23 Nov

Autor: Norma Huidobro

Esta novela narra la historia de Inés, una joven invitada a una fiesta de disfraces a la que no desea asistir, pero lo hace para satisfacer a sus padres. Para ir a esta fiesta, Inés decide llevar un disfraz de los años cincuenta. Va a una tienda donde compra un hermoso vestido amarillo de esa época.

A la madre de Inés le gustó mucho el traje, aunque comentó que en esa época los vestidos eran largos, pero no tanto, por lo que le hizo un dobladillo al vestido amarillo.

El Origen de la Investigación: La Carta de 1958

Una vez listo el vestido, Inés encuentra una carta fechada el 22 de octubre de 1958, escrita por una jovencita que pedía ayuda para evitar el asesinato de su padre y, además, su propia muerte. Esta carta encontrada fue motivo de gran curiosidad para Inés, así que inmediatamente comenzó a investigar.

Lo primero que hizo fue ir a la tienda de disfraces y decir que estaba haciendo una monografía de Historia. Necesitaba saber dónde había comprado el vestido. La dueña del local le dijo que se lo había comprado a una amiga de su hermana, que era española, y le pidió que le dejara su teléfono para comunicarse con ella.

Pistas y Contactos

Después del sábado (luego de la aburrida fiesta de su prima), Inés recibe una llamada de la dueña del local diciendo que la amiga le iba a enviar un fax, y así fue. En realidad, le envió dos. No obtuvo mucha información, salvo que lo habían comprado en San Isidro en una compraventa que tenía una cúpula.

Inés conocía San Isidro. Ubicó la plaza que la chica española había mencionado en el fax, así que una tarde fue a buscarla. Cerca de allí había un señor que trabajaba en un restaurante. Inés fue y le preguntó si sabía algo de la casa de la cúpula.

La Búsqueda de Testimonios

El chef contestó que no sabía, pero que había una abuelita que vivía arriba de un pequeño supermercado que podría ayudarla. Inés, agradecida por esa información, pidió hablar con la abuelita. Para que la abuelita le diera más información, Inés le dijo que era para una revista.

El Relato de la Abuela sobre Elena

La abuela le contó muchas cosas, muy importantes e interesantes, como por ejemplo:

  • Elena tenía más o menos la misma edad que Inés.
  • La jovencita murió de angustia, ya que su madre había fallecido cuando ella era pequeña.
  • Su padre, que era lo único que le quedaba, también murió.
  • Así fue como Elena se suicidó arrojándose de un edificio.

Al día siguiente, Inés decidió ir al geriátrico. Era enorme, muy lujoso y bello, tal cual como lo había descrito Rosa. En la puerta se encontraba un encargado poco simpático. Inés convenció a la esposa del doctor de que la dejara entrar. La señora que estaba tras el escritorio era muy bella. Inés le dijo que estaba escribiendo la historia de un lugar que el esposo de la mujer había visitado, pero la mujer no le dio información. Inés, sin respuestas, salió completamente decepcionada y sin más preguntas.

Amparito y la Conexión De Bilbao

Esa misma tarde, Inés fue a Rawson y encontró a Amparito tomando mate como siempre, y le contó lo que había hecho en el geriátrico.

Después de unos días, Amparito llama a Inés diciéndole que fuera a Rawson, que le tenía que decir algo muy importante. Cuando Inés va, se da cuenta de que De Bilbao podría ser la chica que hizo el remate de la casa que tiene la Cúpula, ya que la chica descripta por la española y De Bilbao tenían las mismas características. Al otro día, a las 5:30 de la tarde, Inés volvió a estar de nuevo con Amparito.

La Confrontación y la Verdad Revelada

Ese día quedaron en ir al geriátrico de nuevo. Una vez que llegaron al geriátrico, entraron. Las atendió el guardia, que les dijo que la doctora no se encontraba y que si querían hablar tenían que esperar. Luego de un rato, Inés vio un auto, que efectivamente era el de la doctora.

Una vez que pudieron entrar a la oficina, Amparito le explicaba algo medio incomprensible, cada vez con un tono más fuerte, hasta que le dijo que ella y su esposo habían matado a Emilio y a Elena por toda la fortuna. La doctora no lo quería aceptar, pero gracias a la presión que ejerció Amparito, dijo que ella era María del Carmen Lima y que se había visto obligada a mentir por su marido, ya que él era muy malo. También dijo que de Malú no sabía nada y que cargaba con el peso de haber matado a un hombre.

Unos días después, Inés y Amparito pasaron caminando por enfrente de la casa de Elena, la cual estaban convirtiendo en un edificio.

El Primer Encuentro con Amparito (Detalles Adicionales)

La abuelita dijo que mucho más no le podía decir porque no sabía, pero que podía ir a hablar con Amparito en el hospital Rawson. Luego de unas semanas, Inés fue al hospital Rawson y así encontró a Amparito. Inés volvió a usar la misma excusa de la revista, pero esta vez no le sirvió. Inés le contó a Amparito que encontró una carta de Elena. Amparito, sorprendida por esta noticia, citó a Inés a charlar sobre este tema, y le dijo que llevara el vestido y la carta para que pudiera recordar viejos momentos.

Esa tarde, Inés asistió. Amparito ya la estaba esperando. Al llegar, Inés le mostró el vestido y la carta a Amparito. Una vez que leyó la carta, Amparito le contó que Elena no confiaba en nadie porque pensaba que iban a envenenar a su padre. También le dijo que Elena le pidió que le llevara el vestido a la modista. Ella se lo llevó, pero en la modista no había nadie. Entonces, Amparito volvió a la casa, pero nadie atendió. Amparito pensó que Elena había salido a hacer los mandados, así que dio dos vueltas a la manzana y volvió. Tocó y tocó la puerta, pero nadie atendió. Le dejó el vestido a la verdulera de enfrente y se fue a la casa de una amiga que la estaba esperando.


Repetición del Relato de Amparito (Manteniendo el Contenido Original)

Elena le pidió que le llevara el vestido a la modista. Ella se lo llevó, pero en la modista no había nadie. Entonces, ella volvió a la casa, pero nadie atendió. Amparito pensó que Elena había salido a hacer los mandados, así que dio dos vueltas a la manzana y volvió. Tocó y tocó la puerta, pero nadie atendió. Le dejó el vestido a la verdulera de enfrente y se fue a la casa de una amiga que la estaba esperando.

Cuando volvió a la casa de Elena, más o menos a las nueve de la noche, se enteró de que el padre de Elena se había muerto y que la pobre Elenita estaba dormida en lo del doctor Bilbao. Luego de algunos días, la joven Elena se tiró de la torre de su casa. Los vecinos, Amparito, una cocinera y muchos más estuvieron presentes. También le contó que en esa casa trabajaba otra chica muy buena llamada Malú. Inés le preguntó a Amparito qué pasó después con Malú, a lo cual Amparito respondió que no la vio nunca más.

La Pista de Malú y el Desenlace

Así, de repente, Inés vio todo clarísimo y le dijo a Amparito: «A Malú también la mataron. La sacaron del medio porque sabía demasiado. No leyó esta carta, pero leyó las otras donde redactaba sus sospechas».

Al cabo de unos días, Inés recibe una llamada de Amparito invitándola de nuevo al Rawson. Cuando Inés se presentó, Amparito le dijo que le quería presentar a Rosa, que trabajaba con la hermana del doctor De Bilbao. A Inés la invitaron a charlar en la marcha por los jubilados el día 25. Por este motivo, la idea le gustó, pero el único problema era que justo el 25 era el día que se veía con sus tíos. Inés no tuvo mucho problema en decírselo a la madre; lo único era que no se le podía escapar decir lo del disfraz y la carta. Solo tenía que decir que era para asistir a la marcha.


La Decisión y las Vacaciones (Repetición de la Discusión)

Al terminar de discutir, Inés ganó la discusión y así asistió el 25. Al llegar, Amparito le presentó a Rosa. A Inés le gustó mucho. Rosa no dijo cosas muy interesantes, pero las tres estaban de acuerdo en que había que buscar a Malú. Cuando Amparito quiso dejar de lado las fiestas y ponerse a investigar, Inés se fue de vacaciones a San Clemente del Tuyú.

Amparito le dijo que, como se iba de vacaciones, le iba a tocar la parte más difícil: investigar dónde estaba Malú. Cerca de allí había un señor que trabajaba en un restaurante. Inés fue y le preguntó si sabía algo de la casa de la cúpula (la casa donde vivía Elena, la que escribió la carta para evitar asesinatos). El chef contestó que no sabía, pero que había una abuelita que vivía arriba de un pequeño supermercado que podría ayudarla.

Inés, agradecida por esa información, pidió hablar con la abuelita. Y para que la abuelita le diera más información, le dijo que era para una revista. La abuela le contó muchas cosas, muy importantes e interesantes, como por ejemplo que Elena tenía más o menos la misma edad que Inés. La jovencita murió de angustia, ya que la madre se murió cuando ella era chiquita y el padre, que era lo único que le quedaba, murió. Así fue como Elena se suicidó arrojándose de un edificio.

El Hallazgo Final

Una vez que Inés llega de las vacaciones, empieza a buscar información. Inés decide buscar en un diario de 1958, donde encuentra una noticia de una mujer encontrada muerta en un río. Inmediatamente, Inés llama a Amparito, e increíblemente, parecía ser Malú la chica encontrada muerta.

Al día siguiente, Inés queda en encontrarse con Amparito en el mismo lugar de siempre. Amparito le llevó a Inés una foto en la que aparecía Elena cuando tenía 15 años, Carmen cuando tenía alrededor de 27, y alguien que parecía ser Malú.

Luego, Amparito le cuenta a Inés que Rosa hizo el trabajo que le tocaba (investigar sobre el geriátrico). El doctor Bilbao estaba internado en su propio geriátrico y la encargada era su esposa. Rosa encontró la dirección y el teléfono del geriátrico.

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