25 Nov

Las externalidades: Costes y beneficios no reflejados en el mercado

Las empresas, al desarrollar su actividad económica, soportan una serie de costes internos. Sin embargo, en muchos casos, la actividad productiva genera consecuencias para terceros cuyo coste no es asumido por la propia empresa. A estos se les denomina costes externos o externalidades negativas.

El mercado, por sí solo, no informa correctamente a los consumidores de cuáles son los costes reales de producción del bien en cuestión, pues solo se han tenido en cuenta los costes internos, prescindiendo de los externos.

Algunos ejemplos de externalidades negativas son:

  • Los residuos que una industria vierte a un río, afectando a la fauna, la flora y las comunidades locales.
  • El agotamiento de recursos no renovables, que perjudicará a las futuras generaciones.
  • El coste de regenerar un bosque talado por una empresa maderera.

De forma análoga, existen también beneficios que no son recibidos por quienes los generan.

  • El coste externo es el coste de una actividad económica que recae sobre personas distintas de las que realizan dicha actividad.
  • El beneficio externo es el beneficio de una actividad económica recibido por personas distintas de las que realizan la actividad en cuestión.

Hoy en día, muchos economistas sostienen que la contaminación y el deterioro del medioambiente son la factura que pagamos todos por los avances tecnológicos y el bienestar que disfrutan las sociedades modernas.

La intervención del sector público: política medioambiental

Un gobierno puede utilizar varios instrumentos para reducir la contaminación. La implantación de cualquier medida exige que se realicen ciertos estudios previos, que consisten en:

  1. Obtener información sobre el tipo de contaminación (atmosférica, acústica, etc.).
  2. Identificar y clasificar los agentes que la causan (por ejemplo, metales pesados).
  3. Medir el impacto de la contaminación sobre el medio natural y las personas.

Medidas para combatir la contaminación

  • Umbrales máximos: Consiste en determinar unos límites que marcan la máxima contaminación que una empresa está autorizada a causar, de tal forma que quienes los sobrepasen serán sancionados.
  • Impuestos unitarios: La cantidad que se paga está en relación directa con lo que se contamina. Cuanto más se contamina, más se paga en concepto de impuestos.
  • Licencias de contaminación: Para poder contaminar, hay que obtener una licencia en la que se especifica el límite de emisión de las diversas sustancias contaminantes, el período de vigencia, el lugar, etc.

La competencia imperfecta

La falta de competencia en los mercados puede conducir a prácticas abusivas por parte de las empresas, tanto en la fijación de precios como en las cantidades de producto que se ofrecen.

La intervención del sector público: defensa de la libre competencia

En estas ocasiones, la intervención de las autoridades se hace necesaria para garantizar el funcionamiento competitivo de los mercados y proteger a los consumidores. La defensa de la competencia se justifica como una prioridad pública, llevada a cabo por organismos como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en España.

Conductas prohibidas

Se consideran prácticas restrictivas de la competencia, entre otras:

  • Los acuerdos o pactos para fijar los precios u otras condiciones comerciales.
  • La limitación de la producción.
  • El reparto del mercado entre empresas.

La función distribuidora de la renta

La política macroeconómica persigue, entre otros objetivos, reducir las desigualdades en la distribución de la renta, estableciendo leyes y medidas para redistribuirla.

La redistribución de la renta es el proceso mediante el cual el Estado vuelve a distribuir, de acuerdo con el principio de equidad, fondos que previamente fueron asignados por el mercado a ciudadanos con alta capacidad económica.

El Estado de bienestar

El Estado de bienestar es un caso particular de sistema de economía mixta, caracterizado por el reconocimiento de una serie de derechos básicos para toda la población, cuya provisión es garantizada por el sector público.

Pilares del Estado de bienestar

El Estado de bienestar centra sus ofertas en áreas clave como:

  • Salud: Cualquier persona en España tiene derecho a recibir asistencia sanitaria universal y gratuita.
  • Educación: En España, la educación es obligatoria y gratuita hasta los 16 años.
  • Vivienda: Según la Constitución, todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda digna.

Tipos de prestaciones

El Estado de bienestar distingue entre tres grandes grupos de prestaciones:

  • Prestaciones universales: Se ofertan a toda la población gratuitamente, independientemente de sus circunstancias económicas (por ejemplo, sanidad o educación básica).
  • Prestaciones contributivas: Son disfrutadas por aquellos que han cotizado una serie de cuotas a la Seguridad Social durante un determinado período de tiempo (por ejemplo, cobrar la pensión de jubilación o la prestación por desempleo).
  • Prestaciones sociales (o asistenciales): Son las más solidarias, puesto que sus beneficiarios son colectivos con escasos recursos para los que se destinan ayudas específicas (por ejemplo, comedores sociales o rentas mínimas de inserción).

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