14 May
Aspectos Políticos y Sociales en La casa de los espíritus
La casa de los espíritus es una novela que abarca varias generaciones y comprende grandes cambios políticos. La autora está pensando en Chile cuando la escribe: su propio pasado, la descripción de la geografía, los personajes del presidente y el poeta, las alusiones a que “esto no pasa en este país, aquí el ejército no se subleva”, nos llevan irremediablemente a superponer los hechos de la ficción a la historia de este país, pues todo lo que se cuenta desemboca en el mismo lugar.
El relato se inicia con los cuadernos de Clara, pero cuenta la historia de Esteban Trueba, que vivirá todas las épocas; es un hombre volcado en la política, como corresponde a la oligarquía de su época. La novela da comienzo en el siglo XX a diversos acontecimientos históricos y sociales de la vida de los personajes que van a marcar con el paso del tiempo: los felices años 20, de peinados cortos y grandes collares para las mujeres de la capital; la llegada de los automóviles; la evolución de las tropas de la Segunda Guerra Mundial; la prosperidad de Chile como despensa de una Europa en crisis; la llegada de emigrantes ilustres como el conde Satigny…
A medida que avanzan los acontecimientos y las relaciones entre los personajes se vuelven cíclicas, la sociedad chilena se articula como la mayoría, analfabeta y pobre, contrapuesta a la minoría oligárquica, culta e investigadora, que viaja, domina, conoce y se distrae del aburrimiento en pasatiempos frívolos. El gran contraste de separación de clases sociales a través de los personajes: Blanca y Pedro; Nicolás y Amanda; Alba y Miguel. Alba y Miguel son un reflejo de lo que fueron cuarenta años antes Blanca y Pedro, con la diferencia de que la Facultad los iguala.
Es curioso el tratamiento que da la autora al problema de la explotación de los pobres, pues nunca llega a caer en el maniqueísmo: ni Esteban Trueba es tan malo, ni los campesinos son tan buenos. El amo practica el despotismo ilustrado: manda, domina y ordena; pero argumenta que todos sus inquilinos viven limpios, cómodos, no pasan hambre ni frío y tienen la oportunidad de ir a la escuela y aprender. Trueba además nació pobre y ha levantado su casa de la nada. El pueblo pide algo más: libertad, derechos humanos básicos, dignidad, tiempo libre… Y el nuevo gobierno se lo proporciona. Pero después se vuelven vagos e inconscientes, pierden sus cosechas, se comen a los animales y vuelven a las hambrunas. La autora deja así esta sociedad en una difícil situación, y el problema acaba desembocando en un golpe militar.
Esteban Trueba representa a aquella parte de la sociedad chilena que duerme llena de pánico a los comunistas y espolea a las fuerzas armadas para que tomen cartas en el asunto, arrepintiéndose de lo sucedido. Como bien dice Alba, el amo violó a su abuela entre cañaverales; ahora él la viola a ella. A partir de aquí pasan unos sucesos que contrastan con la imagen del país exterior. La versión oficial para la prensa es que Salvador Allende se suicidó en el Palacio de la Moneda. Este último acto de cobardía convenía a la oposición. Las torturas, los fusilamientos indiscriminados, los allanamientos y las violaciones no salieron a la luz hasta mucho tiempo después. La sociedad bajo la opresión se divide finalmente en dos bandos: los mayores, que se exilian, como Blanca y Pedro; y los jóvenes que aún confían en un cambio posible, como Alba y Miguel, que se quedan para luchar.
Personajes Clave en La casa de los espíritus
La casa de los espíritus presenta una gran variedad de figuras femeninas y masculinas. La historia trata sobre la vida de Esteban Trueba, que se casa con Clara del Valle, hermana de Rosa, la novia asesinada de Esteban, y con ella tiene tres hijos: Blanca, Jaime y Nicolás (gemelos). Blanca tiene una hija con Pedro García llamada Alba. Los personajes de la novela representan los variados sectores de la sociedad, al mismo tiempo que adquieren la fisionomía y rasgos propios de los personajes novelescos.
Esteban Trueba
Esteban Trueba, único varón de una familia oligárquica, empobrecida por el despilfarro del padre alcohólico, se ve obligado a trabajar desde la adolescencia y consigue recuperar su fortuna explotando un yacimiento minero en el norte de su país. Esta fortuna le permitirá recuperar la hacienda de su familia (Las Tres Marías), donde se desarrolla gran parte de la historia. Representa características políticas conservadoras chilenas de mediados del siglo, reaccionario y fiero, marcado con el sello de un anticomunismo acérrimo. De carácter fuerte, y constantemente padece ataques de ira, ansiedad y violencia. Machista, autoritario hasta tal punto de sentirse con el derecho a golpear a su esposa (por primera y última vez), haciéndole perder algunos dientes, cuando se entera que Blanca ha tenido relaciones con Pedro García. Desde este momento, Clara considera que su matrimonio ha terminado y junto a su hija se marchan hacia la capital. Esteban queda humillado y furioso.
En Las Tres Marías, Trueba impone el terror, la amenaza y la violencia. Introduce en el campo el vasallaje como nueva organización y su rol de amo, tanto que viola a mujeres y tiene hijos bastardos a los cuales ignora. Pero esto lo castiga severamente cuando su hija Blanca tiene una hija con Pedro García; este la obliga a casarse con el conde Satigny para evitar un escándalo social. Pero lo abandona tras descubrir sus orgías con los sirvientes. Prefiere su vida soltera, muy independiente, que no necesita la protección de un hombre.
Las Mujeres Trueba Del Valle
Las mujeres de La casa de los espíritus son de clase media educada, extravagantes y soñadoras, pero todavía muy entregadas a sus tareas y responsabilidades del hogar.
Clara del Valle
Los protagonistas tienen cualidades especiales que se alejan del mundo real, tal como la protagonista Clara del Valle, la “clarividente”. Simboliza la bondad y la humanidad de las personas; con su sensibilidad y comunicación con otros mundos, representa la espiritualidad femenina. Cuando no le interesa el mundo real va al espiritual; en Las Tres Marías, practica la clarividencia. Esteban y Clara viven juntos, y tienen relaciones sexuales, pero Clara no comparte sus pensamientos y emociones con él. Clara muestra a la mujer en condiciones de imponerse al varón, ya que cuando este la golpea, esta deja el anillo, deja de hablar y acaba su matrimonio.
Blanca Trueba
Blanca lucha contra la diferencia de clases y los valores tradicionales asignados a la mujer por el patriarcado: la virginidad, la castidad y el sagrado vínculo del matrimonio. Las relaciones de Blanca con Pedro son importantes ejemplos de la independencia de Blanca, ya que esta se queda embarazada y se casa obligada por su padre con Satigny, pero lo abandona tras descubrir sus orgías con los sirvientes. Prefiere su vida soltera, muy independiente, que no necesita la protección de un hombre.
Alba Trueba
Alba, que está basada en la autora Isabel Allende, representa la consolidación de los valores y las innovaciones de las otras protagonistas. Es la figura femenina más trágica: prisionera de la dictadura, torturada y violada, decide contar su historia para sobrevivir al horror que ha vivido. Alba representa la generación de mujeres a la que Allende perteneció. Cuando el coronel García viola a Alba, ella simboliza a todas las personas (hombres y mujeres) que pierden su identidad, o su vida, bajo el terror del gobierno de un dictador. Es la narradora principal y portavoz de la autora, es la protagonista destinada a rescatar la memoria colectiva familiar: la memoria patriarcal, los cuadernos de su abuela, las cartas de Blanca.
Otros Personajes
- Severo y Nivea del Valle: Padres de Rosa y Clara. Rosa muere envenenada en un intento de asesinato hacia su padre; al final, ellos mueren en un accidente.
- Tránsito Soto: Esteban Trueba recurre a Tránsito, una prostituta, porque sabe que esta es sexualmente poderosa y tiene influencia en el sistema, y puede salvar a su nieta Alba de la dictadura.
- Férula Trueba: Se convierte en un personaje patético y perverso, alienado del mundo y de su familia, que muere en completo abandono.
- La familia García: Tiene un papel muy importante en la novela. Residentes nativos de Las Tres Marías, son fieles inquilinos de Esteban y constituyen la población campesina y de clase urbana pobre. Todos ellos son oprimidos durante siglos por ser quienes son, y su papel en el texto es esencial: Pedro García, Pancha García, Esteban García.
El Realismo Mágico en La casa de los espíritus
El Realismo Mágico nace con los cuentos de Horacio Quiroga a principios del siglo XX, pero no será hasta los años 60 y 70 que varios escritores del llamado Boom latinoamericano lo utilicen como sello distintivo de sus novelas. Gabriel García Márquez, con Cien años de soledad, y Los pasos perdidos de Alejo Carpentier serán sus mayores exponentes. Es un mecanismo narrativo que pasa por introducir hechos insólitos o fantásticos en una narración realista.
Lo sorprendente no es el hecho, sino que los personajes, simples y prosaicos, lo asumen como parte de su vida cotidiana y no se molestan en analizarlo.
Las propiedades que surgen de la realidad son: clarividencia, levitación, vidas largas, enfermedades… exageradas hiperbólicamente. La autora desvela el lado oscuro de la vida cotidiana y sobre todo la ambigüedad de situaciones que se mueven de un lado real y fantástico son parte de un estilo particular de los autores latinoamericanos, que condicionados por el ambiente en el que viven, por la naturaleza fantástica y por la tradición mágica, producen una literatura rica en hipérboles, exageraciones e imágenes sorprendentes.
El realismo mágico invita al lector a menospreciar lo real, a apreciar lo milagroso y a despreciar lo histórico.
Influencias de Cien años de soledad
A. En el nivel de contenido:
- La trama se reduce a la historia de una familia: Trueba/Buendía.
- La bella Rosa evoca a Remedios la Bella.
- Las genialidades del tío Marcos evocan al febril patriarca Aureliano Buendía.
- Los gemelos, Jaime y Nicolás Trueba, presentan simetría con Aureliano Segundo y José Arcadio Segundo.
B. En el código retórico:
- Énfasis que ambas ponen en lo inusitado y descomunal.
- Magia de un mundo simple y primitivo.
- Un mundo azotado por catástrofes (diluvio de Macondo, terremoto de la casa…).
- Expresión de un fenómeno y su drástica solución en unas pocas líneas (mudez de Clara/Rebeca).
El realismo fantástico en La casa de los espíritus parece ser cosa genética de la familia, aunque solo en la rama femenina. Tenemos personajes que viven marcados por una característica insólita. Clara, que vive en un espacio propio acompañada por sus espíritus, de tal manera que no necesita hablar en nueve años. Y a Barrabás se le atribuyen rasgos mitológicos; es del tamaño de un “camello” con “aliento sulfuroso de dragón”, hocico de caballo”.
Aquí el realismo mágico invade las vidas de Rosa y de Clara, la casa de los Del Valle y la Gran Casa de la Esquina, pero con la muerte de Clara lo insólito se va relajando, y así nos lo hace notar el narrador. Parece como si la potencia de los sentimientos y la capacidad de los personajes de influir en sus propias vidas se perdiera sin el empuje de Clara. El senador, en convivencia con Clara, el mundo de ella le influye en su realidad; un personaje encerrado que solo siente el mundo que lo rodea a través de su esposa. Hay una exageración de la realidad y lo extraordinario deja de serlo, porque varias premoniciones se cumplen, los objetos se mueven y los muertos vuelven para cuidar de los vivos y despedirse. Ejemplo: Esteban Trueba se atreve a llevarle la contraria porque el espíritu de su esposa lo observa desde la esquina del cuarto.
En un momento dado, Clara advierte que tiene que haber una relación entre los acontecimientos, y en esta afirmación hallamos la clave para entender la novela: los sufrimientos, las muertes, la pérdida… son asumidos como parte de una gran armonía cósmica. Hay una causa y consecuencia. No es por tanto extraño que la obra se abre y se cierra con las mismas palabras: “Barrabás llegó a la familia por vía marítima”.
Rasgos Temáticos y Formales de la Nueva Narrativa Hispanoamericana y su Reflejo en La casa de los espíritus
La casa de los espíritus es la historia generacional de la familia Trueba Del Valle, una historia que la autora considera que es la de “una típica familia latinoamericana de clase media acomodada”.
La trama gira en torno a cuatro generaciones de mujeres que influyen en un solo hombre: Esteban Trueba. La novela describe una sociedad patriarcal flexible, cuyos fundamentos son los valores tradicionales y la fuerza subyugante hacia los pueblos, los desposeídos y hacia las mujeres. El contexto socio-político no se especifica, pero es fácilmente identificable a través del paisaje, costumbres, mitos populares y la historia del relato: Chile y su geografía.
La utilización del viejo tópico ciudad/campo permite al narrador situar una acción en dos escenarios: la mansión señorial de Santiago (La Casa de la Esquina) y el fundo (Las Marías). Este recurso le permite al narrador contraponer dos mundos socialmente opuestos: el de los sectores privilegiados de la ciudad que viven irresponsablemente de la modernidad que les viene de Europa y Estados Unidos, y el de la barbarie en Las Tres Marías, en la que animales y hombres no difieren en lo que a condiciones de vida respecta.
La casa de los espíritus abarca muchos temas, los más universales el amor y la muerte, pero también la infidelidad, la violencia de género, los fantasmas, la magia. La lucha de las mujeres por obtener derechos políticos, el movimiento obrero, la llegada de un gobierno popular y su caída a raíz de un golpe de Estado. Todo ello complementado por la presencia de diversos personajes.
En la novela de Allende, lo que resulta interesante no es lo representado: la hacienda, la familia patriarcal y las relaciones de inquilinaje, sino el conflicto de clases. La novela se estructura sobre una temática literaria de la falsa autoría: la verdadera historia se encuentra escrita en sus cuadernos, los que Alba rescata de su abuela Clara, que ha anotado la historia de toda su familia.
Allende se vale de esta técnica para dar la sensación de verosimilitud de la historia. Esta pretendida realidad choca con el realismo mágico: la realidad narrativa se funde con elementos fantásticos y fabulosos, de modo que la magia, la fantasía, el mundo de los espíritus, pasa a formar parte de la cotidianidad.
La estructura es circular: el relato comienza con la muerte de Rosa y otro. Ambos crímenes están motivados políticamente y las víctimas son inocentes, pero el primero se comete por equivocación y el del final bajo la legalidad de un estado totalitario… Los culpables son los mismos pero con diferentes etiquetas.
La novela se abre y se cierra con la misma frase: “Barrabás llegó a la familia por vía marítima”, indicando un ciclo circular. La historia rescatada de la familia Trueba. Al principio no sabemos si la voz de la primera persona de las primeras líneas es la de Alba, y desconocemos lo que quiere decir. Esto lo entendemos al final de la novela: Alba ha sido detenida, torturada y violada por el ejército que quiere información sobre su novio revolucionario, Miguel. Encerrada en la celda, le aparece Clara y le sugiere que escriba un testimonio que algún día podría servir para sacar a la luz el secreto que está viviendo.
Como el libro es una compilación de escritos diferentes de autores, el punto de vista cambia frecuentemente sin previo aviso. En esta novela se puede apreciar 3 tipos de narrador:
- Tercera persona omnisciente: Conoce todo sobre los personajes.
- Primera persona: Esteban Trueba habla sobre él mismo, de su familia; es el protagonista de la novela.
- Primera persona: Alba, la narradora principal y portavoz de la autora, es la protagonista destinada a rescatar la memoria colectiva familiar.
La casa de los espíritus es una novela romántica con una serie de relaciones amorosas y el conflicto tradicional entre el amor y el orden social. Es una novela histórica que analiza Chile a lo largo de un siglo.
Análisis Lingüístico de un Texto
La deixis exofórica se hace visible a través del uso de la deixis personal, social y espacial, que a continuación vamos a desarrollar en nuestro comentario.
En primer lugar, explicaremos la deixis personal que se observa de dos maneras: la presencia del emisor a través del uso de verbos en primera persona del singular (correré, podría); determinantes posesivos en primera persona del singular (mi), y pronombres personales átonos en primera persona del singular (me) y plural (nuestro/a, nos), y en segundo lugar, la presencia del emisor incluyendo al receptor mediante verbos en primera persona del plural (conocemos, somos).
La deixis social se muestra en el texto a través de la oposición entre el “nosotros” y el “ellos” que aparecen en ‘somos’, ‘estampen’. Además del uso del nombre y apellido (Morgan Stanley), que denota una relación de distancia.
En tercer lugar, comentaremos la presencia de la deixis espacial mediante adverbios de origen demostrativo (allí, allá, ahí, aquí); sintagmas preposicionales (país del mundo, en un negocio); sintagmas nominales (España, Eurovegas, banco, país).
Y por último, para finalizar el comentario de los elementos deícticos exofóricos, comentaremos la deixis temporal que se muestra en la presencia de adverbios (hoy, ahora, antes); adjetivos demostrativos (este horror); sintagmas nominales (día, hace unos años); sintagmas preposicionales (en 2013, antes de); además de la utilización predominante del presente indicativo (está, sabían); aunque también aparecen verbos en futuro (florecerán, resultarán); pasado (hicieron), estructuras impersonales (Se considera) y pretérito perfecto (han… ha hundido).
Funciones del Lenguaje
La función que predomina es la apelativa o conativa, ya que el autor desea influir sobre la conducta del receptor, en este caso, convencer de… Esta función se observa en el uso de los siguientes recursos: aparición de oración interrogativa indirecta (…quienes…); uso deliberado de léxico valorativo (vaticana, guapos, malos); utilización de la primera persona del plural, el ‘nosotros’ con valor inclusivo, en el cual se incluye al receptor (servimos, aceptamos…).
La función expresiva o emotiva, en la que se manifiestan las emociones, opiniones y percepciones del emisor: …; se plasma en la utilización de: la primera persona gramatical, sea ya a través de pronombres personales (mi, mis); ya mediante adjetivos posesivos (nuestro país, nuestra…); ya a través de verbos en primera persona del plural en la que emisor y receptor están incluidos (estamos casados, hemos metido); aparición de verbos de percepción, opinión o deseo (sabía, quería…); orden ilógico en ciertas oraciones con el fin de destacar ciertos elementos (…); y por último, numeroso léxico valorativo (ajenos, agradables…).
En tercer lugar, podemos mencionar la función referencial o representativa, en la que se nos informa de un hecho objetivo: …; y que se puede ejemplificar con el uso de: oraciones de modalidad enunciativa (cuando…); orden lógico de la oración (…); predominio del modo indicativo a lo largo de todo el texto en sus diferentes tiempos verbales (podría, tenía…).
Y por último, y para finalizar, podemos mencionar que en un plano secundario aparece la función poética, cuyo único fin es embellecer el lenguaje; es decir, lo que importa es resaltar artísticamente el propio mensaje, y que se observa en la utilización de recursos literarios como la ironía, la metáfora, la comparación, la hipérbole, cosificación (…); personificación, metonimia (…).
Deixis Endofórica
La deixis endofórica está constituida por elementos anafóricos, catafóricos y proformas léxicas, conocidas también como palabras comodín.
Los elementos anafóricos que aparecen en el texto que estamos comentando y hacen referencia a un elemento que ha aparecido anteriormente en el fragmento son: pronombres personales átonos como (lo – hace referencia a…; relativos (que – referente a…); adverbios relativos como (como, cuando); elipsis que aparecen en la línea… para omitir el nombre, palabra… También aparecen adjetivos demostrativos/posesivos en 3ª persona, como (su artículo, su idioma…); y pronombres recíprocos, como (se enamoraron, adiestrándose…).
Los elementos catafóricos que aparecen, no son tan abundantes como los anteriores, y que hacen referencia a un elemento que aparece posteriormente en el discurso, son: artículos definidos (el inglés, la reforma…); artículos indefinidos (un artículo, una discusión, un viaje); pronombres personales en 3ª persona (les llegó…).
Por último, cabe señalar que no se observa la presencia de proformas léxicas en el artículo (morfema que sustituye sintagma).
Modelización
El texto de… que estamos comentando presenta muchos/pocos recursos modalizadores, es decir, la actitud del autor ante lo expuesto se muestra de una forma muy explícita. Toda la valoración va dirigida a una crítica…
Los elementos utilizados para mostrar su postura de rechazo/adhesión a… son: Léxico valorativo (adjetivos: guapo; sustantivos: malo; adverbios: -mente); modales de tipo intelectivo en 1ª persona (creer, pensar…); de sentimiento en 1ª persona; perífrasis modales, ya sean de obligación (tener que, poder que) o de probabilidad (deber de…, poder que…); derivaciones de las cuales se exprese afecto o desagrado (palabreja); signos de puntuación (comas, negrita…)(…); cambios de registro (meter la pata); figuras retóricas como ironía (…); elementos cuantificadores (…); modalidades oracionales; elementos deícticos en 1ª o 2ª persona (nos, me, sus, nuestro).
Opinión Personal
La autora… nos habla…
- 1º Tema – Tesis del autor
- 2º Breve postura del alumno: de acuerdo (dando argumentos) o no de acuerdo con el autor.
Defender con nuestros argumentos (nuevos, personales).
Otros temas: tesis del alumno, tema de actualidad, interés popular, género, capacidad de convencer, temas relacionados.
Tipos de argumentos: de datos, ejemplificación, experiencia personal, autoridad, causa/consecuencia.
Estructura: tesis – conclusión – sentido común.
Esquema Organizativo
Nº párrafo – Idea principal, Idea secundaria – Tipo de argumento, Función del argumento (apoyo, concesión, refutación, contraargumentación), Finalidad (convencer, persuadir), Parte del texto.
Estructura típica: Introducción (función: captar atención) – Cuerpo (informar o convencer) – Conclusión (introducir tesis – tesis – tipo de estructura: sintetizante).
Morfología
Notas sobre morfemas:
- A: vocal temática 1ª conj., morfema gramatical vacío.
- E: 2ª conj.
- O: morfema dependiente flexivo de género (masculino), morfema dependiente flexivo de número (singular).
- I: vocal temática 1ª conj. que cambia de timbre.
Notas sobre sufijos:
- r: morfema dependiente flexivo de aspecto (infinitivo).
- d: interfijo (unión).
- ero: sufijo formador de adjetivos.
- ivo: sufijo (relación).
- ario: sufijo (lugar).
- ista: sufijo (agente).
- ud: sufijo (proceso, urbanización).
- nte: sufijo formador de adjetivos (‘agente’).
- tario: sufijo (persona relacionada con…).
- it: sufijo diminutivo.
- in: sufijo diminutivo.
- ble: sufijo formador de adjetivos (cualidad).
- an: sufijo (perteneciente a…).
- ta: sufijo formador de sustantivos.
- ar: sufijo (conjunto).
Clases de palabras por formación:
- Derivada: Prefijo + Lexema; Lexema + Prefijo; Prefijo + Lexema + Sufijo.
- Compuesta: Lexema + Lexema; Morfema independiente + Morfema independiente (porque, aunque).
- Parasintética: Prefijo + Lexema + Sufijo; Lexema + Lexema + Sufijo (cuando se le quita el sufijo o prefijo, no tiene sentido).
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