en consecuencia, un elevado crecimiento natural.
A) Descenso de la natalidad
La natalidad descendió de forma más suave y discontinua, alternando periodos de mayor crecimiento con otros de recuperación, en relación con los acontecimientos históricos:
Entre 1900 y 1920
La natalidad descendió al iniciarse el control voluntario de nacimientos mediante sistemas tradicionales. En ello influyeron una mayor supervivencia de los hijos al reducirse la mortalidad infantil y las desfavorables repercusiones de la Primera Guerra Mundial.
En la década de 1920
La natalidad se recuperó gracias a la prosperidad económica.
Entre 1930 y 1956
Se reanudó el descenso. Las causas fueron las crisis económicas de 1929 y la inestabilidad política de la Segunda República (1931-1936), la Guerra Civil (1936-1939) que ocasionó su caída de natalidad, y la situación de posguerra de 1940-1955.
Entre 1956 y 1965
Tuvo lugar una recuperación de la natalidad que algunos demógrafos interpretan como el baby boom. Se debió al desarrollismo económico que siguió al final del bloqueo internacional y de la autarquía.
Entre 1965 y 1975
En los últimos años del desarrollismo, disminuyó de nuevo la tasa. La causa fue la reducción del valor económico de los hijos, sumado a graves problemas de vivienda.
B) Descenso de la mortalidad general
La mortalidad general descendió de forma acusada durante la transición demográfica, excepto en dos momentos de mortalidad catastrófica: la gripe de 1918 y la Guerra Civil. Las causas fueron:
- 1. Incremento del nivel de vida: El incremento del nivel de vida, la mejora de la dieta y el crecimiento del nivel educativo y cultural.
- 2. Avances médicos y sanitarios: Los avances médicos más destacados fueron las vacunas y la comercialización de los antibióticos. La generalización de los nacimientos en clínicas disminuyó la mortalidad materna, y la extensión de la sanidad pública (Seguridad Social) también contribuyó a estos avances sanitarios.
- 3. Mejora de la mortalidad infantil: La mortalidad infantil también decreció gracias a las mejoras en la pediatría, la alimentación infantil y el cuidado materno.
C) Crecimiento natural alto
Como consecuencia, el crecimiento natural durante la Transición fue alto, especialmente entre 1920 y 1965, cuando la mortalidad descendió fuertemente.
3. El Régimen Demográfico Actual (A partir de 1975)
El régimen demográfico actual se extiende desde 1975 hasta la actualidad. Se caracteriza por:
A) Descenso de la natalidad
La natalidad descendió a partir de 1975 hasta situarse en cifras bajas. En esta situación se distinguen dos momentos:
1. Entre 1975 y 1998: Brusco descenso
Tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos. Las causas han sido: la situación económica, que retrasó la edad del matrimonio con el consiguiente acortamiento del período fértil de la mujer (primero como resultado de la crisis de 1975, que disparó las cifras del paro, y desde 1980 por la precariedad laboral y el alto precio de compra y alquiler de vivienda).
La sociedad española ha experimentado cambios de mentalidad desde la Transición Demográfica que han colaborado en el descenso de la natalidad. Ha disminuido la influencia religiosa. Se han legalizado el divorcio y el aborto en ciertos supuestos. Las mujeres se han incorporado de forma creciente al trabajo fuera del hogar, lo que retrasa la maternidad. Los hijos ya no se consideran un seguro para los padres en la vejez.
2. Desde 1998: Natalidad baja con oscilaciones
La natalidad se mantiene baja y muestra ligeras oscilaciones ligadas a la coyuntura económica y a la migración:
- Entre 1998 y 2008: La natalidad experimentó una ligera recuperación motivada por la favorable coyuntura económica y la inmigración extranjera. Esta última contribuye al aumento de la natalidad, sobre todo por el creciente incremento de mujeres en edad fértil.
- La crisis de 2008 a 2013: Ocasionó un nuevo descenso de la tasa de natalidad. Hubo un incremento del paro y una reducción salarial. Además, la inmigración disminuyó.
- Entre 2014 y 2020: El inicio de la recuperación económica y el aumento de la inmigración no lograron impulsar la natalidad entre la población joven en edad de procrear. Persisten factores como el alto riesgo de pobreza, bajos salarios e inestabilidad laboral. Entre las mujeres que desean tener más hijos, las razones económicas y las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral actúan como freno.
4. Los Movimientos Migratorios
Los movimientos migratorios son los desplazamientos de la población en el espacio, generalmente por causas económicas o sociales.
4.1. Movimientos Internos de la Población Española
Las migraciones interiores son los movimientos de la población dentro de las fronteras del país. Responden a dos modalidades, separadas por el año 1975: las migraciones tradicionales y las actuales.
Las diferencias de desarrollo entre las distintas regiones españolas han generado fuertes movimientos migratorios internos.
Así, a partir del siglo XVIII se detecta un proceso de emigración desde el centro peninsular a la periferia, y en el siglo XIX se inicia un intenso éxodo rural hacia las zonas urbanas e industriales de Cataluña, País Vasco, etc. Con el desarrollismo de la década de 1960, el éxodo rural se intensifica, ampliándose las zonas de llegada a las áreas turísticas del litoral mediterráneo y los archipiélagos.
La crisis de 1973 atenuó el proceso y, a partir de la década de 1980, hay una mayor complejidad de movimientos migratorios: movimientos de retorno, interurbanos, traslados por trabajo, estudios o jubilación, etcétera. Las consecuencias de estos movimientos migratorios han sido: una desigual distribución espacial de la población española, el despoblamiento y envejecimiento de las zonas de salida, y el rejuvenecimiento, desarrollo socioeconómico y surgimiento de problemas urbanísticos en las zonas de llegada.
4.2. Movimientos Internacionales
Los movimientos internacionales son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Las migraciones exteriores actuales se caracterizan por una reducida emigración y un elevado volumen de inmigración extranjera.
Los movimientos de población a escala internacional surgen de manera masiva en el siglo XIX gracias al desarrollo de los transportes y el aumento del nivel de vida, favorecidos por la industrialización. El fracaso de este proceso en España determinó que tradicionalmente fuera un país de emigrantes. A partir de 1973, con la crisis del petróleo y, posteriormente, con la Transición a la Democracia, se permitió el retorno de los exiliados republicanos. A partir de 1996, gracias al desarrollo económico del país consolidado tras el ingreso en la CEE en 1986, se produce una fuerte inmigración procedente de países subdesarrollados, especialmente africanos e iberoamericanos, que encuentran trabajos no cualificados en la hostelería, construcción y agricultura, y se asientan preferentemente en el litoral mediterráneo y Madrid.
A partir de 2004, con las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea, se añaden inmigrantes de Europa del Este.
La crisis iniciada en 2008 frenó el proceso de inmigración extranjera en España y ha provocado una salida creciente de españoles hacia Europa Occidental, especialmente jóvenes con alta cualificación, que huyen del elevado paro juvenil y la inestabilidad laboral de nuestro país. Ambos procesos provocaron unos años de saldo migratorio negativo. En 2022, el saldo migratorio ha vuelto a ser positivo, con 258.547 personas.
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